Partida Rol por web

Pues entonces, ya que seguramente no podré votar en los últimos momentos lo haré ahora.

Antes quisiera sugerir que doña María Lucrecia busque en otras almas distintas a Rodrigo Belmonte, ya que mañana podremos, si no comprobar, al menos tener mas elementos sobre las facultades que se ha adjudicado, y podríamos tratar el tema entre todos. Pero insisto, es sólo una sugerencia. Mucha mala suerte sería que los lobos ataquen esta noche a la verdadera poseedora de las pociones, si no fuera él. Mala suerte, pero una posibilidad también.

Entre las dos posibles personas de las que dudo, y ya expliqué las causas, votaré por el Fray Olegario. Aunque temo una posible acumulación de votos en su persona y ya he dicho que desearía que no se vote a sólo una persona, debo ser fiel a mis instintos, que hoy entre los dos apuntan mas al uno que a la otra. Si sois inocente, lo siento Fray, a alguien hay que votar.

-Bravo flamenco.-Aplaudió al hombre de tez pálida y pelo blanco.-Por eso y mas sospecho que esta mintiendo una y otra vez, pero el pánico a la equivocación también esta cerca.-Comento el joven desde su sitio, no muy lejos de donde empezó.-Así como el se reirá de nosotros, si alguno de nuestros otros acusados son inocentes.-Miro entonces a su tocayo Rodrigo.-Pero hoy se decidió así y así seguiré. Y ya que el Fraylecillo lleva dos a uno y Catalina ninguno. Votare yo por ella antes de que la noche consuma mi vigía y caiga en sueño. Porque así esta decidido.-Dijole a todos antes de echar su migaja de pan.

-Pídale a su dios que no nos confundamos Olegario.-Sonrió con picaresca a el piadoso.

— El desasosiego de Belmonte surge efecto, mas que menos. Aunque no sé si leer miedo en Bartolomé, como consecuencia o corrección a este. Pero de ser una bestia, el ebanista también habría podido llevar intención de cubrir al condotiero (o anhelando lo contrario, cuidado) tal como se dice. Veo sentido en dejarlo pasar un día mas. Aunque también veo sentido en la aportación de Serafin — demasiado runrun, pero bueno. El arriero se soba su barbilla antes de proseguir.

— Hasta lo percibido, pues... entre Catalina Rodriguez y Fray Olegario acabará el día. Sobre este, no votar 2 veces consecutivas me pareció un método de decir `aquí estoy´ bastante cantoso, pero seguido de su conducta confusa, ya no sé si expresamente, o no — tela con el fraile — No descarto que agite la cola cada noche, directamente, como (o con) Catalina, no obstante... me mantendré contra la viuda para seguir mi hilo, seguido por causas que me escaman directamente. De ser una vil bestia el pueblo podrá valorar a bien mis palabras. Miguel, pues no mentí, partí contra ella de inicio y no veo mucho margen para dudar de esto —.

Pies Oscuros... no escondo un Perro, aunque por el contrarío, yo también empiezo a creer que en ocasiones ladras mas que hablas, muchacho (como tal) — algo ya comentado, quizá lo fuera él. No lo dejaba en mala posición, pero a expensas de Ramiro — Espero que hallemos un buen camino para mañana — el arriero deposita su voto.

Hago oficial mi voto y resumo cómo están las votaciones, incluyendo mi voto. Hemos de tener cuidado en que no se produzca un empate, pues no sé muy bien cuál sería la forma de realizar el desempate y si esto supondría algún coste para los aldeano. Imagino que el encargado de desempatar sería el alcalde.

Fran Olegario: Adela (1), Miguel (3), Serafín (6) *Adela, no sé si ya ha votado usted oficialmente, pero en ese caso, no sé si para que conste como tal, debería usted añadir “Voto a” en lugar de poner sólo un nombre, por si nuestro capitán no lo considera oficial…

Rodrigo Belmonte: Bartolomé de Castro (2)

Catalina Rodríguez: Rodrigo de pies oscuros (4), Pedro Montes (5) *Pedro, digo lo mismo que a Adela, no sé si para formalizar el voto convendría decir “Voto a”.
 

- Gracias a todos por las valiosas aportaciones. He de decir que tras escucharles cada vez desconfío más de Don Rodrigo , y ansiada estoy de ver qué se declara mañana el Belmonte para limpiar su nombre. -

- Para confirmar varias postulaciones ultimeras, quisiera aclarar también que si no me equivoco, el manto de Dios aún vela por esta aldea, y el lobo alfa a pesar de tener los dones de la desidia para convencer a los humildes siervos del señor, ya los empleó en su día. El altísimo no permitiría que esto volviese a pasar. Los lobos son como mucho tres, y salvo que al perro le crezcan los colmillos, tres serán hasta que acabemos con ellos uno a uno. -

- Y volviendo a las votaciones, pido que al pueblo se me permita esperar un poco más antes de emitir mi voto. Quiero ver a quién votan los tres más acusados antes de decantarme. Como siempre, los siervos de lucifer esperarán hasta el último minuto a votar y subirse al carro ganador, más aún hoy que su voto será evidente mañana y nos ayudará a discernir. Por ello pienso estar ojo avizor a los últimos compases del astro rey en el cielo, y decir mi voto cuando vea de qué pie cojea cada uno de ellos... -

- De este modo, y junto con el doble voto de Don Ramiro que también imagino querrá ejercer en los últimos compases del mismo día y por las mismas razones que acabo de exponer, espero podamos prevenir con estos tres impares tantos un posible empate entre el fraile y Catalina como ha advertido Don Serafín. -

-Bueno, llegóme la hora pues...- dijo levantandose por última vez del banco.

-No debeis disculparos don Miguel, pues haceis lo que hacemos todos, apuntar hacia quen sospechamos. Mis sospechas siempre estuvieron entre don Rodrigo Belmonte y don Bartolomé, como ya dije y por este segundo pensaba votar, pues aunque lo tiene muy negro, don Rodrigo creo que es un simple aldeano inocente. Pero evidentemente no voy a hacerlo por dos razones: que supondría un caos de votaciones que no beneficia a nadie y segundo porque, admitamoslo, antes que fraile soy un ser humano y me gustaría conservar la vida. Por lo que mi voto será para doña Catalina-.

-De aquí a la noche estaré rezando y seguramente no volveré a intervenir aunque os escuche o serán intervenciones muy breves* pues nada más puedo aportar a mi defensa. Asi pues, quedad con Dios-.

Y dicho esto se encaminó a un rincón tranquilo a esperar la muerte.

Formalizo, aunque imagino que el Capitán lo tendrá en cuenta de igual modo — a la espera de acontecimientos.

- Paso a dar mi voto a la persona que anuncié desde un principio: Fray Olegario. - el ebanista se adelantó con estas palabras a dejar su miga de pan en el cesto del frailecillo - Espero de verdad no equivocarme, pues fea cosa sería mandar al cielo a un ministro del Señor de esta guisa, mas no está el horno para bollos... Espero que Dios sepa perdornarnos si nos equivocamos.

Tenía la sensación de que si no el principal votado sería el lobo, sí el segundo, y que quizá esas extrañas lealtades le sirvieran de algo para encontrar a nuevos lobos.

-Espero que Olegario o Catalina- si no los dos- sean lobos, porque si no hoy mañana caerá otro lobo. Y creo que es así porque hoy he notado el día bastante agresivo, casi todos han dado su opinión de forma enérgica y creo- esperaba no equivocarse- que eso ha sido así porque los lobos han querido defender hoy a uno de los suyos. Si es Fray Olegario o Catalina ya se verá mañana. 

Aunque no estaba seguro de que a los lobos le interesaran matarle, daba instrucciones por si no volvía a ver la luz del alba.

-Y es que si el linchado hoy es Fray Olegario- cosa que ya estaba prácticamente decidida, pues aún en el caso de empate decidía él- y resulta ser inocente, quiero que mañana se señale sin dudar a Catalina y a Rodrigo como los dos candidatos a elegir ese día. Si las palabras de Rodrigo convencen a los demás de su inocencia, que la gente elija a Catalina, pero por si acaso que se tenga el nombre de Rodrigo en cuenta. Sigue sin convencerme demasiado eso de que él sea el portador de la poción mágica y miedo me da entonces el objetivo de por qué quiere seguir vivo una noche más si no es eso. Si es culpable, como dije antes, se analizará todo antes de establecer nuevos sospechosos.

Miró finalmente al fraile.

-Ambos hemos tenido muchas desavenencias. No me extraña que esto termine así. Si cae usted y es inocente, espero que haya compasión en su alma aunque no la merezca- seguramente, se sentiría culpable el resto de su vida, que podía no ser mucha, y viviría lleno de remordimientos. Pero al menos le gustaría que ningún fantasma vengativo le siguiera a todas partes dándole el tostón- Voto a Fray Olegario.

Tras los últimos votos, y viendo que ya sólo faltamos Catalina, el alcalde y yo por votar, lanzo un prozundo un largo suspiro con los ojos cerrados.

- Espero que no haya sido así, mas en mi cabeza se cierne el temor a habernos equivocado y haber mandado a la palestra a dos inocentes en pos de las mentiras que otros hayan conseguido hacernos creer. De ser así, espero que Dios todopoderoso sepa perdonarnos. -

Miro a los presentes.

- En estos momentos los votos se encuentran así:

Fray Olegario: Adela (1), Miguel (3), Serafín (6), Rodrigo Belmonte (8)

Rodrigo Belmonte: Bartolomé de Castro (2)

Catalina Rodríguez: Rodrigo de pies oscuros (4), Pedro Montes (5), Olegario (7)

Tengo dudas. Muchas. El posicionamiento de Don Rodrigo contra el fraile me genera aún más preguntas. De ser el Belmonte un lobo, yo asumiría que Catalina también lo es. De ser el Belmonte un humano, entonces por mi parte la balanza se inclinaría por Olegario... bufff, difícil decisión. -

Hago una larga pausa.

- Que Dios me perdone si me equivoco -

- Voto a Fray Olegario - añado finalmente

El ebanista estaba a punto de retirarse a la espera del veredicto del Capitán cuando hizo una última anotación que le parecía importante.

- Antes de que concluya el día, creo que es de relevancia señalar lo importante que es la intervención de los ojos de Dios durante esta noche. Me refiero claro al don de la videncia: ojee usted a quien crea más lobo señora, deje que su instinto la guíe. Tanto yo como Catalina somos los más puestos en la palestra, así que quizás lo procedente sería estudiarnos a uno de nosotros, pero queda a su enterísimo criterio. Confío en su buen obrar, aunque yo creo poder probarme inocente a partir de mañana. En fin vecinos, esperemos lo mejor.

-Una de las razones por la que propuse que mañana la cosa estuviera entre Catalina y Rodrigo si el fraile es inocente es precisamente porque sigo sin fiarme de Rodrigo y quizá como dices igual hasta Catalina y el fraile sean inocentes y todo ésto solo haya ayudado a Rodrigo a salirse con la suya. Pero por eso, es posible que el que caiga mañana sea él, no me da buena espina ese hombre y muy bueno tiene que ser lo que diga para que no le vote mañana a él.

De estar vivo, claro.

Catalina se levantó, se veía abatida.

-María de Vellí, lo siento, fue un error sí. Busqué en las actas a Adela porque siempre es la que cuelga la lista. Sí me equivoqué, lo siento. Poco más puedo decir.

-Miguel de León, gracias. De verdad gracias. Por entender que no se puede estar a todas horas, por comprender que en mi cuerpo han pasado cosas que me han hecho estar en cama. Gracias. Siempre me han gustado sus intervenciones, pero ahora se ha ganado un puesto en mi corazón. Espero que no sea lobo y que sobreviva, lo deseo. Pero por desgracia hay gente que no lo ve tan claro y que espera que una conteste al momento.

-Tiene razón, no aporto demasiado a las sospechas, me cuesta. Aunque sí que dije que no me fiaba de Lázaro, pero por lo que se ve sólo una persona se acuerda. ¿Qué puedo aportar? Pues no me fiaba de María de Vellí, no porque me acuse, sino de antes. Pero cada vez estoy cogiendo más confianza en ella. Sí, aunque ella sospeche de mí, yo confío en ella. No me fío de Pedro Montes por esa obsesión que ha pillado conmigo y eso que intenté solventar sus dudas. Pero él, erre que erre, con lo mismo. Empiezo a pensar que es un lobo al que le gustan las pieles de viuda. Y por último, Fray, sí sé que parece que lo digo porque es él o yo, pero sus intervenciones de lo más erráticas me escaman.

-Sí, ojalá hubiera dicho antes a quién voté, es cierto. Pero esos días de enfermedad nublaron mi memoria, he tenido que rebuscar en mi cabeza, hasta que he dado con ello.

-Bien, paso al final. Vuelvo a votar de las últimas sí, y lo siento.  No soy lobo. Está claro que no tienen por qué creerme y antes acepté sin problemas que la monja me examinara, pero entiendo que hay gente más importante que examinar.

-Votaré por Fray Olegario. Sólo pido una cosa: si esta noche los lobos acaban conmigo, no le quiten atención a Pedro Montes, su obsesión conmigo es de lo más sospechosa y perturbadora.

-Gracias a todos.

AMÉN.

Anocheció en una plaza puesta en pie de guerra donde las acusaciones se intercambiaban vertiginosamente hasta que acabaron centrándose en el abad de la Abadía de Nuestra Señora de Castro, el hombre de Dios llamado Fray Olegario. 

Fray Olegario 8: Adela,  Miguel,  Serafín, Rodrigo Belmonte de la Poza, Ramiro Benavente (x2), María de Velli, Catalina 

Rodrigo Belmonte 1 : Bartolomé de Castro 

Catalina Rodríguez 3: Rodrigo de pies oscuros, Pedro Montes, Fray Olegario 

El Capitán parecía de nuevo disconforme. ¿Es que no había manera de que aquel hombre sonriera? Si no ejecutaban a nadie por desidia, si ejecutaban a un hombre de estado por desacato. El caso era siempre aparecer con el semblante serio y, eso sí, la horca dispuesta. 

- ¡Colgad al fraile pues y que su cadáver nos arroje la luz que sus palabras no parecen haber arrojado! 

El Fraile solo pidió mirar la abadía sobre la cuesta una última vez mientras fue anudada la cuerda sobre su cuello e izado a la muerte. 

Lo cierto, como luego empezaron a hilar los lugareños tras la asombrosa transformación que sufrió el cuerpo del monje, es que ya nadie recuerda que Fray Olegario había dado bautizo cristiano a aquel infiel inglés que habría de casarse con la lavandera del pueblo. Fue allí mismo cuando ese hombre le miró con peculiar admiración. Siendo el fraile un hombre de bien pero poco diestro en las artes seductoras no supo cómo tomarse aquella petición de verle a solas. 

En una noche de terror, supo lo que era fallarle a Dios, el pecado, la lujuria de sangre y el poder absoluto, cuando aquel hombre se reveló como una criatura inmortal: Una raza a punto de la extinción que había viajado hasta allí pensando que aquel pueblo encerraba en su haber la clave de su supervivencia como especie. 

Y así fue: Por vez primera desde hacía siglos, un ser humano, al que se le vacío la sangre y se le dio de beber la de aquella criatura, se transformó en un hombre lobo. Y no uno cualquiera, por ser el primero, era capaz de hacer él mismo a otros, lo mismo que le hicieron. Serían una manada de hombres lobo y él el INFECTO JEFE DE LOS LOBOS

¿Qué como era aquel jefe de los lobos? os preguntaréis. Ay, niños: ¡Aquel cadáver de hombre lobo era aún más fiero que el de Francisco y Lázaro! Su poderoso cuerpo, poseedor de sangre infectada con la que transformar a la humanidad, pudo incluso con el arco de piedra, que se rompió allí mismo, llevándose una ventana baja de madera y la mitad de la enredadera que trepaba por la columna de piedra. 

- Habrá que buscar otro sitio para ahorcarlos ahora- dijo el Capitán. 

Pero no debía estar muy descontento porque incluso eso no sonó esta vez a reproche. 

He dado de comer los huesos de Fray Olegario al perro.