Partida Rol por web

- Esperaría que un hombre destinado a su certera muerte afrontase su sino con estoico honor, pues de ser alma pura el más allá nos lleva a todos al reino de los cielos. Mas las bestias del vientre de Lucifer no son así, y así lo demuestran. Ya Lázaro trató con bravuconería y enfrentamiento su desenmascaramiento, y ahora Pedro, vos hacéis lo mismo. Como ya dije, veo en la conducta de los lobos patrón similar ¿será el miedo a la condenación eterna de vuestra alma lo que os hace obrar así? Yo, por mi parte, en manos de Dios y el Capitán pondré hoy su destino, Pedro Montes -

Me vuelvo hacia el chiquillo.

- Gracias por la pronta respuesta Rodrigo, eso pedía justamente, explicaciones y opiniones. Tu actuación ha sido peculiar en varias ocasiones, escamosa incluso, pero hay que considerar todas las opciones, y hasta que se demuestre lo contrario, todos somos igualmente inocentes y culpables. -

Hacia el resto. 

- Del chiquillo, cada vez que habla me entran más dudas sopesando su posible inocencia. Lo mismo me ocurrió ayer con Doña Catalina, que cuándo me debatía entre ella y el fraile, las palabras de la Rodriguez me hacían creer más en su inocencia que las de Olegario. Pues hoy esto se me repite entre el Pies Oscuros y Don Bartolomé. -

Girándome al mercenario

- Signiore de Castro, allí dónde ambos se apresuraron a contestar a mi pregunta, sólo Rodrigo me dió nombres. Usted, habló sin decir nada. No es la primera vez. Por tanto le vuelvo a preguntar, ¿quién cree usted que es el perro? -

Querída María Lucrecia, no tengo palabras para agradecerla la enorme labor que está haciendo usted por este pueblo. ¡¡Que esta noche la vuelvan a dar buen cobijo!!.

Sin poder aportar mucho más en cuanto a sospechas, mis candidatos se encuentran entre Rodrigo Pies Oscuros y Don Bartolomé de Castro. Al segundo le he visto más implicado y participativo durante estas jornadas, pero bien es cierto que su identidad ha podido cambiar esta noche. El primero ha ido pasando de puntillas por los debates, apareciendo poco sin aportar mucho relevante a lo ya dicho, pero efectivamente, sin llamar demasiado la atención, ni para bien ni para mal… Hasta ahora, que el cerco se estrecha y hay que aguzar la vista.

De momento a Catalina y a Don Miguel les sitúo en el bando inocente. A la primera por darle un voto de confianza y no tener demasiado que me haga sospechar de su persona. Respecto al segundo, he revisado las actas, como él mismo pidió hace unas cuantas intervenciones, y creo haber identificado las pistas a las que alude sobre quién fue su admirado. Espero no equivocarme, pues en ello me baso para darle totalmente por inocente.

Por mi parte me dispongo a depositar ya mi voto, pues sigo confiando en nuestra monja y en sus revelaciones divinas. Hasta ahora ha sido la única luz que hemos visto en este pueblo.
 

"¿Desorientado? Que es eso. Ella si que es desorientada con esas ropas de hombre o mujer, ya no hay quien se aclare".

-Mi lista no puede diferir mucho en la del resto, si me debo creer lo que Belmonte, quitando descartados y buscando acusados, contaria a dos, tres si lo trisco mucho. El primero Bartolome, su hacer no me convence, amen de que fue en contra del pueblo ayer votando a Rodrigo, sin querer escuchar al resto cuando ya decidimos que Catalina y Olegario serian los elegidos, como si quisiera evitar miradas en alguno de los dos o ambos. Recordemos que voto segundo. En mi segunda seria la propia Catalina, aun podría ser cierto su papel de loba sumisa, que en este ultimo día este mas activa no me dice nada, solo que su pellejo peligra y debe buscar culpables a quien acusar. Y por ultimo diría que Maria de Velli, por el hecho de que ha aprovechado mi acción de ir al pozo a saciar mi sed, como una acusación suficiente para atacarme de perro o lobo, como si tuviera mucha prisa en encontrar a quien acusar, agarrándose a lo primera que pudiera encontrar, por evidente o absurdo que fuera y eso me da que pensar.-Tres nombres dijo en orden de culpabilidad de mayor a menor.

-Y repito no nunca e sido errático en mis palabras, no tengo culpa si los adultos no recuerdan cuando fueron niños y pena me da por ellos, que el Buen Miguel en este día, me ha demostrado que aun siendo claro no se me entiende. Pero si tanto os gustan las actas, os reto a que me digáis una sola vez que e sido desorientante o como se diga y yo mismo diré el mía culpa u os explicare aquello que no entendierais.-Comento ahora de pie, desconcentrado él, por las palabras de otros.

-Ademas, reitero; que esta palabra si la conozco, en que me estoy ofreciendo a ser observado en la noche, a sabiendas que nuestra monja no podrá morir en la noche y sabrá de mi en la mañana, eso debería bastar para que las miradas se disiparan. Pero me someto como todos a ser vigilado, pues por la noche duermo como un tronco y de paseos nocturnos no conozco, que soy humano y que no deseo morir por la equivocación del pensamiento retrogrado de los adultos.-Tras las duras palabras, miro con una mirada mas simple e infantil a la monja. -Por favor Maria, pedirle a vuestro señor que sea yo de quien os hable en esta noche.

-Pues si doña Lucrecia, otro lobo podría haber, o más de uno. En el caso perfecto, esta noche acabaríamos con el cuarto y todo acabaría, amaneciendo mañana el sol más bonito desde que todo empezó. Pero si nos ponemos en el peor de los casos, aún podría haber dos más, uno tentado, y como nadie respondió a las palabras de Don Diego de Narvaez sobre ser tentado, se entiende que alguien lo fue. Y si encima había perro...eso hace dos posibles lobos más.

Luego se giro y observo a Pedro. Que les pasaba a todos los lobos que cuando se les pillaba empezaban a hablar de manera inteligible? Es como si su cabeza tuviera un cortocircuito, la tapadera se les desplomara y empezaran a habla en latín o algo parecido. No había entendido la mitad de cosas que decía. Le estaba pasando como al líder de la manada.

-jajaja la verdad es que me había acostumbrado a su acoso y derribo mi admirador publico, no se si podre vivir sin su acusación diaria.-le dice con una sonrisa triunfante- Pero sabe una cosa? pudrase en el infierno monstruo...

Catalina deposita su trozo de pan.

Tras pensarlo, si don Pedro fuera inocente, implicaría necesariamente la culpabilidad de doña María Lucrecia, y en ese caso no veo ninguna razón por la que quisiera entregar a dos de los suyos a cambio de condenar a sólo uno, y además implicando su propia muerte al día siguiente.

Por tanto, mi voto es para Pedro Montes.

- Pequeño Rodrigo, a las contradicciones como aquella de la que acabas de hacer gala son a lo que nos referimos cuándo cuestionamos tu comportamiento errático: no hará cinco minutos que confestaste sospechar de Doña Adela y Don Serafín por ser buenos defensores del pueblo, y ahora de golpe cambias de parecer y apuntas a otras tres personas distintas como siervos del maligno ¿a cuál de tus intervenciones debemos mirar entonces? -

- Pero volviendo al tema que nos ocupa para hoy, mi voto es sin dudarlo para Pedro. Tengo fe ciega en todo lo que Dios dispone por boca de Doña María Lucrecia -

Y volviéndome una vez más al mercenario tras depositar mi voto le vuelvo a solicitar una respuesta:

- Y por cierto Don Bartolomé, yo sigo esperando una respuesta. -

No hay duda pues. ¡Acabemos con ellos! Adela lanzó su mendrugo de pan con ímpetu.
Aunque, como ya se ha dicho, a la vista de lo sucedido seguramente no estemos acabando con el último hombre lobo... Me sorprende que haya aún quien ha dado por hecho que con la muerte de Pedro habríamos terminado ya nuestra tarea para con Castronegro. No recuerdo quién ha sido, pues las alucinaciones febriles están haciendo que hoy lo viva todo en un incómodo segundo plano, pero tengamos en cuenta a aquella persona que ha dejado caer tal idea, pues bien podría tratarse de una bestia haciéndose pasar (muy torpemente) por un despistado aldeano.

- querida di Velli, agraciada acusadora di quienes antes acusan otros, estoy buscando en lis actas quienes fueron mis acusados, basados en que belmonte fuere il lupino líder que es lo que yo creía, puede revisar actas, creo que así lo he hecho entender, cuando acuse a unos cuantos, sin mencionar a los pocos que creía inocentes, se me dijo que "no me mojaba", cuando quise seguir a li persona en quien confiaba "no me mojaba", cuando se desmoronan todas mis teorías creyendo ahora inocente a Belmonte "sigo sin mojarme", quiere un perro? pues compelo demonios, cuando me ajusticie el capitán, que me dispare a il lado del río así al menos no podrá acusarme de "no mojarme".

- si nuestra bondadosa vidente no confiara tanto en vos, sin duda le vería a usted sin duda tentada o perro, pero tiene la sua confianza, y en ella si confío plenamente. No le voy a dar un nombre al azar, para que un inocente sea ajusticiado, prefiero tal como siempre he decidido, ser yo el asesinado, y que hable entonces mi cuerpo caído, tal vez así, aprenda usted a buscar y leer en actas, y no mande a hacerlo a los demás.

— Os estáis equivocando, gentes, así que temo que no esté tan hecho como parece. Mas esto quedará mas que menos encaminado. Ahora CALLAN — Asi que si, podían hacerse ilusiones. Aunque Pedro pensó que calaría mas. Le era irrelevante si pensaba en Castronegro, aunque le escamaba bastante todo esto. Se dirige hacia aquella que lo acusa de bravo lupino — No es bravuconería, María de Vellí, siempre me he mantenido cercano a las gentes y hablado sin pelos en la lengua. Convicción, lo llamaría yo. Mas cuidado, desconfiaran de vos — advierte.

— Estoy siendo franco desde que decidí quedarme en la aldea, cuidado con el oportunismo— mucho ojo — Y tampoco voy a repetir mi discurso, tal como han intentado ambos Lobos. No obstante, mañana veréis que no les dará tiempo a salir de cuentas— guiña un ojo a la viuda. Todos equivocados.

— Dicho queda. Es un momento propicio para mi muerte, sería absurdo que 2 lobos repitiesen la misma defensa. Pero mañana tendréis mi nombre grabado en honor, no en vil sangre nocturna — en fin...

— María Lucrecia, bien sabes como fue. Tú eres la Vidente que respondió a la llamada de los lobos. Hoy no fue atacado NADIE, pues bien sabéis que la poción jamas sería utilizada para vos. Vuestro duo-empuje me hace pensar mal — cuidado con esto, Castronegro.

1-Buena maniobra Pedro Montes. Pero he destapado a tres lobos luego de que el exalcalde dijese que fue tentado (sólo se puede tentar una misma noche). Si fuese lobo, lo hubiese empezado a ser antes de señalar a tres de ellos. ¡Menudo lobo sería si matase a tres compañeros para parecer inocente!

2-No os confundáis, ahora hay un perro. Ya no confío en nadie (y perdonadme, no es nada personal con ninguno), porque el que antes era un aldeano ahora podría ser lobo. Sin embargo, el perro siempre suele ver que en un futuro puede convertirse en lobo así que aunque suela hablar como aldeano no suele hacer cosas "determinantes" para la victoria de estos. Supongo que lo tendré en cuenta al mirar la siguiente carta. También es verdad que estoy tentado en mirársela a quienes sí confiamos porque al no estar en el punto de mira es más fácil que lleguen a la final. No sé, ya veré lo que hago.

Rodrigo abrió los ojos hasta que no pudo mas y después tiro su gorro al suelo.

-Maria de Velli, ¿Porque no escucháis? Lavaros los oídos mas a menudo. PREGUNTASTE por PERROS y hable de Serafin y Adela. Bartolome, Catalina y vos misma, seriáis mi elección de LOBOS, ¡LOBOS!-El chico de calle perdía la paciencia a cada vez que la gente no deseaba escucharle, primero Miguel, ahora María, se preguntaba quien seria el siguiente.

- Madre Santísima de Dios- exclamó el Capitán cuando vio los diez mendrugos de pan sobre la misma cesta- ¿pudiera haber mayor unanimidad sobre la ejecución de una persona que esta, arriero? Bueno, solo si el feriante de ahí arriba pudiera votar también- dijo dirigiéndose hacia mí, advirtiendo que ahora espiaba toda la escena desde un boquete del muro- ¿Cómo va ese espectáculo, titiritero? 

- ¡Deseando que nunca termine, mi buen Capitán!- grité sin mentir puesto que si terrible era el cautiverio peor sería el desenlace- Aunque desearía que me dieran otra ración de pan mohoso y de queso curtido, señor... Llevo sin apenas comer desde hace días...

El Capitán no pareció escuchar mis últimos comentarios mientras rodeaban la higuera y ahorcaban allí a Pedro Montes. En aquella parcela, no abrigada por los edificios señoriales de la plaza, el viento mecía sin piedad su cuerpo mientras los lugareños miraban lejos, hacia otros pueblos y otras explanadas, soñando despiertos con algún día salir de allí con vida. 

Y entonces el cuerpo colgado volvió a transformarse. Con odio algunos vecinos apuñalaban su pelaje mientras el Capitán pidió descolgar al HOMBRE LOBO y asegurarse que no cedía el troncho del árbol. 

Han muerto cuatro lobos, Señores, la manada de depredadores que se escondía entre vosotros. Pero me dicen mis hombres que aún hay que asegurarse que la plaga no se ha extendido. Colgaremos del campanario los calzones del Arzobispo, tal y cómo señala su propio libro. Si permanecen blancos es que el peligro ha desaparecido. Si se tornan escarlata como si la misma Virgen sangrara cual ramera por el coño, es que aún hay peligro. 

Aunque el Capitán parecía haberse olvidado de mi comida, verle a él, tan serio y rimbombante subir hasta la torre vecina de la iglesia con las enaguas de aquel ilustre hombre del clero, me hizo arrancar una risita. 

Ahora el viento agitaba el calzón y los árboles y enviaba las nubes de la última claridad hacia el oeste.  

Entonces, sin margen para la duda, la prenda empezó a sangrar sangre trocándose más colorada que si la madre del Capitán hubiera escuchado su frase anterior sobre la Virgen. 

- ¡Alguien de aquí no es humano! Al menos queda un lobo más. Descansad los que no lo hagáis para siempre. Y esperemos que el buen tino os siga acompañando. Subid algo de comida a ese titiritero. Su espectáculo aún no ha terminado.