Partida Rol por web

Astérope

Segundo día

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04/12/2020, 08:37
Ingvild Hoem

Algo iba mal. Esa tarde Ingvild no había explorado la biblioteca tan exhaustivamente como pretendía, pues al detectar la sección de Arte se vió cautivada por los tomos allí expuestos. Aún así jamás había estado en una biblioteca tan grande, tan... interminable.

—Esto parece un laberinto. ¿No estaremos caminando en círculos?

Aquello tampoco podía ser, pues los pasillos iban en línea recta, estaba segura. Era posible que el estado de ánimo en el que se encontraba le traicionara. Bryony tampoco tenía buena cara, sus delicados rasgos aún más pálidos de lo normal,  y eso era decir mucho. Intentó alentar a su amiga y llenar el silencio opresivo de la biblioteca de alguna manera.

—¿Ashley y tú... soís amigas desde hace mucho? ¿Te ha sucedido otras veces lo del viaje astral?

Justo entonces otra figura interrumpió sus susurros. Pero a diferencia del último encuentro, esta era una figura familiar, como una señal de tierra firme en medio del mar.

—¡Ey! Hola —añadió rápidamente, procurando no sobresaltar a la chica a quien Ingvild había identificado como de su clase. Miró a Bry con una sonrisa en los labios. Era una buena señal.

—Estábamos buscando la salida, pero creo que nos hemos perdido... —dijo concluyendo con una risa nerviosa y demasiado aguda.

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04/12/2020, 11:22
Marcela Mears

Cuando la chica reparó en la presencia de sus compañeras de clase la luz pareció aumentar sutilmente de intensidad y el ruido de fondo habitual de una biblioteca -de normal casi inapreciable- comenzó a sonar como si algo parado se hubiera puesto de nuevo en marcha.

Marcela les sonrió y señaló la dirección de la salida. Cuando tiraron para allá se despidió de ellas con un susurro:

—Hasta la fiesta de mañana por la noche.

Y unos segundos después ya estaban en el campus de su facultad. Eran las diez de la noche del primer viernes del curso.

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04/12/2020, 14:36
Piso de Nikita

Encontró enseguida la página web de AMAREPA, la Asociación Americana de Trastornos Cualitativos de la Memoria.

Había nacido como una asociación de pacientes que padecían Paramnesia Reduplicativa en los Estados Unidos pero en los últimos años habían crecido abarcando otros desórdenes de esa familia y pacientes de todo el continente americano.

En la página explicaba los "Trastornos Cualitativos de la Memoria" como distorsiones del recuerdo referidas a uno mismo o a al resto dividiéndolas en paramnesias -cuando habían modificaciones significativas del recuerdo- y pesudoamnesias, que eran alteraciones en el reconocimiento.

Las paramnesias las dividía en falsificaciones retrospectivas -alteraciones que ocurren al recordar-, pseudología fantástica -distorsiones del recuerdo asociándolo a elementos fantásticos como si hubieran sucedido realmente-, confabulaciones -cuando se añaden elementos al relato para darle consistencia-, significación delirante del recuerdo -cuando el paciente reinterpreta sus recuerdos adatándolos a la temática de sus delirios- y alucinaciones de la memoria, cuando recuerda algo que no existió como absolutamente cierto.

Las pseudamnesias, referidas a errores del reconocimiento, las dividía en Déja vu -que podía ser normal o patológico-, Jamais vu -el paciente niega que haya vivido algo que se sabe que ha vivido, también podía ser normal o patológico-, verkenungn -el paciente puede creer que ya conoce a una persona que no conoce o creer que no conoce a alguien a quien conoce-, y el Síndrome de Capgras, cuando creen que una persona es el doble de otra.

La Paramnesia Reduplicativa ocurría normalmente por daño cerebral adquirido y el que la sufría creía que un lugar o escenario había sido duplicado o reubicado, normalmente en un lugar familiar -los había que ubicaban un hospital en el salón de su casa- pero a veces en un lugar exótico, como Tombuctú.

Trevorrow figuraba en el organigrama, hacía de puente con la industria farmacéutica y figuraba como una autoridad mundial en el campo de la asociación.

También venía una foto suya.*

Notas de juego

*Foto en la Natilla.

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04/12/2020, 14:57
Adam Dyer

La cuestión sobre qué debían hacer con respecto al asunto de la casa encantada parecía haber quedado zanjado. Adam tenía su propia opinión... aquella cuestión sobre que había cuerpos recomponiéndose le daba la sensación de que había un "dead end" que había que atender antes de que fuera demasiado tarde. La posibilidad de avisar a la profesora Arraúte del hallazgo se le antojaba halagüeña pero, por otro lado, seguro que esta aconsejaba dejar hacer a los insectos y ver cuál era el resultado de este Reanimator atlante que estaba sucediendo a escasos metros de dónde estaban. Por muy interesante que pudiera ser desde el prisma científico ver cómo ese experimento se desarrollaba, Adam, en su fuero interno, sentía que si algo o alguien llevaba muerto varias décadas, lo más sensato y "natural" era que se quedara así. Con toda probabilidad esos pensamientos serían contrarios al criterio de los docentes y científico de la Universidad que tanto se vanagloriaban de ensanchar los límites de la ciencia pero el chico no tenía una mentalidad tan abierta ni tan desapegada a las leyes naturales conocidas hasta la fecha como para pretender que algo así era "bueno" que pasase. Y sin embargo cayó. Nikita tenía unos condicionantes importantes en el asunto y Adam no pensaba hacer nada que no fuese respetarlos y observarlos al cien por cien.

El asunto de aquella asociación sí le tocaba de pleno. Tras el episodio familiar con los Dyer tenía verdadera curiosidad sobre aquella palabra que parecía encerrar la respuesta a algunas preguntas: AMAREPA.

Toda aquella retahíla de datos clínicos que enumeró Nikita le sonaron a chufa. Honestamente intentaba entender por qué una asociación así había decidido pagarle una carrera en aquel sitio. Colegio mayor, asignación para gastos... ¿Qué podían querer de él? DE pronto Adam se sintió verdaderamente deudor de algo que no terminaba de comprender. Como si hubiera firmado un contrato sin saberlo que le obligase a algo desconocido, oscuro y, casi con toda seguridad, que no habría querido hacer de haberlo sabido en el momento oportuno. Intentaba encajarse a sí mismo en alguno de los supuestos que su amigo enumeró pero ninguno le cuadraba. No recordaba tener amnesia o episodios de demencia... no se inventaba nada, eso ahora bien lo sabía, ni sustituía recuerdos por otros más cotidianos o más fantásticos. No terminaba de comprender todas las tipologías de trastornos de la memoria que planteaba la web de la asociación pero le causaba una intriga mayor aún. Tanto que necesitó verbalizar sus dudas.

¿Y si resulta que he sufrido algún tipo de trauma y lo he bloqueado? ¿Y si eso es el origen de mis visiones/sensaciones? Nikita, tu estuviste a punto de ahogarse y Bediviere... vaya, intentaste quitarte la vida. —la frase sonó entrecortada. Era muy gruesa para decirla así a bocajarro y Adam trató, sin éxito, de suavizarla. —Eso os conectó con el más allá o lo que sea. ¿Y si a mi me pasó igual pero no lo recuerdo? ¿Qué creéis que significa?

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04/12/2020, 16:59
Ingvild Hoem

Cuando Ingvild estudiaba en la Universidad de Bellas Artes, en Oslo, compartía piso con unos estudiantes suecos cuyo ritual fundacional consistía en salir a romper la noche todos los días de la semana, con excepción de los domingos, cuando la fiesta y el alcohol eran reemplazados por los mandos de la playstation. En los momentos en que podía disfrutar de la soledad del apartamento para ella sóla, eran unos chicos somalíes quienes tomaban la posta, cantando una especie de hip hop reivindicativo que la mantenía en vilo toda la noche. Fue entonces que descubrió los placeres liberadores de las app de white noise

De eso habían pasado ya varios años, pero la chica no abandonó la costumbre. Las redes neuronales de su cerebro se habían afianzado con demasiado rigor a aquel encantamiento, a tal punto que Ingvild se llevó la costumbre a la cama en todo tipo de actividades, para asombro de varias de sus parejas sexuales. Eso no implicaba que no le gustara escuchar los gemidos por sobre el sonido del ventilador, de las olas del mar, del viento, de la lluvia o, más recientemente, de las meditaciones de mindfulness. Tal vez por aquella razón se irritaba sobremanera al despertarse, de improvisto, para encontrar que el muro de sonido de su móvil se había visto derribado por una llamada intempestiva.

Así fue como se sintió cuando el ruido de la biblioteca, de la vida, volvió a activarse. El fenómeno era el inverso, de un silencio opresivo que nada tenía que envidiar al que buscó en vano John Cage, al rumor de fondo de toda actividad humana. Pero era lo mismo. Y no sólo era el sonido, la luz también había cambiado apreciablemente. Se masajeó la parte interna de sus oídos por unos instantes, al tiempo que inspiraba una bocana de aire fresco.

Insane —murmuró aferrándose al brazo de Bryony una vez abandonaron la biblioteca— Insane. ¿Qué demonios ha pasado?

Se llevó a la frente una mano sudorosa.

—Qué pasada... No lo entiendo... ¿Viajamos al futuro?

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04/12/2020, 17:18
Nikita Pontecorvo

Nikita tuvo que leer dos veces la información que venía en la página principal, una en voz alta para todos y luego de nuevo para sí mismo. Y aunque no hubiera podido repetir a alguien lo que allí indicaba, sí se hizo una composición general y una idea —o más bien el germen difuso de tal cosa—, quedó rondando en su cabeza. Se dejó caer sobre el respaldo del sofá sopesando la información y miró un instante a Adam con un millón de preguntas que tal vez el chico no pudiera contestar.

Este Trevorrow no es solo un psiquiatra caro —comentó mientras observaba su foto con atención—. Parece que es todo un pope de estos asuntos...

Adam tenía que estar agotado. Habría sido imposible anticipar la noche endiablada que iban a pasar y ni siquiera era la primera aquella semana. Sí la peor. Con todo lo acontecido aquellas últimas horas casi que la striga se había convertido en el menor de sus problemas, así que Nikita pensó callar por el momento y cuando Adam hubiera dormido —o si era incapaz de hacerlo, al menos aquella "pesadilla" y la conversación con sus padres se alejara un poco en el tiempo—, le podría preguntar. Intentó disimular su gesto de preocupación y cambiarlo por uno más neutro. Sentía que estaban metiéndose en algo verdaderamente complejo y tal vez más delicado de lo que había temido en un primer lugar.

Pero entonces el muchacho comenzó a conjeturar. Las dudas lo asaltaban y, como era natural, le hacían dudar de su propia memoria.

Tal vez, es posible, pero no sé Adam… —respondió sin saber muy bien cómo abarcar lo que quería—. Esa gente te ha estado medicando y tratando como si tuvieras un trastorno y no es el caso. Ni tienes por qué haber reprimido nada. Tú no estás enfermo, tú estás conectado con algo sobrenatural, sea tu hermano o sea lo que sea. El propio Trevorrow no nombraba ninguno de estos trastornos en su carta, ¿no? —preguntó señalando aquel compendio en la pantalla—. Y lo que nos has contado que te ocurre, las sensaciones y visiones, tampoco parece encajar con estas cosas… ¿verdad? —preguntó girándose esta vez hacia Bediviere. Recordaba que el chico había hablado acerca de escuchar voces que sonaban como si fuera la suya. Sin embargo no era por ahí por dónde quería empezar y en verdad no le parecía encajar con aquello.

Volvió a mirar a Adam a los ojos y le pareció que, a pesar del agotamiento, necesitaba saber lo que Bediviere y él pensaban. Nikita respiró profundamente mientras separa la espalda del sillón. De nuevo había comenzado a engullirlo.

Perdona que te pregunte por esto, pero, ¿tus padres siempre han sido así de…¿Marcianos? ¿Hijos de puta?Distantes contigo? ¿Desde que recuerdas?

No tenía más que una intuición y no quería perturbarlo otra vez con aquello. Pero antes de atreverse a decir lo que rondaba su cabeza necesitaba comprender mejor algunas cosas.

Y el diagnóstico del fetus in fetu, ¿lo hizo Trevorrow o él se enteró por tus padres?

Notas de juego

Edito: he añadido la última pregunta.

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04/12/2020, 21:47
Bediviere Lafayette

Está bien. No le diré nada por ahora. Aunque sí creo que sería útil preguntar qué sabe sobre los ritos funerarios y las creencias espirituales de los atlantes. Por si algo de eso tuviera que ver con lo que ocurre en la casa.-comentó, con el cigarro entre los dedos- Obviando el tema de la casa. Puedo preguntárselo por interés personal, o aludiendo a alguna clase de la facultad.-dijo, suspirando, observando acto seguido cómo Nikita tecleaba y buscaba información sobre la asociación del psicólogo de Adam. Se levantó, con pesadez, mientras daba una profunda calada al cigarro y lo apagaba, cuando no llevaba ni la mitad. Lo dejó cuidadosamente apoyado sobre la esquina de su plato diciéndose que luego se lo terminaría, y se dirigió, con aquel andar parsimonioso, hacia el sillón, sentándose al lado de Nikita, ya fuera en un sitio vacío, o en el reposabrazos del sillón, para leer lo mismo que leían él y Adam. 

Sí, eso hice.-dijo, contestando a Adam, tras digerir toda aquella información, sin que sus palabras adquiriesen un tono especial. Luego miró hacia Nikita, al percibir aquella pregunta indirecta- Bueno, puede que crean que tienes alguna clase de trastorno de contenido del pensamiento. No lo sé. E igualmente, nada impide que se pueda estar ante una mezcla de ambas cosas. Quiero decir, no es descabellado pensar que fruto de todas esas vivencias, Adam, pudieras tener algún problema que requiriese tratamiento en la esfera psicológica o psiquiátrica, lo cual no invalida que tus percepciones puedan deberse a elementos más ¿sobrenaturales?- apuntó- Y vaya, si bien es una putada que pudieran incluir toda tu sintomatología en un trastorno mal clasificado, tampoco te deberías sentir mal ni avergonzar por tener cualquier clase de problema psiquiátrico. -apuntó, emitiendo un bufido. 

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05/12/2020, 02:27
Bryony J. White

Fue como salir de una burbuja. Una burbuja que las había aislado del tiempo y la realidad y que de repente se pinchó cuando Ingvild habló a Marcela. ¡Plop! Y los sonidos regresaban, todo de repente parecía normal. Eso era lo más raro de todo. Aún no había soltado la muñeca de la noruega cuando salieron al exterior y Bryony respiró profundamente, llenando sus pulmones. 

—No lo sé. ¿Sí? Ha sido la hostia de raro, joder. Y Ashley no me responde al whatsapp. Como le haya pasado algo... —¿Pero en realidad podía pasarle? ¿Podía afectar lo que pasara en el futuro a la Ashley que ella conocía en dos mil veinte? Demasiado complicado para Bry, a la que no le gustaba complicarse. 

Poco a poco fue liberando el brazo de Ingvild del grillete de sus dedos y se pasó una mano por el pelo. 

—Qué fuerte, tía. Nunca me había pasado nada tan fuerte. Lo de la otra vez... yo no lo llamaría un viaje astral, porque no me vi desde fuera de mi cuerpo, ni me fui a ningún sitio. Solo estaba ahí y oía a Ashley en mi cabeza. Estuvimos hablando un rato y ya está. —Resopló, no había esperado tener que contarle a nadie aquello, al menos tan pronto, porque a sus amigos sí que se lo había contado. Pero Ingvild había vivido esa experiencia rara con ella y se merecía saberlo—. Eso fue hace como seis meses o así. Luego busqué a Ash en las redes, la encontré y hemos hablado alguna vez por whatsapp, como la gente normal. Flipamos al ver que existíamos de verdad. 

Se guardó lo demás, porque no tenía nada que ver con Ashley ni con lo que habían vivido, pero seguramente se le notase en la cara que no lo estaba contando todo-todo-todo. 

—¿Qué hacemos? Hay que avisar a Joana, ¿no? Lo de las hadas chungas del futuro y todo eso. Las desapariciones. Eso puede ser importante... ¿La llamo? ¿O le mando un mensaje mejor? —Estaba la hostia de indecisa por los nervios. Sacudió la cabeza y se centró—. La llamo mejor. 

Buscó el número en la agenda y pulsó el botón para llamar a la profesora con el manos libres.

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05/12/2020, 08:26
Branwen Glyndwr

Un problema de cajas cerradas - se dijo al toparse con la misma situación de bloqueo que el otro lado - Gatos de Schrödinger, esperemos mayormente vivos o en su defecto muy cabreados. ¿Un Nikita y un Adam sustituyendo a las probabilidades gatunas? Mejor que no. El estado dual de la cuántica, una vez desempolvado, es tope grimoso.

Empezó a valorar si darle a la cabeza y respirar o decidirse por la navaja de Ocam y vencer el problema a la tremenda. Todo dependía de la urgencia ¿La había o estaba dando cosas por supuestas?

La persiana estaba bajada y la ventana cerrada, siendo imposible, a manos desnudas, forzarla.

Por la senda que usaban los estudiantes para ir a la playa se oían las risas de los chicos que iban de fiesta.

Todas malditas probabilidades de uno contra dos - maldijo con frustración y no mucha convicción pues, la entereza para esas cosas, estaba ocupándose de la preocupación.

Semejante a un sherlock bajito, melenudo y altamente pensativo se paró a reflexionar. Tres segundos puede parecer poco, pero si se está en un apuro puede ser lo que decante la balanza. Puede que su naturaleza le tirara a pensarse las cosas con más cuidado, pero una premura, toda suya, la aceleraba hacia la inquietud. Va a ser el cristal o volver a la otra puerta. La persiana pesaría un huevo y no las recordaba fáciles de manipular de forma. Miro a los costados. El camino más rápido para volver al punto A es el más corto. Y ese sería más escandaloso. Se dio tres segundos para pegar la oreja y Llamar a Nikita con voz más potente. Lo llamo a través del cristal y también añadió a Adam. Solo pronunció sus nombres y pidió que abrieran.

Si no recibía respuesta buscaría algo contundente para hacer añicos el cristal y empezaría a elevar el nivel del escándalo para tener más manos y músculos que implicar en la tarea. ¿Pero eso era lo que había que hacer? ¿Por qué están cerrados a cal y canto si fuera no hay nada asediando...? Porque no es una fortaleza... si no una caja...

Imaginó dos figuras masculinas contra la dicotomía de la decisión de una tercera, indecisa de adonde saltar y con la corrompida forma de la Striga, mientras apretaba el oído para escucharlas, en lo que fuera. Algo más que la decantara a saber que rempampanos estaba pasando.

Se preguntó si alguno de los vecinos de sección se aparecería a réplica de sus voces. Si pasara era un atajo de mejora a la demora que resultara de tratar de desandar sus pasos. Un atajo para volver a la puerta del cuarto. Un ahorro de unos segundos. Otros segundos de más que se iban desgranando.

Sopesó el tacto y peso de la sal en su mano. Tan exigua y tan pequeña defensa contra la criatura a excepción de sí se contará como una distracción de cuantos ¿Cientos? ¿Algunos miles, Finitos pero a la vez incontables cubitos de cloruro sódico?. Se dijo que, si había una conexión entre ellos y la Striga, pensar en ese mar de sólidos cristales de sal podría meter la suficiente confusión para que la criatura dudara.

Deseaba haber tenido oportunidad de haber dormido más. Creía que empezaba a estar alucinando.

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05/12/2020, 20:24
Nikita Pontecorvo

Por supuesto que no habría nada vergonzoso en tener algún problema psiquiátrico —aclaró. Temía que hubiera parecido defender otra cosa—. Ni sería raro con todo lo que te ha ocurrido. Solo que ya no debes pensar que tus percepciones y sueños puedan deberse a alucinaciones de ningún tipo, piense lo que piense el tal Trevorrow, tienes que estar ya por encima de eso —se refería evidentemente a lo que habían vivido aquella noche.

Nikita volvió a observar con atención la foto del psiquiatra—. Es que hay algo extraño en esa carta, en que enviara una carta, quiero decir —aclaró volviendo a mirar a Adam y luego a Bediviere—. Si quería comunicarse con ese profesor podría haberle enviado un correo electrónico. O llamado por teléfono a su despacho de la facultad. Pero en lugar de eso te entrega una carta en mano. ¿Para qué si no para darte la oportunidad de que la leas? Y en ella te dice algo que saben él y tus padres pero que nunca antes te han contado. Podría habértelo dicho en persona en alguna sesión, pero tal vez quería que lo supieras estando lejos de casa. O tal vez había llegado a un acuerdo con tus padres comprometiéndose a que no te lo diría, no sé… La cuestión es que es evidente que para tus padres el tema de tu ombligo, de tu nacimiento, del fetus in fetu… Todo eso es como un tabú. Nunca te lo han contado y cuando haces referencia directa a ello cortan de forma abrupta y… Vete a saber si la próxima vez que hables con ellos harán como que no ha pasado nada esperando que no vuelvas a sacar el tema. Y eso es raro, Adam. Raro de cojones. También es raro que una eminencia en los temas estos de los delirios y la memoria te esté tratando a ti si no piensa que tienes uno de esos trastornos, ¿no os parece?

Nikita resopló casi como si quisiera aliviar la presión que todos aquellos pensamientos ejercían sobre su cabeza.

¿Hiciste alguna copia de la carta? ¿Tomaste alguna foto o algo antes de entregarla? —preguntó a Adam. Le parecía una pieza clave para entender todo aquello.

Notas de juego

Edito: parte del diálogo del primer párrafo.

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06/12/2020, 13:41
Adam Dyer

Entiendo por dónde vais... pero no. Yo no tengo un problema psicológico o psiquiátrico... y si lo tengo, nadie ha intentado resolverlo o siquiera reconocerlo o diagnosticarlo. Sino estudiarlo. Ese es el problema... no que esté loco o deje de estarlo. El problema es que no soy el paciente... soy la cobaya. Y me acabo de dar cuenta ahora de esto. A los veinte años.

Adam se debatía entre el abatimiento y la ansiedad que le provocaba todo aquello. Mientras que el primero le hacían perder la fe y la energía, y le instaba a quedarse en el sofá vegetando, el segundo le hacía moverse... deambular y parlotear como poseído por una fuerza extraña. En un momento fue consciente de aquello y pensó en el alijo de medicación que su madre le había colado en la maleta. Probablemente necesitase un par de aquellas cápsulas para regular sus niveles de serotonina, dopamina, endorfinas y oxitocina. Un buen chute de pastillas de la felicidad que le ayudasen a dejar de hacerse preguntas. Y esto le espoleó automáticamente hacia el lado de la ansiedad. Efectivamente aquella medicación le habían tenido al margen de su propio diagnóstico. Le habían procurado una felicidad sintética que, en verdad no le hacía feliz, pero le aplacaba el ánimo lo suficiente como para que no estallase en un ataque de ira continuo. Se sentía furioso y levemente fuera de sí. Se levantó casi de un salto, deshaciendo el nudo que había hecho con sus brazos sobre sí mismo. Anduvo con determinación a la mesa y abrió una de las cervezas que Nikita había sacado antes y que nadie había tocado. Dio un trago y percibió que estaba caliente pero le dio igual.

No tengo ninguna copia de la carta... ni falta que me hace. La leí ayer en la pradera de las amapolas y desde entonces la he leído unas treinta veces. Básicamente se dividía en dos partes... en la primera le hablaba al profesor Vicassy... por cierto, menudo personaje... sobre su juventud. Hablaban de cómo se follaban los dos a un mostrenco de pene enorme que hacía las delicias de todos sus momentos de cama. 

Adam abrió el gesto hacia Bediviere. Antes había comentado lo repugnante que le parecía esa actitud por parte del doctor y ahora era el momento de dar ciertas explicaciones. Adam no era un homófobo y quería aclarar ese punto.

Por eso dije antes de lo de "qué asco". A mi me parece fenomenal que la gente folle... en serio...

Una pausa corta se produjo cuando Adam miró a uno y a otra pensando que su comentario había sido lo suficientemente explicativo.

Pero no delante de mí. Si Trevorrow quería mandarle mensajitos calientes a su examante de juventud, perfecto. Pero es una falta de respeto usarme a mí como mensajero para ese tipo de cosas. 

Un escalofrío recorrió la espalda del muchacho que decidió contrarrestar con otro trago de aquella curiosa cerveza asteropesa.

La otra parte de la carta... breve, muy breve... era sobre mí. "Te mando un chico con un claro caso de fetus in fetu. Yo no lo he podido ayudar... espero que tu puedas ayudarle".

La voz de Adam adoptó un tono de clara parodia.

Y nada más. No sé si mis padres saben de este diagnóstico o no. No sé si es cierto o no. No sé una puta mierda sobre lo que me pasa porque mi relación con el doctor Trevorrow se ha limitado a hacer terapia como si fuese un adolescente que aún se mea en la cama. Le he contado a ese hombre toda mi vida... todos mis secretos y mis problemas y mis dudas. To-do. Y el no me ha dicho nada.

Adam iba progresando en su enfado. No tenía claro si vaciarse de aquella manera podría resultar catártico para su estado pero ahora ya no podía parar. De pronto, casi habiendo dado por terminado su speech, mientras daba el tercer trago a la cerveza, se acordó de algo. Algo especialmente jugoso.

Ah... bueno, quizá eso no es del todo cierto. Según el profesor Vicassy, que apenas se acuerda de Trevorrow (se ve que ha follado en tríos con varios mostrencos y duda), es bastante probable que abusase de mí. Me preguntó si me picaba el culo cuando terminaba sus sesiones y esas cosas. Hijo de puta. Y que si no me follaba físicamente, lo hacía psicológicamente. Y, ¿sabéis qué? Es exactamente así como me siento. Siendo que ese hijo de puta... —Adam señaló la foto del doctor aún presente en la pantalla del ordenador. —...me ha violado la mente. Se ha divertido de la hostia durante más de diez años chupándome hasta el último átomo de alma para su propio disfrute. Y mis padres... esa gentuza que acabáis de conocer... lo han consentido.

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07/12/2020, 12:03
Bediviere Lafayette

Bediviere escuchó todo aquello, lamentando haber apagado el cigarro. Sus cejas volvían a alzarse, en lo que parecía ser su habitual expresión de recepción, escucha y asombro. Sus labios se fruncieron en un rictus de disgusto cuando supo a qué se refería Adam exactamente cuando había expresado el asco que le producía su psiquiatra. Cruzó las piernas y dejó que su compañero hablase, que se desahogase antes de tomar el portátil con cuidado entre las manos, colocándolo sobre su regazo, y dándole a control + f en el teclado, para buscar el nombre de Vicassy en el organigrama de Amarepa, para abrir posteriormente otra página y buscar a Vicassy de igual manera, tanto para saber sobre su formación y antecedentes como para indagar sobre su posible relación con Amarepa.

Te han hecho gaslighting, como poco.-dijo, aludiendo a aquel término, tan en boga en los últimos tiempos- Quiero decir, que te han hecho dudar de tu propio criterio, de tus propias percepciones. Te han hecho creer que estás jodidamente loco. Y hemos comprobado, los tres, que no es así. -apuntó, con cierto tono de indignación que no pasaba desapercibido.

- Aunque, Adam, yo iría más allá. Hay determinados puntos en los que yo sugeriría ciertos matices.-dijo, ladeando un tanto la boca, mientras buscaba en el portátil- Por un lado, están tus padres. Está claro que no han tratado el asunto como debieran. Y que te han perjudicado profundamente. Pero, ¿hasta qué punto eso ha sido algo consciente?- planteó- Puede que todo este asunto de tu hermano gemelo, de su condición de fetus in fetu, y de su muerte, haya supuesto un revés tanto personal como psicológico para ellos, o en especial para alguno de los dos, y que ellos mismos no hayan sabido gestionarlo. Que hayan decidido negar algo que les causaba un percance, como la víctima de un holocausto que decide no mencionar jamás lo que le ocurrió en un campo de concentración, ¿me explico?- preguntó, antes de seguir hablando, para confirmar que entendía por dónde iba

Por otro lado, no creo que te hayan dejado en manos de Trevorrow a sabiendas de que sea un psiquiatra de dudosa profesionalidad. No hace falta sino ver su perfil en la página de la asociación. Si tus padres creían genuínamente que te pasaba algo, y además algo que ellos mismos no eran capaces de enfrentar, y se topan con un perfil como ese, el de un pope en asuntos psiquiátricos, ¿ qué estúpido en esa situación no lanzaría a su hijo de cabeza a una terapia con alguien que representa la esperanza de solucionar un tema tan escamoso sin tener que enfrentar algo que tú mismo no eres capaz de enfrentar ?- añadió, encogiéndose de hombros- Le contarían toda la movida a Trevorrow, pensando que guardaría el secreto profesional. Y luego él sólo tendría que utilizar carisma, manipulación y una sonrisa de sabio iluminado para hacer creer a tus padres que todo iba bien, o que estaba haciendo lo posible por "curarte".-puntualizó, dibujando aquellas comillas con ambas manos- Ojo que no trato de defender a tus padres con todo esto. Sólo... Procuro darle otro punto de vista. Darle sentido.-agregó, con cierto tono admonitorio.

- Y luego está el asunto del profesor Vicassy. -mencionó, apartando la vista de la pantalla, para mirar directamente a Adam, y a Nikita, alternativamente, para volver a prestar atención a la pantalla, pendiente de encontrar una confirmación a sus sospechas- Por muy pervertido que pueda ser Trevorrow, esa historia del mostrenco del pollón me parece un detalle de lo más descuidado. Demasiado, para alguien con ese perfil. Incluso parece que lo haya hecho a posta, sabiendo que ibas a leerlo. Y no sólo has leído esa historia asquerosa, sino que además estaba tu supuesto diagnóstico. -dijo, suspirando- A donde intento llegar... Es, ¿ y si la historia del pollón es alguna clase de mensaje? ¿Y si Vicassy se ha comportado así, echando tierra a un compañero de profesión, en lo que es una falta flagrante de corporativismo de lo más extraña, para hacerte creer en cierto sentido que "está de tu parte" o al menos en el bando contrario al de Trevorrow? Simplemente, creo que es bastante probable que Vicassy te haya mentido, y sepa exactamente a lo que se refiere Trevorrow. Solo que no se refiere a lo que pone literalmente la carta. -concluyó, desinflándose, para estirar el brazo, agarrando su bolso, rebuscando con una mano entre sus cosas, para encontrar el estuche de sus gafas, poniéndoselas, al darse cuenta de que estaba entornando demasiado los párpados y de que se estaba acercando demasiado a la pantalla. 

Notas de juego

Uso el portátil para saber si Vicassy tiene relación con Amarepa, y para ver su historial personal. 

EDIT: Me acabo de acordar de que Bediviere tiene falta de vista XD así que añadí las gafas en el último párrafo. 

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07/12/2020, 13:07
Nikita Pontecorvo

Adam se movía de un lado a otro, gesticulaba… Se le veía realmente cabreado y eso alivió a Nikita en parte. Tras la demencial interacción con sus padres temió que el chico perdiera las energías y las ganas de hablar, pero la rabia parecía haberse impuesto a la desazón y lo espoleaba a tratar de comprender o sino, al menos, a desahogarse, y eso le parecía mucho más saludable. Lo vio abrirse una cerveza y tuvo el impulso de decirle que la dejara, que le traería otra fría, pero apenas hizo un leve ademán porque Adam no estaba para que lo interrumpieran con gilipolleces.

La perorata del chico le pareció que aportaba algo más de luz o al menos encajaba con las ideas que se iban formando en su cabeza. Cuando el chico aclaró, mirando alternadamente a los dos, que le parecía fenomenal que la gente follara, aunque no delante de él, no pudo evitar una sonrisa fugaz.

Escuchó después con atención a Bediviere. Tenía mucho sentido lo que decía acerca de los padres de Adam. Ella hablaba simplemente de un trauma por la pérdida y tal vez fuera suficiente para explicar aquella reacción tan extrema y la aparente incapacidad para tratar el asunto con Adam. Lo que estaba claro es que la teoria de Bediviere acerca de los Dyer era más lógica o, al menos, mucho más normal que la rondaba su imaginación. Pero en realidad ambas se complementaban. Porque Nikita no tenía claro que Trevorrow fuera simplemente el villano de aquella historia. O siquiera un timador.

¿Cómo llegó Trevorrow a ponerse en contacto con los padres de Adam? Eso era algo para lo que Nikita tenía una idea, tal vez muy loca, al menos sí muy aventurada y demasiado poco sólida como para soltársela a su amigo sin más. Puede que incluso fuera potencialmente dañina, no sabía cómo podría reaccionar. Decidió por tanto seguir por otro camino.

Cuando la chica terminó, volvió a intervenir.

Pero pensad en una cosa. Trevorrow te escuchó durante años pero, como tú dices, estudiándote, no tratando ningún trastorno. Y eso encaja con que te haya ayudado a venir a Astérope. Si te envía a la F.E.E. es porque él tampoco piensa o quiere hacerte creer que tengas un trastorno psiquiátrico, sino que lo tuyo es algo en lo que podrás profundizar aquí. Aunque seguramente tus vivencias y tus sueños le parecerían muy interesantes. Imagino que, tras la Yumeko, la psiquiatría tiene que haber cambiado, igual que casi todo, ¿no? —de nuevo miró a Bediviere—. Ahora los médicos sabrán que algunos de los casos que antes se achacaban a trastornos mentales se deben a encuentros con lo que hay más allá. Voces, visiones... Tal vez Trevorrow te investigara tratando de saber si eso también es posible en su campo de estudio, si las... Paramnesias o… Pseudoamnesias —dudó si decía bien aquellos nombres—, algunas veces pueden deberse a cosas reales y no sean solo delirios.

Lo que quiero decir es que, en todo caso, en principio al menos, no parece hablar mal de tu psiquiatra que te haya enviado aquí —Nikita levantó las manos como pidiendo que le dejara explicarse. Sabía el cabreo que su amigo tenía con aquel tipo y no quería que pensara que le daba igual o que no entendía o empatizaba totalmente con su rabia. Tampoco olvidaba el tema que inicialmente le había preocupado de las vasijas con la brea de la casa abandonada, pero era incapaz de encajar lo uno con lo otro.

Tal vez quiere que averigües la verdad de lo que te ocurre. Y aunque la carta sea un poco rarita con eso de los mensajes para su examante y demás —que tiene razón ella, parecen una especie de clave—, al menos con eso te ha contado lo que él debe pensar que es el fundamento de lo que te pasa. De todos modos no creas que disculpo al tipo; tenía que haberte tratado como un adulto y haberte contado todo en persona. Pero bueno, supongo que siempre puedes tratar de hablar con él. Enfrentarte a él. No creo que haga como tus padres, ¿no? Si le preguntas directamente algo te tendrá que contestar.

—Respecto a lo que te ha dicho ese tal Vicassy… No sé, tío, o era una clave o igual te ha hecho un mind fuck con eso de que Trevorrow estaba abusando de ti. ¿No dices que apenas lo recuerda? ¿No recordar a alguien y preguntarte si te pica el culo cuando piensas en él? ¿Le pide Trevorrow que te ayude y eso es lo que te dice? —Nikita negó con la cabeza mientras trataba de imaginar el tipo de personaje que debía ser. Podía ser que tratara de distanciarse de Trevorrow, como Bediviere decía, pero su estrategia era de lo más extraña. Quién sabe si había tratado de comprobar si Adam y Trevorrow habían sido amantes o intentado poner al chico cachondo de una manera muy enfermiza, tal vez la que a él mismo le gustaba—. Ya me dirás quién es ese cabrón —sentenció sin poder evitar que sonara a que quería hacerle una visita con la palanca. Y es que de todos los extraños personajes de la historia de Adam era el único que tenía a mano.

Notas de juego

Edito II: perdón, todo el párrafo que empieza con "Escuchó con atención a Bediviere...", está cambiado. Aunque no cambia el sentido sí está mucho más claro ahora lo que quería expresar.

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07/12/2020, 18:36
Etna

Cuando las maniobras se tornaron ruidosas la voz grave de una chica le sorprendió por detrás.

—Ey, ey... Tía... ¿Algún problema?

Tenía el pelo tintado de fucsia y vestía un pijama sobre el que se había puesto una chupa de cuero verde oscuro. 

Había salido de unos de los cuartos que compartían terraza con el de Adam.

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07/12/2020, 18:38
Branwen Glyndwr

Pestañeó sobresaltada hasta que la expresión de la persona que la hablaba, ese gesto recio de la franqueza unido a la exigencia de una explicación, la reorientó.

¿Había algún problema? Esa era la puñetera pregunta.

- ¿Ej? Yo...Disculpa... - se atropelló con el acento - no lo sé...creo que si - confesó inmersa en una indisimulada intranquilidad preocupada.

- Creo que mis amigos, los de este cuarto - farfulló con intención de aclararse la garganta, agarrotada con las dudas - creo que les ha pasado algo. He oído como quejidos - explicó frunciendo el ceño con desazón - les estoy intentando llamar por confirmar que están bien. No es que llevemos un gran día.

Abordó a la vecina de Adam con resolución pero tratando de no avasallar. La verdad es que la emoción que la embargaba, el miedo, no rompía el aura de flema aplomada que parecía habérsele impregnado de su padre.

- ¿Puedo atajar por tu habitación de nuevo a su puerta? Por aquí no parece que se pueda averiguar nada - añadió con verdadera atención a las posibles respuesta - ¿No habrás oído algo? ¿Ni sabrás como conseguir abrir esa puerta? ¿Podemos llamar a alguien que nos asista? ¿Un bedel o guarda? Solo llevo aquí dos días y no conozco esto. Por cierto. Soy Branwen.

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07/12/2020, 19:35
Colegio mayor "Athanasius Kircher” de Sassaneva

La chica del pelo fucsia escuchó con el ceño un poco fruncido y tras confirmar de que Branwen estaba preguntado por Adam —lo había conocido el día en que llegó— la condujo hasta la conserjería donde tuvieron que esperar un buen rato a que el bedel volviera de su descanso para cenar. Era un hombre alto, fuerte, que se movía con una torpeza que daba la sensación de que era más grande todavía. Apareció con una taza de café en la mano y se la bebió mientras las escuchaba. Finalmente se prestó a abrirles la habitación.

En ese intervalo de tiempo tuvieron ocasión de comprobar, por otros amigos de la chica que seguía sin oírse nada en el cuarto, ni contestaba nadie. A todas estas se presentó como Etna y le presentó a Branwen a algunos de sus amigos: una chica de una simpatía espontánea, delgada y con los ojos almendrados llamada Concetta y un chico esbelto con pinta de deportista llamado Nebo.

El conserje llamó sin obtener respuesta y tras mirar a los residentes por encima de las gafas, como para asegurarse de que aquello no era una broma— abrió con una llave maestra la habitación.

En ella no había nadie pero dos cosas llamaron la atención de Branwen, unas zapatillas perfectamente desatadas y apartadas a un lado, que reconoció como las de Nikita, y un círculo perfectísimo de sal en el suelo, junto a la cama, que estaba revuelta. No había más sal en la habitación que esa, que era una forma circular tan perfecta que de no ser porque parte del círculo estaba sobre la alfombra podría haber pasado por un dibujo del piso.

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07/12/2020, 19:36
Director

Vicassy no estaba en el organigrama de la asociación del terapeuta de Adam pero en dos clicks encontró Bediviere el rastro del profesor en la red. Lo primero: era su profesor de la asignatura "Psiquismo y Parapsicología", y les daría clase el lunes.

También era escritor de obras llamadas de "autoayuda psi" como "Aprende a defenderte de los ataques psíquicos" o "Mentes en el espejo: cómo lo que los demás ven de ti te está jodiendo la vida". También tenía libros más, quizá, académicos, sin abandonar los títulos rimbombantes como "Fucking all over the place: psiconálisis y espiritismo" y "Todos estáis locos cabrones: historia negra de la ciencia". Los comentarios de sus libros en Amazon y otras librerías eran confusos. Para algunos de sus lectores era un escritor lúcido "sin pelos en la lengua" y para otros "un charlatán insoportable: le daría un puñetazo"

También había sido campeón del World Series of Poker o WSOP, el más importante y prestigioso conjunto de torneos de póquer del mundo.

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07/12/2020, 19:38
F.E.E.

Cuando llamaron a Joana contestó la voz de la telefonista automatizada diciendo que "el teléfono al que usted llama se encuentra apagado o fuera de cobertura". Ashley seguía sin asomar por el WhatsApp.

Se cruzaron con un grupo de estudiantes de arte que reían con una anécdota de índole sexual y pasaron por debajo de un árbol más o menos grande que estaba abarrotado de estorninos alborotando con su piar te tal forma que parecía que la planta emitía grititos por los entresijos de su copa.

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07/12/2020, 19:38
Ingvild Hoem

En otras circunstancias la explicación de Bryony sobre cómo contactó con Ashley por primera vez  le hubiera sorprendido sobremanera. Sin embargo tras aquel viaje en la biblioteca la reacción de Ingvild se limitó a un breve asentimiento con la cabeza.

Se mantuvo en silencio observando como la chica llamaba, en vano, a Joana.

—Oye, no, tía, espera —dijo bajando la mano tecleadora de la británica— Primera regla del viaje en el tiempo: no cambies nada del pasado.

Entrecerro los ojos como quien intenta traer una memoria esquiva.

—"No hablen del devenir". "El futuro es un veneno para el presente cuando se le revela a la persona no iniciada". "Cualquier revelación tendrá consecuencias nefastas". ¿Recuerdas? Lo ponían nuestros móviles. Cuando todo se puso muy loco.

Se quedó mirando al piso unos instantes.

—Aunque, en realidad, este no es nuestro pasado, ¿verdad? Es nuestro presente —hablaba frenéticamente, como si recién ahora comprendiera lo sucedido— Tenemos que detener a Nick Cave y sus Bad Seeds —abrió mucho los ojos al detectar relaciones nunca antes pensadas en el nombre de la banda.

—Tienes razón, Bry, necesitamos contactar a Joana. Si hay una persona "iniciada" para escuchar lo que nos pasó, esa es ella. ¿Puedes contactarte con alguien de nuestro grupo de afinidad? Tal vez ellos sepan dónde está.

Notas de juego

Nota del máster: copio el post de Ingvild desde la Natilla, que se me había olvidado pasar aquí el mío anterior.

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08/12/2020, 00:32
Bediviere Lafayette

Bediviere fue leyendo progresivamente la pantalla, mientras Nikita contestaba, sin poder evitar esbozar una sonrisa ladeada y con cierto matiz satisfecho, que salía casi sin quererlo, cuando mencionaba que ya hablaría con ese tipo al que ahora veía en pantalla. Su expresión de incredulidad fue haciéndose cada vez más patente, mientras se ajustaba las gafas, como si con aquello pudiese lograr leer alguna cosa diferente a lo que tenía frente a los ojos- Pero, ¿ qué cojones? ¡¿Qué clase de puñetero personaje es este?! - exclamó, señalando con el dedo hacia los títulos de los libros que supuestamente había escrito Vicassy. Parecía genuinamente indignada.