Escena para acciones aisladas de Theonil Bremârk
En tu despacho, con tu libreta de notas, te esfuerzas por encontrar las pautas, el dato que te ayude a atrapar a esos traficantes de reliquias. Intentas concentrar tu mente en el caso, en las pistas, los nombres, los posibles planes.
Tu mente vuelve al piso de arriba, a la dulce voz cantando loas ceremoniales del equinoccio de otoño. ¿Cómo puedes pensar en el caso justo ahora? Es imposible, arriba Nasha se prepara para el festival.
Decides airearte un poco, tal vez una charla te distraiga, relaje los demonios y te devuelva la concentración. El Festival, un momento temido, tus investigaciones indican que Nasha es la favorita en las casas de apuestas, la mejor candidata a Amazona de Unicornio. ¿Cómo puede una persona apostar por algo así, por quién perderá a su hija? Algo en tu interior te dice que estás exagerando, que ser elegida es un honor, que tu hija no va a morir ni a sufrir nada malo; esa pequeña voz que parece hablar con voz retumbante y musical y esa otra que habla en elfo, asiente. Pero, lo cierto, es que la idea de no volver a ver a tu hija a partir de mañana, de verla partir con un destino incierto para convertirse en defensora de Faerie no es nada agradable. Defensora de Faerie… es una niña, ni siquiera puede defenderse a si misma.
Tus pasos te han llevado a la entrada de su habitación, la puerta está abierta y ves como Nasha está contemplando el vestido más hermoso (y probablemente caro) que has visto nunca, parece más un vestido de novia que de fiesta, de raso blanco con encaje y puntilla en los bajos (que arrastran por el suelo), las mangas abullonadas y el alto cuello (no tiene ni un amago de escote), incluye un ligero velo de tul y incrustaciones de oro, se completa con un elaborado cinturón de plata en forma de enredadera que se sujeta a las caderas y baja hacia el vientre, uno de los que se han extendido en los últimos años en la ciudad como símbolo de virginidad. Está claro que ella no tiene ninguna duda del resultado del Festival de mañana, si no fuese tan preocupante resultaría cómico pensar en como piensa montar en un caballo con semejante vestido.
Pero el problema es que el Festival es también el momento ideal para que los traficantes que llevas persiguiendo meses hagan su intercambio con los extranjeros que les compran las estatuas sagradas. ¿Podrás atender tu trabajo y a tu hija a la vez?
Fuera suena la llegada de la última caravana del Festival, pronto empezarán a montar sus instalaciones y la feria quedará completa. Luego llegará la noche y, después, el día más largo.
Lentamente juego con una ganzúa, en la mano, pasándola de una punta a otra de los dedos.
Maldito Merryl... Ya podía haberme encargado lo de las estatuíllas en otra temporada...
Diablos... -Digo, entre dientes, mientras me levanto con un golpe ruidoso y pego un topetazo a la silla.
Cargo bien mi pipa, necesito pensar...
Mientras vuelco lentamente el tabaco en la concavidad del objeto me acerco lentamente a la habitación de Nasha.
Igualita que su madre...-Me digo, sin poder evitar esbozar una maravillosa sonrisa.
Y una voz dentro de él decía: Igual que su madre; se irá.
Meneo la cabeza, intentando desechar ese pensamiento de mi cabeza.
Me apoyo en el marco de la puerta, y con una sonrisa cálida le digo:
Supongo que no puedo convencerte a estas alturas, ¿verdad?
Mi sonrisa lentamente se templa- Estarás muy guapa, Nasha.-Digo, mientras entro en la habitación, acercándome al vestido. -Caray, se han esmerado en las ropas... -Dejo caer un lento silbido, dando a entender lo caro que es - Con esto podría haber vivido un mes en los malos tiempos...
Me giro para ver su cara, perfecta y nívea, igualita a su madre:
?Cómo estás, hija?
Nasha parecía realmente ensimismada, no se da cuenta de tu presencia hasta que no hablas. Da un ligero respingo y te mira con una sonrisa que parece iluminar la habitación, sus ojos tienen el brillo plateado que su leve herencia eladrín les confiere cuando está muy excitada.
Se ríe con una carcajada musical y, tras alisarlo, toma el vestido sosteniéndolo frente a si y dando varias vueltas se acerca hacia ti, sonriendo.
-“¿Convencerme? ¿De qué?”- dice mostrando una sonrisa traviesa, obviamente sabe a qué te refieres y no quiere hablar de ello.
Detiene su danza para que puedas admirar el vestido más de cerca, y cuando silbas impresionado, una lágrima de alegría asoma a sus ojos:
-“Todos en el templo han ayudado, están muy orgullosos de mi, incluso el sacerdote cree que seré yo la elegida, que seré Amazona de Unicornio.” – está tan excitada que su voz sube varias octavas, tornándose un tanto chillona e incluso perdiendo su timbre musical habitual.
Se gira, tranquilizándose un poco, para dejar el vestido de nuevo en el maniquí. Escucha cuándo le preguntas cómo está, se queda quieta un momento, tienes incluso la sensación de ver cómo se apaga un poco, se gira despacio con una sonrisa más triste que antes, te abraza muy fuerte mientras habla:
-“Yo estoy bien, papá, estaremos bien, ya lo verás. Tal vez pueda venir a verte de vez en cuándo, lo hablaré con el unicornio, seguro que a él no le importa.” – Comienza a llorar suavemente – “Además seré una Exaltada, una criatura espiritual y podré atravesar el velo. Nos podremos ver para siempre, incluso cuando viajes a Arvandor en el Último Barco podré seguir ir yendo a verte. Ya nunca estaremos solos, ninguno, bueno… estaremos separados casi todo el tiempo… pero no solos, porque podremos vernos siempre. Y…” – duda un momento y se enjuga las lágrimas – “Podré ir a ver mamá, ¿no crees? Podré entrar en Arvandor y verla, quizá mañana mismo…” – Te mira y por un segundo crees estar mirando a Narina, quizá un poco más joven de cuando la conociste, con el pelo un poco más brillante, como si realmente estuviese hecho de platino, pero no; la luz de plata que parece salir de sus ojos es tuya y tu mente vuelve a reconocer a Nasha, la llorosa Nasha, la entristecida Nasha, la inmensamente feliz Nasha. Tampoco tiene que ser nada fácil, ahora mismo, ser ella.
Me alegro, Nasha... Me alegro...-Digo, mientras me siento, ruidosamente en la cama.
-Pero no te hagas tantas ilusiones... Tienes que ser humilde... Igual que deberían ser algunos elfos engreídos que yo me sé...
Muevo la cabeza a los dos lados, con una sonrisa.
Siempre la misma canción, Nasha. Tu padre no cambiará nunca.
Será mejor que te vayas a despedir del abuelo, ¿no crees?-Digo, mientras me reincorporo de un salto, y me dirijo a mi despacho.
Tengo que atender unos asuntos, nada importante, cosas de Merryl. Ve a despedirte de ese viejo gruñón, nos veremos al ocaso, o eso espero, en la plaza.
Cuelgo lentamente la ballesta al hombro, y afirmo el cinto de la espada.
Quiero pasar tu última noche de libertad contigo. -Digo, en un tono melancólico.
Esbozo una sonrisa socarrona -Bueno, además tendré que apartarte a los moscones, que estás hecha una señorita, no vaya a ser que algún elfito se encapriche más de lo debido...- Le doy un lento beso en la frente-Hasta luego, Nasha...
Salgo del edificio, a buscar mis contactos, con la esperanza de poder averiguar algo más de esos traficantes de estatuillas. El deber es el deber.
Nota:
Puedes crear pnj's, en la pestaña correspondiente, añadirles una imagen de 15 kb's y mejorar así el roleo por foro. Para hacer que un pnj hable (o un pj cuyo jugador ha abandonado) tienes una pestaña en la parte superior izquierda de la casilla de texto. Si no te sale consulta los tutoriales, te lo explican clarito! :3
Gracias, he probado tus consejos con el post anterior y parece que han funcionado XD
Nasha se separa de tu abrazo, asintiendo con la cabeza, te mira con una sonrisa radiante y dice:
-“Será lo Rillifane decida, el Seladarine es más sabio.” – resulta un poco resabidilla cuándo recurre a las profesiones de fe como si fuera ya una sacerdotisa.
-“Sí, será mejor que vaya a ver al abuelo pronto, antes de los cambios de guardia, si se pone a despachar con la teniente Recta, me tocará estar hasta la medianoche esperando, como antes de ayer. ¡El Festival les tiene realmente ocupados!” – con una risita se acerca al armario para coger su capa verde de motivos florales.
Cuando le dices que vuelva pronto, se gira, y asiente con la cabeza:
-“Sí, papá, volveré pronto para que podamos ver cómo ha quedado la feria.” –Cuando haces tu comentario picante, notas como sus ojos se desorbitan con un temor muy real – “Rillifane guarde mi virtud” – dice haciendo un signo de protección. A ti, que creciste en otro entorno y te relacionas tanto o más con gente de fuera de Zoquejo que de aquí, te sigue sorprendiendo el valor que en éste lugar se da a la virginidad y la pureza, entendida como abstención sexual, aunque como padre de una adolescente has llegado a valorarla un tanto más. Desde luego, el entorno y la idea fija de ser Amazona de Unicornio han grabado a fuego en tu pequeña el valor de su virtud y la castidad como valor exaltado.
Se tranquiliza con tu beso, y tras besarte en la mejilla, se despide y se marcha a la carrera tras coger su recién estrenada vara de iniciada con un: -“Adios, que el Seldarine te guarde, padre.” - siempre tan propia en su papel de novicia.
Te preparas para salir, coges tus cosas y te dispones a salir una vez adecuadamente equipado. Abres la puerta y algo te sobresalta al abalanzarse sobre ti, dándote unos ligeros, aunque enérgicos golpecitos en el pecho; pero el susto se te pasa al ver ante ti una muchacha, vestida con ropa de viaje y aspecto grácil, tan asustada como tú. Parece que se disponía a llamar a la puerta, justo cuando has abierto.
A partir de ahora compartes juego con Evea (ella es la muchacha que te aporrea el pecho como si fuera una puerta). Y de hecho, os voy a añadir un pequeño resumen común del final de éste post en la escena general, sólo para los dos de modo que podáis hacer post compartidos, de momento, hasta que os separéis.
Para darte un nexo de unión a los demás personajes he unido su trasfondo con el tuyo de forma no invasiva, vamos que no he tocado nada de lo que tú escribes y me he basado en cosas que tú has dicho, pero lógicamente necesitas información que tu personaje conoce y tu no tienes, que te detallo aquí para que puedas interpretar tu encuentro con Evea libremente y a tu manera, porque seguramente te preguntará por cosas que podrás responder con éstos datos:
Uno de los motivos para quedarte aquí y no en otro sitio originalmente fue que, cuando llegaste aquí encontraste una muchacha de edad parecida a la tuya con la que sentiste una fuerte conexión, al principio no teníais muy claro qué pasaba, aunque erais jóvenes y atractivos, no había “química” entre vosotros ni siquiera en el hervidero hormonal de la adolescencia pero sentíais una especie de cariño artificial, la muchacha se llamaba Tianna y el misterio se desveló cuando su amigo Geralt Leblanc, quién disponía de un extraño don divino, os dijo que veía energía espiritual en vuestras auras que se mezclaba cuando os acercabais; y que esa energía era lo que ellos llamaban “la celestialidad” de Tianna y que tú también tenías de esa. La misma para ser exactos.
Según fuisteis deduciendo Tianna y tú teníais un antepasado común, la sangre de Ghaele que tienes procedía del mismo que la de ella, teníais el mismo tatarabuelo y era la única familia que nunca habías tenido, además de una posibilidad de que tu familia procediera de éste pueblo realmente.
Tianna y Geralt se hicieron paladines, planeaban irse juntos de aventuras, pero una herida mal curada postró a Geralt en una silla de ruedas porque apenas podía mover una pierna (de hecho hace un año o así empeoró considerablemente y ha tenido que irse con sus primos a Tornasol, una ciudad a varios kilómetros dentro del Bosque Elfico) aunque eso no frenó la sed de aventuras de Tianna, que se fue hace años, aunque vuelve con cierta frecuencia, sobre todo para el Festival, puesto que la encanta ver la selección de Amazona.
Tu relación con Tianna puede ser tan cercana o distante como quieras más allá de lo que he dicho, aunque es tu única familia segura (a parte de tu hija y esposa, por supuesto, me refiero a familia de ramas y tronco hacia arriba del árbol genealógico) y vuestra sangre celestial genera un efecto divino y sobrenatural de atracción, una reminiscencia de la familiaridad que sienten los ángeles de un dios entre sí (la sangre sobrenatural es extremadamente potente en sus efectos, como demuestran todas tus capacidades sobrenaturales varias generaciones después de un solo progenitor eladrín).
Si tu relación con ella es de cercanía y cariño (la natural entre primos que viven en el mismo pueblo y no tienen más familia) podría serte posible sentir su muerte e incluso podrías llegar a sentirla cerca cuando lo está; si es el caso, ninguna de las dos sensaciones te ha venido últimamente. ¡Ah! Y esto es, lógicamente, aplicable también a tu hija, dado que, aunque más diluida, comparte tu sangre celestial.
Si los dioses empuñasen espadas...-mascullo entre dientes, antes de que se vaya.
Cuando oigo que cierra la puerta, cuento hasta 20, dándole una brutal patada a una silla, enfurecido con los malditos dioses... Por todos los diablos...
Cierro la puerta, más calmado, echo la llave varias veces y salgo, con todo mi material de trabajo.
Una prima, ¿Dices? pues sangre de mi sangre oye... la querría como una hermana, soy de los que coje cariño a la gente.
Esos nexos no me parecen en absoluto mal! Cuando quieras recurrir a ellos no hay problema.
Pero no me acabo de situar, ¿Donde estoy ahora en la escena con Evea? ¿En la taberna? ¿He chocado con ella? ¿ de que la conozco?
Estas justo en la puerta de tu casa, al ir a abrir, ella se disponía a llamar, de modo que ha golpeado en tu pecho en lugar de en la puerta al tocar con los nudillos. No conoces a Evea de nada, como mucho de referencias que te haya podido decir Tianna la última vez que la viste hace cinco años (para el último Festival, a los que le gusta mucho asistir) de una adolescente que encontró huérfana de un pueblo saqueado y estaba entrenando como aventurera, aunque eso sólo te lo ha contado si tiene contigo cierta confianza (que por lo que me has dicho, es que si) pero físicamente no la conoces (ni reconoces, Evea tiene unos 20 años y es una curtida montaraz, cuando Tianna te habló de ella era una adolescente a medio entrenar)