Los ves llegar desde lejos. Dos de los niños mayores del pueblo corren que se matan subiendo por la senda que lleva al refugio. No te ven, así que van directos hacía él, gritando a voces -¡Largo, eh, Largo!- En lugar de pegar un alarido tiras una piedra al tejado del refugio, y añades un silbido. Te ven, se dicen algo entre si haciendo gestos de admiración, quizás debido al al hecho de que la piedra ha volado doscientas varas, y vuelven a correr monte arriba, hacia las ovejas. Llega con una sonrisa de sufrimiento, el primero hasta donde tu estás, mientras el segundo se entretiene con uno de los perros, y con voz entrecortada por sus jadeos, suelta -"Largo"- vueso padre ha sufrido un perc, un perco..., rompióse la pierna! -..et os llama.- Añade el que estaba robando pulgas al perro pastor. - Largo, marchad, que el rebaño queda seguro.-
Luego sigo. :). Ya está. Perdona por las negritas, es desde el móvil.
Hallábame yo apoyado en mi viejo cayado viendo pasar las nubes. Andaban pesadas, oscuras e tristes... ¿Habrían aquestas de llamar a la tormenta o sólo trataríase pues de una juguetona llovizna?.
Ansí pasábanseme las horas yo. Sin más preocupación que aquella, pues el rebaño, reunido, pastaba tranquilo. Buen día era aquel, si senyor, hasta que un joven grito vino a romper aquel sosiego: -"Largoooo" -sonó la voz del rapaz que desgañitado corría pendiente arriba. Largo. Ansí fazíame yo de llamar. Pues ya muy de mozo había alcanzado yo las casi dos varas de altura.
Que malas nuevas traía el mozo, si, válgame el cielo. Malas nuevas como parescían querer también traer las nubes.
-¡Ozuuu! -menté -¡Que decides zagal! ¡¿Que ha esbarrancao el mi padre?! -que desgracia acaescia aquella obscura tarde. Que había batallado mi padre al moro, et había salido vivo cientos de veces, para descoñarse agora por una barrancada. Por amor de Dios. Non podía creer aquello...
Agarré presto al zagal, al más cerca que alcanzé, et levantélo en volandas: -¡Llevadme donde sa escoñau!. -espeté, no dispuesto a soltarlo hasta que aqueste llevárame directo al lugar de la desgracia.
Tal que ansi, dejándo allí al otro mozo a cargo del rebaño, corrí ladera abajo como alma que lleva al Diablo cargando al otro como si de un saco se tratare.
-¡Padre, padre! -gritaba -¡padreeeee!.
Niños del pueblo se apiñan en la entrada de tu casa, así que descargas el que acarreabas entre ellos, y cruzas el umbral.
Entre gritos te cuentan que su caballo tropezó y le aplastó la pierna contra un muro de piedra.
-¡Burro! -¿Et las ovejas?- ¡Válgame Diós!
Antes de que puedas ni siquiera verle, ni decir nada, te pone en situación, con una voz entr.
- Sancho. E galopado una jornada entera para arribar ant. Mi pobre yegua ludovica... Las mestas llegan, más una fonda preocupación... -gemido de dolor- aflige los pastores, ca dicen que los pastos de Bosquejo son adesora asolados por una plaga de lobos. Ende non saben onde llevarlos. Cientos de ovejas, Sancho... Tu padre vuelve a gemir.
- Oíd.
- As de ir a Burgo de Osma aqueste domingo, desde y, van partir ensalmadores et exorcistas para acabar con la plaga. El consejo de mesta et dará buena paga por seguirles.-
Empiezas a discernir su cara en la penumbra de la casa y descubres que tiene la cara desencajada por el dolor. Miras la pierna y ves que asoma hueso. Tu padre llevaba meses por el sur, acompañando a los pastores de la mesta, algunos de ellos, los que consiguen comprar suficientes cabezas pero no tienen pastos para ellas, son del pueblo.
-Baaa
Una oveja bala fuera.
La algarabía de vocecillas infantiles golpeábame la testa como si de moscas cohoneras se tratare:
-¡Callad yaaaaaa! ¡zagaleeeees! -hasta las piedras de las paredes sobresaltáronse al escuxar el trueno de la mi voz. Que tras el susto que habíame llevau por el percance de padre, la carrera afrontada, e agora ver al progenitor tullido, parescía que la sesera íbaseme a rebentar de un momento a otro.
Non tardé en llevarme las mi manos a la cabeza al ver a padre ansí de accidentáo: -¡Válame Dios, padre!. -díxele. Más aqueste, de non ser por los quejidos que de tanto en tanto dispensaba, parescía no sentir nin darle asunto a las feridas que había. Importante debía ser eso de lo que fablaba; de los lobos et el ganau, de ensalmadores e otras cosas, más poco atiné yo a descir más asentir una e otra vez pues, la visión de aquel hueso salido de la carne turbábame más que cualquier cuestión. Lejos veía yo eso de Osma et bien cerca veía aquella terrible ferida en carne viva.
Asentíle a padre por decimoquinta vez: -Iré iré, padre. -calméle. -Agora habremos de enmendar el desaguisao que traedes. -torcióseme el gesto, desagradado, viendo aquel deslucio hueso.
Acerquéme al umbral del refugio, et tras asomar la testa fuera, busqué con avidez al más rápido de los zagales.
Allí estaba: Andresito "el lagartija" llamábanle, que aqueste era rápido et ágil cual gato.
-Andresico, hijo. Id presto a traer al curandero. -mandéle -¿Queredes?.
Un par de dudasd: ¿A que día estamos de semana? ¿Queda muy lejos Burgo de Osma?.
Es viernes por la tarde, y Burgo de Osma queda a día y medio. Te dejo elegir el pueblo.
No hube de esperar la respuesta del zagal, e mucho menos su retorno. Dispúseme sin demora a disponer los preparativos para el viaje a Burgo de Osma, más pronto acabé, pues poco más que lo puesto, et algo para llenar la panza, metí en el zurrón.
-Andaré raudo, padre -despedíme -confiad en que llegaré a tiempo et que faré de buena labor con la compaña que partirá de Burgo de Osma.
Tras un último vistazo al hueso que asomaba añadí: -et vos, cuidaos.
Era momento de iniciar la andadura. Que el camino no era poco y las nubes se mostraban traicioneras.
Pero al salir de la casa te fijas en la oveja que bala. La reconoces, es de las tuyas. Un poco más allá, oyes balar otras dos, y al acercarte descubres que son también tuyas. Varios niños te llaman a voces desde una esquina mientras sujetan a una por las patas. Empiezas a entender lo que ha pasado cuando ves a tu perro meneando la cola a tu lado. Todo el rebaño te ha seguido hasta el pueblo.
- Saludos, buen Sancho, ¿podríe pasar a ver a su padre?- El sanador ya estaba sobre aviso, así que Andresico no tuvo muchas dificultades para encontrarlo, se lo encontró al girar la esquina de vuestra humilde casa.
Antes de partir, tienes que volver a reunirlo y decidir que hacer con él. Para reunirlo tira por conocimiento animal. Si lo sacas lo reúnes antes de que anochezca. Aún así has de decidir que hacer con él... Siempre te lo puedes llevar.
Para llegar a Burgo de Osma es día y medio, pero contando con que se descansa por las noches. Por lo que saliendo el sábado por la mañana, llegarías el domingo a mediodía... Quizás demasiado tarde.
¡Que el ganau andaba desperdigau!. ¡¿Acaso podía acontescer alguna otra desgracia aqueste funesto día?!. Que calamidad, válgame Dios...
-¡entre entre!. -respondíle apurado al matasanus, et no dediquéle más tiempo a aqueste, pues las bestias desperdigadas non íbanme a esperar.
¡¡EEEaaaa!! -llamé a las ovejas, como padre habíame enseñao. -¡¡OU OU, AAAAAaaa! -comandélas, a voz viva mientras lanzábales certeras pedradas que las guiaren. Más aquestas en vez de reunirse, et como espantadas por el mismo Diablo, corrieron ladera abajo despavoridas. ¡Padre se había escoñau! ¡et yo había perdido al ganau! Ya nada podía ir peor... Bueno si, sólo faltaba que el matasanu desgraciara a padre aún más de lo que ya andaba. Persignéme ante tal pensamiento, queriéndolo alejar rápidamente.
Motivo: C. Animal
Tirada: 1d100
Dificultad: 55-
Resultado: 100 (Fracaso)
¡Me estreno con una "perfecta" pifia!... xD
Las ovejas están desperdigadas ahora entre el pueblo, el valle y las montañas. Reunirlas te va a llevar toda la noche e irte sin recogerlas es arriesgarse a perderlas a manos de ladrones y buitres. Por lo que si quieres llegar a tiempo a Burgo de Osma este domingo por la mañana, piensas que vas a tener que elegir entre dormir y recuperar las ovejas. En ambos casos, vas a tener que ir a un paso muy ligero.
Mientras piensas vas oyendo gritos de dentro de tu cabaña, que te parecen lo normal, cuando a uno le "sanan". Pero los alaridos de tu padre se interrumpen de pronto y eso te alarma algo más. Tu ceño se frunce cuando, cuando el curandero sale por la puerta, e intimidado por tu mirada dice temblorosamente:
- Mi buen Sancho, he metido ese hueso en su sitio, más la quebradura es muy seria. Tu padre necesitaríe los cuidados de un buen médico si quiere volver a andar. Él me ha dicho que vos havéis de partir por Burgo de Osma et de buena fe se que allí lo hay. Más a buena fe se también que sus buenos dineros os va a costar.
Un dinero que no tienes...
Motivo: Sanar
Tirada: 1d100
Dificultad: 60-
Resultado: 75 (Fracaso)
-Gratitud -respondíle al matasanu, que más que nada pudo fazer. -Allá en Osma buscaré ayuda, et ya Dios dirá como pagaré tal deuda. -y tras volver a agradecer nuevamente la labor del sanador, me encaminé cayado en mano a las montañas en busca de las ovejas que se habían alejado más.
-Fiiiiiuuuuuuuuuu -silbéle al perro, cual vino presto a servir al amo.
Fazíame ya a la idea de un largo camino a Osma, pues en el mejor de los casos con sueño y cansancio habría de partir, más si sería con las ovejas reunidas. Non podía permitirme perder el ganau, pues era aqueste el que dábame sustento y labor. Importancia perdía el asunto de Burgo de Osma agora que yo, pastor, estaba al punto de perder el rebaño...
Encomendéme una última vez al altísimo antes de acometer la tarea, pues si volvíaseme a torcer la suerte, ya non quería nin imaginar que iba a ser de padre et de mi...
Tira por conocimiento animal con un +25% por llevar al perro. Si lo consigues partes para Burgo de Osma con las ovejas, pero pierdes 1d6 por el camino porque vas con prisas. Si fallas, partes sin ovejas y sin orgullo. Pifia, pierdes hasta el perro.
Por cierto, que tienes compañero: tu perro pastor.
Aturdido por la visión de padre malamente ferido, azorado por haber perdido el rebaño, más agotado por la labor de reunirlo ya casi en la anochescida, costóme sobremanera reunir las fuerzas et el tesón para acometer la labor que habíame encargado padre.
Ansí que de tal guisa hube de partir a Burgo deosma, perdiendo durante la andadura de sendas obscurescidas por la negrura de la noche, no pocas ovejas que ni yo ni mi viejo y fiel perro Labrador fuimos capaces de encaminar...
-Fiii fufu fiiii fi fiiiiii. -Iba silvando mientras clavaba la vara de madera en el humedecido suelo de los caminos que la tímida luna tenía a bien, de tanto en tanto, iluminar...
Motivo: C. Animal (+perro)
Tirada: 1d100
Dificultad: 80-
Resultado: 26 (Exito)
Motivo: Ovejas perdidas
Tirada: 1d6
Resultado: 5
Cierro la escena. La siguiente será en Burgo de Osma (donde por fin están el resto de jugadores). Llegarás ya amanecido.
Tira por RESx3. Si fallas tienes un -10% en FUE, AGI y las habilidades que dependan de estas, hasta que descanses como se debe.
Motivo: RESx3
Tirada: 1d100
Dificultad: 60-
Resultado: 50 (Exito)