Partida Rol por web

Balder entra en el salón y se queda quieto al lado de la puerta escuchándole hablar con una profunda sonrisa mientras se atusa la barba. Realmente podía considerarse un hombre afortunado por haber recibido tal bendición en su vida gris y solitaria. Al principio había creído que no podría acostumbrarse a aquel nuevo giro del destino, pero ahora… bueno, podía decirse que las últimas horas habían demostrado lo contrario y que estaba encantado de haberse equivocado por una vez en su vida.

Reaccionando a su gesto de que se acercase, se quita la pesada capa y tirándola sobre una silla se aproxima a ella y acuclillándose ante su futura esposa le coge las manos.

-          Tomad todas las medidas que gustéis mi señora.- Le dice gruñéndole gravemente pero con los ojos brillando de alegría.- Ahora mismo puede decirse que sin lugar a dudas soy todo vuestro.-

Ayudándola a levantarse con gentileza, se gira de espaldas a ella y extiende los brazos en cruz para que pueda comenzar con la toma de medidas.

-          Os alegrara saber que la boda está programada para dentro de cinco días.- Comenta mientras ella se afana en tomar las medidas de sus hombros.- Vendrán bastantes invitados, e incluso parece ser que asistirá…-

Mordiéndose la lengua se da cuenta que ha estado a punto de decir “vuestro señor abuelo”.

-          Jeor Mormont el Lord Comandante del Muro.- Declara finalmente en un gruñido.

Sonrio y niego mientras tomo el medidor, creo que si que hay suficiente tela para la camisa, creo que le quedara muy bien.  Hare todo lo posible para que este lista antes de la boda y que pueda probarsela.
me alegro que sea tan pronto, me dara tiempo a hacer muchas cosas antes. Me gustaria llevar algo en el pelo y para hacerlo, necesito tiempo y mas si me van a ayudar. Ya lo vereis espero que os guste
me quedo callada y pensativa. No conozco a ese hombre, pero si es el que lidera a la Guardia de la Noche, pues me parecera oportuno que venga. Pero a mi ni me  conoce para hacerlo, no me sentire ofendida si no viene. Ademas preferiria que no hubiera mucha gente, me pondria muy nerviosa en el momento de decir mis votos y no quiero hacerlo. niego para mi mientras sigo midiendo
Teneis unas espaldas amplias y yo que crei que era por otra cosa, ahora comprendo que me cueste tanto abrazaros..- ahora que lo pienso, vamos a casarnos y aun asi le trato de manera tan deferente, creo que en privado, en publico deberemos mantener las apariencias.
Creo que el dia de nuestra boda va a ser un dia inolvidable, no solo para nosotros, sino tambien para todos los que nos rodean.
Termine, creo que me quedare hasta tarde cortando y cosiendo. Pero luego no se me gustaria algo...¿crees que me merecere un beso?

 Mientras ella realiza la labor de tomarle las medidas, el escucha en silencio sus explicaciones. Era mujer joven, su boda se acercaba, era normal que estuviese nerviosa y parlanchina. Realiza una mueca ante los comentarios que hace sobre el Lord Comandante. Si ella supiese… Tal vez debería contárselo, que aquel viejo hombre de armas que venía al bastión era en realidad su abuelo. Pero si tenía en cuenta lo que le había dicho su padre… Se sentía muy a gusto con ella a su lado, no quería perderla tan pronto en una alocada búsqueda de un hombre despreciable como Ser Jora.

En un arrebato impropio de él, Balder se gira hacia Lyssa y acariciándole el rostro con una de sus manazas, la coge de la cintura  acercándola hacia él. Apartándole de en medio uno de sus rebeldes cabellos, agacha su rostro hacia ella y le susurra con una queda sonrisa.

-          Mi señora… os merecéis todos los besos del mundo.-

Y sin más la besa con ardiente pasión.

Esperaba un casto beso, no que... rodeo su cuello con mis brazos mientras dejo que siga y me devore con sus labios. Maldita armadura, maldito vestido, maldita sea que podria entrar alguien por esa puerta e interrumpirnos.
Cuando me separo estoy temblando, le miro a los ojos.
Espero que todos esos besos me los deis solo vos mi señor cierro los ojos acurrucandome contra su pecho sin perder la sonrisa.
Balder yo... acabo de llamarle por su nombre, he perdido la poca cordura que me quedaba y estoy aun hoy no os he dicho algo, pero me imagino que ya lo sabes

 -          “Haaaaaa estoy muy viejo para todo esto”- Piensa empujado por la hilaridad del momento.

La verdad es que llevaba tanto tiempo siendo meramente Balder “el gruñón” que había olvidado lo que se sentía al estar enamorado. Porque de verdad estaba enamorado de esa hermosa mujer que era Lyssa. Tan joven, tan vital, tan valiente, inocente y… bueno se estaba poniendo demasiado melodramático y no le pegaba… Indistintamente a lo que pudiese pensar en esos momentos, se encuentra perfectamente besando y abrazando a su futura esposa. No puede dejar de imaginarse como seria hacerlo sin la armadura puesta.

Lyssa le tutea llamándole por el nombre, no le importa, a estas alturas puede llamarle lo que quisiera que a él le pareciera perfecto. La mece sobre su pecho y bajando la mirada le sonríe desde detrás de su espesa barba.

-          Dejadme adivinar, sois un espíritu del bosque que ha venido a llevarse mi alma…- Rezonga bromista.

Niego mirandole y sonrojandome
No creo que un espiritu del bosque fuera tan...viva como yo
Me rio quedamente y me humedezco los labios antes de seguir.
Que te quiero y cada segundo que paso a tu lado te quiero un poco mas que el anterior. No puedo imaginarme ya mi vida sin ti.
Espero cada segundo que estemos solos para poder abrazarte y besarte.
No voy a irme nunca de tu lado, ni aunque mi verdadero padre entrara por esa puerta para llevarme con él Mis labios tiemblan como todo mi cuerpo y a la mierda el que pueda entrar o el que pueda vernos, un soldado, un cuervo en la ventana, un criado, quiero hacerlo y lo hare. Me acerco y le beso, si dicen algo solo dire que tengo que practicar para el dia de la boda, quiero que salga bien.
Separo los labios y recorro con mi mirada sus facciones.
Esta noche...tendre la prueba de la camisa para la boda para que te la pruebes

Como ahora me diga algo, pensare..no, eso no, es un caballero, seguro que solo hara lo correcto.

 Balder le mira sorprendido por su ardiente declaración de principios. Resta tan atorado que le resulta imposible impedirle que le bese de nuevo. Tampoco es que le pusiese mucho empeño en resistirse precisamente. Una vez sus labios se separan le corresponde con un sonrisa que rápidamente esfuma cuando ella le propone quedar esa noche…

-          Ejem.- Se aclara la garganta sonorosamente.- Bueno… no sé qué decir… yo…-

Le había dicho a su señor hermano que no habrían visitas nocturnas pero… ¡Qué diablos! Tampoco es que le hubiese tomado juramento ni nada semejante. Si se enfadaba por no hacerle caso ya trataría con él como siempre había hecho en el transcurso de su larga relación. Los Arcianos le habían conducido hasta Lyssa, por algo debía de ser. Y de todas maneras… siempre cabía la posibilidad de que solo tuviese la intención de probarle la ropa… ¿No?

-          Estaré encantado de probarme la camisa esta noche para que hagáis los ajustes que estiméis oportuno mi señora.- Rezonga con decisión.

Cuando empieza a hablar solo le miro arqueando una ceja antes de que termine y sonrie.

No os preocupeis, tomare los ajustes que sean necesarios y procurare que quede perfecta para el dia cierro los ojos y me acurruco un poco, huele a hierro y acero, la armadura, esta fria.
Eso si esta noche nada de armaduras, sino no podre...tomar las medidas bien digo tras una pausa de unos segundos.
Creo que por un segundo iba a decirme que no, pero tampoco nos han prohibido explicitamente que no nos vayamos a ver por la noche, solo es una inocente visita y no va a pasar nada que no tenga que pasar. Se probara la camisa, le dare algun que otro beso, dejare que me abrace, vamos lo normal en estos casos o eso creo, por que no tengo ninguna idea de todo esto.

Le vuelvo a mirar y deslizo mis manos de su cuello, por sus hombros a su pecho. ¿Te quedas un rato conmigo para hablar mientras termino mi vestido? la verdad es que hablar realmente no quiero, preferiria otras cosas, pero si de momento solo es lo que podemos hacer.

 Balder asiente solicito.

-          Como gustéis mi señora.- Responde ronroneante.- Tengo cosas que hacer, pero por supuesto puedo permitirme el restar un rato aquí con vos…- Continua con una mueca.- Después de todo tengo a mi querido sobrino metido en plena faena de organizar las guardias y así podre hacer un poco de tiempo para pasar luego por el patio de armas a echar un vistazo para ver cómo le ha ido en su primera experiencia como “dirigente” de sus tropas…-

Bajando su mirada le lanza una sonrisa velada.

-          Y no os preocupéis. Soy un guerrero del Norte, pero ya soy demasiado viejo como para cometer la locura de dormir con armadura. Mis pobres huesos se lo toman muy mal si pernoctan con grandes pesos encima…-

Seguro que teniendo un buen maestro como eres, no creo que se le de tan mal. replico mientras vuelvo  a la labor con una sonrisa Seguro que los hombres le obedeceran al menos sabiendo que les podria pasar si te llegan a enfadar.

Pero creo que lo esta haciendo bien, al menos se le oyen sus gritos desde aqui con facilidad me rio y suspiro mientras me voy sonrojando.

No creo que vayas a dormir de ahora en adelante con mucho peso encima, me ocupare de ello si me dejas desde luego le miro de reojo, mientras la aguja traza varias puntandas por la tela con total precision.

ESta noche tambien deberia probarme el vestido a ver si me queda por fin bien o tengo que hacerle mas arreglos, tal vez ¿puedas darme tu opinion? pero no se si sera lo mas adecuado por que luego no sera una sorpresa para la boda.

 Acercándose a un asiento cercano a Lyssa, descuelga su envainada espada del cinto y sosteniéndola con una de las manos, apresta a sentarse pesadamente manteniendo a Claro de luna entre sus rodillas. Esta chica era más lista que cuatro de esos pedantes nobles juntos y se le estaba subiendo a las barbas literalmente. Si seguían así lograría que… bueno, que claudicara en todo en cuanto quisiese y eso tampoco podía ser. Una cosa es que por lo que fuese les pillasen en el mismo lecho antes de tiempo… otra cosa muy distinta es que lo hiciesen con ella portando el vestido con el que iban a contraer nupcias. Aquello sí que podía llegar a causar un revuelo importante, y no podía permitirse avergonzar a su noble hermano por un escarceo amoroso.

-          No…- Comienza dubitativo.- No creo que sea el momento propicio para mostrarme el vestido.- Niega finalmente en un gruñido desasosegado.- Opino que sería mejor que la sorpresa del vestido perdurase hasta el día de la boda. Así ara que el momento sea más… especial.-

Balder se remueve inquieto en su asiento que le corresponde con un crujido lastimero.

Sonrio y asiento, realmente no deberia llevarlo, bueno ya me vera con ello. Me ayudara Alys a terminarlo.
Si asi lo desea mi señor, asi lo hare.
sigo con mi labor.
Por que no me hablas un poco mas de ti. Si vamos a estar casados debemos conocernos mas, luego puedo contarte mas de mi, no tengo mucho, pero puede que sirva para ir limando asperezas.
Debeis cuidaros mas esa garganta, tendreis luego un problema con ella
Corto el hilo y miro satisfecha mi labor dejandola sobre la cesta y centrando toda mi atencion en el hombre que me acompaña, esperando su respuesta.

 Envarándose la mandíbula de Balder se aprieta y sus facciones se endurecen. El pasado… el pasado era algo de lo que mejor no hablar.

-          No.- Declara con fría contundencia.- Soy el que soy, con eso os tendrá que bastar.-

Dándose cuenta de que tal vez ha respondido su inocente pregunta con demasiada acritud, Balder se esfuerza por suavizar su expresión.

-          Lo siento mi señora, pero preferiría no contaros nada de momento. Ahora si me disculpáis hay demasiadas cosas de las que encargarme antes de que el día de a su fin.-

Levantándose de su silla se cuelga de nuevo la espada al cinto, y se pone la capa de lobo huargo sobre los hombros.

-          Nos vemos a la hora de la cena.- Se despide circunspecto inclinando la cabeza.

Acto seguido se gira hacia la puerta, presto para marcharse.

No pierdo ni la sonrisa ni nada Lo comprendo, no debi preguntar. Se va a ir a ver como van las cosas, hasta la cena, bueno tendre tiempo para hacer algo.

Tened cuidado, solo os pido eso. A pesar de estar en un lugar amigo, siempre puede ocurrir algo. Me levanto y le acompaño a la puerta, cojo su mano con la mia.

Esperare a la hora de la cena y a la prueba de despues Le beso en la mejilla y sonrio mientras se marcha. Es un guerrero y no puedo hacer nada o preguntarle algo que le pueda enfurecer. La puerta se cierra y me deja en el salon sola, para trabajar y para pensar.

En el patio de armas los hombres se movian freneticos mientras alistaban las armas y se preparaban para las duras guardias. Parece que esta haciendo un buen trabajo con todo ellos. Un criado baja las escaleras desde el piso del maestre.

El Gran Jon viene hacia aqui, llegaran mañana por lo que parece. Estan forzando a los caballos. Lord Rickard me ha dicho que os diga que se tenga todo preparado para cuando se llegue...

 -          ¿Jon Umber viene hacia el bastión?- Pregunta sorprendido por unos instantes.

Frunciendo el ceño gruñe por lo bajo. No sabía a qué venía a la fortaleza, pero Gran Jon Umber era un noble líder de su casa, y vecino de su señor Lord Rickard. Al menos no era un pedante como tantos otros con los que su señor tenía que codearse y podía respetarle como guerrero. Aunque tuviese un carácter que podía definirse claramente como… controvertido. Desde luego aquel era un problema más a añadir a la larga lista de los que tendrían a lo largo de los últimos días.

-          Muy bien.- Rezonga con decisión girándose hacia el sirviente.- Ves con el mayordomo y dile que quiero que dispongan las habitaciones de los invitados. Quiero que estén cálidas y adecuadas para los distinguidos visitantes que llegaran durante los próximos días. ¡Vamos rápido que no hay tiempo que perder!-

Despidiendo al criado, atraviesa el patio de armas en dirección a su sobrino, que impartía las ordenes con una perfecta imitación suya. Ha de admitir que está francamente orgulloso de ver lo rápido que se ha amoldado a llevar a cabo su cometido como líder se las tropas del bastión.

-          Harrion.- Gruñe a modo de saludo.- Gran Jon Umber llegara mañana al amanecer, necesitare que los hombres estén alerta y que el mozo.- Señala al muchacho.- Me avise cuando atisben a su grupo en la lontananza. Quiero recibirlo en persona.-

El criado asiente marchandose pro donde ha venido, problemas y mas problemas.
Harrion te mira y se queda pensativo
¿Tan malo es? pregunta como si no supiera la respuesta que obviamente si sabe.
Estaran los hombres atentos y el mozo te avisara el mozo aclara la garganta tras haberse acercado Me llamo Baldrick mi señor hace una reverencia tosca y mal ensayada
estare despierto hasta que lleguen y os ire a avisar, tendre tambien alistada vuestra montura para que podais salir a buscarlos sobre ella Parece que se ha preparado para su labor como soldado o como lo que sea, aun esta tiritando del frio pero seguro que se acostumbrara.
Por lo demas inspeccionas la zona y parece que los hombres se han puesto en los peores propositos, o en bueno, no lo sabes bien, tu sobrino los ha aleccionado bien para que no acabe nada mal. Guardias listas y  preparadas para el resto del dia y de la noche, poniendo mas hincapie en estas por si acaso, dando turnos de descanso a los hombres y quedandose despierto incluso el si hace falta.

Armas preparadas, hombres listos, todo parece en orden, bueno no por lo que se te puede venir mañana encima con Lord Jeor Mormont y con Lord Jon Umber en el Bastion, siempre queda la posibilidad de escapar al sur y no volver, pero que seria de la vida de un hombre del norte sin sus peligros.

 Era su sino, aceptaría las consecuencias y las cargaría sobre sus hombros, como siempre había hecho… como aria hasta el día de su muerte.

-          Lo has hecho bien sobrino.-Gruñe aprobadoramente.

-          Y tu…- Continua girándose hacia Baldrick.- Hasta que no mejores esa reverencia digna de un bufón borracho y aprendas a defenderte con la espada para mi seguirás siendo “el mozo” ¿Entendido?-

Un brillo en su pétrea mirada advierte que no hay derecho a réplica alguna.

-          Esperare ansioso tu visita para despertarme de buena mañana…- Comenta sonriendo misteriosamente.- Tal vez te preguntes con qué clase de humor me levanto del lecho…- Continua con un gruñido casi ronroneante.- Más te vale que sea mejor que el de ahora mozo, porque si no…-

Girándose hacia su sobrino le guiña el ojo conspirativamente sin que Baldrick lo vea, y despidiéndose con un gesto de la mano se gira marchándose de allí. La jornada era larga, y aun quedaban cosas que hacer.

Traga saliva y asiente mientras te mira con algo de miedo o tal vez reverencia.
Tu sobrino solo sonrie pero la borra enseguida de su rostro.
Procurare que no se duerma desde luego para que pueda despertarte y compruebe el buen humor con el que te levantas. Terrorifico desde luego como si un gigante se despertara de un mal sueño dice mientras le indica con un gesto que se vaya a hacer algo mientras o que descansara para estar fresco.
Todo esta bien, perfecto, no hay ningun problema. Los criados se mueven con rapidez para preparar todo, estara listo para su llegada. Tambien estan llevando un bulto por los pasillos, se paran y lo dejan en le suelo para que pases. Cubierto con una tela negra, extraño desde luego pero tendra su porque cosas de Lord Rickard. Bueno puedes alistarte para luego, no deberias ir a cenar con la ropa algo humeda que la estas notando y con la armadura.
Total, aun tienes un poco de tiempo antes de que este todo echo y en el salon no se te esperara hasta que comiencen casi todos tienes mucho trabajo vigilando a tu sobrino ,bueno realmente no.

Un cambio de ropa y al salon donde menos tu sobrino estan todos dispuestos a cenar. Lyssa esta sentada cambiada de ropa en la misma silla que ayer esperando, sonrie y...

 Balder resta mal humorado. El cometario de su sobrino, pese a formar parte de su broma, no ha hecho más que recordarle la imagen del gigante de la casa Umber.

Jon Umber… ese hombre prometía problemas… por no hablar del Lord Comandante de la guardia. El viejo oso era un conocido y valorado amigo, pero no sabía cual sería su reacción si descubría que Lyssa era su nieta… la verdad es que prefiere no imaginárselo.

Lyssa le sonríe desde su asiento. Sabe que antes ha sido brusco con ella y no desea para nada oscurecer la velada, así que decide que lo mejor sería mostrarse más animado. Aunque realmente no lo estaba en absoluto.

Acercándose a ella le corresponde con una queda sonrisa. Cuando llega a su altura se apoya en el respaldo de su silla, y le susurra al oído.

-          No sé si es mi edad que me juega malas pasadas, pero tengo la impresión de que cada vez que nos encontramos sois más hermosa.- 

Si, era bueno sentirse joven de nuevo. Asta decía el mismo tipo de idioteces que soltaban sus sobrinos a todas las buenas mozas con las que se cruzaban.

Me sonrojo y  sonrio Mi señor, no sois tan mayor como me quereis hacer creer. Estoy segura que solo es vuestra vision, ya os he dicho que yo no os veo asi.

Carraspeo, me esta pegando ya sus vicios y manias. Sentaos y disfrutad de la cena, vuestro hermano me ha dicho que luego nos quiere dar algo. Seguro que es algo bueno. Tras lo de antes, habia llegado a pensar en no ir siquiera a llevarle la camisa, pero solo fue uno de sus prontos, se que tuve algo de culpa por preguntarle lo que no debia, soy demasiado curiosa en algunos sentidos.

Cojo la copa y le doy un sorbo al agua que hay en ella, nunca bebo vino, es algo que me he impuesto, no se por que. Miro la copa y su contenido un segundo antes de dejarla de nuevo sobre la mesa y poner mi mano sobre la suya.

Voy a decirle algo, pero no se lo digo al final, no puedo decirle nada, no quiero estropearlo. Espero que os guste todo, me escabulli a las cocinas y ayude con el pastel de manzanas.