Partida Rol por web

Astérope

Binevo Astèropé

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21/06/2020, 12:06
Sharif Karamani

Sharif señaló el plato de sardinas con el tenedor.

—¡Ara vorem qu'hi s'en mencha les sardines a la marinatta del collons!*

Notas de juego

(*) En asteropés.

2 de 2, ya podéis postear.

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21/06/2020, 13:18
Nikita Pontecorvo

La exposición de Bediviere había sido bastante alucinante. Nikita miró hacia Sharif levantando las cejas, sonriendo divertido. Creía saber cuál era el trabajo que había dejado la chica atrás, al fin y al cabo, y la miró con renovada curiosidad. Después se giró hacia Sento al escucharle replicar, asintiendo cuando dijo que hubiera habido sacrificio o no ahora ya era imposible saberlo.

Ante el comentario de Sharif, contestó:

jo, ovviament —y tomó una de aquellas sardinas para ponerla en su plato. Hacía falta bastante más para dejarlo sin hambre en un momento como aquel. El efecto del vino y sobre todo la compañía lo tenían de un humor excelente. El día le pareció especialmente luminoso y esperó que fuera como una especie de augurio sobre la vida que se abría a partir de aquel momento. No esperaba que todo fuera sencillo ni mucho menos, pero sí estimulante, impredecible y ante todo le ayudara a comprender. Miró hacia los demás esperando algún gesto que le indicara que alguien más quería que sirviera una sardina en su plato.

Tomó el vaso y esta vez, antes de beber, respiró hondo e hizo una especie de promesa-brindis personal: no dejar pasar aquella oportunidad en ningún sentido de cuanto pudiera abrirse.

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21/06/2020, 23:50
Bediviere Lafayette

- Debe haberlo habido. Si no, ¿para qué construir algo así? El ingenio humano es impresionante. Y terrorífico. -dijo, al final, antes de acercar el plato a Nikita para que le sirviese una sardina, mostrando con ello que la conversación no le había revuelto el estómago ni en lo más mínimo. Miró brevemente a Nikita y a su amigo de la mirada de cordero degollado, preguntándose qué decían en concreto, aunque sin llegar a vocalizar la duda. Probó el pescado y suspiró, observando de nuevo el mar. 

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22/06/2020, 20:59
Ingvild Hoem
Sólo para el director

La idea de tener un tercer inquilino no le agradaba especialmente, pero la sonrisa en su rostro se mantuvo imperturbable.

—No te preocupes. He dormido sobre colchones de Ikea toda mi vida.

Realmente le apetecía ducharse, pero no quería molestar a su inquilina tan pronto.

—Voy después de ti. Aún tengo que escoger habitación y desarmar la valija.

Notas de juego

Sigo inspeccionando la casa, los libros desperdigados, etc :)

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24/06/2020, 14:16
Remo Farkas

Remo le contó que se había especializado en derecho de patentes y que era CEO de una empresa especializada en I+D tecnológico. Parecía un trabajo aburrido pero juró que no era aburrido. Tampoco era una fiesta de inventos locos a lo Iron Man. Lo definió como "un quehacer curioso donde contaba más el futuro que el presente".

Su trabajo estaba relacionado con el potencial desarrollo comercial de la "Cámara de Vacío Bariómico", el experimento del "Grupo de Grenoble" que hacía posible la detección física de presencias fantasmales.

Su mujer, Lilla, estaba participando en el desarrollo de una cámara de vacío bariómico en la Facultad de Física de Atlaneva. Su proyecto era similar al de Elisabeth, la madre de Bryony, que también la estaba desarrollando para el departamento de Física del King's College.

El caso es que todas las universidades de prestigio querían tener su propio "reactor bariómico" —así se llamaba también a la cámara de vacío—, y las empresas tecnológicas más audaces empezaban a sondear el terreno para ver posibles aplicaciones comerciales.

Desde la autopista pudieron ver, a lo lejos, el Campus de la Universidad de Atlaneva, en el que sobresalían cuatro edificios monumentales y una gran columnata construida por los italianos en los años treinta.

Cuando Bryony hablaba, Remo trataba de mostrarle con sonrisas o con comentarios pertinentes que disfrutaba de la conversación pero sobre el "reactor" y lo que algo así suponía no quiso concretar nada, excusándose en que no quería chafar las espectaculares lecciones que estaba preparando Lilla, que les daría parte de una asignatura en relación con ese tema. Lilla les explicaría con detalle el "Experimento del Grupo de Grenoble" y les resolvería todas las dudas.

Comentaba que una de las salidas laborales mejor remuneradas de la carrera de Estudios Esotéricos sería la de asesorar en las empresas que se estaban posicionando en esos desarrollos tecnológicos -el intuía que estaban al comienzo de una revolución tan grande como la que supuso Internet- cuando llegaron a una zona costera con casas espaciadas, muy lujosas.

Pasaron junto a una que parecía un palacio rodeado de viñedos. El sol pegaba con fuerza.

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24/06/2020, 14:18
Lilla Farkas

Bajó la velocidad para entrar en un recinto con jardín, piscina y una casa muy moderna. Una construcción abierta junto a la playa.

Salió a su encuentro una mujer esbelta, de pelo rizado y rubio, unos cincuenta años, ojos claros y sonrisa prominente, que saludó con la mano. Vestía pantalones cortos y una camisa azul claro.

En cuanto Bryony bajó del coche le dio dos besos y sonrió mirándola a los ojos.

—Eres preciosa. Soy Lilla, la mamá de Frida.

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24/06/2020, 15:44
Julietta Solé "Giulá"

Aunque Zamco parecía un amigo genial —comentó que su familia tenía un horno en el pueblo, por lo que les abastecería del mejor pan y la mejor bollería del sur de la isla—, como amante fue algo decepcionante. Para los estándares no estaba mal. Era un atleta esforzado y cariñoso, atento a las necesidades de su pareja... Un poco de falta de iniciativa, tal vez, pero, según gustos, comsí, comsá….

Pero definitivamente, como compañero de piso, había sido nefasto. Demasiado poco respetuoso con el espacio y demasiado tolerante con la suciedad.

Mientras elegía la ropa —la hatitación de Giulá era enorme— sentenció que, aunque Zamco sería un visitante asiduo, cuidaría de no convertirlo en un "compañero extra, adosado".

Ingvild sería ama y señora de su habitación —tenía un colchón para ella, grande y de muelle ensacado—, y junto a ella, de la casa. Salvo las reglas más básicas, de higiene, todas las demás decisiones las tomarían entre las dos, por consenso.

Cuando Giulá se quedó en la ducha Ingvild pudo reconocer su nuevo territorio. La cocina era enorme y muy bien equipada. Tenía una despensa con muchas botellas de vino y una terracita cubierta, en la que había una lavadora, un tendedero, dos plantas de marihuana y una especie de neverita-vitrina con puros.

Tras instalarse —eligió entre una grande, con una ventana que daba al mar o una pequeña, con un ventanuco que daba al jardín pero que era "más silenciosa" y "más fresca"— y ducharse pudo al fin descansar.

Quedó dormida en ese colchón prometido, que en efecto era muy cómodo. Y comenzó a soñar.

En el sueño estaba en la playa, enfrente de su nueva casa*.

Notas de juego

(*) Te propongo un pequeño "experimento". En tu post decides el principio del sueño, decidiendo si quieres qué comienza a ocurrir y quién aparece..., pero a partir de ahí soy yo también el máster del sueño, y dejas de poder controlar los eventos más allá de tu personaje ¿hace?

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24/06/2020, 16:56
Adam Dyer

- Momento incómodo... era evidente que no venía hacía mí. - pensó Adam arrepentido de haber iniciado la conversación. - ¿Quién leches iba a querer acercarse a ti... pajarraco? Así era... el chico muchas veces se refería a sí mismo como a un pájaro. Un cuervo o similar siguiendo la estela metafórica de Poe, uno de sus referentes literarios.

Adam sacudió la cabeza y regresó a refugiarse al paisaje. Era verdaderamente bello y evocador. Le hacía pensar en escribir casi compulsivamente. Escribir cosas nuevas... no esos poemas y relatos impregnados de la melancolía que le transmitían los bosques de Richmond. Aquello le llevaba a otros lugares, a otros autores como... no sé... ¿Rubén Darío? Melancolía, sí... pero distinta.

—Ahora que me has cortado el rollo no sé si estarte agradecida por haberme ahorrado un año de cárcel.

La frase de la chica sacó de sus pensamientos literarios a Adam.

- ¿No me digas que estabas planeando liarte a pedradas con los puñeteros ibis eremitas? - el uso del nombre técnico, tal y como lo había usado el otro chico antes, dejaba claro que era una burla velada a este. No excesivamente cruel pero sí divertida y gamberra. 

- De ser así... - continuó sin dar tiempo a que la chica mostrase apoyo o desprecio por la puya. - ...te ayudo. No tengo mucha puntería pero algo de ruido montaremos. Estoy hasta las narices de estar de viaje... necesito llegar de una vez. Tengo la sensación de que le he dado la vuelta al maldito mundo como Phileas Fogg. 

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24/06/2020, 23:22
Irene Castellini

El almuerzo terminó entre anécdotas y risas, sobre todo de Sento y de Irene, que volvió con eso de que su pueblo era cavernícola, explicando que, en efecto, vivía en una cueva que había estado habitada por lo menos mil años, porque a trescientos metros había una atalaya de la época árabe que había sido construida cuando ya estaban habitadas las cuevas.

Sento era fan de las pinturas rupestres, y les contó que en casa tenía una buena biblioteca sobre arte rupestre. Cuando se separaron Irene quedó en que uno de esos días se pasaría a echarle un ojo a esos libros.

Nikita y Bediviere se verían el día siguiente, que era el primero del curso. El campus de la Universidad de Atlaneva estaba a cinco kilómetros del pueblo.

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24/06/2020, 23:23
Piso de Nikita

Cuando se disponían a bajar el pesadísimo mueble de madera maciza, Irene les convenció para que lo dejaran allí porque, a pesar de que, o precisamente porque a ella también le resultaba horrible —en sus palabras: "de lleig q'ésse m'hen dona dolore"—, les prometió que con un poco de dedicación y las herramientas adecuadas le haría un cambio de look que lo dejaría supermoderno y genial. Así que no tuvieron que bajar más muebles, porque el sofá se lo llevarían los de la tienda, si al final se decidían a cambiarlo.

El técnico de Internet ya se había pasado cuando estaban en el bar sin encontrar a nadie y se había marchado sin ánimo de volver, pero gracias a la insistencia psicopática de la chica —que hizo como diez llamadas en las que fingió ser cinco personas distintas, entre ellas una doctora de una clínica pediátrica que necesitaba la red para diagnosticar a niños de campos de refugiados y una abogada con acento del norte que, muy amablemente, pedía identificarse a los que le atendían—, volvió y les dejó el módem operativo.

Con la comida que había puesto la madre de su compañera en la mochila —para el viaje— y cervezas de la nevera les dio para un gran banquete de inauguración y después de que Irene se despidieron de ellos para ir a comprar cosas, Nikita se despidió de Sharif junto a "Frankensteina", que arrancó a la primera con gran estruendo y humareda.

- Tiradas (1)

Motivo: ¿Consigue Irene que vuelva el técnico?

Tirada: 1d10

Resultado: 9 [9]

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25/06/2020, 00:43
Bryony J. White

Durante el resto del trayecto Bryony fue escuchando a Remo con atención. De tanto en tanto salpicaba su discurso con alguna pregunta intercalada, en especial sobre su trabajo, las clases que impartiría Lilla y sobre su madre. Encontraba cierta gracia en escuchar hablar de Elisabeth a alguien que la había conocido tan íntimamente de joven. Era consciente de que antes de ser su madre, había sido otras cosas, pero no lo tenía presente por lo general. Era una de esas cosas que sabes pero en las que no piensas hasta que no te encuentras un álbum con fotos antiguas o al tipo al que tu padre le quitó la novia.

La parte de las salidas laborales le pareció curiosa, aunque ella no tenía la menor intención de ser asesora de nada. Ella era una artista y encontraría el modo de integrar esta nueva faceta de su vida en su arte. Estaba segura de eso. 

Cuando vio la casa su humor que ya estaba por todo lo alto subió un punto más. ¡Era una pasada! La casa no era demasiado grande comparada con alguna de las de su familia, pero al lado de su piso compartido era enorme. Además, la idea de tener una piscina al aire libre, el sol y el mar, era tan mediterránea que a ella le sabía a vacaciones de verano. Pensó en ese momento que no iba a añorar para nada la niebla y la lluvia de Londres. 

Se bajó del coche alegremente y recibió con una sonrisa enorme los besos de la mujer. A Bryony le encantaba el contacto humano y en ese lugar no se cortaban un pelo.

—¡Hola! Tú eres guapísima —respondió, con sinceridad, admirando la belleza serena de Lilla con ojo de artista—. Estoy muy contenta de estar aquí, todo es una pasada. Remo me ha dicho que me vas a dar clase y me muero de ganas por conocer a Frida. ¡Ah! Os tengo que preguntar... ¿Cómo se va desde aquí al campus? ¿Hay tren o bus cerca?

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25/06/2020, 01:52
Piso de Bediviere

Sento y ella andaron no más de tres minutos hasta entrar en un edificio de los años setenta, no tan feo como para no pasar desapercibido.

Era un quinto piso con ascensor. En el anuncio y las fotos venía como amplio y con unas preciosas vistas al mar. Sento le hizo un recorrido explicándole las puertas que no cerraban, los cajones que no abrían y los interruptores que no se sabía qué encendían.

Al entrar se topó con un recibidor diminuto y oscuro con una mesita con pañito sobre la que había una lámpara vieja pero no antigua —que se encendía al segundo de abrirse la puerta de la entrada— y una figura sin pretensiones que representaba el craneo de un extraterrestre de esos cabezones con ojazos, tamaño 1:1.

La cocina era vieja, con la pila de dos senos de acero y una encimera de granito color champán. En ella destacaba, por moderna, una lavadora empotrada última generación, programable, que parecía una nave espacial.

Sólo había un cuarto de baño, pero parecía cómodo, aunque oscuro, a pesar de tener una ventanita que daba al mar. Reformado en los noventa, estaba chapado con gresite marrón hasta la altura de los hombros y el resto de paredes y el techo estaban pintados de un inexplicable gris medio.

El salón era inmenso y muy luminoso, con una televisión de las de tubo conectada a un ordenador portátil, dos sofás de tres plazas y un sillón de escay verde oscuro que en los años ochenta fueron modernos, una enorme mesa de madera que no era fea y sillas de estilo bauhaus que parecían haber sido robadas de la casa de un arquitecto famoso.

La brisa del mediodía entraba y todo parecía un poco desordenado, pero no tanto como para resultar incómodo a alguien mínimamente tolerante con el caos.

Había un millón de libros y un equipo musical color plata de los años setenta conectado a un diminuto reproductor de mp3. También habían pósters de algunas exposiciones, pinchados con chinchetas en la pared.

Las paredes no eran de gotelé, sino lisas. Habían muchas estanterías de obra.

Su habitación era tan enorme que la cama de "cuerpo y medio" parecía ridícula (en las fotos publicadas por internet todo parecía de tamaño normal). Tenía un "armario empotrado" que parecía una habitación dentro de la habitación en la que bien podría meter una mesa pequeñita y un par de sillas.

El cuarto de Sento, en cambio, era todo lo contrario que la suya, poco más grande que su armario empotrado. Él dijo que prefería dormir allí porque allí se sentía como en una madriguera.

Durante el Tour Sento recibió un WhatsApp y cuando terminó se marchó a recoger a Isa —la compañera que faltaba— a la parada de autobús. Antes de salir le preguntó a Bediviere si le venía bien comida china, le dio sus llaves y se despidió hasta dentro de un rato, dejándola sola en el piso.

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25/06/2020, 03:08
Nikita Pontecorvo

La insistencia de Irene y su victoria final sobre el técnico dio esperanzas a Nikita de que la chica fuera capaz de sacar algo de aquel mueble monstruoso. Al menos se había ganado el beneficio de la duda y secretamente quería comprobar cómo era de mañosa porque nunca venía mal un compañero que pudiera cambiar un grifo y no ser el único que se encargara de ese tipo de cosas como le ocurría en casa.

Cuando la furgoneta con Sharif en su interior se perdió de vista, algo hizo click en su interior. Miró al cielo de la tarde sintiéndose tan solo y tan libre que inicialmente se quedó paralizado. Casi que buscaba inspiración sobre hacia dónde habría de moverse porque su cerebro parecía haberse quedado en blanco. Y aunque aquella sensación no le molestó tampoco le resultó lo liberadora o tranquilizadora que esperaba. Pero es que, ¿qué esperaba? Tampoco lo sabía.

Le entró la risa floja por encontrarse en medio de la calle, plantado sin saber qué hacer ni a dónde dirigirse. Las opciones fáciles, la de desempacar sus cosas o ir a la compra, las descartó por tediosas. Iba a tener tiempo de hacerlo y ya había tenido suficiente mudanza por un día, de modo que pensó en bajar la calle en dirección al mar. Quería comprobar cuál era su color en esa parte de la isla, acercarse a la orilla y tal vez sentarse allí un rato. Y ya puestos, si se trataba de dejar la mente en blanco, había que hacerlo bien, así que subió al piso a preparar un porro con el costo especial que su primo Giancarlo le había pasado y al que llamaba "el de hacer amigos". Bueno, pues esta vez se lo fumaría solo.

Y aprovisionado así y con una botella de agua se dirigió a la playa a buscar su primer rincón favorito en aquella parte del mundo.

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25/06/2020, 17:46
Topazia Andreani "Azia"

La chica sonrió, dudó entornando la mirada y volvió a sonreír. Parecía que iba a aceptar. Se acuclilló junto a unas piedrecillas que se habían desprendido del firme de la carretera, donde el arcén terminaba y comenzaban las cañas, y fingió que se ataba el zapato.

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25/06/2020, 17:47
Comportero

De tan silencioso que era no se dieron cuenta que caminaba hacia ellos hasta que no lo tuvieron encima. Les miró con los ojos muy abiertos, como si les hubiera leído el pensamiento, y masculló al borde del grito.

—¿Qué demonios os rondan?

Mediría cerca del un metro noventa y su ropa estaba hecha polvo, pero limpia. Sus ojos eran de joven y alguna vez había sido atlético, pero ahora estaba escuchimizado, su piel estaba muy envejecida y su barba desteñida por el sol.

Habló antes de darles tiempo a que se excusaran, o pasaran a la ofensiva acusándole de lo que fuera.

—Si de verdad lo que queréis es que se marchen pronto, ayudadme. Andiamo.

Señaló a Adam.

—Tú, flaco. Métete entre la bandada y busca al que te parezca más gordo de todos, pero no le peges una patada a ninguno, ni nada por el estilo, o te atacará la bandada entera. Evita retarles con la mirada... Estos pájaros son más violentos que los cuervos o los buitres y no serías el primero en perder un ojo.

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25/06/2020, 18:08
Bediviere Lafayette
Sólo para el director

Bediviere observó el apartamento a medio camino entre la curiosidad y el escepticismo. Le gustaba que la habitación fuese grande, y que en general, la vivienda tuviese buena ventilación y vistas al mar. No le gustaba demasiado que sólo hubiese un baño. Ni gran parte de los muebles.

La visión de la ducha le encogió el estómago. Había cambiado la bañera de su baño en Nueva Orleans por un plato ducha después de su... Pequeño accidente. Quizá iba a costarle un poco acostumbrarse a algo diferente.

Prestó atención a las indicaciones de Sento sobre los detalles de la casa y agradeció quedarse a solas al fin, aunque fuera por un breve intervalo de tiempo. Dejó las cosas en su habitación, y rebuscó en su bolso. Sacó la caja de cigarrillos que aún, tras horas de vuelo interminables y viajes en tren, continuaba casi llena, y, asomándose a la ventana de su habitación, encendió uno, tomando una profunda y lenta calada, exhalando, despacio, mientras buscaba cualquier cosa que le sirviese para tirar las cenizas. Optó por el cenicero portátil que llevaba normalmente en el bolso.

Se permitió un momento de contemplación, mientras el cigarro se consumía y el humo ascendía. Fijó de nuevo la vista en el mar, y se preguntó una vez más si aquello merecería la pena. Se preguntó qué demonios había acabado convenciéndola para dejarlo todo y acabar en ese apartamento junto a la costa de Astérope.

Chasqueó la lengua, y dio un golpecito al cigarro contra el borde del cenicero, tirando la ceniza que se había formado en su extremo, apresurándose en consumir el resto, con caladas que le supieron a puro alivio. Se dijo que debía comprar algún ambientador, o velas, para disimular el olor, si no quería molestar a sus compañeros, y lo anotó mentalmente en su lista de cosas pendientes. Sacó un chicle de menta del paquete a medias Doublemint que llevaba en los bolsillos del pantalón, y se dejó caer sobre la cama, notando cómo el jet lag palpitaba tras sus párpados.

Suspiró, y se obligó a levantarse, disponiéndose a empezar a colocar sus cosas. Si quería adaptarse, más le valía mantenerse despierta hasta que fuese una hora prudente para dormir, o se pasaría días arrastrando una falta de sueño brutal.

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25/06/2020, 22:58
Ingvild Hoem
Sólo para el director

Acompañó con una sonrisa comprensiva la descripción del amigovio de Giulá. Todos los hombres con los que Ingvild había intimado alguna vez encajaban en aquella descripción, al menos en cuanto a la artes amatorias se refiere. Con las mujeres... tampoco tenía demasiada experiencia, pero sí mucho mejor suerte.

Tras analizar el piso compartido se dio por satisfecha. Se decidió por la habitación pequeña que daba al jardín. Los espacios reducidos le resultaban acogedores, y la discreción también era importante.

La cama y el colchón debían ser muy buenos, tal como su nueva compañera había prometido, porque ni bien apoyó la cabeza en la almohada la oscuridad le invadió.

Por un instante. En seguida despertó, algo cegada por el brillo del sol. Una plácida sensación ascendía por su cuerpo desde la planta de sus pies. Estaba descalza sobre la fina y blanca arena mediterránea, y, pese al sol, ésta no quemaba. Escuchó el rumor del mar, pero aunque volteó en todas las direcciones, la costa no se encontraba a la vista. Su casa estaba al frente, franqueada por unas escasas dunas de poca importancia. Decidió ascender a la cima a efectos de tener una mejor vista y procurar encontrar el mar. Siempre le había gustado caminar por la orilla del agua.

Notas de juego

Genial :D

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26/06/2020, 16:17
Adam Dyer

Casi sin darse cuenta, Adam, caminaba aproximándose a la bandada de Ibis. ¿Cómo demonios se había dejado convencer por ese vejestorio de cometer esa absoluta insensatez? Sobretodo cuando la amenaza de perder un ojo era, según parecía, perfectamente plausible. Y sin embargo, las palabras de aquel tipo anciano habían obrado una especie de ensalmo que hacía que fueran imposibles de ignorar.

Así, dando pasos lentos, Adam fue aproximándose al grupo de aves. Buscaba aquella que "pareciera más gorda" pero realmente todas le parecían iguales. Miraba aquí y allá y no encontraba atisbos de un macho alfa a quien dirigirse. las gafas oscuras aun cubrían sus ojos y la capucha reposaba sobre tu cabeza en un intento de absurda armadura hecha de chándal. Sin embargo los ibis no parecían inmutarse por su presencia. 

- ¿Por qué me habré metido en este jardín...? - pensó para sí culpabilizándose de ser tan maleable. - Si en todo ese maldito autocar había un puñetero héroe ese, a buen seguro, era el noviete chulito de la chica cantora. Y si había alguien en el extremo opuesto, ese era Adam. Pero eso ahora ya no importaba. El chico estaba literalmente rodeado de grandes pajarracos que le ignoraban por completo. Fuera como fuera... o, mejor dicho, fuera lo que fuera a suceder a continuación, él solo podía esperar a recibir nuevas indicaciones por parte del Comportero.

Adam se giró y se encogió de hombros. Sus labios musitaron un susurro en forma de...

- Y ahora, ¿qué?

Notas de juego

Si tengo que tirar algo (para no quedarme tuerto) ya me dices. :)

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28/06/2020, 01:31
playa

Como desde arriba de la duna más alta no ganaba suficiente perspectiva, Ingvild subió a su edificio* para otear.

Abrió la terraza con una llave dorada que tenía en el manojo. Allí el suelo de baldositas pequeñas, rectangulares y rojizas, que parecían intercalarse haciendo un dibujo en el suelo, demasiado grande como para que ella pudiera hacerse una idea de qué representaba. Tenía postes de hierro en las esquinas que sostenían hilos de alambre donde sábanas tendidas se movían con la brisa, que seguía teniendo el olor del mar. Pero delante de ella no veía más que un desierto de arena.

Varias embarcaciones ruinosas yacían entre las dunas, aquí y allá. Algunas estaban casi enterradas por completo y otras parecían navegar todavía sobre la arena, a una velocidad ínfima. Estaban separadas unas de otras cientos de metros. Las habían que parecían muy antiguas, como esqueletos de madera, pero otras parecían pesqueros o barcos de recreo, de hace trenita o cuarenta años, oxidados, como si huiberan sido abandonados en una chatarrería.

Notas de juego

(*) Siempre evito narrar lo que hace un personaje a no ser que sea necesario y fruto de una inercia muy evidente marcada por su jugador, pero ahora narro que el personaje jugador hace cosas para transmitir esa falta de dominio sobre sí mismo que a veces se tiene en los sueños.

Edito: he cambiado algunas cosas del post.

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28/06/2020, 09:01
Comportero

Un ave abrió sus alas y las volvió a plegar, pero era un gesto demasiado ambiguo como para estar seguro de que ese era el alfa.

Sus compañeros de residencia le observaban expectantes desde el autobús.

El comportero le habló con su inglés marcial.

—A ese, señálale, hacia allí.

Señaló una dirección en el cielo.

—Y repite conmigo: "La yazal ladayk tariq tawil linuqtieih , 'ayuha alttayir almuqadas , litawjih al'iinsan 'iilaa masirih. Eubur misr alqadimat walbahr 'iilaa makatin. 'iinaha hunak."

Se explicó.

—Es árabe, señalas hacia La Meca y les dices más o menos que todavía tienen que cruzar el Egipto para llegar, y que tienen la encomienda de guiarnos hasta allí.

Azia lo miraba levantando las cejas. Después de decirle algo al comportero con una sonrisa y que éste respondiera afirmando con la cabeza la chica sacó una cámara fotográfica de uno de sus bolsillos como si hubiera sacado un conejo de una chistera.

Él siguió hablando con el mismo tono:

—Prueba, flaco. Yo también me quedé flipado la primera vez que lo oí, pero, es cosa curiosa, me lo enseñó el viejo comportero y joder, funciona. Hazlo y no te arrepentirás, pero ponle empeño. Y no te burles, ni hagas una chorrada. Vamos: "La yazal ladayk tariq tawil linuqtieih , 'ayuha alttayir almuqadas , litawjih al'iinsan 'iilaa masirih. Eubur misr alqadimat walbahr 'iilaa makatin. 'iinaha hunak."

Notas de juego

Edito: he añadido algo en el penúltimo párrafo, antes del diálogo.

Edito II: añade a Branwen como destinataria :-)