Partida Rol por web

Sabiendo que volvería a tener otra pequeña “aventura” con Catherine, quien parecía ser su compañera asidua en este caso, guardó todos sus enseres ahogando un bostezo de cansancio y apurando el vaso de agua antes de acompañarlos a la habitación.

Esperó pacientemente fuera de la habitación a que los familiares se encargaran de hablar con él mientras Eleanor intercambiaba algunas frases con sus compañeras, sobre todo con Annemarie al estar preocupada por su estado mostrado. Lo que la desconcertó levemente fue cuando Catherine habló con el pastor, viendo el leve reflejo de lo que creía lágrimas en sus ojos.

Por respeto no quería incordiarla creyendo que eran palabras de ánimo y que, cuando quisiera, confiaría lo suficiente en ellos como para contarlo pero, aun así, cuando llegó a donde estaba ella pasó las manos por sus hombros para darle un leve apretón de cariño, esperando reconfortarla.

¿Estás bien? – Sonrió de forma maternal antes de soltarla para dejarle su espacio. Sin embargo, al hacerlo y saber de las intenciones de Annemarie, se giró hacia su amiga.- Te ruego que me tengas al corriente de tu estado. Cuando terminemos con el abogado, vendré a visitarte.

Annemarie alza la vista desde su comodo asiento y contesta a su amiga con una mordaz sonrisa.

"Te estaré esperando, querida. Necesitaré que alguien me acompañe de vuelta al hostal y evite que por el camino una malvada papelera o una depravada farola me sorba el coco."

O ha hablado muy bajo o Juliette y Alfred desean ir solos a la casa aunque él parecía dispuesto a ir a hablar con el abogado.Frunce el ceño mirando a la mujer ¿quizás sea ella la que pretenda ir sólo con él?¿Qué se había perdido para que de repente algo no cuadrase en todo aquello?¿Era razonable lo que pensaba o por el contrario se debía a la presión que vivía desde que habían llegado allí?

-"Creo que Alfred ha dicho de ir a hablar con el abogado,la que ha propuesto saltarse ese trámite he sido yo"-aclara de modo algo cortante mirando a Juliette justo cuando ésta guiña un ojo a Alfred y una enfermera entra para avisar de que el pastor está despierto

Sin perder un segundo Catherine se pone en pie y sigue al sobrino junto al resto del grupo y aunque se mantiene a distancia mientras tío y sobrino se saludan los nervios por abrazar al anciano y comprobar que realmente esta bien hacen que cuando finalmente le tenga cerca no pueda evitar que los ojos se le humedezcan

Asiente a sus palabras y dando un leve apretón en las manos del hombre le besa la frente y se aleja en dirección a la salida.Una vez fuera saca un pañuelo de lino blanco y se seca delicadamente las lágrimas que pugnaban por salir de sus ojos mientras mira agradecida a su más querida amiga que recibe unas duras palabras de Annemarie que la anticuaria acoge con sorpresa ¿qué está sucediendo en el grupo otrora bien avenido para que de repente surjan tantos momentos incómodos?

¿Qué le pasa a esa mujer? Menudo tonito...

- Que lo propongas no significa que quieras hacerlo, pero si es tu deseo, no voy a ser yo quien te lo impida - suspiro, quizás está enamorada en secreto de Alfred, claro por eso ha empleado ese tono, está celosa.

Paso tras ellos a la sala donde está el tío de nuestro compañero y observo lo que allí acontece, parece que la señorita Catherine es bastante cercana al hombre, ¿qué le habrá susurrado? ¿qué cuide de su sobrinito? Me río internamente y salgo de la estancia cuando la enfermera nos sugiere hacerlo. 

- ¿Nos ponemos en marcha entonces?

Señoritas. Compostura.

Me azoraba ver a las dos señoritas discutiendo por algo tan insignificante como a donde ir. En ningún momento se me hubiera pasado por la cabeza que fuera una lucha por mi. Yo no era ningún dandy.

La señorita Juliette tiene razón. Ya investigamos la casa MacBain y probablemente se nos dé mejor registrar inmuebles que no hablar con abogados. En el fondo no me gustan demasiado los abogados.

Intenté mediar entre Juliette y Catherine.

Propongo que Juliette y yo vayamos a la propiedad y ustedes dos a ver al abogado.

Atónita ante el enfrentamiento de las dos mujeres, Eleanor carraspeó la garganta con tal de llamar al razonamiento y, sobre todo, a la calma.

También está la opción de que vaya sola.- Se sorprendía de que nadie hubiera optado por ese dato. Era una mujer hecha y derecha, había hablado en temas importantes con total seguridad (aunque reconociera que George estaba en la mayoría de las ocasiones simplemente por apoyo moral) y se veía capaz de hacerlo.- Tres personas verán más a la hora de investigar. Al fin y al cabo mi parte sólo es una charla.- Fijó la mirada en  Alfred con una sonrisa al entender que la disputa era para ir con él, esperando que terminara de decantarse.- Estaré bien, no se preocupe.

Quizás Eleanor tuviera razón, después de todo había traído buena información del almuerzo al que acudió sola.

De acuerdo. Podemos ir los tres a la propiedad. Seis ojos verán mejor que cuatro seguramente.

Habiendo solucionado finalmente el tema de los grupos, era hora de ponernos en marcha. Cuanto más nos retrasáramos, más se enfriarían los rastros a seguir.

Después de ustedes, señoritas. - dije señalando al camino de salida.

Ignoró la respuesta de Juliette dando por hecho que todo aquello se debía al ambiente de Aberdeen y mirando a Eleanor negó con la cabeza

-"De ningún modo,querida,iré contigo.Prefería ir a la casa y por eso propuse saltarnos al abogado pero ya que ellos dos desean ir y que al parecer se les da muy bien investigar esas cosas yo te acompañaré a ti,además quiero comentarte otra cosa que me sucedió antes"-resuelve poniéndose en pie para salir junto a ella

- Como queráis, si preferís hacerlo así que así sea, os deseo mucha suerte a ambas, ¿vamos Alfred? - quizás los nervios de todo lo que nos estaba sucediendo desde que habíamos empezado a investigar aquello habían sido los causantes de mis anteriores palabras, no tenía nada en contra de Catherine y me sabía mal que ella pudiese pensar lo contrario.

La enfermera vuelve a aparecer a espaldas del grupo, esta vez mostrando claramente la animadversión que siente por el comportamiento de los presentes y, sin avisar de su presencia, les espeta.

"Hagan el favor de salir del pasillo e ir a la sala de espera. Esto no es un pub donde hacer tertulia. Es un hospital."

Y sorprendidos por la repentina y brusca reprimenda de la mujer de blanco, el grupo desciende las escaleras hasta el vestíbulo del hospital sin osar abrir la boca.