Partida Rol por web

No estaba siendo de ayuda y eso me desesperaba. al escuchar el grito tras la puerta el miedo se apoderó de mi cuerpo y traté de sacar fuerza de donde no tenía para alcanzar rápido la puerta para salvar a Steve. -¡STEVE!-grité con todas mis fuerzas -¡Steve por favor di algo! ¿¡Que está pasando!?- Miré angustiada a mis compañeros y seguí retirando trastos de delante de la puerta. Deseaba con todas mis fuerzas que aquella cosa no estuviera haciéndole daño a Steve.

¡AGHHHH! ¡¡Soy yo!! ¡¿Donde... donde estáis?! 

Acompañado de los gritos de Steve solo se podía escuchar sonidos bruscos, movimientos violentos y gruñidos guturales procedentes de algún lugar desconocido.

-No podemos perder tiempo, quitemos lo que queda y abramos la puerta y estar preparados, tenemos que salvarlo, pero si algo lo estuviera atacando, no quiero que nos sorprenda.

que esté bien, que este bien, vamos colega

-¡Steve, Steve, aguanta, ya vamos! Estamos tras la puerta, ¡resiste!-grité nada más escuchar su voz <Mierda, mierda, mierda, que inútil eres Monique> me dije a mi misma una y otra vez mientras las lágrimas se anegaban en mis ojos por mi propia incompetencia <tengo que hacerlo, tengo que conseguirlo...> Intenté apartar los trastos una y otra vez, forzándome. No podía permitir que Steve muriera, le debía mucho, si no hubiera sido por él habría muerto hace mucho.

El sonido cercano de las voces de tus compañeros te alentaba y te distrajo por unos segundos, pero no podías permitirte el lujo de hacerlo, pues a solo unos pasos yacía una criatura nada amigable, la cual avanzaba hacia tí lenta pero firmemente.

Tenías que pensar rápido si querias actuar antes que aquella cosa, ya que si no lo hacias estabas convencido de que ella no tendría ningun reparo en atacarte.

No cabía ninguna duda, tras aquella puerta se encontraba Steve, y aquello os alegró, pero al mismo tiempo escuchabais extraños ruidos igual de cercanos, que también parecian venir de aquella habitación. Algo os decía que Steve estaba en apuros...

Mientras tanto vosotros continuabais incesantemente de eliminar los obstaculos que os separaban de vuestro compañero, y parece que las palabras de Steve y el saber que se encontraba en una situación peliaguda permitió a Monique armarse de fuerzas para ayudar en la tarea y no ser ya un estorbo, lo cual agilizaba mucho el proceso y os hizo avanzar bastante en vuestra labor. Solo quedaba un poco más y podríais ayudarle.

-¡Joder! ¿¡Habeis escuchado eso!? ¡Steve está en problemas! - Decía alarmado mientras continuaba quitando trastos de aquel pasillo sin parar.

-¡Tenemos que darnos prisa, ya no nos queda mucho! ¡La vida de Steve está en juego!

La desesperación y el miedo se respiraban en el aire con una mezcla de sudor y sangre que me revolvía el estómago. Los gritos de Steve se podían escuchar casi con claridad tras la puerta, había pasado demaciado tiempo allí encerrado, solo y sin ayuda. Me sentía impotente, las lágrimas se anegaban en mis ojos mientras continuaba sacando los objetos rumbrentos y destrozados que nos obstruían la puerta. <Steve, aguanta, no tardaremos en llegar a ti...> pensaba mientras hacía todo el esfuerzo que mi cuerpo me permitía. No pararía hasta que la puerta estuviera despejada y pudiera alcanzar a nuestro amigo.