Partida Rol por web

El enano por si acaso embrazó el escudo y una de las hachas arrojadizas apareció en su mano derecha como si siempre hubiese estado en ella. Desconfiado como un gato delante de un perro, intentó ver si alguien más a parte de aquel grupo que les seguía buscaba meterse donde no le importaba.

Además de ello y mientras los fulanos se acercaban observaba pausada y concienzudamente sus vestimentas y los hierros del oficio que llevaban. Los rostros patibularios de los mercenarios y de los hombres de armas tenían por costumbre contar a quien supiese observar toda la historia de sus peleas y escaramuzas. Unas veces una oreja mellada, otras una cicatriz en el rostro, las menos algún ojo dañado o una ligera cojera, todas ellas lesiones de antiguas correrías que perseguían los cuerpos desde el pasado para fastidiar bien a las claras en el futuro.

Malo era encontrar un mercenario sin marcas, pues podía significar que no había comenzado su camino en el oficio y era un bisoño y no se podía fiar uno de su competencia para luchar a su lado o que era demasiado bueno y podía despacharte antes de que uno se diese cuenta y descubrirte con un cuarto de acero bien en los adentros antes de saber qué había pasado.

Camino hacia el grupo con mi mente aun puesta en el vagabundo. Como he podido ser tan tonta. Me digo a mi misma mientras se me escapa una risita.

Al acercarme más a la dirección que siguió el grupo puedo ver que al parecer no están solos. Un grupo de 3 hombres se encamina hacia ellos. Un momento uno de ellos es uno de los hombres que nos escolto al campamento, el tipo que se mostraba aislado del resto del grupo del Bann Trumhall y que antes de este sirvió al Bann Krole. ¿Qué asuntos pueden llevarlo a querer tratar con nosotros?. La curiosidad me embarga así que acelero el ritmo tratando de moverme rápido pero sin armar mucho alboroto, trato de permanecer oculta detrás del grupo de hombres que se acerca a mis compañeros.

Los 3 hombres, que no estaban nada lejos de los legionarios se aproximaron hasta ellos mientras estos continuaban con su conversación. 2 de ellos eran claramente simples personas, probablemente gente del pueblo, el otro ya lo conocían y sabían que iba armado, aunque claramente ninguno de aquellas 3 personas parecía tener malas intenciones.
Incluso, de forma muy adecuada se presentaron ante los legionarios, y solo hasta que estos terminaron su conversación.
-Lamentamos la inoportuna interrupción, Somos sirvientes de Valdur Krole, el una vez protector de estas tierras. Nos acompañarían a visitar al Mannor?, el desea conversar con ustedes.- Les informo Ward.

Siempre atento, estoy en guardia, no debo fiarme de nadie pienso mientras veo a los mercenarios.
Escucho la petición de aquellos hombres, No sé si fiarme pienso, pero debo esperar hasta que responda Gareth. Me acerco al grupo y susurro No sé si debemos fiarnos de ellos, puede ser una trampa.

Parece que no hay motivo para desconfiar de sus intensiones. Pienso al oír las palabras del hombre. Que podían hacer les superábamos en numero y a simple vista solo uno de ellos tenia la apariencia de un guerrero. Además ahora que lo pienso no me veo demasiado capaz de defender sola la retaguardia si alguno intentara escapar.
Después de analizarlo un poco decido reunirme con el grupo. Mientras camino hacia mis compañeros alzo mi voz para no pillar a nadie de sorpresa. -Gareth creo que deberíamos de aceptar su invitación-.
Cuando tengo la atención de los 3 hombres les brindo una sonrisa  acompañada con un gesto de mi cabeza en forma de saludo.
-Si me permitís tengo una duda-. Sin esperar su respuesta me dirijo a Ward. -¿Que motivos te llevan a servir al Bann Trumhall, si como parece aun eres fiel al que antes ocupo ese cargo? Yo llamaría a eso un conflicto de intereses-. Cuando acabo de formular la pregunta miro a Gareth y le guiño un ojo en gesto de complicidad. Lo siento me pudo la curiosidad. Pienso cuando se encuentran nuestras miradas.

¿Conflicto de intereses? -reflexiono tras las palabras de Sondra -no me lo parece, al igual que no me parece normal que el antiguo Bann nos llame tan rápido, a un simple grupo de aventureros. Estas gentes tienen un extraño comportamiento, demasiado obvio para ser verdad. No me fio de nadie.

Miro a Gareth esperando sus órdenes con atención ante la petición de los hombres del Bann Krole.

A pesar de la advertencia de Magányos, estaba de acuerdo con Sondra en cuanto a aceptar la invitación.

No veo por qué no aceptar, tal vez nos pueda ayudar con el trabajo que nos ha encomendado el bann- les dije a los recién llegados -Aunque me gustaría saber que quiere de nosotros el antiguo bann- les pregunté.

Bueno luego no me digáis que no os advertí. Digo susurrando en la oreja de Gareth, para después apartarme a un lado y esperar la respuesta de los mercenarios.

Erackand meneó la cabeza con gesto preocupado. Creía que había dejado el mundo de las conspiraciones al salir a la superficie, pero descubrió que los humanos también eran bien capaces de fastidiarse los unos a los otros en pro del poder o el dinero.

Yo tampoco me fío de todo esto.

El enano sin embargo se encogió de hombros y se dispuso a ir donde les llevase el líder. Era bueno no ser el responsable.

En realidad no deberiamos deshechar ninguna posibilidad.

No puedo dejar de pensar que quiza esto nos ilumine sobre algunas cuestiones que no tengo del todo claras respecto al actual Bann, y por una vez no voy a permanecer callada

Ademas, creo que Gareth ha decidido.

Veo a los hombres llegar hasta nosotros y hablar acerca de la intención de su Señor de hablar con nosotros. Claramente aquí hay algo que no debiese, pues ese hombre trabaja para el Bann actual a la vez que se preocupa por los intereses de Krole. Sondra lo expone de una manera sutil, pero el punto es muy simple para mí, pues el tipo es un doble agente.

Escucho a mis compañeros y asiento a las palabras de Gareth acerca de acompañarlo y escuchar lo que tiene que decirnos:

"Sea una trampa o no, nada nos hace escuchar lo que tiene que decirnos. Si es una trampa de intriga, debemos ser cautelosos en nuestras palabras, pero escucharle no es prueba incriminante de nada. Si su trampa es a nivel físico, les matamos a todos y listo. No veo por qué preocuparme."

Me acerco a Gareth a la vez que asiento con mi cabeza y le susurro al oído:

 - "Nada malo nos hará escucharlo, pero ten cuidado de lo que dices. Puede ser una prueba de fidelidad de Trumhall, por lo que no declares fidelidad a nadie. Mantengámonos tan al margen como podamos mientras no sepamos toda la verdad."

Luego miro de frente al hombre y le sonrío, demostrándole que estoy de acuerdo con su proposición, pero sin profundizar con él en mis intenciones. Mantengo mi mano donde la he tenido estos minutos, pues uno nunca sabe y a mí no me gusta bajar la guardia.

Quizás parte de su evaluación consisitiera en resolver adecuadamente el conflicto del pueblo, pero para el elfo poco le importaba de parte de quién estuvieran o qué intereses resolvieran, no conseguirían nada mientras no ajusticiaran a los bandidos. Asintió entonces las palabras de Amon, en señal de acuerdo, para comentar a modo de queja. Vamos, movámonos o perderemos esa recompensa, no somos los únicos que buscan a esos canallas. En su mirada se percibía la desconfianza, observando en su entorno, escudriñando sus puntos débiles, atenta y alerta a cualquier contratiempo.

Ward miro fijamente a Sondra, -No he venido aquí para hablar sobre mis acciones, podrán discutir eso con el Manor Krole si así lo desean- le respondió con frialdad para enseguida mirar a uno de sus compañeros –eres tu quien trae el mensaje, diles tu-
El hombre aludido, tenía la pinta de ser un simple sirviente, al igual que el tercero de ellos que hasta ahora había permanecido en silencio. No tenían aire de mensajeros si no mas bien de simples pobladores de la región. –Disculpad que no nos presentáramos como es debido, son tiempos difíciles y el nerviosismo ha hecho mella en mi. Soy Vims, y este fortachón es Uluvur, creo ya conocen a Ward. Hemos sido enviados por el Manor Valdur Krole para comunicarles que este solicita su urgente presencia ante él. Los motivos los desconocemos, no nos los ha informado, ni nos ha entregado nada para ustedes, simplemente nos ha ordenado que les informemos que el desea verlos con gran interés y premura. Nos acompañaran entonces?-

No me sorprendí ante la frialdad que empleo Ward para dirigirse a mi, estaba acostumbrada a tratar con todo tipo de personas y tenia claro que por su reacción poca información podría sacar de el.

Al parecer los mensajeros de Krole eran los dos tipos con aspecto de ciudadanos corrientes. No parecían tener demasiada información así que vi poco útil preguntar nada.

La curiosidad me estaba matando quería ver cuanto antes a donde nos conduciría este nuevo cambio de rumbo. -Si esta decidido pongámonos en camino cuanto antes- dije con mi voz llena de entusiasmo.

¿Como sabrán estas gentes que el antiguo Bann quiere vernos?¿como se habrá enterado este de nuestra presencia?. Las dudas me corroen, todo esto es demasiado súbito y demasiado fácil, tan obvio que me hace desconfiar y no poder mantener mi boca cerrada.

Mientras camino junto al resto no puedo evitar lanzar mi habitual ronda de preguntas -Encantado de conocerte Vim, todo un placer Uluvur y me alegro de volver a verte Ward. La verdad es que me siento algo perdido con la situación -comienzo a explicar con diplomacia -¿Quién es Valdur Krole? ¿porque no vive en la ciudad? ¿que es eso de que era el protector del valle? ¿porque no viene el a vernos? y ¿cómo se ha enterado de nuestra presencia aquí? Siento tantas dudas y preguntas pero desconocemos todo sobre ese hombre y me gustaría informarme lo mejor posible -concluyo tratando de hacer ver a nuestros nuevos compañeros que no sabemos nada sobre la situación en el Valle de Ruswold.

Puesto que aquella reunión no pintaba demasiado bien, se acercó a Gareth para confirmar si era el momento adecuado para reunir algo de información del pueblo o quién estuviera dispuesto a ofrecñersela. Le susurró discretamente desde su espalda. ¿Deseas que vayamos o nos dirigimos ahora al pueblo? Su mensaje dejaba claro que el resultado y éxito de aquella tarea era función de cuantos se dedicaran a ella.

Está claro que la noticia de nuestra llegada se había extendido rápido, si el antiguo bann ya sabe de mostros- pensé -Solo falta ver que quiere de nosotros.

Perdonad la curiosidad de mi compañero, a veces le cuesta refrenarse- les dije, refiriéndome al aluvión de preguntas de Vargad -Pero tiene razón, nos gustaría saber  el tipo de persona que se interesa por nosotros tanto como para hacer que vengáis a buscarnos- añadí. En ese momento Cassandra se me acerco por detrás, preguntándome entre susurros que íbamos a hacer, por lo que me quede pensando unos instantes. -Como supongo que sabréis, el bann nos ha encomendado un trabajo, y nos gusta cumplir los trabajos que nos mandan rápidamente… aunque también es verdad que lo que sepa nos puede ayudar con ello- dije, medio pensando en voz alta -Si no le importa que no vayamos todos, no hay problema, así mientras algunos vamos a hablar con el resto de mis compañeros podrá seguir con lo que les ha encargado el bann… no sé de qué querrá hablar, pero no creo que sea necesario que vayamos todos ¿no?- les dije, tanto a mis compañeros como a los aldeanos.

De esa forma podremos adelantar y conseguir información de los aldeanos y del antiguo bann- pensé -Ahora solo falta quien irá en cada grupo- me dije, mientras pensaba en lo que sería más adecuado, consciente de que como había insinuado Cassandra, mandar poca gente al pueblo sería contraproducente.

Ward miro con cierta desconfianza a Vargad, quizá molesto por las preguntas.
-El manor Baldur Krole es un noble del valle al servicio del rey, y quien antes había ocupado el cargo de Bann hasta que fuera sustituido por el actual ante la petición del pueblo- respondió Vim adelantándose a Ward –En cuanto al resto de sus preguntas creo se las podrían formular a el mismo en cuanto lleguen ante él. Podemos partir ya?- pregunto Vim notándose algo apresurado.

Separarnos en dos grupos parecia una buena idea, algunos podriamos avanzar mientras otros dialogaban. Para Ciara las opciones eran claras, Gareth era el lider, debia ir, y Sondra, era la experta en diplomacia por lo que tambien era imprescindible. Por otro lado Vargad lanzaba sus preguntas sin dudarlo, y sin duda haria un perfecto tercer miembro para el grupo que se reuniese con el viejo Bann, aunque Ciara no estaba segura de si incluia a Vargad en su mente porque era una opcion, o porque las miradas y el comportamiento del mago del circulo le seguian poniendo nerviosa.

Dejalo, no es como si fueses a decidir tu. Se dijo a si misma.

La idea de dividirnos parecía la opción más inteligente. Aun tenias que buscar a alguien que conociera los bosques y el tiempo estaba en nuestra contra ya que esos mercenarios, nuestros competidos ya se había puesto en marcha.

-La idea de dividirnos me parece la opción más sensata- dije para el grupo. -Gareth tu decides ¿Como nos dividimos?-. No quería influir en su decisión y ya había expresado antes mi deseo de conocer al antiguo Bann, así que no vi la necesidad de repetirme, lo que el decidiera estaría bien.