Aquello fue demasiado para Gaëlle. Trató de decir algo, pero apenas era capaz de balbucear. Durante unos segundos se quedó como estaba, sentada en el suelo abrazada a Pia, mientras buscaba que decir. El pulso se le aceleraba, notaba que le temblaban las manos.
-Pero… pero... ¿Llevarme al… norte? ¿Adalbern iba a… a secuestrarme? ¿Tú le… le estabas siguiendo? – Parecía a punto de sufrir un ataque al plantearse por primera vez las implicaciones de lo que había ocurrido ese mismo día – No, no… no puede ser…
Su mente saltaba, caótica, de una idea a otra, sin detenerse, sin ser capaz de relacionarlas ni formar una imagen completa. Durante unos instantes se quedó casi petrificada cuando acudieron a ella algunos recuerdos recientes.
-Pero… su… su perfume estaba allí, en aquel almacén… - su voz sonaba casi inaudible, como si sus pensamientos fluyesen a través de sus labios sin que fuese capaz de detenerlos - ¿Cómo… como ha podido…?
De pronto se levantó, bruscamente, casi de un salto. Dio rápidamente un par de vueltas a la pequeña celda antes de detenerse de espaldas a Pia.
-Yo… yo… tengo que pensar – hablaba muy rápido, para sí misma – esto es… esto…
Volvió a dejarse caer, apoyando la espalda contra las ramas, y rompió a llorar.
-¿Por qué tiene que ocurrir esto, Pia? - preguntó entonces entre sollozos, abrazándola con fuerza - ¿Por qué? ¿Por que alguien a quien quise tanto quiere secuestrarme? ¿Tan poco le importé? ¿Por qué te fuiste, y me dejaste, para seguirle? Él... era pasado, tu eras mi presente - Cerró los ojos y apoyó la cabeza sobre su hombro, hundiendose en su melena -Necesito… dormir... No… no puedo… necesito descansar…
-Por favor, Olidammara, dime que todo esto es un sueño, que no es más que una ilusión... - murmuró en voz muy baja.
Como tengo la sensación de que ahora mismo el resto andan esperando a que acabe, si tienes que acelerar las cosas hazlo. Si nadie me interrumpe me duermo ahí mismo, de lo contrario en la posada donde tengo la habitación.
Gaëlle acabó quedándose dormida, acunada por las caricias de Pía. Cuando despertó se sentía como si hubieran pasado sólo unos minutos; y probablemente lo habían hecho, tal vez una hora como mucho. El guardia estaba abriendo la jaula y le pedía que saliera. La teniente Recta volvía al cuartel y el guardia no quería que descubriera a la bardo con la prisionera, además probablemente la interrogarían ya.
Gaëlle pudo intercambiar un breve saludo con Aleena antes de dirigirse a la posada Limyè Maten. Tras confirmarla de nuevo que, si todo iba bien, Pía quedaría libre por la mañana, para lo que apenas quedaban unas pocas horas.
La bardo estaba tan cansada que apenas prestó atención a la belleza de la ciudad arbórea por la noche ni a los sonidos de jolgorio que venían de la plaza del Arrabal donde había compartido bailes con su hermano hacía unas pocas eternas horas. Sus cansados pasos la llevaron, casi con los ojos cerrados, a la acogedora posada. No pudo evitar un escalofrío al notar que estaba muy cerca del almacén donde había tenido que luchar por si vida, de hecho se veía desde la ventana donde compartió - demasiado - vino con su hermano, aunque en ese momento no le había llamado especialmente la atención.
Su cansancio estuvo a punto de hacer que no advirtiese a la primera el revuelo que había en la posada, Maese Buenamesa estaba en el exterior con una ballesta cargada y la joven pudo advertir un par de guardias rondando por los alrededores, examinando callejones y oteando hasta donde llegaba su aguda vista élfica.
Demasiado cansada, se impuso la tranquilidad y el deseo de dormir a la inquietud y la curiosidad al saber que, de acuerdo a Buenamesa, sólo había sido un ladrón intentando entrar sin éxito en la posada, incluso después de saber que la habitación cuya ventana no había conseguido terminar de forzar era la suya.
Así Gaëlle entró en su cuarto, casi a rastras y quitándose la incómoda armadura, que le había producido rozaduras, por el camino. Ni siquiera se dio cuenta que su cuarto tenía un detalle distinto a cuando le había dejado, hasta que vestida ya con la ropa de noche, vio, inevitablemente al abrir la cama, un sobre de color burdeos de elegante papel sellado con un lacre. Al cogerlo distinguió un olor familiar, un olor que le podría haber costado un poco más identificar si no lo hubiera hecho hacía un par de horas a lo sumo en un campamento en un horrible almacén. El perfume de Adalbern.
Cuando abrió la carta el contenido no tenía respuestas sólidas. Un mensaje corto, misterioso y directo:
"Hermosa dama
No he podido evitar quedar prendado de tu belleza y tu canto tras verte hoy en el Festival.
Sería para mi un gran honor poder agasajarte como se mereces, me harías muy feliz si te
pudiera ver mañana, a la hora que tu prefieras, estaré hasta media tarde en el almacén de
las afueras, el último siguiendo el camino que sale de Zoquejo.
A tus pies, tu humilde admirador
A.D."
A Gaëlle no le pasó desapercibido el tono impersonal de la misiva, pero la rabia de volver a recordar los acontecimientos fue demasiado para su cuerpo agotado y su mente entumecida y cayó rendida en su cama casi sin tiempo de arroparse.
Bueno, en parte es como dices, me gustaría empezar con el día siguiente porque hay gente esperando, algunos desde hace demasiado tiempo (culpa mía, no te preocupes por eso). Por eso vamos a narrar ésto así, de todos modos en tus primeros posts del día siguiente puedes ir en la dirección que más te guste, mientras los demás hacen sus cosas tu puedes hacer las tuyas si prefieres, sea aclarar los nuevos interrogantes, los viejos, buscar a Pía a primera hora, acudir a la cita en la Posada con tus nuevos camaradas de armas, disfrutar de la feria por tu cuenta o cualquier otra cosa que quieras. Vamos que aunque cerremos día para dar cancha a todo el mundo, eso no implica necesariamente cerrar temas.
A lo largo de hoy y mañana trataré de poner una nueva introducción al nuevo día para cada PJ, en una nueva escena, aunque eso no quita que añadas los posts que consideres con la reacción o vivencia de Gaëlle de los últimos acontecimientos del día.
Ah! Y te comento para evitar que las consideraciones del jugador interfieran en la comprensión del personaje del entorno: Los PJs (vosotros) hacen lo que quieren, aunque eso interfiera o estropee los planes de PNJs antes de saber que los tienen o sin querer. Lo que describo es lo que pasa y/o ha pasado, no necesariamente es parte de nuevas tramas, pueden ser cosas que han pasado y ahora no tienen validez o su propósito ha desaparecido.
Chicos, para poder seguir todos, voy a cerrar el día de llegada. Si consideráis que vuestra conversación no ha acabado, si no tenéis inconveniente, podéis hacer unos post donde acordáis que es mejor discutir esos asuntos en la cita del día siguiente más descansados y con una merecida cerveza en la mano.
A lo largo de hoy y mañana voy a preparar una nueva escena para el día siguiente y una nueva introducción para cada PJ al nuevo día, eso no quita que completéis aquí lo que consideréis necesario (si consideráis algo) sea quedar para acabar la conversación mañana o sea terminarla en un par de post o tres.
Sabiendo que no llevamos las cuentas de la pasta,no hay mucho de que hablar.
Mi personaje acepta ir con Theonil y hacer de guardaespaldas
Avísame si cuando pueda hacerme con algo mágico