Me acerco a la puerta mirando al rededor, haciendo silencio, esperando que aparezca la señora Pyro. Ha sido un trayecto largo y aún recuerdo el extraño suceso en el puente... algo no me gusta.
Tirada oculta
Motivo: desc
Tirada: 1d100
Resultado: 12
Personalizado.
Mientras las damas se dirigen hacia delante, inquietas por encontrar al familiar. Puedes observar varias cosas curiosas. En la parte del cuarto escalón, hay una especie de barro de apariencia conocida. El mismo tipo fue encontrado en el apartamento del difunto esposo de madame. Miras rápidamente al rededor, hay un sector con pastos altos, al parecer con alguna especie de chatarra. Miras de reojo al lago y ves que una lancha se aproxima cada vez más.
Las escaleras tienen signos de barro, y al lado izquierdo puedes notar un pastisal alto con algo que sobresale, parece inicialmente chatarra. Te fijas bien, es curioso...es un auto, o por lo menos lo parece. Mientras buscas acercarte ves también que una lancha se acerca a la cabaña.
Bella y Katherina se acercan a la puerta, y llaman a la misma. La puerta esta cerrada, y no se escuchan sonidos al interior de la vivienda.
- Miren, es posible que vayan a recibirnos.- Oulard hizo visera con la mano para protegerse los ojos del resol e indicó con la otra en dirección al lago. Alterando la paz que las aguas habían recuperado tras la tormenta, una lancha recortaba la distancia con la orilla sembrada de juncos. Por el momento no se alcanzaba a ver a sus posibles ocupantes, pero el viejo doctor murmuró para sí mientras buscaba algún indicio en sus colores, insignia o bandera de llevarla que les diera alguna pista sobre sus tripulantes.
Bella se giró extrañada hacia donde indicaba el buen doctor. Ahora la puerta cerrada, ahora el doctor, ahora la puerta, de nuevo el doctor. Contrariada por no encontrar nadie en la casa finalmente optó por lo más inmediato, que era pedir explicaciones a las personas que se acercaban en lancha y exigirles un buen comportamiento. No tenía ni idea de quiénes podían ser, pero si eran ingleses y educados al menos podría tener lo que para ella sería una "buena conversación".(1)
(1) Una "conversación perfecta" hubiese incluido una mesita redonda con un mantelito crucificado a base de bordados, varias tazas de té maltratadas con dibujos ornamentales rosa y pastelitos. Muchos pastelitos.
Le comprendo. Si llevase varios días sin saber donde está mi compañero yo también estaría nervioso. - el agua estaba tan maloliente como la anterior vez que habíamos cruzado el lago.- si necesita nuestra colaboración no tiene más que pedirla, para lo que sea.
Una lástima que no conozca a la señora Pyro.- reconocí- su hermana y su tía afirman que se ha perdido. Si supiera quien es podría habernos dicho si por casualidad se había cruzado con ella en los últimos días.
Por cierto, ¿Conoce usted al señor Pyro?. Tengo entendido que es un benefactor de la guardia forestal de esta zona.
Marchaud sintió curiosidad por la inesperada visita, pero decidió que tal vez fuera más importante descubrir el significado del montón de chatarra. Así que no se distrajo y confió su suerte a que los recién llegados no fueran hostiles. Seguramente se trataba de los agentes de policía - pensó
Tirada oculta
Motivo: Descubrir
Tirada: 1d100
Dificultad: 55-
Resultado: 74 (Fracaso)
En realidad no le conozco, no sabía que fuera benefactor de nada, si donó dinero sería a la central, y la verdad, de eso, si existe, no creo que haya llegado aquí un centavo si fue así... dice el hombre con algo de apatía mientras se acercan a la orilla, a lo lejos pueden ver que los compañeros de aventura los miran curiosos.
Una lancha no muy rápida se acerca a la casa, la mayoria voltea a ver quien viene, y reconocen dos ocupantes de tres, el inspector Durant, el joven inspector Lewis y un tercer hombre, con un uniforme cafe y gorro.
La lancha se apea en el sector del embarcadero o muelle.
Mientras estan mirando eso, Katharina se queda inmovil en la puerta, sin prestar mucha atención.
Cuando tocas la puerta ocurre algo muy extraño, te transportas a otro lugar.
La primera visión es de tus pies, al lado del lago, volteas y ves un lugar extraño, lo podrías describir como una especie de casa, edificio o similar hecho de tierra de color cobre, como una especie de edificio tribal, o algo parecido. Símbolos raros están en la estructura, no los ves bien pero sabes que están ahí.
Como si fuera un mal sueño ves caminar hacia ti al que fuera tu cuñado con una sonrisa, tenía una vestimenta deportiva con las botas llenas de barro.
Sonríe mientras se te acerca.
Y de repente todo se desvanece. Estas frente a la puerta mirando fijo la madera de la misma.
Gracias por traernos. Dice el joven al desconocido que conduce la lancha y tratando de salir de bote un poco torpe. Doctor, señores, señoras... hemos venido a su encuentro, la tarde ya ha llegado... el tiempo se pasa como agua...
De nada inspectores. Dice el hombre en tono parco. Dejenme saber si necesitan algo antes de partir.
Te acercas a los arbustos, y no te es dificil descubrir un vehiculo conocido (te habian narrado sobre el en el campo de golf), elegante y con los vidrios delanteros rotos.
Apoyada en la puerta, Katharina estaba pálida. Ni siquiera parecía percatarse de la llegada de los demás miembros del grupo. Tan solo miraba con ojos desorbitados la puerta mientras los ojos perdían toda expresión y caía al suelo desmayada.
En mi turno, registro el interior del coche (asientos y maletero).
Gracias por todo señor Whire.- Digo al guardabosques estrechándole la mano- No creo que....- Veo caer a Katharina al suelo desmayada.- Espere un momento.
Digo saltando de la lancha y corriendo a comprobar si la joven se encuentra bien.
La llegada de sus compañeros de trabajo no podía ser más oportuna; mientras se despedían del conductor de la lancha, Durant miró en su dirección y se acercó a toda prisa. Al mismo tiempo el golpeteo sordo sobre las maderas del porche llamó la atención de los presentes, y Oulard nuevamente se vió impelido a socorrer un nuevo desmayo. Con la paciencia de los santos se agachó a atender a la muchacha, comprobando si podía respirar bien y si se había golpeado al caer. Esperaba por el bien de ella que no fuera de las que empleaban corsés para ceñir su figura, no sea que se viera obligado en caso necesario a comprometer su decencia por lograr que la muchacha pudiera volver a tomar aire.
Tirada oculta
Motivo: Medicina
Tirada: 1d100
Dificultad: 75-
Resultado: 15 (Exito)
-¡Ah! Inspector, que grata sorpresa. Precisamente ahora...- decía Bella, siendo interrumpida por el golpe sordo de Katharina al caer desmayada.-¡NIÑA!- Exclama, corriendo tras del doctor, y del inspector que la adelantó como una exhalación. La cosa empezada a ponerse un poco comprometida, con tanto desmayo. No sabiendo qué hace ni a quien culpar, optó por la reprimenda general a los varones que siempre le funcionaba.-¡Por el buen Rey Jorge! ¡Hagan algo!-.
Pareciera que aquel era el día de los desmayos...primero su tía luego ella....aunque claro, Katharina había sufrido unos desmayos a lo largo de la semana, además de mareos...algo muy poco apropiado para una dama. Especialmente para una dama soltera. Sin embargo el desmayo no fue largo...Cuando el doctor empezó a palpar el corse para rasgarlo o abrirlo sintió el frío de la mano y algo la sacó del mundo de tinieblas en el que se había metido. Algo que la decía que si no se despertaba iba a pasar mucha vergüenza.
AHhhhh La joven abrió los ojos asustados llevandose una mano al pecho asustada por lo que acababa de ocurrir. Poco a poco y aún sin levantarse, la mujer comenzó a respirar de forma más natural y el rubor fue volviendo a su pálido rostro.