Tras la muerte de tu hermano todo cambió.
Siempre has sido un fiel creyente del catolicismo, pero tras la prematura muerte de alguien tan joven como tu hermano te hizo estar más arraigado a la fe que nunca.
Pensaste que al menos estaba ahora en un lugar mejor, ajeno a todos los problemas de la vida.
Todos los días rezabas por él, para que encontrara la paz. Sabías que debías ser fuerte por ambos, tenías que hacer que tu hermano se sintiera orgulloso de ti desde el cielo.
Pasó el tiempo y con él la muerte de tu hermano ya no pesaba en tu corazón tanto como antes.
Dios a veces nos pone a prueba, pensabas, y la tuya fue difícil pero poco a poco conseguiste salir adelante, con tu hermano siempre en tus pensamientos.
Pasaron varios años, y todo parecía normal en tu vida, pero un acontecimiento le dio un giro inesperado.
Un día cualquiera, recibiste una carta sin remitente. Abriste la carta y conforme ibas leyéndola los sentimientos amargos afloraban y no pudiste evitar llorar nuevamente.
La carta provenía de tu hermano. En ella te decía que siempre ha estado observándole. Dice saber lo mucho que siempre le has querido y todo lo que has rezado por él. Sin embargo te maldice. No entiende por qué tuvo que morir tan joven, por qué tuvo que ser él y no tu. En la carta mencionaba que había encontrado un refugio para su alma, un lugar donde entendían su angustia y su sufrimiento y le dieron cobijo.
Ven a Silent Hill... - citaba en la carta - Allí lo entenderás todo.
Pensaste que nadie en su sano juicio podría mandarte una carta con la intención de revivir esas heridas del pasado.
Por si fuera poco, la carta estaba escrita a mano, y pudiste comprobar que la caligrafía era exactamente la de tu hermano.
Así que tomaste la decisión de ir al lugar que citaba aquella carta. Buscando información sobre ese lugar descubriste que se trataba de un pueblo ahora deshabitado. La gente del pueblo se esfumó de la noche a la mañana, pero de eso hace ya más de una década.
Tu no sabías conducir ni tenías coche, así que tomaste el autobús que más cerca pasara por ese lugar y el resto del trayecto lo harías a pie.
Cuando llegaste a la parada del bus caminaste por una carretera secundaria que te llevaría al pueblo y llegaste hasta un puente que desafortunadamente estaba roto y no podías cruzarlo.
Poco a poco una densa niebla se iba adueñando del lugar.
Tuviste que atravesar el bosque para llegar al otro lado, hasta una pendiente por la cual continuaba la carretera.
Sin prisa pero sin pausa caminabas por la pendiente hasta que al fin llegaste al principio del pueblo.
Un cartel te daba la bienvenida el pueblo, pero estaba abollado ya que un coche estaba empotrado en él. Otros 2 coches estaban a su lado, estos últimos sin signos de accidente como el primero.
Pasaste entre los coches y a lo lejos vislumbrabas entre la niebla las primeras edificaciones de aquel pueblo.
Algo raro estaba sucediendo allí, y debías descubrir de qué se trataba.
Pensé que el paseo por el bosque resultaría agradable, pero no fue así, había algo inquietante en el, no se oían pájaros ni animales ni siquiera el susurro del viento sobre las hojas de los árboles. Además de la carretera cortada y esa extraña niebla.
Mientras caminaba pensaba en la carta, mi hermano tiene razón, debí ser yo y no el... Espero poder encontrar respuestas a tantas preguntas en Silent Hill.
Es un pueblo abandonado, no se que debo buscar, no hay gente. Sin embargo mi hermano habla de refugio para su alma. Eso me hace pensar en la Iglesia, ese será el primer sitio que visitaré.
Una gran sensación de desasosiego me invade cuando vislumbro las primeras edificaciones, los coches abandonados, el pueblo abandonado, me adentro en el pueblo en busca de respuestas.
Tengo mapa? Sacado de internet por ejemplo.
PD: No, no tienes mapa xD de hecho no tienes nada en tu inventario. así que empiezas sin absolutamente nada.
Mientras caminabas lentamente por el principio del pueblo, un poco nervioso por la idea de encontrate en un "pueblo fantasma".
El viento parecía traer consigo susurros, y mirando las casas del principio del pueblo, por un instante creiste ver a alguien mirandote por una ventana. Con lo oscuro que estaba aquello no pudiste ver más que una silueta, pero notabas que sus ojos estaban clavados en ti.
Me detengo cuando detecto movimiento en una de las ventanas, quizás haya sido mi imaginación pero me ha parecido ver algo. Sacudo la cabeza, tengo una sensación extraña pero trato de convencerme de que solo son imaginaciones mías.
Continuo mi camino en busca de la iglesia del pueblo.
Piensas decididamente en ir a la iglesia tras esas palabras enigmaticas de la carta de tu hermano, pero caes en la cuenta de que no sabes donde se encuentra. Y no conviene que te pierdas por un pueblo que ni siquiera conoces.
Así que a la vez que andabas por aquella calle desertica, pensabas en una manera de dar con la dirección de la iglesia del pueblo. No sabias con exactitud si Silent Hill tenía iglesia ¿Pero qué lugar no tiene iglesia? - pensaste.
De pronto algo te inquietó aún más que el suceso anterior. Una persona pasó por delante tuya, en la lejanía, de un lado a otro de la calle.
Parecía nerviosa y estaba corriendo mientras miraba detrás suya, como si estuviese siendo perseguida.
No veias bien a esa persona con la niebla, pero era indudable que llevaba un mono naranja.
Esta vez lo he visto claramente, es una persona, hay algo más en este pueblo. La persona parece nerviosa, intento tranquilizarla con mi voz.
- Espere... no voy a hacerle daño, espere... -persigo al mono naranja tratando de detenerle.
Aquella persona rápidamente abrio la puerta de una casa cercana y entró en ella.
No sabias si hizo caso omiso a tus palabras o si no las habia escuchado, pero lo que estaba claro es que iba con mucha prisa.
Casi sin pensarlo entro en la casa detrás de esa persona.
-Espera... -digo de nuevo.
Dentro, me quedo quieto frente al marco de la puerta, miro a mi alrededor.
Tras entrar en aquella casa sin ni siquiera pensarlo, en auxilio de ese misterioso hombre, descubres que se trata de una pequeña licorería.
El lugar estaba muy oscuro, pero una bombilla colgada del techo que se balanceaba dejaba ver la habitación.
Sentado encima de una barra se encontraba el hombre con el mono naranja, que tomó una botella, la abrió y se la bebia mientras hablaba para sí mismo.
Esto tiene que ser una jodida broma - Decia a carcajadas mientras su cuerpo revelaba que estaba aterrorizado ya que temblaba como un flan.
Su rostro estaba salpicado de sangre, aunque él parecia no tener ninguna herida.
Voy a caminar hacia el hombre, pero me detengo en seco cuando veo que esta cubierto de sangre. Su aspecto en general y las carcajadas histéricas hacen que me asuste un poco. Pero no huyo consciente de que le hombre esta aterrorizado.
- ¿Que es lo que le parece una broma? -digo con toda la calma de la que soy capaz.
Llevo aquí en este maldito pueblo una eternidad... He perdido a muchos compañeros, no puedo decir que fueran buenas personas... ¡PERO JODER SON PERSONAS! No merecen morir así... Y yo que creia que esto habia sido un golpe de suerte... Prefiero la cárcel a esta tortura.
El hombre, claramente alterado y con los nervios a flor de piel, intenta hacer que mantiene la calma y se rie de aquella situación, pero no puede evitar dejar caer unas lagrimas.
-¿Compañeros?
La idea de pensar que pueda haber más gente en el pueblo deshabitado, curiosamente me inquieta, ¿serán personas que realmente viven en Silent Hill, o que han llegado en busca de respuestas al igual que yo?
-A que se refiere con que los ha perdido, ¿que ha sucedido?.
Me acerco un poco más al hombre, está alterado, y triste. Algo horrible debe de haber pasado en este pueblo maldito y necesito saber el qué.
Espera un momento... Seguro que tu eres otro de esos fantasmas que vagan por aquí ¿verdad? ¿Has venido a hacerme daño?
Qué ironico... encima vistes como un sacerdote.
Ya no tengo nada que perder... intenté luchar por sobrevivir... pero esto es demasiado... ya no lucharé más.
Había oído muchas cosas sobre este pueblo maldito, no obstante e impacta un poco que el hombre piense que soy un fantasma.
-No no he venido a hacerte daño, y no soy ningún fantasma. He venido aquí en busca de respuestas a algo que sucedió hace algún tiempo. Visto como un sacerdote porque soy un sacerdote.
Me acerco un poco mas hasta que me quedo a su lado.
- Me gustaría saber que te ha pasado...
Tras vuestra conversación, aquel hombre dice:
Es inútil, ya no hay nada que hacer... Acto seguido se bebe de un trago el resto de la botella que tenía en la mano.
La impacta fuertemente contra la barra, partiéndola en multitud de trozos.
Toma el más cercano, y observas como se secciona la garganta con aquel trozo de vidrio rápidamente.
Intentas llegar para impedirselo pero él actua tan inesperadamente que no te da tiempo a reaccionar.
Pocos segundos después, un charco de sangre se empieza a formar, cayendo desde la barra hacia el suelo del estableciminto, y su cuerpo ya inerte se desploma.
Trato de reaccionar lo mas rápido que puedo, pero me siento paralizado por la terrible escena que estoy presenciando.
Es demasiado tarde y ya no puedo hacer nada por el, a pesar de la violencia de la herida y de la sangre tomo su cabeza entre mis manos, rezo una oración por su alma y cierro sus ojos abiertos.
-Tomalo en tu seno, mi Señor, no me cabe duda que ha debido pagar con creces por sus pecados.
Nunca sabre que le paso a aquel hombre para que acabara actuando así, o tal vez si, pero Dios no quiera que así sea.
Debo continuar con mi búsqueda pero no cabe duda de que el peligro acecha. Me incorporo y miro a mi alrededor, en busca de cualquier arma que pueda utilizar contra Dios sabe que acechan las calles de Silent Hill.
Aquella visión te tenia trastocado, pensando en que tenía que haber pasado ese hombre para llegar a quitarse la vida.
Pero de pronto algo llamó tu atención.
Se escuchaban unos pasos fuera de aquella licorería, provenientes de la calle. Eran muy seguidos, por lo que suponías que alguien estaba corriendo.
Mi mirada recorre el lugar en busca de algún arma cuando escucho algo fuera, empiezo a tener bastante miedo después de lo que acabo de presenciar, pero me armo de valor y salgo fuera tratando de ver que puede ser.
¿Encuentro algo que pueda utilizar como arma? Ojala u_u
Observas rápidamente la sala en busca de algo que poder usar, en caso de necesitarlo, como arma.
Aparte de las tantisimas botellas que había en las estanterias, lo único que encuentras es una silla rota tras la barra, cuya pata puedes usar para defenderte.
Acto seguido te armas de valor y decides salir a la calle para ver que sucede.
Continuas en una escena conjunta