Partida Rol por web

Castro sonríe y dice:

- Segundos... 

Comienza a acelerar el coche provocando mucho ruido. Suelta el freno de mano y sale en dirección a la calle por donde van a actuar los rusos.

- ¿Me llevo a alguno por delante? El coche es blindado...

Si invade la acera podría llevarse a parte del equipo de espías. Si todo sale bien, y parece que va encaminado varios de los objetivos quedarán neutralizados.

Daniel hace bien su trabajo y se lanza a por los rusos que tiene delante, se lleva a cuatro por delante en una maniobra invadiendo la acera y luego se posiciona para cubrir al mendigo formando un parapeto con el vehículo blindado. Ahora mismo el vehículo está a la vista del coche de Riego y María. Los rusos se han dado cuenta de que no están solos, todavía no hay rastro del francotirador. 

La situación queda de la siguiente forma. Cuatro heridos del bando ruso, un coche cruzado en la acera parapetando al mendigo que asustado se tira al suelo de la impresión. Los rusos empiezan a sacar sus armas y comenzará un tiroteo seguramente contra el coche blindado. 

Jordi puede abrir la puerta y meter al mendigo en el coche. La zona que recibirá más balas será la que alberga al conductor (Daniel). El equipo de Riego y María pueden atropellar al otro equipo o al menos intentarlo (Dificultad 6).

¡Acelera! Le grito a María mientras Francisco se preparaba para abrir la puerta, saltar del vehículo y agarrar al mendigo. Todo podía salir bien y rápido, o convertirse en una auténtica matanza con el mendigo y el por medio.

-Nos lleva el diablo una y otra vez- dice mientras se desabrocha el cinturón y se pasa hacia los asientos de atrás a medida que Castro lanza el coche sobre los espías. El catalán abre la puerta y toma con ambas manos al mendigo, introduciéndolo con lo que da su fuerza al interior del vehículo mientras rechina los dientes.

-¿Sabéis que hace un analista de datos, verdad? Pues esto está muy pero muy lejos- ladra mientras intenta acomodar al bulto del vagabundo y saca su arma para apuntarle en la cabeza.

-Un sólo movimiento en falso, y voy a hacerte desear haberte ido con los rusos. ¿Entendido?- dice mientras sin seguro, sus reflejos están listos para disparar ante cualquier sospecha de defensa por parte del desgraciado. -Castro, ¿está esperando una invitación? Nos vamos cagando leches. Que nos cubran los inútiles del otro coche- ordena mientras no le quita la vista de encima al vagabundo.

María lanza el coche contra el otro equipo de enemigos, no se sabe si por pericia o por pura suerte logra derrapar enviando a dos contra una pared del golpe del coche. Luego con una marcha atrás se lleva por delante a tres más quedando uno debajo del vehículo presuntamente muerto.

Los disparos del resto no se hacen esperar aunque la llegada de un segundo coche logra que Jordi tengo tiempo para coger al mendigo y meterlo en el coche. El mendigo parece estar fuera de sí pero de Jordi a pesar de no ser un agente de campo al uso logra apaciguarlo viendo que puede que sean peor caer en mano de sus camaradas.

Castro saca el coche con lentitud ya que del golpe ha quedado algo dañado y las balas que están impactando en el a pesar de ser blindado no ayudan nada.

En ese momento podéis ver un peligro con el que no habíais contado. Dos rusos parecen sacar un par de RPG-7 y planean lanzar su peligrosa munición contra los coches.

Castro ve a uno de ellos y le grita a Jordi mientras baja la ventanilla lo suficiente para que pueda acertarle:

- Jordi dispara a ese hijo de puta que nos va a fundir...

En el otro vehículo Riego ve el peligro y se presta a disparar con su fiel arma reglamentaria contra el que les apunta a ellos. Ahora todo depende de cada uno de ellos...el fracaso será una muerte casi segura.

-Este debe ser el peor berenjenal en el que nos hemos metido- exclamó Jordi mientras el ruido ensordecedor de los disparos hacía difícil concentrarse. Extrañó mucho más su mesa reservada en el bar habitual de Madrid, y el estar lejos, muy lejos de aquel incidente. Estaba claro que a los rusos poco les importaba causar un incidente. Eso, o simplemente les harían desaparecer en átomos volando.

Sus conjeturas pronto empezaron a probarse como... demasiado cerca a la realidad. - Si no nos movemos de aquí, nos va a fundir cualquiera de ellos- dice mientras extiende la mano y baja la ventana un poco para disparar. Apretó el gatillo, sin saber si era suficiente, pero sí que vaciaría el cargador antes de morir allí.

-Este es el momento para decir que os lo dije. Porque os lo dije- gruñó, mientras intentaba apuntar una segunda vez, olvidándose por el momento del vagabundo.

El exmilitar apunto su arma y disparó contra el tipo del lanza cohetes, pero algo no iba bien.

Jordi dispara acertadamente contra el enemigo que les va a lanzar un pepinazo, sus disparos aciertan en el cuerpo del ruso sin que este atine a disparar. Cae muerto al instante.

Riego se prepara para disparar pero su arma se encasquilla en el peor momento posible. Con cara de circunstancias ve como el ruso va a disparar el RPG aunque justo en el momento en el que va a hacerlo y acabar seguramente con la vida de la médico y del antiguo militar un disparo certero impacta en el lanzacohetes provocando que explosione y se lleve por delante no solo al que iba a disparar si no a un par de rusos más.

Tanto María como Daniel logran maniobrar y salir pitando de la zona de peligro mientras varios disparos de las fuerzas del orden nacionales les dan cobertura. El vagabundo está alucinado por la que se está montando, y la líder de los rusos les da orden de retirarse ante la presencia de demasiados efectivos. La lluvia de balas que están recibiendo los rojos es demasiado y sólo logran escapar la líder, el francotirador y un par de hombres heridos. Los hombres de Martín salen tras ellos pero parece que los rusos han dejado abrojos en la carretera impidiéndoles que les sigan demasiado tiempo.

Daniel y María conducen a la zona segura, donde el inspector Mayo os espera rodeados de los operativos especiales de la Brigada. Martín sonríe mientras se acerca a la zona corriendo con su fusil de francotirador a la espalda. 

- ¿Estáis todos bien? - os pregunta el antiguo tirador de élite del ejército mientras se acerca.

Sus hombres deciden esposar de pies y manos al vagabundo. Al cachearlo encuentran un par de cuchillos de gran tamaño ensangrentados, y también varias objetos punzantes. Todos con muestras de sangre reciente. 

Un miembro de la científica dicen que hay varias muestras de sangre y dichos grupos coinciden con las víctimas que se creen que ha matado el vagabundo. Deciden también ponerle una mordaza porque intenta morder a los agentes que están cerca suya.

Si. Contesta secamente mientras trataba de desencasquillar su arma, la cual, había fallado por primera vez en mucho tiempo. Ahora este cabronazo tendrá mucho que explicar, y seguro que los agentes de la embajada están deseosos de usarlo como material de intercambio con los rusos. Estaba claro que el vagabundo ruso, después de haber explicado lo ocurrido, volvería a Rusia a cumplir condena después de algún trato favorable con los comunistas.

Francisco estaba contento por haber terminado la misión con éxito, pero notaba que la misión no había sido un éxito absoluto. Puede que simplemente fuera el malestar de ver fallar a su pistola en un momento tan decisivo para su vida.

- Todos a salvo...aunque el final ha sido algo caótico. Demasiados tiros para mi gusto y han escapado algunos de los rusos... - dice Daniel - Pero Jordi demostró que le podemos sacar de la sala de interrogatorios, hasta sabe disparar que tenía mis dudas... - bromea - ...Riego no tengas esa cara, le podría pasar a cualquiera. Yo en un tiroteo reciente no le quité el seguro al arma, llevé un buen susto.

-Bien es mucho decir. Estaré bien cuando no tenga que hacer el trabajo de vosotros- dice Jordi, de mala leche, tratando de apaciguar el subidónd de adrenalina mientras mira como detienen al vagabundo. 

-Los agentes de la embajada no van a tocarlo hasta que no pase por mí. No me he partido la espalda, ni expuesto el pellejo para que algún embajador se gane una medalla negociando con el tío. Mayo, que me den media hora con el cabrón ese y cerramos el puto caso de una vez.- dice, apretando los dientes con fuerza. -Faltaba más- continúa, refunfuñando mientras observa de reojo.

-Aquí faltan varias piezas. Incluida la razón por la que un grupo de mercenarios ruso-polacos se han arriesgado por este loco. Y es lo que pretendo averiguar- ladra, no para nadie en particular, sino como producto de su propia latente molestia.