Partida Rol por web

En esta escena iré poniendo la historia de la partida.

Pero principalmente es para resumir la vida que tuvo esta partida en mesa, y que por supuesto afecta a las relaciones y motivaciones de los personajes.

El Encuentro

Era una fría tarde en la ciudad de Talona, en las calles apenas habían personas, y los guardias que vigilaban las puertas se abrigaban lo mejor que podían para aguantar los duraderos y fríos turnos de vigilancia.

Mientras, en el castillo de la ciudad, en la sala del general Elroth, un grupo de valientes guerreros y aventureros se daban cita para dar comienzo al primer grupo de Talona. El grupo, que así se denominaba en el lenguaje militar, había sido diseñado por el general como una forma de acabar con los problemas que iban asolando el reino, una forma de encargarse de los problemas menos graves que surgían en los pueblos y ciudades. A la vez que las fuerzas del ejército peleaban en la frontera del sudoeste contras las fuerzas del reino de Môrhen.

El primero de estos grupos iba a ser dirigido por el que fuera uno de los más afamados mariscales del reino, el gran Laern Tidarion. Este iba a contar con lo mejor de lo mejor - palabras textuales del general - Y eso es lo que pudo encontrar en esta cita.

Los diversos miembros se fueron presentando entre sí. (Laern Tidarion, Ireth Lúinwë, Elladan Séregan y Zarek Volstörm)

Una vez hechas las presentaciones se les asignó una sala de grupo, aunque de momento solo era una sala vacía por lo que pudieron ver al entrar.

Y lo más importante, se les asignó la primera misión. Esta trataba de ir al este de la ciudad, a unas colinas cercanas a la ciudad de Alfor, donde habitaban algunas hordas de orcos y trasgos que estaban asolando el lugar y acabando con cosechas, comercio y con sobre todo con vidas humanas.

La primera misión, ¡Abhstema!

El grupo se puso en marcha para realizar su primera misión, acabar con una horda de orcos que tenían como guarida unas colinas cercanas a Alfor.

El camino no fue muy ameno, el silencio reinó por encima de todo. Únicamente Laern hablaba con cada uno de los componentes de su grupo para ir conociendo mejor a los que serían sus tropas.

Pero la misión de verdad comenzó cuando al finalizar el camino del bosque que conectaba con Alfor encontraron una pequeña caravana víctima de un ataque. Esta había sido saqueada, y sólo habían dos supervivientes, eran dos soldados con el uniforme de Talona. Uno de ellos herido y apoyado en un árbol, el otro le estaba socorriendo.

Tras asistir a los dos soldados, estos contaron al grupo lo que había sucedido. Otra vez los orcos tenían la culpa. Habían destrozado todo y se habían llevado a los hombres y mujeres además de todo objeto que encontraran.

Al preguntar por qué ellos estaban aquí, el soldado que estaba intacto confesó que huyó de la pelea para ayudar a su compañero y alejarlo para que no acabaran con él. Al rato volvieron y se quedaron esperando a que alguien llegara en su ayuda.

Al final el grupo decidió acabar con los orcos de una vez por todas. Así que cuando acabaron de despejar el camino se pusieron en marcha. Pero antes mandaron a Talona al soldado herido, y el otro soldado acompañó por su propia cuenta al grupo de Laern.

Una vez llegaron a las colinas el grupo se dirigió a la guarida de los orcos, y mandaron al soldado que se quedara abajo protegiendo los caballos y demás enseres. Este se quedó con todo y el resto se fue en busca de los orcos.

Al poco rato de subir la colina comenzaron a llover flechas, y todos tuvieron que avanzar protegiéndose de estas. Hasta que llegaron a enfrentarlos cuerpo a cuerpo. El combate no duró demasiado tiempo ya que eran pocos los orcos que vigilaban la entrada a las cuevas.

Tras la primera pelea, en la que apenas hubo pequeños arañazos para los personajes, entraron en una de las cuevas, donde esperaban encontrar los enseres robados durante los últimos meses, y con suerte algún superviviente de los ataques.

Pero allí dentro sólo habían orcos, por lo que el grupo se vio resignado a escapar de allí. Pero lo único que lograron fue terminar atrincherados tras unas rocas en una sala sin escapatoria posible. Pero entonces Laern Tidarion demostró porque es el líder de dicho grupo, utilizó su escudo, y pronunciando la palabra ¡Abhstema! Este activó su poder mágico, cegó a todos los orcos y rápidamente acabaron todos con ellos.

Una vez exterminados todos los orcos, el grupo bajó de la colina para volver a Talona, pero no estaban los caballos ni los carros de la caravana. Corrieron por el camino y encontraron al soldado al que habían ayudado, y este resultó ser una sanguijuela, un ladrón, un chupóptero.

Por lo que en Alfor fue mandado ahorcar por Laern, y ejecutado por el regente de esas tierras.
Tras este último desafortunado incidente, los miembros del grupo volvieron a Talona con el placer de haber logrado cumplir su primera misión.

El enano y el espía

Al regresar de la primera misión, el grupo se dirigió inmediatamente a ver al general Elroth. Este tenía una sorpresa para Laern, y para el grupo.

Con Elroth habían dos personajes más, Görg Dean, un enano guerrero y gran amigo del mariscal Laern Tidarion. Sin duda fue un reencuentro muy emotivo, y del que dieron buena cuenta esa misma noche por las tabernas de Talona.

Y el otro era Kaëm Valtor, un reconocido espía, muchos decían que el mejor del reino.
Ambos fueron asignados al grupo, para aumentar este en número de integrantes, y en capacidades.

Cabe resaltar que el grupo solicitó tener amueblada su sala de grupo, para poder descansar y tomar decisiones en esta, además de poder guardar objetos en ella.

Al mismo tiempo les fue asignada una nueva misión al grupo. Esta vez tenían que viajar al norte, al pueblo de Rerg. Donde estaba sucediendo algo horrible, los niños de todo el pueblo estaban desapareciendo.
El grupo saldría al día siguiente de Talona para afrontar esta nueva misión, esta vez con dos nuevos integrantes. Pero también con una baja.

La baja sería el mago, Zarek había sido reclamado por su maestro para continuar con su adiestramiento. Y con el consentimiento de Elroth se quedaría esta vez en Talona.

Una anécdota y un Gigante

El grupo salió de Talona a la hora prevista, con los víveres necesarios para varios días y con caballos de sobra además de con un carro. Partieron hacia el norte, y decidieron tomar el camino más corto, el que cruzaba el bosque de Rerg, en lugar de cualquiera de los otros dos que lo rodeaban.
Pero antes de llegar al bosque, a mediodía se encontraron con un gran lago, el lago de Vega, conocido por los grandes peces que viven en él.

En ese lago se encontraba un grupo de enanos pescando (¿qué raro, no?, te equivocas, esto es Talona, no el señor de los anillos). El grupo se detuvo para charlar un rato, y en ese pequeño rato surgió una chispa entre Görg Dean y el líder del grupo.

Esa chispa llevó a los enanos a realizar un enfrentamiento por ver quién era el mejor. El enfrentamiento consistía en talar un árbol, y el que antes lo talara sería el mejor. Pero ambos lo talaron al mismo tiempo, quedando así en empate. Y este era un resultado inaceptable, por lo que hicieron una carrera llevando a cuestas cada uno el tronco que había talado. El primero que llegara a la meta ganaría. Y el ganador fue Görg Dean, dejando clara su mejor forma física frente a la del resto de enanos.

Tras esta anécdota el grupo prosiguió con el viaje hasta llegar al bosque, donde se toparon con una enorme casa, y un enorme perro que pilló al mejor de los espías en su huerto. Por suerte para este el perro era amistoso y tan sólo le lamio la cara a conciencia.

Pero la casa resultó ser de un gigante que habitaba desde hacía muchos años ahí, ocultándose de la gente de Rerg, la cual le temía.

Tras una larga charla el gigante confesó al grupo que él era el responsable de la desaparición de los niños de Rerg, pero al contrario de lo que se puede pensar en un principio, no era por maldad. Sino por bondad, los estaba ayudando y salvando de las desgracias que estaban ocurriendo en la localidad de Rerg.

Y a Rerg es a donde se dirigió el grupo.

El combate contra el mago

El grupo llegó a Rerg, donde nada más llegar pudo observar la situación decadente en la que se encontraba la población. Apenas habían mercaderes por las calles, y las personas estaban muy mal nutridas y faltas de fuerza.

Tras el paso por la taberna y entablar varias conversaciones, el grupo se enteró de la verdadera situación que sufría el pueblo. Hacía poco que se había nombrado a un nuevo alcalde, el señor Ladmir, un hombre que era poco conocido pero bastante rico e inteligente. Aunque lo primero que hizo al llegar al poder fue apoderarse poco a poco de las cosechas de los habitantes y del comercio. Se gasto el dinero del pueblo en sus cosas y contrató a guardias privados para mantener a raya a los aldeanos. Ante la protesta de estos por su forma de llevar Rerg tomó represalias capturando a varios niños. Al poco de esta iniciativa fueron desapareciendo uno a uno.

La situación en la aldea era alarmante, pero poco podían hacer unos campesinos frente a toda una guarnición de mercenarios que se pasaban el día en la taberna bebiendo y aprovechándose de la situación.
Una vez sabida esta información el grupo buscó cualquier prueba que lo demostrara, para así poder capturar al alcalde y acabar con la triste situación del pueblo.

Kaëm se infiltró en la mansión del alcalde, donde consiguió unos documentos, pero fue descubierto por un niño. Y esto llevó a los guardias a perseguir al grupo por meterse donde no debían. Mientras Kaëm se infiltraba en la casa, el resto estaban en la taberna, mientras Laern visitaba la casa de gobierno (ayuntamiento), la cual estaba “vacía” (no había documentación importante), parecía que trabajar era algo que no hacía el gobierno del pueblo.

Finalmente, tras la búsqueda de pruebas, y alguna persecución por el pueblo, el grupo se encontró en la mansión del alcalde con este. Que para sorpresa de todos era algo más que un simple farsante. Era un mago, especializado en las artes del agua (recuerdo que en mi sistema los magos tienen tendencia innata a determinado tipo de magia, aunque pueden aprender con mayor o menor facilidad otros tipos).

Se llevó a cabo un duro y largo combate en el que todo el grupo se tuvo que enfrentar a los ataques del mago. Estos consistían en formaciones de puños que salían del suelo (que ahora era todo agua) y que chocaban frente a los personajes. También, mientras estos intentaban subir las escaleras que les separaban del mago para entrar en combate cuerpo a cuerpo, este generaba gran cantidad de agua a una alta presión, a modo de cañón, que el grupo tenía que soportar para ir avanzando poco a poco.

Los elfos intentaban con su agilidad esquivar todos los ataques del mago, pero con poco éxito. A la vez que intentaban alcanzarlo con sus flechas que este repelía mediante la formación de un escudo de agua. El enano por otro lado se encargaba de los puños de agua, ya que al parecer el mago no era tan poderoso como para formar un número muy grande de estos.

Finalmente Laern empleó su escudo para resistir mejor en su ascenso, dividiendo el torrente de agua y creando un pasillo, y al llegar al hechicero siguió empujando con el escudo. Con la suerte de que el tipo de magia que imbuía del escudo le permitía abrir un hueco en su aura protectora de agua.

El hueco en el aura sirvió para asestar un golpe al mago, que después de recibirlo creó una nueva aura protectora, esta vez tan fina que únicamente le cubría la piel. Pero lo suficientemente poderosa como para no recibir ningún daño más. Aunque al mismo tiempo estaba en un estado de sueño.

Una vez terminado el combate, el grupo explicó a los habitantes todo lo sucedido, y estos inmediatamente fueron a buscar a sus hijos al bosque. Y agradecieron al grupo todo lo que habían hecho por ellos.

El grupo volvía a Talona con el deber cumplido.

Regreso desde Rerg

Una vez cumplida la misión en Rerg, el grupo se apresuró a partir hacia Talona. Pero no sin antes hacer un parón en el camino para saludar a Deid, el gigante del bosque. Pocas veces tiene uno el placer de conocer a un gigante tan simpático.

Tras la charla con el gigante el grupo siguió la marcha, con el cuerpo del mago a buen recaudo y vigilado a todas horas.Por suerte el trayecto fue tranquilo, sin ninguna incidencia.

Se regresó a Talona, donde fue entregado Mind, que así se llamaba el mago.

Y el grupo se reunió con Elroth para hablar de su nueva misión.

Misión conjunta

La nueva misión que propuso Elroth al grupo fue una de mayor dimensión. Tanto era así que no sería el grupo de Laern el único en ir, sino que cuatro grupos más se unirían a ellos en forma de apoyo.
El grupo de Laern volvía a cambiar, esta vez viajaba con el grupo Zarek, mientras que Käem Valtor era asignado a una misión secreta.

La misión consistía en eliminar una guarnición de orcos que se habían asentado en una llanura al oeste de Talona. No se sabía cómo habían conseguido llegar desde Môrhen hasta ahí. Pero el objetivo no era descubrir el por qué, sino eliminarlos.

Los otros grupos, dirigidos por sus capitanes: Lareth, Bisk, Eberhard y Tasgall partieron junto a los personajes. Esos grupos estaban formados por siete soldados y un capitán. Cada uno de ellos tenía algún especialista, aunque en su gran mayoría eran buenos guerreros sin más. Destacaba el grupo de Tasgall, en el que se encontraban los más hábiles del reino, y que bajo las órdenes de su capitán estaban logrando muy buenos resultados.

Una vez en la llanura, los soldados fueron emboscados por los orcos y obligados a pelear en su terreno. El terreno en cuestión eran unos canales subterráneos que parecían haber sido construidos recientemente.
Gracias a la habilidad de los soldados fueron eliminando poco a poco toda la resistencia orca. Pero cuando ya pensaban haber acabado con todos salieron a la superficie y se encontraron con una nueva trampa.

El número de enemigos era superior al esperado, y más de cien orcos les esperaban fuera mientras que otros venían desde dentro del canal.

Gracias a un muro de fuego de Zarek consiguieron retener a los orcos en su guarida el tiempo suficiente para acabar con los de fuera. Y finalmente acabar con todos.

Una vez la misión fue cumplida retornaron todos a Talona. Por fortuna los grupos de Laern y Tasgall no sufrieron bajas. Pero el resto de grupos vio su número reducido, aunque no en gran número.
Una vez en Talona se dio un pequeño descanso de una semana a todos los grupos, ya que no había ninguna
misión urgente y siempre era bueno descansar.

El grupo aprovechó el descanso para equiparse y comprar distintas cosas, con las cuales decoraron la sala de grupo.

Una nueva religión

Tras unos días de descanso en Talona el grupo de Laern fue encomendado a una nueva misión, esta vez se trataba de algo diferente…

Al sur del reino estaba surgiendo entre los pueblos la leyenda de un nuevo dios, uno capaz de tomar distintas formas, y que era muy poderoso. Muchas de estas aldeas se habían convertido a esta nueva religión, y sucumbido a su poder. Desde luego el reino no podía permitir que algo como esto pasara, y decidió mandar al grupo para averiguar lo que pudiera.

El viaje no fue corto, por lo menos pasaron cinco días, y eso que viajaron por los caminos principales. Durante los tres primeros días no paso nada destacable, apenas se toparon con gente que no fuera comerciantes o campesinos.

Pero en el cuarto día de viaje el grupo se topo con un personaje muy peculiar, se trataba de un hobbit llamado Morz (si, es un nombre estúpido, pero es un hobbit en el reino de Talona), el tipo era muy pesado y todos los jugadores pueden dar fe de ello.

La cosa es que el hobbit se unió al grupo y les acompañó durante el camino.

Por fin llegaron a su destino, el grupo se encontraba en montaña jorobada, que era una serie de colinas con varias casas aglomeradas.

En la aldea rápidamente se interesaron por los visitantes y sus conocimientos sobre su nuevo dios. Finalmente el grupo deicidio pasar el día allí para esperar la visita de los lacayos de “dios”, que según los habitantes vendrían mañana o pasado.

Al día siguiente el grupo se encontró con varios mercenarios que venían a cobrar los tributos para dios, al encontrarse frente a frente hubo golpes y pelea.

Al final no quedó nadie a quien interrogar y poco más pudo descubrir el grupo, que decidió volver a Talona con la desgracia de no haber cumplido la misión.

Y ahí es donde empezaremos la partida.