Partida Rol por web

El Festival del Unicornio (Finalizada)

6c).- Epílogo para Evea

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15/10/2013, 19:29
Director

Por fin había acabado todo. No más profecías, no más carceleros, no más viejos que hablasen en enigmas y no más pensar qué querrían decir palabras extrañas y sin sentido. No más temor a que el tiempo le alcanzase por sorpresa y la realidad se dibujase en la forma de la silueta que habían perfilado para ella profecías y enigmas haciendo que el destino se riera de ella por no ser capaz de reconocer las sombras y prevenirlo. Había ganado.

La montaraz salía por el arco de espino que llevaba al arrabal acariciando el gran rubí que llevaba colgado del cuello. Hacerlo la hacía recordar y sentir vívidamente el momento que Lady Tianna extendía su mano para ayudarla a levantarse y secaba sus lágrimas con los dedos, o los primeros entrenamientos con espada, el dolor de las magulladuras y el sentimiento de seguridad cuando progresaba. Una sensación agridulce, como la que ahora le embargaba.
 
Tenía en su mano el alma de su mentora, aquello implicaba que podría salvarla y devolverla a su hogar en ese mundo, que los demonios ya no podían torturarla. Pero también que ahora debía averiguar cómo hacerlo. No iba a ser fácil, ni barato; por suerte aquella inmensa recompensa que le había dado el Magíster, más dinero del que la frugal batidora había visto junto en toda su vida, le permitiría mantenerse un cantidad indefinida de tiempo, tanto como hiciera falta mientras aprendía qué rituales requería su deseo y qué necesitaría. También tendría que pensar en cómo financiarlos, Eliaster ya le había advertido que el coste sería prohibitivo.
 
Pero ahora tenía algo más. Había encarado a la muerte encarnada en enemigos terribles, y los había derrotado; tenía el mismo espíritu que Lady Tianna, si alguna vez lo había creído, ahora estaba segura de ello. Y estaba preparada para hacer grandes cosas, el tipo de cosas que podían otorgar la clase de recompensa que ella anhelaba. El tipo de cosas que cambiaba el mundo para mejor, podría salvar a Lady Tianna y lo haría de una forma que la hiciera sentir orgullo por ella.
 
Una sonrisa triste subió a sus labios, mientras el rubí captaba destellos de luz entre sus dedos brillando en la distancia del camino que salía de Zoquejo.
 

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21/10/2013, 08:59
Evea, la gata

Lo había conseguido. Por fin. Tras tantos desvelos y años de búsqueda. Lady Tianna se hallaba de nuevo ante ella en un cuerpo hecho a su medida, aún no podía contener la emoción y las lágrimas corrían libres por sus mejillas tras tanto tiempo. Evea abrazó con fuerza a su mentora mientras intentaba articular palabra, explicarle todo lo que ella tan sólo había sentido amortiguado por la piedra, oír de nuevo su voz y poder viajar juntas una vez más.


Tal y como pronosticó, la batidora no volvió a Zoquejo, aunque sí tuvo cierto trato con Karlack. Aquel apretón de manos había dado paso a una relación de camaradería cimentada en la confianza mutua. No siempre sus caminos habían corrido juntos, cierto era, pero en las esporádicas ocasiones de colaboración el resultado había sido intachable y Evea había aprendido mucho del hábil guerrero. Ni siquiera se molestaban en llevar la cuenta de las veces que habían salvado el pellejo el uno al otro.

Como por ejemplo el episodio de la naga del pantano... la paga había sido suficiente para atraer la atención de la batidora y quiso el Destino que el humano se encontrase por la zona. ¿El resultado? Aparte de un par de huesos rotos, azumbres de agua enfangada y magulladuras varias había sido un pueblo entusiasmado con sus salvadores y una jugosa recompensa acompañada de una fama que ya empezaba a dejarse notar. La humana seguía ahorrando, como un pequeño roedor en otoño, a fin de completar la cantidad requerida por un clérigo retirado de otra zona fronteriza. ¿El precio? Obscenamente alto y además con la condición de hacer de los alrededores un lugar mejor.

Largos meses siguiendo caravanas de goblinoides para reducir sus números en arriesgadas emboscadas jugándose el tipo y ganándose más de una marca y más de dos en esas maniobras. Algo impensable para la tímida chica que había ido a aquella aldea élfica. En el fondo Evea estaba convencida que incluso mejor premio que el oro y la plata había sido la confianza en si misma que ahora la permitía enfrentar la vida de frente sin temor a nada y con un objetivo claro. Había encontrado su sitio en este mundo.


La humana dio un paso atrás, dando tiempo a Tianna para que la reconociera. ¡Había pasado tanto tiempo! Era consciente que ella misma había cambiado, no sólo su carácter, sino que ahora lucía varias cicatrices nacidas del titánico esfuerzo acometido. Había renegado de forma consciente de que la más grave fuera removida, un área desde la línea de la mandíbula izquierda que se perdía por el cuello producto de una quemadura severa. No quería olvidar nunca la lección que supuso.


Ya prácticamente tenía toda la cantidad necesaria y estaba comenzando con la segunda parte del acuerdo: hacer de la zona un lugar mejor. Había oído rumores acerca de un extraño ogro con capacidades arcanas y decidió que eso era exactamente lo que estaba buscando. Bebió de toda fuente local que pudiera darla una idea de la forma de actuar de la criatura y rechazó con firmeza la oferta de un par de jóvenes de unirse a ella en la misión, no quería que la inexperiencia ajena pusiera en peligro su propia forma de abordar el problema: una emboscada bien preparada y un flechazo certero.

Poco podía haber sabido que entre las aptitudes de la criatura se encontraban la de desplazarse sin ser visto y una muy molesta capacidad para lanzar explosiones de fuego. La trampa, preparada con sumo cuidado, voló por los aires y ella misma se vio en una lucha desesperada en unas condiciones que no la beneficiaban en nada y gravemente herida por las lenguas ígneas que arrojaba el ogro de piel azul. No fue sino la suerte de un flechazo afortunado la que decidió la contienda, ya con Evea al límite de sus fuerzas y su rival carcajeándose de ella. El gorgoteante sonido que causó el proyectil en su gaznate había sido definitivo. Pero la humana había tomado buena nota de aquello, nunca se dejaría llevar por el exceso de confianza


-Me alegro de verte chiquilla-había olvidado por completo el cariñoso apodo y la voz fuerte de su mentora-Vamos, tenemos mucho que hacer aún-Aquello era todo lo que Evea podía pedir. Con una sonrisa echó mano de su fiel arco y siguió a Tianna hacia lo que el destino las deparase.

Notas de juego

Espero que no haya conflicto con otras historias y me disculpo por los saltos extraños; estuve haciendo pruebas y es como más me gustaba el resultado.