Partida Rol por web

 Mientras Lyssa se acerca a él, Balder le observa con renovado respeto. No solo ha logrado domar a aquellos potros alocados que eran sus sobrinos, sino que además había logrado tratar de igual a igual con la señora esposa de su hermano y el Septon, con el porte de una noble experimentada en esas lides. Ciertamente era algo no había logrado a prever y que le encanta.

-          Gracias mi señora sois muy amable.- Corresponde el entregándole la pesada capa con gran ceremonia.- Permitidme deciros que no existe el frio para mí al veros tan hermosa con ese vestido.-

Y así, caminando uno al lado del otro vuelven junto a aquellos insaciables interrogadores.

-          “Que pregunten todo lo que quieran”.- Piensa sabiéndose por primera vez genuinamente enamorado.- “No hay nada contra lo que esta fiera de mujer no pueda enfrentarse”-

Por unos instantes se acuerda de que ha de presentar informe a su Señor hermano, pero es de suponer que comprenderá que ante esa situación la cosa podía esperar hasta después de la cena. Tomando asiento en medio de aquel nutrido grupo de cotillas, saluda a la mujer de Rickard y al Septon con suma cordialidad y espera ceñudo a la nueva tanda de preguntas.

Sonrie doblandola entre sus brazos y sonrojandose mientras volveis a donde estaba dejandola sobre una de las sillas que hay alli cerca de donde os sentais.
Y comienza el interrogatorio y las reprimendas.
Entiendo que os querais casar, se llega a una edad que a veces se hacen locuras, pero me imaginaba que esas ya se habian echo cuando se eran jovenes. Pero...el arciano...eso no es un lugar para una boda. El sept adornado con flores para ese dia si, bendecidos por los Siete, iluminados por su luz. Hasta el septon esta de acuerdo en eso, deberiais pensar que hace incluso frio fuera para una boda como esperais, los dias se hacen mas cortos y el frio comienza a reinar.
Su mano sobre la tuya apretandola dandote fuerzas o tomando la tuya prestada.
Que callado te lo tenias, guapa, dulce, sabe coser, incluso cantar. Si la hubiera visto yo antes no se me hubiera escapado. Ahora entiendo eso de salgo yo a hacer una ronda, seguro que ibas a cortejarla
Una risa que reconoces  como la de tu sobrina  mientras os observa y os abraza primero a uno y luego al otro, me gusta mucho dice antes de irse.

Siguen un rato mas mientras se prepara la cena y preparan la cena sobre la mesa central junto a la chimenea para que podais disfrutarla con mas tranquilidad y comodidad. Ponen una silla a tu lado para que coma con vosotros aunque intenta declinar la oferta, no soy de la familia aun, ni estamos casados, no creo que lo vieran bien vuestros dioses, aunque los nuestros si

 Levantando la mano que le queda libre hace un llamamiento a la calma y el orden.

-          Le dije que la boda se aria según las creencias que profesa y así se hará.- Responde con reservada acritud.- Comprendo que eso os resulte incomodo.- Continua más conciliador.- Pero nuestra fe no es menos valida que la vuestra… Aunque si a bien tenéis y siempre que mi señora este de acuerdo, podríamos llevar a cabo una celebración mixta en pro de no soliviantar a ninguna de las partes, pero la unión se hará ante el árbol corazón de los Arcianos como manda la tradición.-

Procurando ignorar de momento el “gracioso” comentario de Eddard, se guarda sus opiniones al respecto y apunta mentalmente el nombre de su sobrino, para un doble entrenamiento para el próximo día.

Correspondiendo el abrazo de su sobrina le mira agradecido por sus sinceras palabras y le sonríe abiertamente.

-          Gracias querida.-

Al poco rato de salir su sobrina, un pequeño ejército de sirvientes asalta el salón con sus platos rebosantes de comida. Lyssa con su innato sentido de la etiqueta intenta declinar el asiento para no comprometerle a él, pero él no está para jerigonzas.

-          No te preocupes ahora por las pesquitas de los Dioses.- Gruñe con un deje de suavidad.- Mientras yo pueda sentarme en esta mesa tú también eres bienvenida.- Lanza una ceñuda mirada a todos los asistentes desafiándoles a contradecirle.

Removiéndose pesadamente en su asiento suspira agotado por la tensión acumulada durante todo el día. Sin hacerse de rogar coge un pichel repleto hasta arriba de cerveza, y le da un profundo trago. La noche comienza, se encuentra en buena compañía y después de todo lo sucedido está encantado de volver a encontrarse entre los suyos.

-          Esperemos que el cocinero haya hecho una cena contundente para variar, por que algo me dice que durante los próximos días y noches estaré necesitado de energías extra.- Comenta bromeando algo más distendido mientras le dedica una picaresca mirada a Lyssa.

No voy a discutir, no seria propio de ninguna mujer con el hombre con el que se va a casar.
De acuerdo mi señor, se hara como vos digais sonrio mientras vuelvo a coger mi labor para terminarla.
Me alegro que os haya gustado mi vestido, pense que estando aqui, no deberia ir como en mi casa y saque todo lo que habia guardado, pero aun asi no tengo muchos, solo pude rescatar cuatro. Tendre que hacerme algunos mas, como el que tengo en las manos replico mientras doy suaves puntadas antes de sonrojarme por el comentario.

no se por que pensais eso mi señor, todavia sois lo suficientemente joven como para aniquilar a veinte caballeros en combate singular. Pero si el cocinero no ha preparado nada que os guste siempre puedo intentarlo yo. Aunque no es lo mismo cocinar para cuatro que para cuatrocientos. le miro de reojo sonriendo
¿Que tal la mision? os he visto regresar sin ningun rasguño aunque algo taciturno, espero que no pasara nada preocupante paro a media puntada mirandole, asi eran los primeros hombres, sentandos en sus salones de piedra cuando los niños del bosque aun corrian por ellos. En las primeros tiempos antes que llegaran los andalos y su acero para destruir la armonia que se vivia, antes que los que nos enseñaron a los antiguos dioses se marcharan mas alla del muro. Tal vez no habia ya ninguno vivo o tal vez si, los arcianos no matarian a sus defensores, nunca.

 Ante la ocurrencia de Lyssa, Balder se carcajea estruendosamente, y da otro profundo trago de su pichel.

-          Mi señora no cometáis nunca el error de alimentar el ego de un hombre.- Comenta riendo entre dientes– Porque puede que este se hinche demasiado y explote, quedándoos a solas con sus botas.-

Cuando la conversación deriva hacia lo sucedido en el bosque, Balder se aclara la garganta, poniéndose serio de golpe.

-          Ejem. No os preocupéis, no ha ocurrido nada de lo que tengáis que temer. Podríamos decir sin temor a equivocarnos, que alguien se encargo de nuestro problema con los salvajes antes de que les diéramos alcance… Lo único seguro es que mi pobre sobrino se ha quedado sin participar en su primer combate de verdad…-

Con el ceño fruncido se inclina sobre su plato y comienza a comer con la mente en otro lugar. ¿Quiénes eran aquellos que habían acabado tan fácilmente con los salvajes? 

No creo que ocurra eso, creo que ese hombre tiene los pies sobre la tierra que pisamos muy afianzados replico mientras dejo la labor a un lado para pocer comer algo.
Me alegro que no encontrarias ninguna resistencia, aunque lo siento por vuestro sobrino por no poder combatir, pero siempre hay otras oportunidades

Doy un sorbo a la copa de agua y miro el plato de comida antes de empezar. El rostro se vuelve sombrio un segundo antes de
Pero aun asi me imagino que intentareis averiguar quienes han sido. No deberiais hacerlo, hay cosas que es mejor no averiguar nunca  vuelvo a sonreir negando La cena esta deliciosa y la compañia es muy agradable. Y no frunzais tanto el ceño

Un peso se marcha de mi mente, de mis pensamientos por fin puedo respirar tranquila. No ha habido huargos, no ha habido sangre, ni una flecha contra el. Ese sueño no era real, gracias a los arcianos y dentro de unos dias nuestros lazos se uniran en uno mucho mas fuerte. Mi señor ¿cuanto tiempo tengo para terminar el vestido?

 Balder se permite el lujo de sentirse alagado por las palabras de Lyssa y la escucha en silencia atento a sus palabras mientras devora sistemáticamente el contenido de su plato. Finalmente gruñe ante el comentario de que no frunza el ceño.

-          No os equivocáis, por desgracia siempre hay un combate en el que participar.- Responde circunspecto.- Y ya os he dicho que no os preocupéis por mí. Soy el castellano de este bastión, no puedo rehuir a mi deber. Si hay una posibilidad de amenaza para con los habitantes de esta casa tengo que averiguarlo y actuar en consecuencia con la venia de mi señor.- Por unos instantes le mira con los ojos encendidos.-  Vos misma lo habéis dicho, soy un hombre con los pies bien afianzados en esta tierra. Y también soy un guerrero del Norte, me enfrento a todos los aspectos de la vida de la misma manera: De cara y con la mirada desafiante.- Relajándose se da cuenta de que tal vez haiga sido un poco brusco.- Puede que tengáis razón, y hayan cosas que mejor no se deban descubrir, pero si lo hiciese, si pasase de largo, me estaría perdiendo a mi mismo…-

Inclinándose sobre el plato, permanece unos instantes con el rostro huraño y meditabundo.

-          En cuanto a la fecha de la boda aun no lo sé con certeza, tengo que hablarlo con Lord Rickard. Tal vez luego vaya al bosque de Arcianos en busca de consejo. Tal vez los antiguos Dioses sepan indicarme la fecha propicia para el enlace.-

Me quedo a medio camino de comer algo y asiento mientras termino de comer. Pero eso es lo que temo que no lo abandoneis por otras cosas.  y se convierta en una obsesion

Sonrio y vuelvo a la labor, mientras pienso mis siguientes palabras, quiero que no sean, no lo se exactamente. Por eso sois el castellano de Bastion y por eso sois tan buen guerrero, sois un hombre del norte, descendiente de los antiguos hombres. Portais la capa echa con la piel de un huargo...Creo que se que hareis y me enorgullece.

Levanto la mirada y pongo una mano sobre la suya con suavidad El tiempo que haga falta, si no lo tengo terminado ire con este mismo vestido. El arciano seguro que os ilumina en vuestros rezos yo ire mañana en cuanto me levante, a menos que deseeis que os acompañe. Por que si me lo pidierais esta misma noche me casaria bajo la nieve y con solo vuestro hermano como testigo. Vuelvo a mi labor

Niños del bosque venid, ved que los hijos del hombre aun no han olvidado las tradiciones. Llevaos vuestros temores y los que pudierais imbuir en el alma de los demas. Auch replico al notar un pinchazo  y una gota cae sobre la tela, luego otra mientras hace un dibujo en la tela, me tiemblan las manos y una lagrima cae por mi mejilla.

 Balder escucha atento las palabras de Lyssa. En su fuera intención vuelve a sentirse alagado por lo que dice de él. Y eso que le había dicho que no era bueno alimentar el ego a un hombre… Cuando pone su mano y comienza a hablar sobre la posibilidad de casarse esa misma noche se envara, pero luego suspira aliviado tomándolo por una forma de hablar. De no ser así lo encontraría totalmente precipitado.

De repente Lyssa lanza una exclamación, y Balder ve sangre cayendo sobre el vestido. Viendo como una lágrima cae por su mejilla le sostiene la mano con preocupación examinado el dedo lastimado.

-          No os preocupéis mi señora, solo ha sido un pinchazo sin importancia.- Le dice con suavidad.- Eso os pasa por que tenéis demasiadas cosas en la cabeza y os distraéis.-

Cogiendo el reborde de su propia camisa, sostiene el dedo herido, y aprieta la tela sobre el pinchazo con suavidad.

-          Deberíais tener más cuidado, os necesito entera para el día de la boda.- Comenta bromeando para quitar hierro al asunto.- Por suerte, sois una mujer del Norte y puedo fiarme de vuestra entereza...-

Creo que es eso mi señor, pero no os preocupeis. Es que habia recordado el primer dia que habia empezado a coser, cuando me enseño mi madre, me pinche igual. Sonrio y asiento mirandole.

No tengo por que preocuparme, estoy tonta, solo son sueños que no se han cumplido, un sueño nunca se cumple, es eso un sueño y a veces una pesadilla. Se os va a manchar la camisa de sangre y tendre que lavarosla, seguro que ya no sangra. Separo el dedo y lo miro enseñandolo, Veis,  ya no sangra.

El dia de la boda no me faltara ninguna parte de mi no os teneis que preocupar y yo espero no tener que preocuparme por que no os falte tampoco nada. Termino dejando la labor, no estoy centrada y tengo que limpiarla.

Realmente si, me llevo al mejor hombre de todo el norte, espero estar a su altura y espero poder darle muchos herederos.

 Con un suspiro Balder se gira de nuevo hacia su plato y continua comiendo y bebiendo hasta quedar saciado.

Los minutos pasan sumidos en una gran algarabía repleta de chanzas y el alegre ruido de las carcajadas. Poco a poco los colores comienzan a subírsele a la cara y comienza a sentir sobre si, el placentero manto del alcohol. Haciendo un acto de contrición, para de beber, ya que no quiere dar una mala imagen a Lyssa. Aun así la vista se le desenfoca lo suficiente para preguntarse por qué no ha bebido un poco menos. Después de todo aun no ha presentado informe a su Señor hermano…

Y a todo esto… ¿Dónde se encontraba Lord Rickard? Era extraño que no hubiese bajado a presidir la cena.

Si me disculpais voy a ir a descansar, el dia ha sido muy largo dice Lyssa levantandose y despidiendose de los presentes con un gesto de cabeza antes de besarte en la mejilla

Descanse mi señor, mañana os vere Sonrie y se marcha de la sala cuando se abren las puertas y entra Lord Rickard que la saluda cuando pasa a su lado y va a la mesa para sentarse a comer algo.

La guardia viene hacia aqui, ¿que ha sido lo acontecido en el bosque? pregunta mientras toma un sorbo de vino caliente y te mira negando...un caballero no deberia dejar que su dama fuera sola por los pasillos de una fortaleza aunque sea amiga.

 Balder mira por unos segundos a su señor, y gruñendo se pone de pie con torpeza.

-          Tenéis razón mi Señor.- Barrunta entre dientes y con la lengua ligeramente apelmazada por la bebida.- Si no os importa os explicare lo ocurrido en el bosque cuando vuelva… aunque vuestro hijo heredero os puede hacer un avance de lo ocurrido pues también estaba de cuerpo presente…-

Inclinando la cabeza con respeto se despide de los allí presentes.

-          Si me disculpa Lord Rickard…-

Caminando hacia la salida, hace un esfuerzo por andar en línea recta. Con gran concentración abre las pesadas puertas, y sale al frio pasillo acelerando el paso en pos de Lyssa.

-          ¡¡¡Disculpad mi señora!!!- Exclama cuando la ve a punto de subir por las escaleras.- No deberíais pasear sola por los pasillos de una fortaleza, aunque esta sea amiga…- Continua parafraseando a su señor hermano.

En la sala no dice nadie nada cuando sales y se cierran las puertas. Alli a los pies, subiendo las escaleras con cuidado.

Me giro al oir la voz y me paro con una mano sujetando la falda de mi vestido Mi señor no deberiais haber venido, el camino es corto y no creo que vayan a salir nadie de las sombras para atacarme. Pero si quereis estar tranquilo, podeis acompañarme

Pongo ambas manos frente a mi mientras espero y caminamos casi a la par. Deberiais ir a descansar un poco, creo que el calor de la sala ha echo que os mareeis un poco.

Teneis una familia que se ha portado muy bien conmigo mientras no estabais, espero no decepcionar a nadie Me paro y cojo la mano poniendola en mi hombro Apoyaos en mi, puedo sosteneros si hace falta, al menos hasta mi cuarto.

 -          Vos bien sabéis que mi torpeza no se debe al calor de la lumbre, aunque agradezco vuestro noble gesto, se cuales son mis defectos mi dulce señora.- Responde taciturno pero con una casi imperceptible sonrisa formada en su rostro.

-          Pero no os preocupéis.- Continua dándose bombo.- El día en que unos pocos tragos de cerveza me impidan caminar será el día en que sea demasiado viejo como para levantarme del sitio y entonces no habrá nada más que hacer por mi…-

Balder lanza una sonorosa carcajada. Es entonces cuando en su distracción tropieza y está a punto de escorar hacia la izquierda escaleras abajo. Ciertamente se da cuenta de que puede que al final haya  bebido más de la cuenta…

-          Debéis saber que sois una mujer esplendida en todos los aspectos.- Comenta sin saber muy bien si es debido al alcohol.- Atenta, inteligente, habilidosa, amable, y hermosa… ¡Por todos los Dioses, que lo sois!- Exclama entre dientes.

Ambos continúan ascendiendo por las amplias escaleras hasta llegar a la planta donde se encuentran las habitaciones de los invitados y el castellano entre otros. Mirando el pasillo dubitativamente continúa su marcha apoyado suavemente al hombro de ella, hasta que finalmente se plantan ante la puerta de Lyssa.

Ese dia me preocupare de levantaros yo misma de la cama digo con una sonrisa mientras seguimos aunque me paro mientras trastabillea . Hombres del norte, herederos de los primeros hombres y tan cabezotas que no pueden ver lo que hay mas alla, ni sus propias limitaciones.

Voy sonrojandome mas poco a poco a medida que sigue hablando mirando al suelo mientras seguimos ascendiendo y mientras nos acercamos al final del camino, mi habitacion.

Me paro delante de ella y me giro Seguid asi mi señor  y tendre el color del vestido que llevo durante mucho tiempo, no soy tan hermosa como decis, pero si a vuestros ojos lo soy me enorgullece.

Me acerco  y le beso en los labios Buenas noches mi señor y sabed que lo que he dicho en el salon es cierto, si me lo pidierais ahora mismo. Descansad, mañana sera un dia mucho mas largo que el de hoy.

 Cuando la puerta se cierra, Balder lanza un profundo suspiro. De alguna manera sabe que algún día aquella mujer seria su perdición. Debería hacerle caso e ir a descansar, pero el deber le llamaba, irse a dormir ahora sería una irresponsabilidad. Aun tenía que presentar informe a su señor, por no mencionar mostrarle la extraña flecha al Maestre Aremon, para ver si el sabia indicarle de que extraño material estaba hecha.

Tal vez así descubriese alguna pista sobre qué es lo que había ocurrido en aquel bosque, y quienes eran los desconocidos que habían acabado con los salvajes…

Con un gruñido cabizbajo se vuelve por el pasillo caminando pesadamente hacia las escaleras. Agarrándose de la gruesa baranda comienza a bajar lentamente y con la terrible sensación de poder caerse para abajo en cualquier momento. Maldiciendo entre dientes llega hasta el piso inferior y se dirige hacia el salón principal, abriendo las puertas con decisión.

-          Lord Rickard, no se asta donde han llegado las explicaciones de Harrion, pero creo que deberíamos hablar con el Maestre sobre lo ocurrido en el bosque.- Gruñe sentándose en su silla con pesada dignidad.

Rickard te mira cuando entras y niega NO deberias tomarte lo que te digo tan enserio dice como sin venir a cuento y te mira a los ojos mientras espera a que sigas.

Lo suficiente, que estaban muertos y habia un huargo de ojos rojos alli que os miro y os gruño. Extraños tiempos en que la gente vuelve a ver huargos y tan extraños a este lado del muro, me recuerda a otra epoca de mi vida. Su mirada se desvia a la capa del huargo que descansa en una silla.

Vayamos  a verle y luego iras a descansar, mañana debes de estar fresco para lo que se nos avecina. Creo que la nevada de hoy no sera nada con las de los dias venideros.

En la lejania en ese momento aulla un lobo y comienza a dolerte la herida del hombro con fuerza como si te hubieran vuelto a morder en ella.

 Balder cierra los ojos agarrándose el hombro ante tan repentino dolor. Con gran esfuerzo ahoga un grito que acaba convertido en un quejumbroso gemido, que resuena desde el rincón más profundo de su garganta. Con la vista nublada tropieza y está a punto de caer al suelo, pero de alguna manera consigue aunar suficiente compostura como para apoyarse pesadamente en la mesa y acabar sentado en su silla. La madera protesta ante el súbito peso que cae sobre ella.

Extendiendo la mano mantiene alejado a sus preocupados familiares.

-          No os preocupéis, solo es la vieja cicatriz del huargo que ansia recordar su existencia mordiendo mis carnes con dolores pasados.- Exclama en un furibundo gruñido semejante al de un oso herido.

Su mente comienza a trabajar recordando los extraños sucesos que han acontecido desde que los salvajes raptaron a Lyssa. ¿Sería posible que los rumores de las viejas del pueblo fueran algo más que meros cuchicheos?

-          “No”.- Desestima frunciendo el ceño.- “Si comienzo a pensar así al final, acabare pensando que los Otros están por aparecer ante las puertas del Bastión en cualquier momento”.-

Apretando la mandíbula aguanta el dolor remitiéndolo a un apartado lugar de su mente, por pura fuerza de voluntad. Al menos aquel tormento había servido para aclarar sus pensamientos haciendo que su cuerpo se olvidase del exceso de alcohol. Levantándose de su asiento con la mirada brillando con fría resolución se dirige a su Señor hermano con voz contenida.

-          Vayamos sin dilación a hablar con el Maestre Aremon, Lord Rickard… Tal vez el pueda aclarar parte de todo este asunto.-

Despues del gruñido no dicen nada y...aun asi deberian vertela, puede que el frio este haciendo algo De nuevo aulla un lobo en la lejania al que le acompañan dos mas y otro sonido extraño que no sois capaces de discernir. Mientras salis de la sala y subis a las habitaciones del maestre a contarle lo que habeis descubierto y lo que temeis tambien.
Esta sentado en su mesa escribiendo en un libro mientras ois a lo lejos como graznan los cuervos en lo mas alejado en la oscuridad. Levanta la cabeza y os mira a los que habies subido levantandose.
Mis señores ¿en que puedo serviros esta fria noche, este anciano?  dice semiencorvado ya por la edad tosiendo levemente por el frio y caminando a la chimena de la habitacion. Lord Nieve permitidme que os felicite por vuestra pronta boda, espero poder verla antes de que estos viejos huesos no me  permitan bajar esas escaleras. Toma la flecha que has conseguido y la mira al fuego con relativa tranquilidad haciendola gira, mientras su rostro va pasando al asombro.
mis señores esto es sorprendente, no esperaba verlo, pero...es acerodragon, a falta de que pueda hacer algunas averiguaciones en mis libros, lo es. Pero la pregunta que ahora me hago es ¿quien ha podido encontrar estas flechas y las ha enganchado de manera tan magistral? se gira a la mesa para trabajar
mañana sabre mas, si me dejais

Encorvado sobre la mesa y sobre la punta de la flecha estudiandola con sus viejos ojos a la luz de la vela, asi le dejais por que lo pide....