Insegura de que Auria y Gaëlle no hubieran pasado algo por alto en su registro rápido, Evea decidió echar un vistazo más por las ruinas, presa de unos nervios que amenazaban con competir con los de Nasha. Sin embargo, poco después pudo confirmar que la impresión de sus compañeras era cierta.
El lugar estaba en ruinas y saqueado a conciencia, no solo eso sino que hacía décadas - puede que un siglo, incluso - que nadie caminaba por allí, salvo ellos y Brien, que debía haber acampado con compañía de alguien mas - ¿el otro elfo que le acompañaba ayer en el almacén? - durante unos días en el salón donde esperaban sus amigos, pero que habían usado las ramas del árbol de enfrente para entrar y salir por el ventanal discretamente sin necesidad de atravesar la ciudad para entrar y salir. Quienes se hubieran llevado las cosas del palacio no habían dejado ni la tarima de maderas nobles que debía haber adornado en tiempos los suelos de las salas principales. Realmente parecía que Nívea Selen había encontrado lo único que podía tener algún valor allí.
Jarlnian, por si no quedó claro o está olvidado después de tanto tiempo: El sitio por el que se despeñaron el bicho y Brien es sólo una de las ramas del árbol de enfrente que llegaba, al crecer salvaje, hasta los ventanales del palacio en el que estáis. Para ir allí sólo tenéis que volver a bajar al suelo del bosque.
Notando cierta tensión en el ambiente Gaëlle se deslizó con rápidez entre Evea y las druidas.
-No hay razón para ponernos agresivos entre nosotros - reprendió a Evea, para inmediatamente centrar su atención en Nivea y Auria - ¿Que es lo que os ha llamado la atención? ¿Conocéis ese lugar?
-¿estás de acuerdo entonces?- dijo a Auria al notar la mirada de sorpresa igual a la suya.
-Estas indicaciones marcan un terreno en el que estuvimos hoy dos veces en el día buscando a Nasha. Por lo que dice el documento hay alguna entrada a una construcción oculta entre esos árboles- dice en voz más alta para beneficio de todo el grupo.
-Sigue siendo cierto que es un lugar donde los conjuros de protección hace que sea casi imposible moverse sin salir herido por la vegetación, a menos que vayamos muy, muy lentamente. No querría arriesgarme a ir sola, y aún si vamos todos, quizá sea mejor esperar a que haya luz.
-Por lo pronto bajemos, y veamos lo que quede para ver abajo- dice mientras se encamina a cruzar el puente para volver a la escalera
Director ¿que hora es y cuanto falta para que comience a haber luz?
Pueden ser como las 2 de la madrugada, esa zona del bosque es de las más densas que hay. Nunca va a haber una buena iluminación y, al menos, hasta las 9,30 o 10 de la mañana no tendrá su nivel de penumbra que podríamos llamar "ser de día".
El principal problema que plantea esperar es qué hará la criatura mientras... Dado que la movilidad no se verá más reducida por la oscuridad. Lo bueno es que hasta un punto relativamente cercano a la construcción podéis ir por sendero, luego ya habría que entrar en la maraña.
Gaëlle suspiró tras escuchar a Nasha. Odio esas marañas de protección... - pensó.
-Deberíamos ir, sin perder tiempo. Falta demasiado para el amanecer. Si esperamos aquí corremos el mismo riesgo de encontrarnos a la criatura que si avanzamos hacia allí.
Observó a sus compañeros, lentamente, para detener al final la mirada en Nasha.
-¿Que hacemos con ella? Va a tener que acompañarnos, y no creo que si entramos en combate vaya a reaccionar. Es peligroso para ella, y para nosotros. Deberíamos dar un rodeo y dejarla en el pueblo.
El investigador, sin soltar a Nasha de su abrazo protector, miró a Gaëlle y señaló vagamente en dirección aproximada a la ciudad.
-"Salvo que queramos atravesar por mitad del bosque, lo que sólo tendría utilidad para las druidas, debemos salir de la ciudad por el camino contrario de éste. Estamos justo en la otra punta del pueblo, de modo que podemos pasar por el templo de camino al sendero que nos llevará hasta ese maldito lugar. Allí podrán atender a mi hija y tenerla a salvo hasta que volvamos."
Theonil sigue pnjtizado, de modo que os doy a través suyo la información que normalmente le daría a él para que la transmitiera.
Nota: Perdón error con los destinatarios, por postear como Theonil lo puse solo para Theonil
El guerrero aguardó a que le indicaran cual iba a ser su próximo movimiento. Particularmente prefería dejar en sitio seguro a aquella temblorosa chiquilla y después ir tras la pista de esa bestia salida de las entrañas del infierno.
Pero seguiría las indicaciones de Theonil que para eso era el patrón y le pagaba
Evea seguía meneando la cabeza, entendía perfectamente las inquietudes de sus compañeros, pero ella tenía las suyas propias.
-Si bien cómo sabes que no es ya demasiado tarde y encima estarías arriesgando las vidas de más inocentes- pensó ya desanimada mirando a la hija de Theonil. Se sabía derrotada y sentía un gran vacío en su interior. -Te he fallado, pero tú misma habrías salvado a la niña también, ¿verdad?- esperaba algún tipo de señal que la permitiera enrocarse en su posición y presionar para bajar al lugar donde se había ocultado la bestia.
Pero no hubo nada.
-En fin- murmuró evitando que la temblara la voz- pongamos a tu hija a salvo Theonil-desde luego sonaba quebrada, pues, en su opinión, ya la faltaba algo importantísimo a pesar de no estar en disposición de inmolar a inocentes en su cruzada- después vayamos allá donde tengamos que ir... y esperemos que la bestia nos espere aquí.- por momentos iba aumentando su amargura, aunque no podrían haber hecho nada por evitarlo, ¿no?-O tendremos que empezar de cero- tras ser el pájaro de mal agüero recogió lo poco que quedaba de su equipo caído por el suelo y se cruzó de brazos mirando al suelo, dispuesta a seguir allá donde fueran los demás. Haciendo caso omiso a la presión en el pecho, no podían ser remordimientos... y siempre quedaba alguna leve posibilidad que se hubiera inventado todos aquellos ruidos.
-Sí, tendría que ser eso, el viento entre el árbol-
Cuando Evea pasaba junto a Theonil y su hija, distraída por sus pensamientos y la amargura del momento, se vio sorprendida cuando el investigador la cogió sin rudeza pero con firmeza por un brazo. Aun se sorprendió más cuando la acercó a si - y por fuerza a la niña que tenía amarrada como una lapa - en lo que en un principio pareció un abrazo de consuelo, pero al rodear su cuello con el brazo, en realidad lo que hizo fue sujetarla con la oreja muy cerca de su boca y le susurró en la lengua que la exploradora había aprendido de su mentora:
-"Yo también la he sentido, estaba cerca y asustada. Pero ya no está. Desapareció a la vez que la criatura se marchaba rugiendo. No tiene sentido buscarla aquí." - inmediatamente, Theonil soltó su falso abrazo abruptamente. Entonces Evea recordó que a pesar de su aspecto de tunante, era primo de Lady Tianna y que la misma sangre de eladrines corría por sus venas. Aquel vínculo era lo que había venido buscando en primer lugar en aquel pueblo.
Por si vuelve Jormaine: Esto lo hubiera escrito para ti en un post a parte, pero no tiene mucho sentido hacerlo previamente para un pj pnjtizado. Así que, como dice aquí, tu habías sentido eso pero he considerado que no lo diste importancia mientras Nasha estaba en peligro de muerte ni hasta ver la preocupación de Evea.
Theonil interrumpió la brusca marcha de Evea un segundo para darla un abrazo que, probablemente, pretendía ser reconfortante, pero resultó algo brusco. A las druidas les pareció que el hombre susurraba algo a la envarada humana, que obviamente no esperaba el gesto, pero demasiado bajo para reconocer no ya lo que decía sino ni siquiera el idioma de las palabras, aunque la cadencia del sonido semejaba el de una canción.
Tras soltar a la chica de su brazo, emprendió también la marcha hacia las escaleras llevando a su hija abrazada casi en volandas.
Motivo: Escuchar
Tirada: 1d20
Resultado: 15
Theonil sigue pnjtizado
La druida empieza a descender por la escalera del arbol.
-Vamos. Cuanto antes mejor.
Les dijo mientras bajaba escalones pensativa
Veamos que fue lo que pasó allá abajo ¿podría ser que el monstruo tuviera alguna relación con ese pobre elfo loco? Pareció ensañarse con él...
Y Auria siguió como era costumbre a su ya amiga Nivea. Tenía intención de ayudar ya a sus compañeros. Pero aún dudaba sobre cuál era el método más eficaz a seguir. De momento, haría todo lo que estuviera en sus manos.
El grupo bajó del palacio en ruinas juntos, el ambiente seguía siendo tenso. Aunque no había un peligro inminente a nadie se le escapaba que el monstruo que se había llevado a Brien Coronal, y había estado a punto de llevarse también a Nasha, podía estar acechando en cualquier parte, sigiloso como un gato, rápido como una cobra y letal como un dragón. No podían olvidar que sus certeros flechazos apenas habían hecho mella en él demostrando ser un enemigo formidable.
El pie del enorme árbol que alojaba las ruinas del que, en otros tiempos, había sido el palacio más impresionante de la pequeña ciudad estaba desierto ni Brien ni monstruo eran visibles; una inspección más detallada no tardó en encontrar algo que no estaba cuando subieron: un manchurrón rojo oscuro de gran tamaño, sangre con restos de tejido en un media docena de metros alrededor. Obviamente era el lugar donde el bandido elfo y el monstruo habían impactado contra el suelo.
La impresión que tenía Nívea, la única con conocimientos médicos, tras ver todos los restos que Auria y Evea diligentemente localizaron es que el cadáver, que no se veía por ningún lado había sido destripado brutalmente en el mismo lugar donde se había estampado contra el suelo. Auria mientras había seguido un rastro sanguinolento con pequeñas huellas de pies humanoides, probablemente de la criatura, hasta el bosque. La pista se adentraba en la maraña intransitable. Su criterio era que el ser había llevado a cuestas los restos del elfo y se había internado en el espesura.
El espíritu de las druidas se elevó ligeramente cuando escucharon que el bosque, misteriosamente silencioso durante el ataque del ser sobrenatural, empezaba a volver a tener sus sonidos nocturnos habituales, como si la naturaleza considerase cerrado el episodio en aquel lugar. Eso animó al grupo a echar un vistazo unos metros dentro de la espesura, lo suficiente para que los que no estaban dotados para moverse entre la vegetación no tuvieran dificultades para volver a salir surgía una amenaza.
No hizo falta más para distinguir lo que podía ser el cadáver de Brien, machacado y roto por el batacazo desde el árbol, abierto en canal por unas garras monstruosas y vaciado macabramente. Estaba enganchado en un espino especialmente denso y que parecía estar tan lustroso que se diría que no llevaba ahí más de cinco minutos; el cuerpo estaba enredado en la vegetación y desagarrado por las púas, lo más lógico era suponer que el monstruo que lo había destrozado lo perdió en su carrera por la maraña mágica que custodiaba el acceso del Bosque Elfico y había preferido abandonarlo que sufrir la incomodidad de ralentizar su ritmo para llevarlo consigo.
Nuevamente intentar seguir el rastro de la criatura se hacía imposible para todos salvo Auria y Nívea, cuya sangre se helaba en las venas al pensar en luchar solas contra la bestia en aquel entorno tan cerrado, aún reciente en sus mentes la persecución a la que las había sometido sólo unos minutos antes hasta llegar a ese mismo claro donde se reunieron con los demás y el ser decidió dejar su ataque para un momento mejor. La distracción de Nasha y Brien, se dijeron con un escalofrío.
Theonil mientras se impacientaba por llevar a Nasha hasta el templo y lo cierto es que en aquellas circunstancias investigar el lugar indicado en el título de propiedad que había encontrado Nívea Selen parecía la mejor opción o, al menos, la única que había suscitado un cierto acuerdo entre todos. Así emprendieron el camino hacia el templo.
Las palabras de Theonil no calmaron mucho a Evea, pero la ayudaron a controlarse un poco. Después de todo parecía que no estaba perdiendo la cabeza y que realmente había oído lo que había oído. La conclusión que sacaba de ello no era ni mucho menos tranquilizadora, pero el resto estaba en lo cierto al insistir en que había que llevar a Nasha a un lugar seguro.
-Luego si hace falta volveré sola aquí. No te dejaré atrás-se prometió a si misma mientras seguía a los demás.
El corto vistazo por la ruta de huida de la bestia les dejó claro que la mayoría no podría seguir por ahí si no era a un ritmo terriblemente lento; y con el demonio rondando por allí no parecía lo más inteligente, ni siquiera cuando dejaran a la hija de Theonil en el pueblo. Tendrían que buscar otra ruta.
Antes de partir echó un vistazo a lo poco que quedaba del pobre Brien, haciendo caso omiso de la repulsión que la daba el estado del cuerpo. Tal vez encontrara alguna pista que les fuera de utilidad en el futuro, o que explicara sus motivos. No sabía muy bien las razones, simplemente la pareció adecuado en su estado de shock aún.
Dándose cuenta que tal vez no era la mejor de las ideas andar rebuscando cadáveres severamente profanados se levantó y miró con gesto contrito a los demás -Creo que... en fin, cuando esto acabe habría que darle algún tipo de sepultura, tal vez en el templo sepan si tenía alguna preferencia para ello; no estoy muy segura de qué hacéis los elfos en estos casos...- se encogió un poco de hombros, algo incómoda-Pero por mi vamos ya a dejar a Nasha en lugar seguro- Dijo mientras sacaba el arco de nuevo, ella cubriría desde la retaguardia con el arco
Motivo: Buscar
Tirada: 1d20
Resultado: 19(+7)=26
Bueno, si encuentra algo se lo enseñará a los demás, pero preferí no asumir que hubiera nada.
La minuciosa búsqueda de Evea no proporcionó ningún dato nuevo, dado que todos habían visto lo que había pasado. Al menos sí que sirvió para confirmar que los asaltos anteriores habían sido cometidos por la misma criatura. Si se pasaban por alto los daños que era obvio había provocado la terrible caída desde la copa del árbol, el resto tenían una similitud completa con los de los otros cadáveres. Aunque a la batidora le llamó la atención lo pequeñas que eran aquellas huellas que incluso parecían de pies descalzos para una criatura tan terrible, dotada de semejantes garras y de las mandíbulas que causaban tan tremendas heridas.
De vuelta al pueblo para dejar a Nasha y continuar siguiéndole la pista a aquel monstruo, Gaëlle caminaba distraída, en ocasiones incluso tropezándose con ramas y raíces, o con alguno de sus compañeros. No es que estuviese tranquila, para nada, ni que no se diese cuenta de que el bosque requería toda su atención, tampoco era eso. Sabía perfectamente que debería estar alerta, pero en aquel momento no era capaz. Puede que fuese algún tipo de mecanismo de defensa de su cerebro ante una situación que la superaba, puede que simplemente su naturaleza voluble, pero el caso es que en aquel momento su cabeza no estaba en el bosque.
Si alguien hubiese podido leer sus pensamientos se habría encontrado canciones, historias, y recuerdos, sobre todo recuerdos. Recuerdos de momentos en que había estado en peligro y eso no había sino incrementar su decisión. Momentos en que había demostrado valor ante las más variadas amenazas. Momentos que le recordaban que ella era valiente. En muchas ocasiones había tenido ante ella grandes desafíos, y siempre había salido adelante.
Durante todo el camino de vuelta su mente estuvo sumida en un proceso de autoafirmación dedicado a recordarse a si misma que ella era valiente. Que podía medrar ante cualquier adversidad. Que saldría de allí victoriosa y con una gran historia que contar. Cualquiera que la conociese se habría dado cuenta de aquello, pues no era la primera vez que le ocurría. Solía perderse en divagaciones, pero pues era de naturaleza voluble, pero también se trataba de un mecanismo de defensa.
Gaëlle en muchas ocasiones se había enfrentado a situaciones de peligro, y siempre había salido adelante, casi siempre indemne, pero no acostumbraba a enfrentarse a la muerte. Era por eso que tras las pocas veces que le había pasado, su mente había necesitado un buen rato para recuperar la normalidad. Tras el estallido de adrenalina y los momentos de tensión, perdía temporalmente el control sobre sus pensamientos y los dejaba volar al lugar que más oportuno considerasen, y estos a cambio la correspondían recordándola que todo iba a salir bien.
A lo que tampoco acostumbraba a enfrentarse era a demonios, y no demasiado sabía de ellos, pero tampoco era una completa iletrada. Las canciones y las historias contaban cosas, y una vez que hubo dejado atrás su pequeño paréntesis trató de encontrar algo que les sirviese la próxima vez que se encontraran a aquella bestia.
Motivo: Con. Bardo
Tirada: 1d20
Resultado: 17(+7)=24
Conocimiento de bardo acerca de demonios y similares.
Por más que repasaba Gaëlle todas las muchas historias y leyendas que conocía era incapaz de encontrar un nombre para esa criatura. No era experta en demonología, sí que sabía que aunque los diablos solían estar muy estructurados y tomar formas más bien determinadas, entre los demonios eso no era tan simple, había miles diferentes, aunque la inmensa mayoría pertenecían a un montón de tipos.
De lo que sí estaba segura es que no era un demonio (ni un diablo) común. Los nombres de los infernales que ella conocía, no describía ninguno a esa criatura. O al menos lo poco que habían conseguido ver y averiguar de la misma. ¿Qué significaba aquello? No podía estar segura, tal vez ni siquiera fuera un demonio al final...