Partida Rol por web

Cuando llegas ahí puedes ver como Diego está sentado en el quicio de la puerta, observando impotente como la ciudad poco a poco sigue calcinándose.

AH!!! Domingo!!

Estás bien!!

Tu socio se lanza hacia ti y te abraza.

MARIANO! JULIÁN! Vosotros también estáis bien. Menos mal!

MI HIJO!!

Ven aquí te apretuje!!

Tu madre sale de dentro, con su siempre omnipresente delantal y su sayo negro. Te rodea con sus rechonchos brazos y te estrecha entre sus enormes pechugas maternales.

Después te llena la cara de besos, inevitablemente vergonzosos.

Que haces con eta gente! ya sabes que no me gusta que te juntes con ellos, son una mala influencia para ti, mi niño! Tendrías que haber estado con tu madre para protegerla, como un buen hijo! Así nunca vas a encontrar una buena mujer. Que mujer se casaría con un hombre que abandona a su propia madre!

Y continúa besándote en las mejillas.

Julián tiene que caminar apoyado en Mariano, pero está bien.

Si no pregunten per mi, donam per desaparegut.

Si em venen a buscar, estaré am me mare, empaquetan coses com si nesim a fugir...

Pronto llegáis a la Posada de las nueve espadas, o lo que queda de ella...

El edificio está bastante bien, solo un poco chamuscado, le hará falta una mano de pintura, pero por lo demás está bien.

Saliendo por la puerta podéis ver a Domingo que está preparando unos fardos bastante grandes, y haciendo rodar un barril lleno ahora casi vacío de RON!

En su interior podréis ver cuando entréis, como Mariano y Julián están durmiendo la siesta, como tiene que hacer un buen Zíngaro a estas horas, y no trabajar.

Diego, y la madre de Domingo también están en la posada de "Las nueve espadas Alzadas"

Domingo alza la vista del montón de objetos que está acumulando y instintivamente mueve su mano debajo de un fardo, aunque parece que relaja su expresión al ver los individuos que se acercan.

-Hey! Al final venís? Tenemos que darnos prisa si queremos salir de la ciudad vivos. Exclama cuando están lo suficientemente cerca.

Si, tenemos que irnos hacia el sur, hacia tortuga, sea lo que sea eso

le respondo, sin nisiquiera saludar. Los demas estan vivos, en manos de ellos.

-Tortuga!? Domingo abre los ojos como platos. Ya podéis dar por perdido lo que tengáis ahí, esa isla está infestada de perros sarnosos barachanos. la expresión del pirata es sin duda de alarma, pero parece que algo le confunde de golpe. -Perdona que es lo que as dicho último?

Estan presos, o al menos eso creo, dice wulf algo preocupado, tenemos que ir a por ellos y acabar la venganza que comenzamos

"Así que Vizarro está vivo! Ya decía yo que hasta que no viera su cuerpo... viejo zorro."

-Tortuga es un lugar peligroso. Dice Domingo mientras desenvuelve uno de los paquetes y saca una túnica oscura. -Por si no lo sabíais, está repleto de piratas barachanos, que odian profundamente a los zíngaros. Se termina de colocar la túnica y se tapa la cabeza con la capucha. A su vez, se tapa ligeramente el rostro para que no sea tan fácil reconocer a simple vista que es un zingaro.

-Bien, vayamos al puerto, a ver si encontramos algo en condiciones de navegar. Antes de partir, saca su cinturón(con sus espadas) y se lo abrocha por dentro de la túnica.

Vayamos pues, dice el norteño

Cambio de ESCENA!!!

Ha sido un regreso corto, pero lento.
Las cosas en la ciudad están patas arriba, con patrullas arriba y abajo deteniendo a cualquiera.
As visto como acosaban a gente inocente y como escudriñaban casas y tiendas en busca de los asesinos de Ramirez. Vosotros.
Por suerte conoces bien la ciudad, tanto la superficie como las catacumbas.
Una hora y media después de dejar a los otros en medio del campo llegas a tu posada. La que compartes con Diego como socio.

Miras a un lado, al otro. Parece que no te han seguido, así que entras.

-HIIIJO!!!

Dos brazos rechonchos te cogen sin darte tiempo a reaccionar. Tu madre te ha echado de menos.
Unos segundos después sale Diego de la cocina.
-Vaya... Mira quien ha vuelto... La que habéis liado!
Se pone a tu lado y te tiende su mano.

 El abrazo de la madre le sorprende gratamente, aunque los huesos de Domingo se quejen bajo sus brazos.

Enérgicamente, el pirata estrecha la mano con su maestro y compañero. Seguidamente se encoje de hombros y busca algo de RON que llevarse a la boca. Tanto patear le había hecho entrar sed.

-Ya ves. Es lo que le pasa a los que se meten con filibusteros, no? Echa un trago degustando el alcohólico líquido. Con una sonrisa de satisfacción.

-Ahora queda lo más duro. Dice a la vez que coge una silla y se sienta alrededor de una mesa, invitando a su madre y a Diego a sentarse. Tenía que contarles el plan.

-Una vez muerto el perro, ahora toca el amo. Vacía un poco más de su bebida. Es hora de arreglar nuestra nación. Villagro no ha traído más que desgracia y deshonra a los zíngaros. Estaba planeando una alianza con los Barachanos! Domingo escupe al suelo indignado. No hay más solución que "sustituirlo" de su cargo.

-Para ello, contamos con el apoyo de Valenso, un noble de la ciudad, y sus contactos, con sus ejércitos personales. También hay una tripulación de la hija de Villagro, Sancha, que nos ayudará. (Sí, Diego, he encontrado a Sancha).

-Entre las personas que han capturado, se encuentra el capitán del navío en el que viaja, así que su voluntad de ayudarnos a rescatar a los prisioneros está bastante asegurada.

-Sin embargo, necesito tu ayuda, Diego, para reunir a los Filibusteros que aun queden por aquí. Hay que alertarlos de la situación. Que se reúnan en el muelle una hora antes de la ejecución. Crees que podremos hacerlo?

Diego piensa unos segundos antes de contestar. Sabe la importancia de todo aquello y por tanto debe tomárselo con calma.

-La verdad es que ya estamos muy hartos de todo lo que está pasando aquí, y es cuestión de tiempo que alguien acuchille a Villagro. Aun así, no nos conviene otra guerra civil...

Puedes contar con mi espada, tanto para salvar a Vizarro como para acabar con Villagro. Pero, Confías en ese noble? no quiero que luego empiecen guerras por repartirse el pastel.

Sancha... Hace por lo menos dos años que se fue de los Filibusteros*. Ella podría mantener a ralla a los nobles, y no le interesa el poder.

Podríamos buscar a Julián y Mariano. Y en el "perro mugriento" seguro que enganchamos a unos cuantos viejos amigos.
Luego, en las catacumbas...

Puede que reunamos una pequeña tripulación de nuevo. Sonríe.

Tu madre mira con cara de disgusto todo lo que decís, sin saber que decir.

-Será mejor que nos dividamos, donde quieres ir, a la taberna o a las catacumbas?

Domingo devuelve la sonrisa a su compatriota, a la vez que se perfila el bigote, satisfecho.

-No me importa ir a cualquiera de los dos lugares que has mencionado, pero teniendo en cuenta que toda la ciudad me está buscando, creo que probaré suerte en las catacumbas. Allí los guardias no tienen cojones de ir...

El pirata se reincorpora, pues no hay tiempo que malgastar. -Nos veremos en el muelle. Que tengamos suerte y que la fuerza de nuestros filos puedan con ellos. Se despide de Diego.

Domingo se planta delante de su respingona madre y le da un fuerte abrazo. -No me esperes para comer, madre, hoy tengo mucho trabajo.

Sin nada más que añadir, abandona el local lo más discretamente que puede, en dirección a las catacumbas.