Bartolomé ríe con brevedad - Perdón por li mia risa pequeño, he di confesare que eres de los pocos que alegraba los mios días, me caía bien de ímpetu luchador, y río al pensar que justo sea el niño al que nadie escuchaba y a il que intenté escuchar yo, il que tenga doble voto y deba sere escuchado, ¿ven todos la magnífica ironía? Pero o sabe,... dice que desvele al último - sonríe para ser lo más sincero posible - Me han acusado de no ayudar al pueblo tantas veces, ¡A MÍ! Si, a mí, que soporté un ataque directo del lobo líder por la espalda, y aun así, luché por no transformarme, a mí, que hice lo que pude o supe por acabare con ellos esperando que a il terminar con la sua estirpe mi maldición desapareciera. Me atreveré a decir que fue por culpa dil pueblo, que olvidó alimentarme en il momento apropiado que hoy luzco con más pelo en las noches, podría haberme marchado, infectado por este mal, y haberlo propagado, y aun así ¿me desprecian?
- Lucrecia será devorada por los hocicos más temidos, ténganlo por seguro. En cuanto al resto vivid en la tierra mientras podáis, por que vuestro señor, que olvidó darme más fortaleza para resistirme, no os recibirá, como asesinos de inocentes que habéis sido. Los infiernos ya escriben con fuego el nombre de todos, Miguel di León, María Lucrecia Comares, Adela Lastra, Catalina Rodriguez, Rodrigo Blmonte de la Poza, Serafín Grimón, e incluso el tuyo pequeño, pero por ti hablaré yo, para que il tuo lugar no sea un salón di torturas, pero seguro ya te tenía en mente por renunciar a ese mal y falso dios.
- La falta de respeto que yo recibo de este lugar será algún día devuelta, ya lo veréis - el antiguo merecenario que SIEMPRE dijo ser de todos, por si un día llegara ese momento, supieran quien era, sonreía viendo su cesto, lo tomó y caminó hasta el pozo a comer, sentado en el borde, quitando su camisa y dejando al descubierto tres largas cicatrices provocadas por alguna temible tipo de garra. Miró pozo abajo y acabó de comer con calma, devoró los dos pedazos también del alcalde y tal como siempre prometió comió también el suyo, votándose a si mismo. Preparado para hacer lo que siempre había hecho "mojarse" - decid a il capitán cuando me mate que no se moleste en mirar il mio cuerpo, vosotros lo sabéis, yo lo se, e il me estará escuchando, ¡buen capitán! Muerte militar os suplico, si alguna vez creisteis que di verdade intenté ayudar a il pueblo.
Dicho eso se alzó en el borde del pozo, con el reglamentario saludo, en espera de ser fusilado allí mismo.
Voto a la mía persona, por fiel un perro, y temido el lobo.
La épica despedida del mercenario y su estoico posar junto al pozo aguardando el fuego purificador de los arcabuces al caer el sol me hace pensar. Más por lo que ha dicho en su peculiar acento del reino Napolitano que por el hecho de caminar, por primera vez entre los licántropos ajusticiados hasta la fecha, con cierto orgullo y honra hacia su destino.
- ¿Es posible...? - mi mente empieza a dar vueltas y no me percato de estar pensando en voz alta* - ¿Es posible que él sea el último Lobo? ¿Pudo Dios todopoderoso haberse apiado de nuestras almas ya desde un comienzo y haber engañado al licántropo alfa para que convirtiese al Perro a su manada? De ser así, nunca hubiera podido haber más de cinco lobos, y el error del difunto Don Bartolomé, nunca habría sido tal cosa ya que el perro ya era lupino... Dios es misericordioso, y no habría prueba más feaciente de ello que dicha hipótesis fuera cierta... Pronto lo sabremos... -
- Y ojalá sea así, ya que ahora mismo sigo ahogada en un mar de dudas con respecto quién del resto de los aquí presentes pudiera adorar a lucifer en lo más oscuro de las noches Castellanas.-
Ya en silencio, lanzo el mendrugo de pan al mercenario, para que coma su último bocado antes del que el Capitán imponga justicia.
Voto a Bartolomé de Castro
* Me ha sabido hasta mal hacer que mi personaje hable en voz alta después del discurso de Bartolomé en plan despedida épica XD
Rodrigo sonreia presa de la autoridad dada.
-Si lo que dices el cierto con tu sacrificio, pues no es otra cosa mas que eso. Esto debería acabar.-Comento al perro.-No te confundas Don Bartolome, te agradecemos que hayas luchado contra tu ser, pero no por ello podemos dejarte marchar, hoy has matado, Ramiro no esta entre nosotros, por lo tanto eres tan lobo como los primeros y el único remedio conocido: el colgarte del cuello o de lo contrario esta noche mataras de nuevo.-Comento serio como todos.-No nos culpes a nosotros, sino al alcalde que llego tarde y que ahora yace muerto por ello.-Dijo desde su rama, con los pies en alto y los brazos cruzados.
- que bien para algunos, que no ti escucharan ¿verdad? Por lo visto la mía persona pasa lo mismo - rió lanzando la última migaja recibida al pequeño - esa cómela tú, el voto es para la mía cabeza, pero te la doy porque la necesitarás para andar algunos días más. Ten por seguro que jamás puse, ni he puesto uno mensaje que nada significara.
Su sonrisa lucía serena, tal vez porque aceptaba haber matado al responsable de su transformación. ¿crime? Eso no lo tenía tan seguro. Una vez más sonríe.
Serafín se esforzó por pronunciar palabras... Eran ya muchos días y muchas noches de intensa lucha y falta de descanso, y ya empezaba a pesar.
Bartolomé ¿está usted sugiriendo que usted es el único lobo que queda?. Podría ser cierto, pero eso no lo sabremos hasta que amanezca. No quisiera confiarnos antes de tiempo.
Por lo pronto, quiero llamar la atención sobre sus últimas palabras, y es que usted, sea a drede o por descuido, ha mencionado todos nuestros nombres menos el de María de Vellí... Esto ha sido lo que ha dicho:
"Lucrecia será devorada por los hocicos más temidos, ténganlo por seguro. En cuanto al resto vivid en la tierra mientras podáis, por que vuestro señor, que olvidó darme más fortaleza para resistirme, no os recibirá, como asesinos de inocentes que habéis sido. Los infiernos ya escriben con fuego el nombre de todos, Miguel di León, María Lucrecia Comares, Adela Lastra, Catalina Rodriguez, Rodrigo Blmonte de la Poza, Serafín Grimón, e incluso el tuyo pequeño, pero por ti hablaré yo, para que il tuo lugar no sea un salón di torturas, pero seguro ya te tenía en mente por renunciar a ese mal y falso dios."
Bien puede haber sido un despiste... en cualquier caso, mañana sabremos si aún queda otro lobo y deberemos debatir su posible identidad. Por mi parte, Doña María, no quiero sacar conclusiones precipitadas de lo que bien ha podido ser un error de Bartolomé.
Voto a Bartolomé de Castro
- solo bífidas y ponzoñosas palabras, que demuestran que usted es il único que me escucha, pero no creo que escuchara bien todo il mensaje, jejeje, no hablaré más demasiado he dicho - podían ser sus últimos momentos, ¿iba a esas horas dejar de esconder significados en sus frases? Claramente no, tenían pistas de sobras para entretenerse mirando como las descifraban - una manipulación di palabras, es confusa hasta que todo se escucha, ahora que voy a mirar, desde los infiernos veré, si los muertos crecen, y los lupinos se alimentan, lástima por los caídos, jejeje, debe ser cosa de ser peludo, ¿pero cuantas personas más caerán antes de al menos un par de días? No lo creen divertido, jejejeje - cada segundo más inhumano, contagiado por algo llamado en su pecho "libertad".
A Adela le entró dolor de cabeza solo de pensar en volver a repasar todas las interrupciones de don Bartolomé en las actas en busca de alguna supuesta pista. Sigue diciéndose de Nápoles... Pero a mí ese acento siempre me ha recordado más a aquel vagabundo que pasó una vez por el pueblo pidiendo pan y que decía haber llegado caminando desde el Reino de Bulgaria. A él tampoco le entendía muy bien y, casualidades de la vida, también le llegué a entregar un pedazo de pan.
María de Vellí, lo cierto es que no había contemplado la opción de que no quedasen más lobos... Sería una casualidad enorme, pero por otro lado no me extrañaría, pues aunque con diferentes grados de confianza la verdad es que me cuesta creer que alguno de los presentes sea un lobo. Un lobo muy cauto tendría que ser.
Por otro lado, Serafín, ha estado usted avispado. Me resulta extraño que María de Vellí no esté incluida en el discurso de Bartolomé, pues raro me parecería que un lobo quisiera delatar así a uno de los suyos. O, por otro lado, podría tratarse de una última acción de Bartolomé a nuestro favor tras tantos días actuando con forma de humano... No lo sé, esto último tampoco me cuadra mucho, la verdad.
En cualquier caso, mañana será otro día. Quizás nos levantemos y descubramos que la sangre de este pobre hombre-bestia es la última que va a bañar esta plaza... Y en ese caso no serán necesarias más conjeturas.
- A mí tampoco se me pasó por alto que el perro-lobo no mentó mi nombre. Y desde el primer momento sospeché lo hizo de manera deliverada. Pues qué otra mejor estrategia podrían tener los lobos, de quedar uno sólo, que emplear las últimas palabras de su compañero para apuntar sospechas hacia un inocente y que el pueblo así le cuelgue. Daos cuenta que de esta manera, de haber otro lobo, éste ganaría la noche de hoy, el día de mañana (al ajusticiar a un inocente en base a estas últimas palabras de Bartolomé) y la noche de mañana. Tres muertes de inocentes. Un gran tanto para los lobos. Sospechad todo lo que brota de las babosas fauces de estas bestias, pues no es más que ponzoña venenosa. -
- Y por ello no quise decir nada del "olvido" del mercenario, pues quise ver quién de entre los presentes se "percataba" el primero y lo lanzaba a la luz como sugerente indicación de dónde buscar otro lobo, que en este caso sería mi persona. Tal actuación sería perfecta estrategia del lobo que faltase para alejar miradas de su persona y centrarlas en mí para mañana. Don Serafín, usted lo mentó primero. Pero cierto es también mentó la posibilidad de descuido por parte de Bartolomé. Claro está que siempre en sus intervenciones ha sabido reflejar en sus palabras el conocimiento y la templanza que le han dado los años, pero me sorprende que del comentario de Bartolomé no haya usted sacado la misma conclusión que expuse yo arriba, y es que esto no es más que perfecta estrategia de lobo ¿Acaso se le pasó por alto? -
- Estrategias de Lobo... el mismo Satán susurra oscuras maquinaciones en su peluda oreja para confundirnos, buenas gentes. El caos y la desconfianza son el pan que sustenta su apetito. Dormiré más tranquilo sabiéndole muerto hoy, fuere o no su culpa don Bartolomé, pero el caso es que lobo es y de lobo peca, y de ello se regocija. Pues no más.
Rodrigo deja su mendrugo en el cesto de Bartolomé.
Voto a Bartolomé de Castro
¿Qué habría sentido aquel condotiero italiano noche tras noche? ¿Habría deseado conservar su humanidad y hubiera luchado contra el hambre indescifrable que rugía en sus entrañas o habría querido sucumbir desde el principio al lado de la licantropía? ¿Qué puede pasar por la cabeza de un hombre lobo a medio hacer?
Imaginadle, gentes, allí colgado del árbol al PERRO. No llegaba a ser un Lobo demostrando que no siempre lo fue. Pero su aspecto monstruoso y feroz delataba, sin duda, un enemigo del pueblo. El mismo pueblo que bajo Inés y Diego le dieron de comer y al que Ramiro equivocó en tiempo. El artista había pagado caro su error.
Y ahora Bartolomé de Castro pagaba cara su transformación.
No se atrevió el Capitán a volver a colgar en los tejados la ropa interior de nadie. Pareciera que en su campamento a las afueras del pueblo ya se hubieran mofado lo suficiente de este hecho.
- Simplemente... ehhh... esperaremos. Si esta noche no se propaga el mal, significará que la pesadilla ha acabado. Si muere alguien más de entre vosotros... Aún tendréis al traidor en vuestras filas. Y puede que ya nadie os guíe en su búsqueda... En fin, al menos esa monja probó la carne y el placer dos veces antes de... bueno, de lo que pase esta noche si aún queda un Lobo.
Y así nos fuimos todos a dormir. Más nerviosos que nunca. Que una cosa es acostumbrarse a esperar la muerte y otra muy distinta soñar con que por fin todos fuéramos libres.
La noche acabará mañana sábado a las 15.
Todos los tiempos se acortan a medida que el juego encara su recta final. ¿Cómo de final? ¿Habrá acabado ya todo?
Mañana lo sabremos.