Partida Rol por web

¡Angelo no era un extraño, es un amigo y nos ayudó... snif... no puede ser que haya hecho eso! ¡Si Angelo es un extraño todos son unos extraños menos Doc Sayomi!- diría llorando a Sora cuando lo de los extraños de nuevo... ¡Angelo no era lo mismo, con él habíamos convivido, nos habíamos ayudado y nos habíamos reído! ¡Y le conocíamos desde casi el mismo tiempo que los demás, y los demás no son extraños!

Escuchaba más a Sora, pero esta vez no quería hablar más o responder... lloraba principalmente mirando la estatua. ¡Quería que dejara de ser una estatua de oro! Si Sora tenía razón, quería que lo revirtiera... y entonces... -¡¿Tienen a Keitaro tambien...?!- preguntaría horrorizada... ¡¿Porque pasaba todo esto?!

 La científica no encontraba como consolar a Jess, furiosa internamente que tantos eventos se hubiesen encadenado uno tras otros dando a la chica ese golpe de realidad cuando aún no era capaz de procesar el mundo en el que vivían. Asentiría a la declaración de Sora, sin nada que pudiesen hacer ahora por lo sucedido, antes de prestar atención al recién llegado mientras se le acercaba para examinarle un poco, por si podía ayudar con esas heridas.

 - N-No pude verlo bien todo... Angelo me derribó c-casi de inmediato... Pero vi a unos hombres trajeados lanzarse sobre K-Keitaro-san... Pude escapar de mis captores atrapándolos en burbujas de agua, p-pero a él... - por la declaración de Sora, entendería que no tuvo la misma suerte.

 Por su lado, Jess rompería en llanto, lanzándose a mover un poco la estatua de Gabriel mientras iba aceptando todo aquello, aunque la noticia de Angelo no ayudaba en absoluto: Sayomi no encontraba palabras para decirle, aunque terminaría asintiendo al comentario de que si aquello fue provocado por un quirk, tal vez el responsable podría revertirlo.

 - C-Comentaron algo de que nos atraparían a t-todos... Angelo debió soplarles lo que haríamos hoy... - añadiría Aoi, terminando por tomar asiento mientras la científica sacaba de su bata algunas herramientas para tratar los golpes.

 - No podemos huir de esto... Debe haber algo que nos permita llegar hasta ellos y enseñarles que no fue buena idea llegar a este extremo contra nosotros... - declararía Sayomi, dirigiendo nuevamente una mirada hacia Jess, con lastima.

 Entonces, el teléfono de Sora recibiría un nuevo mensaje.

 Poco luego de haber recibido y leído el mensaje, aparecerían los tres puntos indicando de que el chico al otro lado estaba escribiendo una respuesta: no fue inmediata, pero tampoco tardía.

Sí, Luck, mi hermano menor...

Originalmente las cosas iban a ser de otra forma, pero con el crecimiento de Jess tuvimos que improvisar, y mi padre me obligó a diseñar el plan. Lo lamento.

Solo puedo darte un consejo: No podrás acabar con padre, pero él no está interesando en ti. Si quieres conservar a tu novio, sigue las indicaciones...

 Aquel mensaje confirmaba varias cosas: los responsables tenían información reciente del grupo; el pelirrojo de Shibuya formaba parte de la enfermiza familia de Hanzo, y este último parecía haber usado su quirk para ver el resultado de todo aquello y que las cosas saliesen a beneficio de su padre...

 No parecía haber mentiras en su mensaje, siendo que en la cita Sora pudo confirmar que era alguien que, queriendo o no, era muy sincero, y aún así... Había algo en particular que enviaba un segundo mensaje de su parte.

 Al acercarse a tocar la estatua, una corriente eléctrica recorrería los brazos de Jess tras colocar las manos sobre el oro. Como si algo se hubiese conectado dentro de ella, la chica escucharía pequeñas voces distorsionadas susurrando directamente dentro de su cabeza, aunque no podría entenderlas hasta unos minutos después donde, al ver el reflejo de una botella rota, identificaría la mirada de Zeus.

Este no es el final, pequeña... Encuentra al responsable, consume su carne... ¡Obtén el poder para revertir esto...!

 En otro frasco roto, el rostro Freya era el que se reflejaba ahora.

Revertirlo o no es indiferente: Lo importante es hacer que el responsable pague con su vida, que sufra cada instante de ser posible...

 Y por último, en una botella más pequeña pero milagrosamente intacta, la mirada de ojos cerrados de Gabriel se mostraba.

 . . .

Está bien...

Uhu. Alguien más está en problemas, parece. ¿Omitiste algo? Ya me dirás. Por ahora parece que el que las cosas vayan bien asegura tu bienestar también.

Decidió responder con resignación, que no reflejaba su estado en absoluto. Una casa ardiendo acaba con todo el mundo, sea padre, abuelo, o hermano. Pero tampoco es que ese sujeto fuera su objetivo principal en particular. De momento sus ojos fueron a Aoi, casualmente.

Ya que hicieron esto, está bien que tome la compensación que prefiera. Será una buena cosa que mostrar al abuelo cuando retorne. Por ahora, concéntrate Sora. Se cuidadosa. Y no caigas en no aprender la lección de lo que hablas con Jess.

-No hay tiempo particular para eso. Me están diciendo que debemos subir a un vehículo que está cerca. Sigh... -cerró los ojos- Debemos obedecer, por supuesto. Si nadie más está aquí, se entiende que los demás están con ellos, además de Kei-kun. Kurai y Void, hmm...

Se acercó a Jess, suavizando su voz un momento.

-Hay una frase tan verdadera como el suelo que pisas, Jess: la confianza tarda años en construirse y un segundo en destruirse. Poner confianza en otros es un acto valiente, porque te arriesgas a que la usen para lastimarte. Pero cerrarse a todos no es la forma de vivir, tampoco.

Miró a Aoi.

-No hay tiempo de curaciones, sal primero, avenida Yokohama esquina Tadakatsu, unas dos cuadras de aquí. Si tardamos mucho en ir saliendo, quizá hagan daño a Kei-kun. Yo tomaré un momento para calmar a Jess y que no haga alguna cosa descontrolada. Está...claro lo que haya que hacer, y si hay alguna resistencia por el camino, otros sufrirán.

Le miró con insistencia y luego a la puerta, viéndose ansiosa. No podían quedarse ahí para siempre.

Sujetaba la estatua de oro que era Gabriel, mirándolo con lágrimas en los ojos el reflejo dorado. Todos estaban hablando a mi alrededor... Decían que Angelo había hecho cosas malas a sus amigos, que tenían a los demás. Todos hablaban... haciéndome mirar a mi alrededor, mirando a ellos, a los objetos rotos, al lugar, a veces a ningún lado... Y al final -¡CALLAOOOOOS!- gritaría desconsolada sujetándome la cabeza, claramente desbordada por tantas voces hablándome a la vez diciendo cosas feas o diciéndome que debía hacer yo.

Luego de ese grito, únicamente lloré... Llore mucho y mucho sin parar... llegando a inclinarme sobre la doctora para llorar en su hombro -Snif... snif... Quiero que todo vuelva a ser como cuando no era grande... snif... quiero todo como antes... snif... bua...- balbuceaba algo sobrepasada. Se que Sora había dicho que debíamos hacer algo... pero ahora mismo estaba rodeada de muchos estímulos diferentes. Quería que Gabriel volviera, que Angelo no hubiese hecho nada, que yo no hubiera crecido... Todo era mejor antes de despertarme más alta.

 El grito repentino de Jess llamaría la atención de todos, siendo que Sayomi casi de inmediato que dejaría a Aoi para acercarse a ella e intentar calmarla, aunque evidentemente era imposible ahora rearmar los sentimientos de la chica, quién se encontraba desbordada por toda la situación sumados a sus terrores internos.

 - Jess... - Aoi la miraría con lastima, antes de ver a Sora. La primera impresión del chico al escucharle seria de sorpresa y duda, cuestionando si realmente no habían al menos unos minutos para aliviarse el dolor, pero entendía que cuanto más se preocupase por eso, peor lo podría pasar el resto. -. Esta bien... Movámonos cuanto antes. Ya me las arreglaré...

 El chico alcanzaría un par de las cosas que Sayomi había sacado para tratarle, específicamente algunas vendas y pastillas para cerrar pequeñas heridas y nivelar el dolor, sin tardar más en salir de la guarida y empezar a andar a paso lento pero constante hacia la dirección que le dio Sora.

 - Tranquila, Jess... Aún podemos resolver esto... - le aseguraría Sayomi, intentando calmarla de alguna forma aunque en el fondo no estaba segura de que aquello fuese verdad, pasando entonces a mirar a Sora. -. Vamos directos a una trampa... Pero no tienes más opciones, ¿no...? - al final, la científica podía superar aquel suceso de cierta manera teniendo a Jess a su lado, pero sabía que quién sea que hubiese hecho aquello no se detendría hasta tenerla: debía acabar con el problema de raíz. -. Vamos...

-Lo siento Jess...lo siento. Este es un mal momento, pero los héroes coloridos también han tenido los suyos y siempre salen adelante luego de ellos. A partir de aquí no falta mucho antes de que todo mejore.

Sora, por su parte, permaneció en silencio dándole unos minutos a Jess para aclarar su cabeza y miró a Aoi como para que comprendiera que necesitaba esos momentos. Cuando se marchó, ser aseguro de que se hubiese ido en aproximadamente un minuto, asomando por la puerta y mirando a los lados, antes de cerrarla.

Y su tono cambio del derrotado que usaba a uno firme.

-Tenemos. Pero como explicaba, la confianza de gana. Me es ligeramente sospechoso que se haya librado de los atacantes cuando echándole agua lo dejas sin piernas para huir. Si me equivoco ya me disculparé luego.

Levantó las cejas.

-No anterior negocio tenía sus puntos turbios, marcadamente el modus operandi de tratar de hacerte subir a una van y esperar con alguna droga inyectada. Probablemente es lo que va a pasar, pensaba que quizá tuviera los insumos necesarios para darnos algo de resistencia a las principales drogas sedantes o incapcitantes que conozca. Puede que usen otras, pero ¿por qué lo harían? De esa forma comenzaríamos a no estar tan en la palma de la mano como creen tenernos. No me fiaré de nadie más que ustedes dos por el momento. Y sé quién es el responsable de esto.

Puso las manos en la espalda, y suavizó su tono.

-Jess...trataré de ser lo sencilla en mi lenguaje posible, se que no querés nada ahora. Pero debes continuar, no te dejes aplastar por las circunstancias. -carraspeó levemente para soltar una tonadilla agradable, de sus canciones- ¡Las flores deben buscar el sol, no importa la nieve, enfrentar si llueve, a la luz los pétalos de mueven! ♪

Intentaba relajarme, intentaba calmarme... sin éxito; pero de verdad que lo intentaba. Lo intentaba porque se que llorando aquí no podría ayudar a que Gabriel volviera. La doctora también lo intentaba, diciéndome que aún podíamos resolver todo esto... pero tardaría un rato en calmarme. Sora también, diciendo que los héroes multicolor también habían tenido malos momentos y salían adelante. Me quedaría llorando un rato... mirando desde el hombro de la doctora una botella pequeña como punto fijo... poco a poco llorando menos.

Aoi se marchó primero con unas pocas vendas... y según la doctora íbamos a una trampa pero sin tener más opciones. Y eso no sonaba muy bien. Me iba pudiendo calmar poco a poco... Pero cuando se terminó de marchar el peliazul, Sora pasó de hablar preocupada y cambió la voz... y volvió a empezar a decir cosas malas, haciéndome reaccionar en aquel estado -¡¿Que?! ¡¿Ahora dices que Aoi también actúa como extraño?!- le preguntaría directamente... pareciéndome inaudito lo que decía.

Y encima luego volvió a cambiar la voz y a hablarme sobre continuar como si nada -¡Ahora no cantes, es muy raro verte pasar de triste a mala y de mala a alegre! ¡Aoi vino herido, le hicieron daño y tu dices que puede ser malo! ¡Mala estas siendo tu diciendo cosas malas de los amigos!- aquello que dijo desde luego no ayudó a relajarme, me enfadó -¿La doctora y yo entonces también somos extrañas para ti, no confias? Snif... ¡Dices cosas de muy mala amiga!- le diría a Sora claramente afectada por lo que dijo. Ya bastante era todo lo anterior para que ella ahora también quisiera decirme que Aoi podía ser maloso tambien... ¡Solo faltaba eso!

Ahora estaba muchas más cosas a la vez, apretando los puños con ojos llorosos y muchos sentimientos dentro que antes no tenía por ser más simple -Snif... Vamos...- diría al final lo último que dijo la doctora antes de todo esto. Si ella nos dijo que nos fueramos, yo me iría con ella si con eso se podía arreglar todo esto... aunque estuviera así de confusa emocionalmente. Miraría una última vez esa botella que miraba al principio antes de limpiarme las lágrimas para irnos.

-No has escuchado ni una palabra de lo que he dicho sobre la confianza. Si, ustedes son extrañas para mí, pero yo hoy estuve contigo mientras esto pasaba así que se, con mis propios ojos que no me la estaban jugando. Por eso quiero confiar en ustedes dos. Y porque veo lo que están sufriendo sin motivo más que tratar de llevar una existencia feliz. No tengo interés en tú quirk que todos quieren, lo cual...parece ser raro en estos días.

Y tú por otro lado continuas eligiendo confiar en cualquiera. Es difícil introducir conceptos así cuando ni siquiera sabes leer, que horror que todo esto te esté pasando. Se breve, se breve...

Suspiró, hablando más para Sayomi, bajando el móvil y lo que quería decir con esto.

-¿Pero igual que hago yo esperando que entienda nada una niña de 10 que está lidiando con tanto? -dijo esto triste, realmente era la peor combinación posible para tratar de hacerle entender la gravedad de aquello. El mundo era verdaderamente injusto para esa niña.- Lo siento, entonces, creo que tienen demasiado en su plato. Resolveré esto por mi cuenta lo mejor posible.

Se cruzó de brazos, mirando a la doctora.

-Leí que a Jess le sedaban con algo en específico, imagino que debe saber mejor que yo. Iré yendo primero si necesita tiempo para prepararse, me gustaría algún refuerzo también, pero no es prioritario.

Volvió a poner la vista en el celular.

Abuelo.

La familia Nobunaga secuestro a Keitaro.

Uno de sus hijos parece obsesionado conmigo, de ahí el motivo.

No te alarmes, y dame tiempo, lo resolveré.

Me están pidiendo que me deje secuestrar en breves.

Me gustaría no arriesgar daño a Kei-kun.

Por favor, se que será difícil, pero no te preocupes.

No tengo tiempo de explicar todo ahora pero tengo un plan medio armado.

No cedas a pedidos de recompensa o extorsiones siente llegan, solo no respondas a nada.

Volveremos con bien.

Te amo ❤️

Tengo unos pocos minutos más por si tienes algo que decir o quieres llamar.

Por supuesto que su plan era...medio cocinado, pero en un rincón uno no tiene demasiadas opciones. Debería confiar en las predicciones de su cita, y en qué lo compartido hubiese sido honesto. Simplemente le había parecido una interacción fresca en su momento, si le había engañado fuera. Pero quería creer que tenía un juicio...mejor que el de la niña en cuanto a poner confianzas.

Ahhh, debí retirarme con el pendrive. Me gustaría restaurar a Gabriel de ser posible, pero lo veo poco probable.

...

¿Un toque de Midas? ¿Será el quirk del padre Nobunaga?

Necesito aprender lo que pueda para cuando pueda aprovecharlo, que situación desagradable...mi carga está completa, también. Debo ser cuidadosa en mantenerme con energía.

Realmente las palabras de Sora no parecían que quisieran tranquilizarme... Porque con ellas no hacía más que enfurruñarme más -¡Claro que te escuché! Pero que te escuchase no significa que me gustase o que pensase que tienes razón- diría de forma clara, molesta de que pensara que no la había escuchado en su momento... ¡Pero porque me lo hubiese dicho ella no iba a pensar que es todo así o no! Dijo que quería confiar en nosotras dos porque estábamos con ella cuando todo pasó... -Es decir, que si no hubiéramos estado contigo no querrías confiar y también dirías cosas malas de nosotras cuando no estemos... ¿Entonces para que te has quedado aquí si no confías en nadie?- diría y preguntaría enfurruñada y claramente afectada. Diría que también era porque veía lo mal que lo estaba pasando... pero yo ya no sabía si de verdad era eso o no, ¿si no confiaba en nadie de aquí y dice cosas feas de todos cuando no están, porque se quedó?

¿Que tenía de malo querer confiar en gente? ¡Yo ya se que si hay alguien raro no debo de acercarme a ellos! Pero este grupo parecía bueno y amable conmigo, todos se portaron bien... ¿por que no confiar en todos aquí? Hablaría de que una niña no entendería lo que estaba diciendo, y se disculpó no se porque... -Si no se puede confiar en nadie, no puedes hacer amigos... y no hacerlos es triste. Yo quiero tener amigos... no extraños...- diría con respecto a eso. 

Yo quería irme ya como dijo la doctora... pero Sora no hizo más que empeorar todo al mencionar eso -¡¿Sedar?! ¡No quiero que me hagan eso! ¡Otra vez no, sedar hacía que me durmiera sin que yo quisiera! ¿Por qué lo has dicho?- diría tan asustada como alterada... ¡¿me quería sedar acaso?! ¡¿Pero que le pasaba a Sora?! Rápidamente iría con la doctora abrazándola asustada -No gritaré más, no lloraré más ni me enfurruñaré más. Vamos a ayudar a Gabriel, ¡pero no me sedes mama!- le diría claramente alterada por aquello aún más con la sola idea de aquello.

-¿Uh? No, no...quiero que te de algo que impida que te lo hagan. Ella debe saber que es efectivo contigo y que hacer para que no te haga efecto, imagino.

Se hizo una regla mental de tratar de ser sucinta, por lo cual tomó un respiro hondo.

-Veo su sufrimiento, y estaban conmigo cuando esto pasaba. No hay más razones. Ahora tienes que elegir si confías en Angelo, en Aoi, o en mi. Y solo una es correcta. -mostró pena en su ceño- Y es injusto, lo se. No hay una forma de siempre elegir bien. Algún día podrás comprenderme, pero por ahora solo digamos que así como Sayomi sabe de cosas médicas y de salud, mi trabajo era...tener distintas facetas.

Actuar era, después de todo, mentirle a la gente tan bien que se creyeran un papel.

-Si no deseas escuchar, tapa tus oídos y tararea algo. De una forma u otra, creo que ella apreciaría no ir a ciegas.

 - Calmense las dos... Jess no esta lista para algo como esto, y Sora tiene muchas cosas en la cabeza. La confianza es un tema complicado que no se puede explicar de un momento a otro: ahora debemos centrarnos en... - entonces, cuando Jess se lanzó a abrazarla, la doctora suspiraria mientras escuchaba la aclaración de Sora. - Jess, a lo que Sora se refiere es que muy probablemente nos quieran separar a las tres: el caso es que no hay antídoto mágico contra eso... Para Jess usábamos distintos sedantes según su estado, pues podía desarrollar temporalmente resistencias a cosas específicas por su poder, pero ahora no tengo a mano nada de eso.

 Respecto a la revelación de Sora de su estilo de vida, Sayomi no tendría nada que comentar: no era muy distinto a lo que ella hacía a veces, y a lo que Jess seguramente le tocaría aplicar alguna vez... Al final, el juego de máscaras era tan decisivo en sus vidas como cualquier poder.

 Luego de las aclaraciones, y que Sayomi ayudase a Jess a controlar sus lágrimas, saldrían para ir a la calle que anteriormente Sora le indico a Aoi, encontrándose al chico esperando junto a un semaforo, en donde al otro lado aguardaba un auto negro de ventanas oscuras. La calle se encontraba especialmente sola, sin un solo peatón por los alrededores.

 - Iremos apretados... - comentaría Sayomi.

 Una vez reunidos, y viendo que no habían muchas más opciones, Aoi se encaminaria hacia el vehículo, entrando en los asientos traseros si nadie se lo impedia: dentro podrían comprobar que el auto estaba separado por un cristal oscuro, posiblemente blindado, que no permitía distinguir más que la silueta del chofer, a menos que abriesen la ventanilla.

 Pocos segundos luego de enviar el mensaje, Sora recibiría de inmediato una respuesta, en un tiempo donde no era posible haber leído más que el inicio.

Que

 Luego de eso, se desataron varios mensajes en partes por parte de Mordred, a quien su nieta podía imaginar alterado: la petición no funcionó.

¿¡COMO!?

TRANQUILA, SEGURO TENEMOS TIEMPO PARA PENSAR ALGO.

NO TE DEJARE SOLA CONTRA...

 Pronto los mensajes se detuvieron, y entre escritura y borrón parecía que Noritaka entendio mejor la situación, y la posición de Sora.

Ten cuidado, ¿Okey

No dejes que el padre de esa familia te alcance con su mano, ni lo mires directamente a los ojos: así se activa su quirk.

Iré por ti si pienso que pudo haber pasado algo...

-No te preocupes, Sayomi. Sería de tontos enojarse con Jess, como dije, todo es injusto para ella. Es cosa de adultos. A mí me falta una semana para el mundo adulto, pero parece que no hay respeto por esto de parte del universo.

Sora se alejó un momento a la esquina de la habitación, y hablo al celular. Enviar una nota de voz sonaba más tranquilizador que solo texto, al menos para ello. Habló con todo el cariño del mundo, honesta y sencillamente.

-Estare bien. Tengo que aprender a manejar situaciones así de todas formas. ¡Sora-chan hará lo mejor posible! Hasta más ver.

Tras esto, hizo algunas cosas extrañas como apagar el celular y esconderlo en la estantería mas alta de botellas, suspirar bajando los hombros levemente...y recogió la botella de licor de chocolate de más temprano. Le dió unos tragos, y procedió a llevarse mochi y una bebida de fresa que fue comiendo en el camino al auto, rápido y con ansias...sin explicar nada, nuevamente elegía ser sucinta. Dejó esto en la papelera más cercana al vehículo, y subió, sonriente y sin haberse tapado en absoluto de camino.

Estoy lo preparada que estar para al menos no necesitar comida inmediatamente. No es mucho, pero es un inicio de rebelión. Y tendré energia un tiempo. Con suerte alguien reporte a algún héroe haberme visto y ataquen este auto.

Aquella situación fue una donde todo me había sentado realmente todo mal, sobre todo lo que decía Sora en esos momentos. Cada vez que se disculpaba por algo que dijo, luego decía otra cosa que hacía sentir que la cabeza iba a estallar de estrés o enfado por lo que soltaba... ¡Así era imposible quedarse tranquila, a cada segundo me sentía peor!

Las palabras de Sayomi tampoco es que tuvieran mucho resultado -¡No quiero que te aparten de mi!- diría ante aquello que dijo de separarnos apretándola en mi abrazo... ¡De verdad nada de esto me gustaba! No estaba bien desde luego... Pero quería ayudar a Gabriel, y que dejase de estar en ese estado... Por lo que cuando consiguiera al menos poder dejar de llorar, les acompañaría fuera después de ver como Sora hacía varias cosas raras con su móvil yendo y viniendo por todo el cuarto... mientras que yo solo me quedé mirando una botella pequeña que sobrevivió entera al destrozo.

No estaba entendiendo nada de los pasos que estaba haciendo, todo parecía muy raro... simplemente seguí a la doctora hasta el coche, viendo otra vez a Aoi... Supongo que iríamos los cuatro. Yo esperaría a que la doctora entrase para poder sentarme a su lado, por mucho que estuviéramos apretados.

 - Tranquila, también es probable que solo quieran separarnos de Sora por su poder: es difícil saber que quieren hacer cuando no conoces al enemigo, pero según Aoi su prioridad es tenerte a ti y a Void - explicaría Sayomi, intentando calmar lo más posible a Jess, aunque era difícil teniendo en cuenta todo lo que tenían encima.

 Una vez en el auto y cerrada la puerta, el vehículo se pondría en marcha avanzando hacia las afueras de la ciudad. Ir apretados no era cómodo, sobre todo cuando no podían estar tranquilos esperando en cualquier momento que sucediese algo, pero sorprendentemente este algo nunca se dio: ni una inyección sedante, ni un gas a través del aire acondicionado, y precisamente esa falta de amenaza solo hacía más preocupante la situación, inconscientes de que todo formaba parte del plan del responsable.