Partida Rol por web

-Eres un buen líder Gareth y me sorprende que por azar hayas sido tú el elegido. Además con la ayuda de tus compañeros has logrado armar una buena estrategia para el combate. Sin embargo hay dos cosas que te faltan. La primera es astucia, Amon y Vargad tienen mucha de ella y te aconsejaría estar atento a sus pensamientos. La segunda es decisión y mano firme; eres el líder no el hermano mayor; tu debiste tomar la decisión adecuada en el momento de adecuado; escucha a tus compañeros pero decide siempre por ti; un buen líder es aquel que saber tomar las decisiones en el momento preciso, independientemente de que estas sean buenas o malas-.

La respuesta de Sir Haguen aunque algo extensa era sincera y carente de su característico tono ofensivo; si no fuera por que le conocían, jurarían que el líder de los legionarios estaba mostrando afecto hacia su joven líder.

-Aun muestras arrogancia Amon, pero no soy yo quien deba juzgarte al respecto, y no es algo que te afecte como legionario. Claro, siempre que no seas lo suficiente estupido como para atacar el campamento donde habitan 40 bandidos; por que eso es lo paso por sus mentes en un momento no es así?- Pregunto Sir Haguen mirando a todos como si los evaluara con la vista, pero sin esperar una respuesta volvió a hablar.

-Han cometido un grave error al creer que sería fácil deshacerse de los bandidos, al creer que tenían el poder y la experiencia suficiente para ello. Y no Vargad, no importan las circunstancias. Una cosa es que no confíes en nadie y otra que cometas suicidio solo por que no tienes quien te ayude.

Y no crean que ese error solo les ha costado una vida o que como dice Amon, salieron victoriosos en cuanto a números. Eso es ridículo, a miles de bandidos en el imperio, realmente creen que para solucionar el problema del robo debemos matarlos a todos? Eso no soluciona nada, por cada bandido que han matado hoy, otro surgirá en el próximo mes. Su misión como bien apunta Vargad era resolver el problema que aquejaba al valle y para eso no tenían que matar a todo lo que se les pusiera enfrente.

Maganyos ha pagado caro su osadía y bien pudieron haber caído mas de ustedes si no fuera por que tuvieron suerte y un atisbo de lucidez al final. Incluso, algunos habrían sido capturados o muertos en las cercanías al campamento de Waldric si no les hubiera dado tiempo para alejarse y prepararse.

Su muerte es un lastima, aunque bajo mis expectativas es sorpresivo que tantos hayan sobrevivido. El cuerpo de Maganyos lamentablemente se perderá en el olvido en este bosque; no era un legionario por lo que no nos corresponde velar por su cuerpo. Habremos de partir sin el al caer la noche; por lo pronto nos refugiaremos en el bosque y con algo de suerte no seremos vistos-.

Sir Haguen guardo silencio un momento mientras a duras penas se ponía en pie y estiraba un poco su cuerpo como si intentara probar sus capacidades físicas actuales.

-Lo que dice Vargad es interesante y justifica en cierta medida sus decisiones; sin  embargo siguen siendo erradas. Aun cuando el nuevo Bann y Waldric estuvieran conspirando juntos, solo un idiota creería que todas las fuerzas apostadas en el valle que están ahora al servicio del Bann se han vuelto contra su gente solo por que el Bann ha resultado ser un malvado. Si ustedes llegaban con la información de forma pública el Bann no habría tenido otra opción mas que asaltar al campamento, y si estos desaparecían al llegar ustedes al campamento con refuerzos, sabrían entonces que estaban en lo cierto con respecto a dicha conspiración.

Incluso, si estaban juntos por que contratar mercenarios para encargarse del trabajo?. Una fachada?, lo dudo, ha sido una convocatoria en todo el reino, demasiado obvio, demasiado llamativo. Quizá si su información es correcta, el nuevo Bann hubiera estado usando a Waldric para deshacerse del Manor Krole y así tomar la posición que ahora ostenta, eso sin contar con la aprobación de los habitantes del valle.

A mi parecer esa es la respuesta mas obvia de lo que han ustedes averiguado, sobre todo por que al ya no ser necesario Waldric y a sabiendas de que su objetivo como Bann será deshacerse de este, al convocar fuerzas para hacer el trabajo, habrá conseguido sus metas de forma sencilla e incluso llamativa. Ahora ustedes han hecho el trabajo por él e incluso le han ayudado a callar varias bocas al deshacerse de muchos de los bandidos que podrían saber acerca de dicha conspiración-.

Volviendo a quedarse pensativo un momento mientras pasaba sus dedos por la amplia cicartriz que enmarca su rostro, aquel hombre dejo entre ver algo que quizá solo Vargad había notado pero que a él le causaba aun mas sorpresa.

-He notado también al Mabari. El que se deshiciera de Waldric concuerda con sus ideas y entonces era de esperarse, pero que hacia allí?, es que conocía tan bien el bosque como para presentarse en ese preciso lugar. Y si lo sabia, como llego en el momento oportuno?, no pudo ver el fuego y llegar corriendo, no le habría dado tiempo. Y eso es lo que me ha causado una cierta confusión; si el Mabari del Bann estaba justamente allí es que alguien sabía que ustedes estaban allí y ese alguien tenia que ser el mismo dueño del perro pues si no quien mas le daría las ordenes para actuar?. Pero entonces, quien esta liderando ahora el ataque de las fuerzas del valle que vienen hacia aquí. Hay algo que no me gusta nada en ese perro-.

-Sea como sea- corto Sir Haguen sus pensamientos al darse cuenta que en nada le incumbían a aquellos hombres -su misión era darle paz a la gente del valle, si el nuevo Bann es peor que el viejo Bann, no es parte de su misión. Entreguen su reporte al alto consejo y estos decidirán si actuar al respecto si enviar a alguien a investigar con mas profundidad.

Y antes de hablar, sobre su exitosa o no exitosa misión; quisiera saber si alguien tiene mas algo que decir. Tómense su tiempo, no nos moveremos por un largo rato-.

Ciara no es capaz de asentir cuándo Gareth y Vargad dan su explicación aunque tampoco está en desacuerdo con lo dicho por Amon. Apenas se le dibujaba una sonrisa cuándo sus compañeros defendieron sus acciones cuándo Sir Haguen volvió a hablar derrumbando todo lo dicho por los mercenarios. Mordiéndose los labios por intentar hablarle al intimidante Haguen Ciara dice: - Creo que estamos todos heridos, lo mejor será hablar estos temas al volver, yo personalmente no me encuentro de ánimos para la reprimenda en estos momentos, más aún habiendo perdido a un compañero hace unos cuántos minutos...  - A sabiendas de que lo que dijo le traería posiblemente más "reprimendas" Ciara deja caer la frase dejándola como "en el aire" para luego volver a acomodarse en el árbol tratando de soportar el dolor de las heridas hasta que el grupo decida a retomar la marcha.

El enano recuperó su movilidad cuando se comenzó a hablar de posibles conspiraciones del bann.
La actitud del mabari fue muy extraña. Parecía conocer a Waldric y se limitó a asegurarse de que no tuviese recuperación posible. Me pregunto qué nos habría dicho si no le hubiesemos matatado y hablasemos tranquilamente con el.

Pero antes de apuntarme a la legión saturé completamente mi capacidad de aguantar conspiraciones. Es mucho más simple dedicarme a matar. Eso se me da bien y en la legión creo que estas cosas se simplifican. Prefiero que me den órdenes.

Erackand parecía reflexionar.

A mi modo de ver y si se me pregunta he fracasado al no poder mantener vivos a todos, que era lo que yo quería. Respecto a la misión ... creo que los resultados son bastante escasos. Hemos sido pusilánimes y muy inocentes. Cuando hemos visto que nos había sido fácil acabar con el primer grupo nos hemos convencido de que podíamos con todo y nos hemos confiado. El resultado ha sido el lógico. Hemos tenido suerte de no perder más gente.

Y el enano se quedó callado esperando la respuesta.

Allí tumbada sobre aquel manto de hierba comenzaba a sentirme mejor. Mi respiración de había normalizado y me encontraba lista para seguir la marcha en cuanto Sir Haguen lo ordenase.

-Mis compañeros han echo un buen resumen de los hechos. Por mi parte no tengo nada que añadir. Dije mientras me incorporaba y me quedaba sentada con las piernas cruzadas.

Como algunos de mis compañeros desconfiaba totalmente del nuevo Bann y el no haber encontrado pruebas sobre su implicación en todo el asunto de los bandidos me dejaba una sensación extraña. Habíamos cumplido nuestras misión, pero no me encontraba feliz por ello.

Finalmente me puse en pie y sacudí mis ropas como pude quitando la suciedad acumulada. Acto seguido examine mis pertenecías y aguarde hasta que la orden de partir fuera dada.

Las palabras de Sir Haguen me sorprendieron, tanto lo que dijo como el tono en el que lo hizo pues no era lo que esperaba de él, al menos por su actitud normal con ellos, pero parecía que tenía mejor opinión de mí y de mi actuación que yo mismo. No supe muy bien que contestar a lo que había dicho, así que no dije nada, y continué escuchando.

Ahora que lo dicen, si que resulta sospechoso- pensé tras oír como Sir Haguen coincidía con lo que opinaba Vargad. Tal y como lo decían, parecía obvio, aunque en su momento yo no había sabido verlo, a diferencia de Vargad... y el asunto del mabari también había sido bastante sospechoso, la verdad -Aunque para ser sinceros en ese momento tenía otras cosas en la cabeza- me dije. De todas formas, ya habría tiempo de pensar en ello, y no me parecía una buena idea quedarse allí mucho más tiempo... aunque tampoco es que me hiciese mucha gracia moverme.

Sé que todos estamos bastante cansados...- dije, mirando a Ciara y con la intención de que Sir Haguen no tomase muy en cuenta sus palabras -y estas cosas es mejor discutirlas con calma... en cuanto estemos listos, creo que deberíamos salir del bosque cuanto antes, no sea que algún grupo de bandidos tropiece con nosotros por casualidad- añadí.

Se incorporó lentamente, una vez había recuperado el aliento y su el fuego de la batalla menguaba y con él quizás la brusquedad que dominaba sus formas. Unos pocos paso le llevaron a posar su mano en el hombro de Gareth, siempre había tenido su apoyo y en esta ocasión todos necesitaban un poco del gran y extraño autoestima del elfo. No te preocupes Gareth, les queda digerir un trago más amargo que el nuestro, dudo que se atrevan a volver a enfrentarnos.
Tomó aire con el fresco aroma del bosque que camuflaba el metálico olor de la sangre, cogiendo fuerzas ahora que la actitud de Sir Haguen le dejaba cierta confianza. Basta, por qué torturarnos, lamento también la perdida de nuestro compañero, pero eligió esta lucha, no como los inocentes ciudadanos que habitan el valle y han sido masacrados por esta escoria. Debemos estar orgullosos de  haberles ofrecido al menos un oportunidad, por corta que sea... y espero equivocarme en eso… sus suposiciones, tan crudas, le hacían tomar consciencia de la situación, lo que de verdad lamento es no poder haber acabado con todos ellos, envainó su espada con rabia, de nuevo mostrando escasa moralidad, los planes salieron mal, pero muchos han cobrado su precio justo y yo al menos estaría dispuesta a seguir. El cansancio interrumpió sus ánimos en el punto álgido, teniendo que asumir su papel como aspirante a legionaria. Lástima que no sea mi voz. Concluyó retirándose para recostarse en algún lugar cercano y poder acomodar su armadura, dejando clara su postura y consciente que nunca sería su decisión.

Asiento con la cabeza ante la respuesta de Sir Haguen, contento con su aprobación, aunque esta fuera parcial.
En cierta manera había obtenido ya varios éxitos con esta aventura en la que había puesto en peligro su vida. Su motivación era simple y única, lograr que los elfos sean por fin valorados como iguales para con los humanos. Él ya había logrado este paso pues había sido un miembro más en un grupo con varios humanos, incluso un miembro de gran importancia, y había conseguido una pequeña aprobación por parte de su duro, arisco y, la verdad, un poco capullo, examinador. Algún día sería un héroe de renombre y su pueblo comenzaría a ser tratado mejor gracias a sus actos.

Sin embargo aún quedaba una laguna con respecto al mabari. Sin embargo mi conocimiento sobre este animal, propio de humanos, especialmente los de alto poder, eran muy limitados, casi extintos. En nada podía ayudar sobre este tema.

Creo, Sir Haguen, que aunque la región se ha pacificado momentáneamente, sería bueno mandar informadores de la Legión cada cierto tiempo para ver si la situación se mantiene estable. Como bien has dicho algo huele mal en este asunto, empezando por los actos extraños del Mabari. Creo que es mejor prevenir que curar. O al menos eso creo-aconsejo con el mayor tono de respeto que puedo usar, tratando de no molestar al Sir.

Las palabras de Sir Haguen me descolocaron un poco, pues jamás habría apostado a que él nos hablaría en ese tono. Escupitajos e insultos habría esperado, pero jamás apoyo y reconocimiento de su parte. Bajé la vista mientras meditaba sus palabras:

"Es completamente cierto que soy arrogante y he llegado donde estoy por creerme lo que soy. Si fuese humilde y me gustase estar sometido nunca habría pensado en unirme a la Legión de Trueno. Muy a diferencia de Vargad, yo he visto la opresión que el Círculo y la Capilla ciernen sobre los magos. He visto como nos encierran y nos limitan solo para aplacar los miedos de quienes no tienen el poder. La arrogancia y la ambición son las que te motivan a moverte y mejorar cada vez más. Sin ellas sería solo otro mago más."

Pero a pesar de todo lo que deseo defenderme, tiene razón y nuestros movimientos no fueron todo lo apropiados que podría haber sido. Deberíamos haber sido más precavidos y menos arrogantes. Decido quedarme callado, pues debo meditar esto y creo que he aprendido la lección acerca de mis límites y de lo que es mejor para el grupo.

Acerca de las conspiraciones del Bann y las acciones del Mabari, no tengo nada que decir. Nuestra misión era acabar el problema de los bandidos y lo hemos conseguido. La misión de la Legión de Trueno es ir más allá y dar estabilidad a las tierras del Rey, pero nosotros no somos la Legión del Trueno aun y no es nuestro actual trabajo asegurarnos de ello.

-Partir ahora?- preguntó Sir Haguen a Ciara con cierto sarcasmo, -puedes intentarlo, los bandidos probablemente estén escapando ahora mismo y dudo que se molesten en ti si llegan a encontrarte, tienen peores problemas en que pensar. Sin embargo si Vargad tiene razón y creo todo apunta a ello, entonces no querrás encontrarte con los hombres del Bann pues probablemente te llevarán ante este y no sabemos que pueda pasar entonces. El bosque es grande y ya me he encargado de que no nos encuentren con facilidad, pero si salen al descubierto a la luz del día, otra podría ser la historia. Gareth es su líder, yo solo estoy aquí para apoyarlos y evaluarlos; si me lo preguntan les diré que es mejor esperar a que anochezca y entonces partir en la oscuridad para no ser vistos ni aquí ni al cruzar el valle. La decisión es suya. Les aconsejo que descansen por lo pronto, hemos perdido a los corceles por lo que nos espera una larga marcha-. La palabras de Sir Haguen fueron secundadas por un ligero bostezo del mismo; su actitud claramente había cambiado, ya no los trataba como basura, había cierto respeto y confianza en su comportamiento.

-Despiértenme en dos horas- dijo echándose la capucha encima para sumirse en un sueño profundo al poco tiempo.

Estar allí era incomodo, no estaban realmente lejos del lugar de la batalla y aunque se encontraban en una zona altamente frondosa, si les buscaban les encontrarían. Aun así, Sir Haguen tenía razón, el bosque era grande y los hombres del Bann probablemente estarían más interesados en cazar a los bandidos que en investigar quien había hecho todo eso. Así, cansados y confiados de la supuesta seguridad que ese lugar les brindaba, la mayoría se tumbaron reposar e incluso dormir.