- ¿Quien lo iba a pensar? Estoy con el señor Fernández. No tengo el menor interés de morir. Ni de ser capturado. Vayamos a ello
Escucha las explicaciones con gesto serio, dejando que sus pulgares cuelguen del cinto. No está acostumbrado a luchar en lugares tan pequeños, y eso parece preocuparle. Sin duda prefiere el campo abierto donde poder blandir su enorme espadón sin dificultades.
- Espero que ese agujero por el que hay que entrar sea lo suficientemente grande para que quepan dos hombres de verdad - Mira a Wulferic y por una vez se limita a sonreír levemente en lugar de soltar una de sus risotadas - Yo estoy preparado. Sólo guiadme hasta el lugar donde está ese malnacido y me encargaré de partirlo en dos.
Pues vamos a ello...
hay que ir hasta el final del dique...
Cambio de escena!!