Partida Rol por web

Después del funeral

01. Antes del funeral

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13/11/2013, 21:54
Richard Ambler

No, la verdad es que he llegado hace poco. Cuando fuí a entrar a verle me dijeron que ella estaba con él, asi que la he dejado a solas con él yo ya tendré tiempo de despedirme.
Luego echando un vistazo a su alrededor- No me extraña que esto este lleno de gente, todo el mundo ha venido a verle

Notas de juego

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18/11/2013, 22:28
Vivien Hayworth
Sólo para el director

en la mansión ya había gente pero de repente entraron en batallón por la puerta otro gran grupo de personas a dar el pésame a la apenada hija del señor Ennis. 

Muy buenas señora Flaherty, de echo se la ve muy bien, ya ve, la vida da mil vueltas. La hija del señor Ennis creo que está visitando a su padre unos minutos, parece que no tardará mucho en salir.

El señor Flaherty no tiene mucho tacto, pero Vivien no le hace mucho caso a sus comentarios. 

Casi todos los que habían entraron eran conocidos de Vivien, y los que no, los conocía de vista, no a todos ha tenido que atender, aunque son muy pocos, y ella no es de salir mucho de su rutina de trabajo para entablar amistades por el pueblo.  

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25/11/2013, 18:29
Lucinda Ennis

Todas las conversaciones fueron interrumpidas, todo el mundo quedó en profundo y respetuoso silencio cuando se abrió la puerta de la sala de música.

Allí, en el umbral de la puerta, una figura emergió de las sombras. Tenía el cabello castaño, muy bonito, y los ojos verde esmeralda. Jovencita de delicados rasgos y deslumbrante rostro, Lucinda Ennis era una auténtica figura de porcelana que había heredado la belleza de su madre, sin duda alguna.

Todo el mundo esperaba ver el rostro de una joven rota por el dolor, cuyo pesar desgarrase su alma en un evidente estado de profunda desolación, el vivo rostro de la desesperación.

Sin embargo más de uno tragó saliva al contemplar el frío aspecto de Ennis. Inexpresiva, salió de la estancia tan sigilosamente que parecía caminar de puntillas. Emergiendo de la oscuridad poseía un aspecto casi fantasmal. No vestía de riguroso negro, como se le supondría a una hija que acababa de perder a su padre. Sus prendas eran casuales, sin mucho colorido pero más del esperado. Sus ojos distaban de verse rojos por haber sido sumergidas en un mar de lágrimas.

Lucinda no parecía de luto. No parecía rota por el dolor. No parecía la jovencísima huérfana de un padre maravilloso.

Simplemente, Lucía parecía que no estaba allí.

Esa expresión ausente, como si toda aquella situación no fuese con ella, como si nada de lo que acaeciese en su entorno tuviese el más mínimo significado para ella, como si fuese una invitada de última hora en una fiesta en la que no conociese a nadie en absoluto. Parecía fuera de lugar.

Dejó la puerta abierta y encendió la luz de la estancia que acababa de abandonar y en la que había estado sumida en la más completa y absoluta oscuridad.

Una oscuridad idéntica a la que dejó a su paso en las mentes de todos los presentes, preparados para ver a una desconsolada muchachita, no a una inerte joven de mirada perdida e inexpresividad patente. El paradigma de la inexpresividad. Así se mostró Lucinda Ennis cuando se reunió con los invitados.

Lucinda Sophia Ennis, la incógnita. La criatura más extraña del pueblo. Y la niña a la que habíais venido a dar el pésame.

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25/11/2013, 18:41
Director

Notas de juego

Salvo que lo necesitéis, un post más de cada uno con el pésame, vuestro parecer o lo que cuadre, y pasamos a la siguiente escena, la del funeral, para dar por terminada la intro y pasar a la acción :)

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25/11/2013, 20:14
Rupert Gallagher

El jubilado no pudo evitar buscar la mirada cómplice de su antiguo compañero. Había algo que no encajaba. Si fuera una taberna hasta diría en voz alta que algo apestaba. Pero no iba romper el protocolo de aquella manera para señalar una obviedad.

La joven parecía más ausente de lo que cabria esperar, o todavía no se había hecho eco de la muerte de su padre, o bien, le importaba un pimiento. Espera que fuera lo primero.

Espero pacientemente su turno, después de algunas personas que aunque no fueran nadie, solían parecer solícitos por meritos que nunca se habían granjeado, y luego se acerco a la joven.

Mi más sentido pésame. Sé que ya no soy un agente de la ley, pero si puedo ayudarla en algo, no dude en decírmelo.

Sus palabras le resultaron del todo vacías, a pesar de que las había dicho de corazón. Sabía que nada podría hacer para que aquella joven fuera feliz. Su única familia había fallecido, y ahora estaba sola en el mundo.

No, no podía hacer nada por ella. Así que sus palabras, después de haberlas tenido en la boca, se habían convertido en un bocado amargo, pues cuando se había levantado aquella mañana, había pretendido ser un punto de apoyo, y ahora era consciente de que no lo era. 

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02/12/2013, 19:21
Director

Notas de juego

Ánimo, gente, un post de conclusión de escena y cierro para pasar a la segunda y comenzar con la acción en sí.

(Rupert, no va por ti, que tú si has puesto post).

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02/12/2013, 23:13
Charles Liberty

Todos se quedaron mirando a la chiquilla que esperaban que estuviera destrozada, pero no lo parecía, al fin alguien se apróximo rompiendo el hechizo del momento y devolviendo la naturalidad a la escena, Charles no esperó a que más personas imitaran el gesto y se adelantó.

Mr Ambler, vayamos a expresar nuestras condolencias a la srta dijo con tono quedo y apagado muy apropiado para la ocasión.

Dicho lo cual se fue hacia donde estaba la señorita. Se quedó guardando las distancias para respetar la privacidad de el sr Galagher y la anfitriona y nueva dueña de el lugar.

Notas de juego

:P no sé, yo esperaba que le contestaras

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03/12/2013, 10:19
Vivien Hayworth

La aparición de la hija del señor Ennis fue un momento muy extraño, y estaba.....rara, no parecía que estuviese apenada, pero si algo sabía Vivien es que cada uno lleva el luto como le nace, quizás Lucinda Ennis lloraba la muerte de su padre en silencio, quizás no era oro todo lo que reluce y era mejor ciudadano que padre.

Vivien fue a saludarla, siempre le había parecido una situación incómoda dar el pésame a los familiares de un difunto, nunca se sabe qué decir sin parecer pesado.