Partida Rol por web

Caminé a toda prisa hacia la posada, siempre seguida del resto de mis compañeros. Durante el camino oímos preocupantes rumores que aunque no llegaban a concretar lo ocurrido, auguraban que algo se estaba cociendo en las afueras de la villa.
No perdí demasiado tiempo penando en las habladurias de la gente, pues al llegar a la taberna dejaría de estar al mando y ya no seria decisión mía el como actuar ante estas nuevas noticias.

Al entrar a la taberna y encontrarla atestada de gente, pero sin ningún rastro de nuestros compañeros, el desanimo me invadió. ¿Qué deberíamos hacer ahora? Pensaba mientras miraba a mis compañeros en silencio. - Esperadme aquí voy a preguntar a la barra para asegurarnos de que Gareth y el resto aun no han pasado por aquí. Digo al grupo antes de alejarme. Aparto a la gente de mi camino dando pequeños empujones si es necesario, pero siempre añadiendo una disculpa.

A Erackand no le gustaban nada los rumores. Cuando surgían es porque algo, fuese lo que fuese, había pasado y no saber qué era significaba que sabían poco o nada. Eso no era bueno. Muchas veces la buena información es la diferencia entre una victoria y una derrota.

Mientras Sondra se abría paso entre la gente, Erackand, sólo por si acaso, vigilaba las armas y las intenciones de aquellos que les rodeaban.

Compartió la preocupación con el resto en cuanto comenzaron los rumores, pues siembran incertidumbre y desconfianza, pero lo que es peor, confunden a los que no poseen capacidad de diferenciar los fragmentos veraces y útiles del esperpento de la mentira. Su brazo quiso detener a Sondra, pero la multitud le impidió que se adentrara, de alguna forma u otra les tocaría esperar, aunque la idea de dispersarse y sacar tajada de los borrachos le parecía divertida y oportuna. No obstante no pudo evitar compartir sus temores con el atento enano, el más susceptible a tal suposición. Creo que deberíamos echar un vistazo, ataques y humo al suroeste…  no estoy segura qué camino tomaron, pero apuesto a que nuestro amigo es capaz de provocar un incendio si la situación se torna complicada… ¿no crees? Su mirada buscó a Sondra con la confianza de qué regresara cuanto antes para valorar su intención.

En la taberna todo continuaba igual, a nadie parecía importarle la presencia de los recién llegados, quizá sobre todo por que había ya varios mercenarios allí presentes. El fuerte olor del lugar y el calor intenso que se sentía eran un buen motivo para que muchos buscaran con premura una cerveza una vez se encontraban allí dentro.
Sondra se habría paso hasta la barra sin contratiempos mientras sus compañeros a lo lejos la observaban con atención. Y justo cuando estaba por llegar a la barra un sobre salto llamo la atención desde afuera.
-Humo, hay un incendio al sur!- grito un poblador que pasaba desde afuera provocando que una oleada de personas salieran de la taberna para ver que sucedía y con ello llevándose  al resto de los mercenarios con ellos
-Viene de la fortaleza del Mannor Krole, hay fuego en su fortaleza!-

La taberna está tan llena que siquiera me puedo concentrar en oír algo, pues el molesto murmullo sin cesar de los comensales me saca de quicio. Con el ceño fruncido y la mirada irritada, me paseo intentando disimular mi desagrado y esa clásica expresión de oler mierda.

En ese momento llega un aldeano hablando acerca del fuego a las afueras, por lo que tomo del hombro a Cassandra y le hablo a ella y al resto:

 - "Nuestros compañeros están allá. Debemos partir de inmediato en su apoyo."

Acto seguido salgo de la taberna y busco la columna de humo con la vista, para saber la dirección exacta en la que debemos dirigirnos ya.

Había llegado a la barra sin problemas, pero cuando estaba apunto de atraer la atención del tabernero algo ocurrió. -Humo, hay un incendio al sur!- Oí gritar desde el exterior. He inmediatamente todo el gentio que se agolpaba en el lugar comenzó a salir fuera a satisfacer su curiosidad.
Cuando oí que ese humo provenía de la fortaleza del antiguo bann, donde seguramente se encontraban el resto de nuestros compañeros, yo también decidí salir.

Fuera en la distancia podía apreciarse con claridad el humo. Aparte la mirada del humo y comencé a buscar la mirada de mis compañeros, queriendoles indicar con mi expresión mi estado de alarma. Que el hacedor los proteja. Pensaba para mis adentros con la mente puesta en Gareth, Ciara y Vargad.

Venga chicos, menos hablar y más caminar. Son los nuestros los que pueden estar en problemas.

El enano parecía ansioso por salir de allí y dirigirse al lugar del conflicto.

La muchedumbre se agolpaba ya en el exterior de la taberna, y tras muchos problemas para abrirse paso, Sondra había logrado llegar hasta la salida. Fuera de allí algo retirado del cúmulo de gente que se agolpaba, se encontraban sus 4 compañeros, parecían querer partir en dirección de aquella nube de humo que se extendía hacia el suroeste de Longerswold, justo en los alrededores donde debería estar la fortaleza del Mannor Krole.
Algo indecisos, varios mercenarios que se encontraban también en la taberna cuando todo sucedió, estaban ahora intentando organizarse para ir ayudar, aunque su lentitud era clara.

Me dirijo a una ventana de la posada por la cual divisar el humo -allí deben estar mis compañeros- y llamo a aquellos compañeros que yacen con migo.

Debemos ir a por los caballos y viajar lo más deprisa hacia la columna de humo, los nuestros podrían estar en peligro.

Veo que los acontecimientos nos pillan desprevenidos. Vamos, vamos.

El enano mete prisa a todos y les insta para que vayan a los caballos con celeridad.

En un alarde de liderazgo animó al grupo a dirigirse a sus corceles, seguramente ese incendio era un buen síntoma al fin y al cabo. ¡A los caballos! Demostrémosle a esta gente para qué hemos venido. Y sus pasos fueron rápidos hacia su montura.

Con la llegada de Sondra y el resto al exterior de la taberna, el grupo entero monto apresuradamente sus corceles para salir con rumbo a la fortaleza del Mannor Krole a toda prisa. Por lo que pudieron notar, no eran los primeros en salir para alla, un hombre vestido con una tunica raída oscura se les había adelantado por mucho. Tras ellos, algunos grupos de mercenarios empezaban a organizarse, aunque había muchos que en el fondo no tenían interés en ello, pues precisamente vivían de un pago, no eran héroes.

Montar era un engorro. El enano bamboleaba sobre el corcel acompasadamente. En el viaje Erackand había andado todo el camino pero aquella vez tuvo que montarse sobre el caballo o no llegaría a tiempo. Pero eso no significaba que le gustase. Tampoco significaba que no lo pudiese hacer o que fuese torpe con ello. Es que le gustaba controlar su propio movimiento. Llevar las riendas de un caballo significaba la posibilidad de que te tirasen al suelo o que se encabritase por miedo u otras cosas.

Vamos lentorros dijo al grupo viendo que podía dejar atrás a sus compañeros, cosa que no quería. Estaba nervioso y se le notaba. Mi abuelita corría más con la pata de madera, maldita sea.

Hiúz se sube a su caballo y hace todo para alcanzar al enano … -parece que montar lo pone nervioso-. Mira al enano de re ojo en su mirada se ve un paz llena de preocupación por sus compañeros lejanos. Aunque lo que mas teme es el olor de le sangre que siente teme lo que encuentre traiga sus recuerdos a flote

Vamos compañeros demostremos ser dignos de esta empresa

Tomo mi caballo y me subo a él para ir al lugar en el comenzó el fuego, que al parecer es el mismo sitio donde el resto de nuestro grupo había ido a hablar con el anterior Bann. Mientras hago que mi caballo comience a galopar, pienso en la situación y en lo que debemos esperar:

"Si un fuego comenzó en esa zona hay varias posibilidades, pero la única que es sustancial es el hecho de que nuestro querido elfo lo haya iniciado. De ser así, las posibilidades se reducen a que hayan sido atacados por bandidos o de que lo haya hecho para defenderse de las fuerzas de Krole. De ser la última opción, es probable que nuestros compañeros ya estén muertos y de que los hombres nos estén esperando. La otra opción es que nuestros compañeros hayan vencido y necesiten asistencia, en cuyo caso debemos huir con rapidez antes de posibles represalias. Sea como sea, debemos ser rápidos y precisos en lo que hagamos. Reaccionar mejor de a como lo hemos hecho hasta el momento."

Intento hacer que mi caballo galope lo más rápido posible mientras lo guío por el camino junto a mis compañeros. Si bien es importante llegar lo más veloz posible, también lo es llegar juntos para evitar posibles emboscadas.

Tras la pronta marcha de la vanguardia, la elfo mantuvo cierta duda y preocupación, no eran los únicos que se dirigían hacia la fortaleza, demasiados escenarios en los que se encontrarían en desventaja. Dejó que su caballo siguiera a la manada mientras su atención se posaba en los flancos y en la retaguardia, no estaba de más analizar el entorno si la intriga invadía sus pensamientos.

Sonrío aliviada ante la orden de Cassandra de montar en nuestros caballos. La carga del liderato comenzaba a hacer mella en mi y cada vez pensaba con menos claridad. No estaba acostumbrado a manejar a un grupo, siempre había ido por libre, bueno no siempre... el recuerdo de Arraman pasa fugaz por mi mente y siento una punzada en el corazón. Hacia tanto que no acudía a mi memoria. Pensé con nostalgia.

Me obligo a recuperar la serenidad y montar en mi caballo para seguir al resto del grupo. Trato de mantenerme a la cabeza del grupo. Hasta que me libre de esta pesada carga seguiré actuando como un líder. ¡Vamos! ¡Nuestros compañeros pueden estar en peligro! Grito con todas mis fuerzas mientras sujeto las riendas de mi montura y el viento agita mi larga melena.

El grupo partió de inmediato sin esperar a nadie ni comentar nada, lo cual llamo la atención de muchos de los mercenarios allí reunidos, sin embargo esto poco importaba para los miembros de la legión del trueno pues sus compañeros se encontraban en teoría justamente donde se levantaba aquella columna de humo.
El paso por el camino fue mas rápido de lo que consideraron y tras pocos minutos de avanzar rumbo a la fortaleza se encontraron con el primer indicio de lo que podría estar sucediendo. A medio camino de trayecto había dos carromatos incendiados, allí un par de hombres bien armados y montados en sus corceles miraban el fuego como esperando a que este se consumiera. En el terreno había señales de sangre y por el olor era probable que hubieran quemado cuerpos. Uno de estos hombres al ver al contingente acercarse desenfundo su espada como para enfrentarse en combate e indicándole de inmediato a su acompañante lo que veía.
Para los miembros de la legión del trueno la situación distaba mucho de tener una clara respuesta. Fuego, sangre, carromatos quemados; y mientras el grupo esperaba a Cassandra que se había retrasado, frente a ellos aquellos dos hombres les indicaban a lo lejos a gritos que se detuvieran e indicaran quienes eran.

El enano se paró a unos metros de aquellos dos hombres. No quería parecer amenazador, al menos de momento. Se bajó con un movimiento fluido y sacó el hacha. Tenía cara de funerales pero la barba hablaba más de problemas y huesos rotos.

Se limitó a quedarse quieto mientras la jefa hablaba. Era un gran alivio no ser el jefe.

Hola

Saludó a aquellos dos hombres, dando a entender que si por el fuera beberían unas cervezas juntos, a no ser que tuviese que arrancarles la cabeza.

El camino se hace más corto de lo que había imaginado pues nuestros caballos corren a una gran velocidad mientras nos llevan. Pero el paisaje antes de llegar ya comienza a demostrar que algo había sucedido, algo que claramente se había resuelto con violencia, pues la sangre y las marcas indican con suma propiedad de causa que sujetos habían muerto. Dos hombres con sus espadas desenvainadas nos exigen que nos identifiquemos antes de continuar en lo que parece ser la cercanía a una hoguera alimentada de cuerpos.

Sin pensar en nada más y no esperando a que Sondra hable, saco mi vara y les apunto con ella desde el lomo de mi caballo mientras exijo con fuertes palabras una rápida respuesta:

 - "¿Donde están los mercenarios que habían venido a hablar con Krole? ¡Contesten rápido antes de que les matemos como escoria! ¡Ahora, HABLEN!"

La energía mágica se agolpa en la punta de mi utensilio produciendo un brillo antinatural que nada bueno augura para mis enemigos, aun para los más ignorantes de mis artes. Somos más en número y estamos montados, por lo que deberían saber que su posición es de absoluta desventaja ante nosotros, por no lo que les conviene cooperar.

Espero su respuesta y las palabras de nuestra líder temporal antes de actuar. Si me apoya, nuestra jugada tendrá más fuerza, si intenta calmarme, servirá para hacer el juego del "Bueno y el Malo", lo que de todas formas ayuda.