Partida Rol por web

 Escena para acciones aisladas de Liz Idaira 

             Zoquejo. Algo parecía familiar en ese nombre, causaba una sensación extraña, como cuando hay una palabra que tienes en la punta de la lengua y no consigues recordar. Solo que Zoquejo lo que trababa no era una palabra en la lengua, sino un recuerdo, un sentimiento, una sensación en el corazón. Y no estaba lejos, menos de una semana de viaje. Un sentimiento de familiaridad parecía la mejor pista para buscar información de tu famlia.

Además estaba el tema de los unicornios. ¡Ver un unicornio! ¡Cómo te gustaría! Quizá algún día tú puedas ser una Amazona de Unicornio. Claro que está el tema de Alex, cuando consigas resolver tus asuntos estaría bien volver a verle… Eso es un poco incompatible, bueno, vale, muy incompatible con ser Amazona de Unicornio. Quizás no sea tan buena idea. Pero ¿y si mientras Alex encuentra a otra? Diablos, qué complicado, es mejor no pensar en el futuro. Centrémonos en aquí y ahora.

            Ahora que te acercas a Zoquejo, has decidido terminar el viaje por el bosque, aunque resulta extremadamente tupido y ya te has arañado los brazos y la cara estás más contenta y segura viajando por el bosque que en campo abierto. Aunque has oído historias sobre lo poco que le gustan a los elfos los merodeadores, esperas que tus orejas puntiagudas te sirvan de salvoconducto si te descubre una patrulla.

            Vas pensando que no debe quedar mucho y lo fácil que resultaría perderse entre tan frondosos árboles, si no estuvieras tan cerca de la linde, cuando un ruido escandaloso te llama la atención.

            Te acercas en sigilo hacia los árboles más exteriores, sigilosa como una gata y sorprendes a dos elfas que parecían estar presentándose, tienen un aspecto montaraz parecido al tuyo, pero a pesar de que es obvio que han llegado por aquí atravesando el sotobosque como tú, no tienen ni un solo arañazo; ellas se llevan un buen susto cuando irrumpes entre los matorrales para asomarte entre los espinos y ver una caravana de carretas, caballos y gente que entra en el que debe ser el pueblo de Zoquejo.

Ya llevaba semanas de largo viaje, en las que no habia conseguido nada. Algunos pueblos elfos me acogian, pero siempre afirmaban que no recordaban que hubiera desaparecido alguna sem-elfa de sus poblados hace años. Y otros, simplemente, me echaban, como si fuera una hereje de la sangre elfica. Pense que en este tipo de poblados no aceptaban a los semi-elfos, y por tanto, no habria vivido alli. Segui caminando por el bosque, con mi caballo Amigo, con el que entablaba conversaciones (mejor dicho monologos), debido a la soledad. Habia veces que incluso me parecia que hablaba, pero me convencia de que debia de ser algun efecto del cansancio y la melancolia de no poder estar con Alex. Muchas veces habia pensado en que pasaria si encontraba a otra, y me entraban ganas de volver. Pero sabia que no debia, que estaba mas cerca del camino hacia mis padres, y a mi pasado del que no recordaba nada.

Mis primeros recuerdos son de los años que pase en el bosque, habituandome a la naturaleza y a lo salvaje. Luego me encontre con Alex, que fue mi salvacion y mi puente hacia el mundo civilizado. Me enseño a leer, escribir y a hablar como si fuera una humana de toda la vida. Apenas era una niña, y ahora que soy una adulta, no creo que el vinculo entre mi y Alex se rompa, a pesar de que le abandone para venir aqui, dejandole solo una nota como despedida. Pero sigo dudando. ¿Como sabre si ya se ha olvidado de mi? ¿Como sabre si en todo este tiempo ya se ha casado con una de las muchachas de su aldea?

Di una patada a una de las piedrecitas del camino, que rodo hasta un árbol cercano. Tenia que apartar esos pensamientos de mi cabeza, fuera como fuera. "Empieza a pensar en el unicornio, en ser una amazona de unicornio, como en los cuentos y leyendas de... Alex".

Volvi a dar una patada a otra piedra, que esta vez volo por los aires hasta perderse en un matorral cercano. ¿Porque era tan dificil dejar de pensar en Alex? Una de las teorias que "discutia" con Amigo, era que habia vivido toda mi vida con él. Desde que volvimos del bosque los dos, aquel primer dia, tuvimos problemas con los cazadores, que seguian pensando que yo era un monstruo metamorfo que los devoraria a todos en cuestion de una sola noche. Les parecia muy logico, y difundieron su idea a los demas aldeanos, que me echaron de nuevo al bosque. Pero Alex seguia viniendo cada dia, a verme, a ver que estaba bien.

Un ruido me sobresalto. Era un sonido de actividad humana. Me acerque hacia el lugar del que provenia aquel sonido, y vi a las dos elfas, que entraban con un carromato en Zoquejo. Al instante, ellas se sobresaltaron, y levante las manos en un acto reflejo.