Todos parecéis estar de acuerdo, y tras un respiro, y los cuidados necesarios para seguir adelante, abandonáis el carruaje robado y os marcháis cada uno por vuestro camino.
Es un largo camino, y hay que hacer muchas cosas esta noche. No hay mucho tiempo para dormir ni un segundo que malgastar.
La vida de un aliado, un amigo, o de toda una nación están en juego, y al medio día toca enseñar vuestras cartas.
Mañana actualizo a todos.