Partida Rol por web

Los comentarios de Olivia me hicieron apretar los labios como queriendo contenerme, pero al final con el pique entre Liam y Rick no pude contenerme - En realidad solo Leroy - Solté como si nada - Iba de tonta calienta braguetas, pero al final el que la desvirgo fue el que le puso el anillo y la preño años después - Leroy era demasiado explicito contándome las cosas que no quería escuchar, puuuuaj. - Nunca hay que fiarse de las apariencias en el instituto - Mire a Theo me rei - Aun recuerdo cuando aquí el amigo me pillo en un fiesta universitaria - Con unas copas de mas, liándome con un cualquiera y marcas de otra persona. La cara de Theo había sido un poema, pero de aquellas todos pensaban que era la empollona Brígida que no sabia, aunque en realidad sabia mucho pero en otros ambientes.

El tema de Orlando me tenia mirando a uno y a otro conteniendo la risa en algún momento pero cuando hablo Theo lo mire con una ceja alzada.

- ¿Desde cuándo Theo se volvió el mas sensato? No puedo dejaros solos que me quita el puesto - Bromee lanzándole un beso al chico - ​​​​​​​Sin duda a mi me preocuparían muchas cosas aparte de un embarazo - Una paternidad adolescente era algo jodido, pero no me parecía tan jodido como ciertas enfermedades de transmisión sexual, ciertas drogas que de una toma te pueden dejar tonto y hasta la tontería mas grande del mundo como puede ser conducir borracho, pues no solo puedes joderte a ti la vida, si no podérsela a otros.

Después mire a Ágata con una enorme sonrisa - ​​​​​​​Este curso se lo van a rifar las universidades, si conseguimos que Leroy se graduara puedo conseguir que cualquiera sea alumno de matricula - Soltémosles una carcajada - Ademas de ciertos truquillos que dan puntos sin tener que ver con las calificaciones - Voluntariados, actividades externas y una buena carta de presentación. 

Cuando Rick se escapo de mis pellizcos lo mire mal de broma, hasta que lanzo no el puñal, si no el hachazo - ¿Seguro que quieres que te responda sobre mi alimentación? - Respondí con la misma maldad que el había lanzando el pique antes de acomodarme en un taburete para verlos tocar.

Corrió un tupido velo sobre los comentarios de la Corrillo. Creía que Liam era el tercer mosquetero que había tenido algo con la animadora pero al evadir la cuestión con una negativa lo dejé pasar sin incidir. Aunque Adrien sí que se tomó la libertad de hablar de más sin saber. En otra ocasión, otras circunstancias, le habría contado con pelos y señales lo que había pasado en los cuertos de baño entre la rubia y él, aunque a quién le importaba eso ya...

Tanto hablar de Orlando hizo que Rick sacara también su propia opinión, que para algo también hablaba todo lo que podía con el chico, al que además cada día le veía más parecido en ciertas cosas —Tranquis que yo he hablado de chicas con él... —dijo y dejó transcurrir un silencio mientras afinaba el bajo expectante de las caras que pondrían todos al soltar ese comentario —le advertí de que si no usaba el globito jugaría a la ruleta rusa y si le caía regalito podía ir olvidándose de seguir jugando —sentenció mirando a Ágata con una sonrisilla. Por supuesto que nunca se había cortado un pelo en contestarle una cuestión a Orlando y eso parecía estimular al chico para aprovechar esos momentos y asaltarle a preguntas. Y Rick no se andaba con tantas vueltas en si decirle esto o lo otro. Simplemente no se lo planteaba.

Mientras se dirigía a su hueco en el taburete al lado del bro y esperando que llegara la gatinha le dedicó una sonrisa de sátiro a Adrien y asintió con la cabeza —Ya sabes que me gusta conocer platos nuevos... aunque siempre me quede con mis favoritos. —sentenció acomodándose preparadísimo para tocar.

Y al ritmo que empezó a marcar disfrutó cuando Theo comenzó a desplegar su música acompasándose a él, ya preparados para ver como la gatinha se hacía grande por más pequeño que fuera su concierto, y las sonrisas de soslayo entre uno y otro en la complicidad que los hacía siempre reencontrarse entre las notas donde cada uno era más que consciente de lo que significaba el otro para él. De vez en cuando levantaba la cabeza dedicándole una mirada cómplice a Liam o sacándole la lengua a Adrien.

El reencuentro había dejado, como el instituto, notas amargas, momentos que nunca tuvieron que darse y muchos sentimientos enquistados pero también había abierto nuevas puertas por las que transitar hacia adelante y que bien valían la pena por ver las caras de los allí presentes. Los justos y necesarios.