Escena para acciones aisladas de Evea, la gata
Los últimos meses han sido realmente duros; ahora, mientras abres camino para la caravana que se dirige a Zoquejo y te aseguras de que nadie la embosca, sientes una gran congoja apresando tu corazón a medida que el último hilo que te queda llega a su fin para revelar si es o no otra pista falsa.
Has acudido a cada punto de encuentro, hasta el último lugar que frecuentabais, has interrogado a todos sus contactos e intentado localizar a sus compañeros de aventuras. Pero nada. Nadie ha visto a Lady Tianna desde que partió hace meses a la misión que no te quiso llevar, ningún refugio había sido usado, ningún compañero había vuelto a su casa. Eso es lo peor, en algunos hogares de compañeros parecían tener por seguro que su familiar había muerto: magia de adivinación o un sentimiento como el que acompañaba a ti durante el saqueo de Lunil, poco importa, estás convencida de que dicen la verdad y eso te exaspera ¿habrías sentido lo mismo si Tianna estuviera muerta también? ¿O es algo que requiere el vínculo familiar?
En cualquier caso tu última, desesperada, esperanza es que algo le haya hecho volver a los orígenes, empezar de cero. Aunque si es el caso temes descubrir porqué no se ha puesto en contacto contigo. Sea como sea, el último punto que te une al rastro de Lady Tianna es el de su lugar de nacimiento; tal vez su familia sepa algo o siquiera pueda darte una nueva pista que seguir... Encontrarles en Zoquejo y preguntarles cerrará tus opciones, es tu último hilo.
En cualquier caso no puedes evitar el agobio que te produce una extraña sensación en los huesos, el presentimiento de que algo malo, muy malo, pasa. ¿Será eso un sustituto del vínculo familiar que te avisa? ¿Quiere decir que aún hay esperanza porque Tianna está viva? Bien, al menos resulte en lo que resulte, tal vez el festival ayude a mejorar tu ánimo y distraer tu mente de pensamientos funestos.
Cuando la caravana entra en el pueblo todo el mundo se muestra entusiasmado, saludando y vitoreando a su paso. Pronto te encuentras rodeada de pequeños que, envalentonados por tus sonrisas tras los primeros tímidos acercamientos, te piden que les enseñes las armas y les cuentes cómo matas orcos y trasgos. Te llama la atención que entre los niños, de vez en cuando, se juntan mozalbetes bastante más creciditos (vamos de tu edad) que entrando en los juegos aprovechan para tirarte los tejos descaradamente, invitándote a tabernas y bailes incluso antes de que hayas tenido opción de acabar tu trabajo.
Aunque para cuando salís del Arrabal para dispersar la caravana por el Festival la mayoría ha encontrado otras diversiones y cosas emocionantes que perseguir. El jefe de caravanas os llama a los guardias a parte, con el fin de liquidar los pagos; te acercas a recibir tu parte y el hombre se despide con un sentido agradecimiento a todos.
Libre al fin de seguir tu camino.
Por centrarnos compartes toda la escena de viaje en caravana con Drieric Denyc, Gaëlle Bellerose y Karlack Rowder
Tras despedirse de los que han sido sus compañeros de trabajo y del líder de la caravana, la joven y de piel oscura Gata se adentra, a paso raudo, hacia el interior de la comunidad.
Sus andares son seguros y con gracia, cargando con su morral y las armas, enfundadas y amarradas a los muslos, bien aseguradas.
Tengo que encontrar al señor Geralt Leblanc, el primo de Tianna, es la única persona de la cual Tianna me habló con cierta calidez y familiaridad. Los dos salieron del orfanato para ingresar en las filas religiosas del Caballero Rojo, pero debido a cierto infortunio durante el aprendizaje Leblanc resultó herido de gravedad y tullido de la pierna derecha en consecuencia. Tianna me dijo que había echado raíces hacía tiempo y que había elegido Zoquejo para establecerse. Supongo que las autoridades sabrán indicarme la residencia de Leblanc.
Te alejaste un poco de los demás guardias de la caravana para interrogar a uno de los guardianes locales, éste extremadamente estresado tratando de evitar que cada quién monte su chiringuito dónde mejor le place, te indica con prisas que te dirijas a la teniente Recta para tus pesquisas, mientras señala con un dedo una torreta de vigilancia que destaca sobre los edificios del Arrabal, en el límite de la plaza del festival; inmediatamente se marcha gritando a unos zíngaros que han metido sus cabras a pastar en un parterre de los que adornan el paseo desde la puerta hasta la plaza.
La torreta es, en realidad, un árbol elegantemente torcido, sus giros forman una escalera de caracol que lleva hasta un conjunto de ramas que se unen en una plataforma de unos cinco metros cuadrados antes de girar al cielo formando una especie de jaula, rematada por una densa copa de hojas verdes.
En ella vigila una mujer elfa pequeña y fibrosa, morena de piel y pelo con vivarachos ojos verdes. Tiene un aspecto serio, aunque cuando te ve subir hasta la plataforma ágilmente, te saluda con un apretón de manos y una breve sonrisa.
- “Teniente Aleena Recta, responsable de seguridad del Festival. ¿En qué puedo ayudarte?” – Escucha atenta tu historia, asintiendo de vez en cuando y torciendo el gesto otras veces, parece muy expresiva.
Con gesto adusto, te responde tras tus preguntas:
- “Conozco a Surwen Tianna, pero no la he visto desde hace años. No se te decir dónde podría estar. Respecto a Geralt Leblanc, me temo que tengo malas noticias, su enfermedad fue a peor y ha tenido que marcharse al interior, con su familia, a Tornasol. No creo que el capitán Menertal te deje entrar en el Reino, no te conocemos, no sabemos quién eres y los visitantes están prohibidos.” – su tono es firme y serio, pero continúa con una nota de simpatía en su voz – “Sin embargo es posible que pueda ayudarte un poco, al menos tanto como podría haberlo hecho Leblanc, si buscas a la familia de Tianna aquí, no queda nadie cercano. Pero sí hay alguien, un pariente lejano por parte de… ya sabes…” – dice señalando hacia arriba con un dedo y mirando al cielo con los ojos sin levantar la cabeza, luego carraspea – “Los Bremârck, Theonil y su hija Nasha, no tenían una relación muy estrecha, que yo sepa, pero tenían… la misma sangre… sangre fuerte… y mágica… quiero decir… que descendían del mismo celestial, eran primos lejanos o algo así. No pondría muchas esperanzas, pero creo que es tu mejor opción. Disfruta del Festival, merece la pena, ya lo verás.” – Tras darte instrucciones para llegar a su residencia, una casa pequeña en el Arrabal, la elfa te estrecha nuevamente la mano para despedirse y te sigue con la mirada mientras vuelves a bajar, admirando la gracia de tus movimientos y asegurándose de que no tienes ningún percance.
La joven Evea asiente las palabras que suenan a verdaderas, y realzadas aún por la expresividad de la elfa, mientras poco a poco va asimilando que su última baza está a punto de desvanecerse... cuando de repente la teniente le abre una nueva puerta, una nueva esperanza. Un primo lejano, un familiar que tal vez le pueda dar un rayo de esperanza para encontrar a Tianna.
Al terminar la conversación con Aleena Recta, los ojos de la joven luniliense brillan esperanzados y con gratitud. A modo de despido añade.
- A ver si es verdad y puedo distraerme, e incluso disfrutar un poco de la feria. Gracias por vuestra atención.
Sin querer robarle más tiempo a la oficial, Evea desciende de la torre para seguir las indicaciones de esta e ir en busca de los Bremârck, Theonil y Nasha.
El descenso de la torre te llama la atención porque no es trivial, la gracia y agilidad que dan el apodo suponen que no sea ni una molestia siquiera para ti, pero también te remarcan que no cualquiera podría bajar de aquí arriba.
La casa de los Bremârk está un poco alejada de la torre, que se localiza junto a la plaza; de hecho tienes que atravesar medio Arrabal hasta una casa de piedra no muy grande pero arreglada con gran gusto y llena de vegetación cuidada, está situada junto a la linde, en la calle más interior.
El paseo te da tiempo de apreciar cómo los músicos callejeros empiezan a ser muy numerosos tanto en las calles del Arrabal como en el cada vez más numeroso y amplio recinto ferial que crece paralelo a las dos calles del ensanche exterior de la ciudad. Y a otro par de jóvenes locales de invitarte a una de las numerosas tabernas que hay en tu camino o a reservarles el primer baile mañana en la feria.
Aún estás acercándote cuando ves salir presurosa a una preciosa jovencita de pelo platino, lleva un largo vestido blanco y una capa verde con motivos florales, parece iluminada por un aura plateada unos breves instantes cuando sale de la casita. Antes de que puedas hacerle siquiera una señal, se lanza corriendo contra la pared de espino que parece apartarse para dejarla pasar y cerrarse en torno a ella para volver a su situación original. Tal vez sea la hija que te comentó Aleena, ¿Nasha?.
Te acercas decidida a la puerta y te dispones a llamar a la puerta, con gran sobresalto te vences hacia delante, cuando la puerta desaparece y te encuentras aporreando delicada pero decididamente en el pecho a un hombre de aspecto un tanto descuidado (cuidadosamente descuidado, dirías) que ha abierto la puerta en el mismo momento que tú ibas a llamar a ella. El hombre se muestra tan sobresaltado como tú, o más aún, y no se te escapa que un extraño brillo de plata, parecido al que cubría a la muchacha, ha cubierto sus ojos por un momento.
A partir de ahora compartes juego con Theonil Bremârk (es el hombre al que aporreas el pecho como si fuese una puerta), os repito el final del post en la escena general sólo para los dos de modo que podáis hacer posts compartidos hasta que os separéis. Y, obviamente, el diálogo de preguntas lo tienes que rolear con él.