Noche tras noche se repetía aquella pesadilla... aquella tortuosa pesadilla...
Por mucho que seguías insistiendo a la policía, el caso nunca más volvería a ser retomado, debías aceptarlo.
Si hace 6 años no encontraron las pruebas suficientes como para seguir la pista de tu esposa, ahora no cambiaría mucho la situación. Son todos unos ineptos – pensaste.
Un día decidiste que si la policía no hacia nada por esclarecer lo que le sucedió a tu mujer tomarías tu las riendas y removerías cielo y tierra para encontrarla.
Fueron meses de arduo trabajo. No sólo seguías como taxista para subsistir, sino que ademas en tu tiempo libre estabas siempre buscando información.
Ya casi ni dormías, preferías no hacerlo para no tener que sufrir esos horribles sueños.
Una parte de ti te decia que si soñabas eso todos los días era porque tu mujer, en alguna parte, imploraba tu ayuda.
Poco a poco comenzaste a atar cabos. Sobre tu mujer no podías encontrar nada más, era como si de la noche a la mañana se hubiera volatilizado, nadie voy nada.
Pero un día, un amigo del departamento de policía te dijo que no eras el único que había pasado por eso. Al parecer se habían producido más “abducciones” en estos 6 años.
Todos los desaparecidos eran mujeres, y todas literalmente se esfumaban sin dejar rastro.
El último caso conocido fue el de un tal Steve O´Conner.
Tu amigo te facilitó la declaración que le tomaron a aquel hombre. Aseguraba que sufría pesadillas sobre su novia.
Era exactamente lo mismo que te estaba ocurriendo a ti. Asombrado, continuaste leyendo el resto del informe, y esta fue la guinda del pastel, una luz que te alumbraba el camino a seguir.
Al final de la declaración aquel hombre dijo algo muy extraño. En sus pesadillas, su novia le pedía constantemente que fuera a un lugar, un lugar llamado “Silent Hill”.
La policía pensó que era un delirio sufrido por un shock “post-traumatico” así que no le dio mayor importancia a las palabras de ese joven.
Pero para ti era la única pista que habías tenido relacionada con tu mujer en 6 largos años, no pensabas desaprovecharla. Tal vez solo fueran muchas coincidencias, pero tu no creías en ellas, tu pensabas que allí también encontrarías a tu esposa.
Fue entonces cuando tomaste tu coche, cogiste lo indispensable, además de un antiguo mapa que te llevaría a aquel lugar y pisaste el acelerador a fondo.
Tras una hora y media de camino, tomaste una desviación que te llevaría hasta tu ruta y observaste como una densa niebla se cernía sobre ti.
Subiste por una pendiente y al poco tiempo estabas frente a un cartel que decía "Bienvenidos a Silent Hill".
El cartel estaba abollado debido a que un coche estaba empotrado en él, pero aún así podias ver con claridad aquellas palabras que te hacían pensar que tu meta estaba cada vez más cerca.
Tragué saliva...Ya estoy aqui,no me voy a echar atras...
Y pisé el acelerador
Pisaste el acelerador con la intención de seguir avanzando con el coche, pero por algún extraño motivo el coche no respondía.
Resultaba muy raro ya que tenia gasolina de sobra para recorrer durante un dia entero.
Pero que coño?
Recojo todas mis cosas y salgo del coche.
Cargo el revolver y empiezo a caminar hacia delante.
Por cierto ¿Que llevo encima?
PD: En tu inventario aparece lo que llevas
Avanzaste a pie durante el corto trecho que te quedaba desde tu posición hasta la entrada del pueblo.
Vislumbrabas ya las primeras casas de la calle principal.
Algo en aquel lugar no te daba buenas vibraciones. No sabías si era por aquella molesta niebla, o porque no escuchabas ni veias a ninguna persona proveniente del pueblo.
Los pueblos son mucho más tranquilos que las ciudades, pero no tanto como lo que tú estabas presenciando.
Me encamino hacia la acera y trato de identificar los edificios en busca de un bar o un hotel.O algo abierto
Mientras caminabas por el principio del pueblo, viste a lo lejos a una mujer, de edad adulta por su apariencia, que gritaba hacia una ventana de una casa cercana.
Continuas en escena conjunta