Entre toses y estertores, aspirando el aire con afán de llenar sus maltrechos pulmones, de continuar a pesar de estar reventado por dentro, parece que el Verdugo todavía se resiste a morir, aunque por poco tiempo. Sus últimas palabras en un castellano pésimo con pronunciado acento ruso así lo certifican:
-No, no me lo creo. Muero. Yo, yo quería vivir. Quería ser libre. Ser grande. Muero, pero hay más. Lo veréis. Ya lo veréis...
De esta manera fallece expirando su último aliento, sembrando con sus últimas palabras el desconcierto y la incertidumbre en los corazones de los héroes que las escuchan.
Ingrato pero divertido, me lo he pasado la mar de bien. Al final hasta me aficionaré :-P