Partida Rol por web

De acuerdo Evea, nos vemos esta noche entonces. Si me necesitas estaré donde vaya la bardo.

Me quedaré contigo, Gaëlle. Y tú relájate que estaré siempre detrás de la puerta, así que si necesitas cualquier cosa sólo tienes que llamarme. Nadie te molestará a partir de ahora.- el guerrero se pidió una cerveza y acompañó a la dama a tomarse un baño. 

Esperó a que terminara al otro lado de la puerta, asegurándose que nadie se acercara a la bruja.

 La joven lo daba pos supuesto, que como mínimo estarían ellos para dar cuenta de la vigilancia... el problema era definir el ellos. Evea y Theonil se daban por descontados, luego estaba Karlack que estaba, al parecer, bajo contrato con Theonil. Diedric y Gaëlle ya eran otra cosa... pero viendo su predisposición como la noche anterior quizás pudieran contar con ellos.

 - No las tengo todas con Gaëlle y su amiga, por lo menos la juglar parecía alterada cuando la vi hace poco, motivo por el cual Karlack se quedó con ella. Diedric no sabría donde encontrarlo en esos momentos.- Haciendo una pausa apuntó- Elemmir estará atento pero no puede abandonar su sitió sin más pretexto que vigilar, no deja de ser un subalterno en la cadena de mando... peeeero, me comentó que del mismo modo que él podría detectarlo, había otros miembros de la guardia que eran capaces de detectar una presencia influenciada por el mal.

Gaëlle y Karlack entraron en la posada de Limyè Maten, al guerrero le sorprendió su ambiente tranquilo y familiar, como contraste con el festivo y vibrante de todos los sitios en los que había estado desde que llegó a la ciudad.

Los posaderos, Maese Buenamesa y señora, atendieron con amabilidad y un cierto paternalismo a Gaëlle y, por extensión, a Karlack. Sirvieron vino élfico especiado acompañado de unos deliciosos bollitos de semillas mientras esperaba a que la trovadora se preparase para su siguiente actuación. El vino era realmente bueno, aunque también resultó más fuerte de lo que hubiera supuesto, por suerte la recia constitución del fornido mercenario hizo que no sufriera más efecto que un ligero mareo momentáneo al volverse a mover tras beber.

Nadie intentó molestar a la maestra Bellerose, como se dirigían a ella en la posada, durante su baño pero eso no evitó que Karlack se mantuviera a la puerta con actitud intimidante. Cuando por fin salieron de la posada en dirección al Festival era totalmente de noche; aún así el tiempo se les hizo muy corto, en el caso de Gaëlle porque prepararse con prisa le llevó cada segundo y en el de Karlack porque la música, el ambiente y las viandas y libaciones de la posada distrajeron con eficiencia su atención.