Partida Rol por web

Bargoth, he hurgado en sus mentes. Hay imágenes en las que peleas contra ellos en una habitación pequeña... Una especie de taller. Los gólems de la prisión tienen mantenimiento, así que podría ser una sala de este lugar. Y no, no les debes dinero.

No sé qué demonios pasó, Dani. Recuerdo llegar a la prision y luego irme pero no recuerdo nada de lo que pasó allí. Es como si alguien hubiera borrado eso. Pero, bueno, no estamos aqui por mi memoria. Vamos a ver si me dejan llevarme al trácnido.

El grupo continuó. En el siguiente pasillo un gólem de hierro les saludó con una reverencia. Poco después llegaron a una nueva celda. El trácnido tenía un cuerpo achaparrado de enano sobre dos piernas largas y delgadas. Sus bracitos terminaban en pinzas. El humanoide monstruoso llevaba un bozal para que no pudiera escupir su telaraña.

¿Vosotros ser comida para Anren?-preguntó el prisionero.

¡No! ¡No somos comida, somos personas! Agh...

Dannie le hizo un largo cuestionario sobre dioses a los que Anren rezaba, qué opinión tenía sobre la propiedad privada o cómo era su mundo natal. Durante todo el proceso leyó la mente del trácnido, lo cual no era muy difícil porque tenía un cerebro muy primitivo.

Recapitulando... Anren es ateo, y en su dialecto tienen una palabra que significa "mío" y otra que significa "aún no mío". Vivía en una jungla tropical cazando con sus dos arañas monstruosas, Tula y Taro, practicando la antropofagia. Cuando cruzó el portal y trató de cazar a más seres humanos, la patrulla de la ciudad mató a Tula y Taro, por lo cual ha jurado venganza eterna. Durante el motín de la prisión se instaló en las duchas, en la que extendió una tela de araña y devoró a diversos prisioneros.

Voy a serte sincera, Bargoth: no es una buena evaluación. Saca puntos positivos por no seguir a ninguna deidad maligna ni estar asociado a ninguna organización perniciosa. Todo lo demás... Es un salvaje. No está preparado para vivir en sociedad. Ha matado a personas antes, y volvería a hacerlo. Para él solo somos comida. No veía una nota tan mala desde el ogro hechicero Ut'Ol-Daim. ¡"Venganza eterna", por las barbas de Boccob! ¡¿Quién en su sano juicio sigue usando la expresión "venganza eterna"?!

Bargoth empezaba a percibir que no había predisposición por parte de Dannie de liberar a Anren. ¿Tal vez necesitaba de un discurso conmovedor sobre las segundas oportunidades? ¿O un inspirador mensaje de autosuperación? De nuevo Bargoth chocaba con sus propias limitaciones oratorias.

BArgoth usó parte del remordimiento que tenía por haber masacrado a los aldeanos gnoll para alimentar su relato y decir parte de verdad.

Verás, Danni. En mi última incursión mi grupo y yo nos topamos con un nido de estas cosas. Mi compañero mediano prupuso acabar con ellas antes de que crecieran y se convertieran en una amenaza para la gente inocente pero... tendrias que verlos, Danni, a los cachorros! Eran como pequeños bebés. El grupo entero estuvo de acuerdo, menos yo. 

No he podido dormir desde entonces, por la culpabilidad. Esta mañana, consumido por el dolor y la culpa, he decidido que hoy mismo haría algo para compensar mi crimen y he decidido que dedicaría mi vida a domesticar a uno de ellos, a civilizarlo, aunque solo fuera para compensar minimamente aquello de lo que fui parte.

Bargoth parece a punto de llorar.

Tú has visto como estoy, ¿verdad, Jeri?

Jerinor escucho el discurso de su compañero y quiso ayudarlo todo lo que pudo, aunque por la cara de Dannni la cosa estaba ni si ni no.
Así que hizo lo que mejor creyo: decir la verdad. Que el destino la habia atraído a este plano por un motivo. Que ellos solo querían lo mejor para la Ciudad de las Mil Puertas. Por eso la creación del primer Gremio de aventureros sería algo muy próspero para la ciudad y requerían de los servicios del trácnido para conseguirlo.
Mirando al extraño ser que prometía venganza, la guerrera de Freya le tendió la mano intentando darle una oportunidad: Anren, acaso quieres vivir en esta celda el resto de tus dias o por el contrario prefieres aprovechar la oportunidad que te brindamos y encontar un lugar en el que sentirte pleno. Incluso con el tiempo podrías volver a tu plano de existencia.
Tu elegís Andern, muerte o vida! Aprovecha la oportunidad! Viajaremos a otros planos donde habrá mucha comida, mucha más de la que recibiras aquí.
Quizás esto último fuera suficiente para que Andern se uniera al grupo en calidad de tutelado y por otro lado Danni les diera el visto bueno al sumar puntos la creación del futuro Gremio de aventureros que se fundaria esa misma noche. Bargoth y Jerinor se encargarían de civilizarlo hasta donde pudieran.

¿Un lugar en el que Anren sentir lleno? ¿Lleno como después de comer?

Anren parecía no entender muy bien las palabras de Jerinor. El concepto de plano se le escapaba totalmente de su capacidad de comprensión. El concepto de comida ya lo manejaba más.

¡Muerte!-gritó con entusiasmo, dando por hecho que se trataba de la muerte de sus presas-¡Anren elegir muerte!

El trácnido levantó los brazos, eufórico.

Dannie se llevó la mano a la frente y bajó la cabeza. Había sido torpe intentar mentir a una chica capaz de leer las mentes, y los intentos de Jerinor por destacar intereses particulares disfrazándolos de interés general era demasiado descarado. Por suerte para todos, Dannie no les estaba sondeando en ese justo momento.

Snif, snif... ¡Los cachorros!-dijo entre lágrimas-¡Pobrecitos, qué triste! Snif, snif... Venid conmigo a rellenar el papeleo.

Veinte minutos después, Bargoth, Jerinor y Anren salieron de la prisión. Y lo primero que hizo Anren fue salir corriendo. Entonces, como un perro pastor, Bronce rodeó y ladró al trácnido. Así lograron sin problemas guiar al humanoide monstruoso hacia la mansión de Elf Creek.

En la mansión de Elf Creek se habían producido pequeños cambios. El agujero de la entrada por el que casi se cayó Bargoth estaba reparado, también los tablones que habían quitado de la ventana del recibidor para hacer que entrara la luz. Tampoco había rastro de los cadáveres de los sectarios que había cazado Muñeca de Trapo. A Jerinor le bastó poner una mano sobre el hombro de Bargoth para avanzar por la mansión. Volvieron al sótano y entregaron a Bloip el cuerno y el fardo de pelos. El cuerpo de Muñeca de Trapo ya no estaba sobre la mesa de operaciones, así que seguiría allí, en alguna parte.

Bien, bien... Y ahora la baba de trácnido. ¿Comenzamos con la vivisección? Es broma. Ten, arañita, muerde esto.

Bloip entregó a Anren un frasco con piel estirada sobre su boca como un tambor. Anren miró el objeto con curiosidad hasta concluír que se trataba de algún tipo de delicioso huevo. El trácnido mordió sobre la piel, y sus babas resbalaron por el interior del bote.

La verdad es que podíais haber venido mañana. El plazo que os di era de veinticuatro horas, teníais tiempo de sobra. Ya está, ya podéis iros... Es broma. Aunque me duela, un trato es un trato. Tenéis la planta superior de Elf Creek. Pero para asegurarme de que no andáis molestándome con ruido en la primera planta os daré una escalera de mano.

El gnomo chasqueó los dedos y apareció entre los cachibaches el gólem escudo con la escalera de mano. El constructo hizo entrega de la escalera a los dos aventureros.

Volved fuera y apoyad la escalera en la cochera. Sobre ella hay un mirador por el que entrar en las habitaciones de arriba sin convertir mis dominios de la planta baja en vuestro patio de juegos.

Genial! Tenemos un trato -dijo Bargoth estrechando su mano. Sólo por curiosidad... ¿Para qué querias todo eso?

La saliva de trácnido tiene toxinas que me pueden ayudar a confeccionar las cargas de veneno para reconstruir la araña mecánica del sótano. Los pelos los necesito para un implante capilar de Muñeca de Trapo, que con el fuego la habéis dejado calva, pobrecilla. Y en cuanto al cuerno de unicornio... ¡Con él construiré un rayo de la muerte con el que destruir la Ciudad de las Mil Puertas! ¡Muahahahaha...! Es broma. El cuerno es una materia prima mágica para fabricar gólems.

El grupo fue al exterior, y con la escalera llegaron al mirador, una bonita terraza sobre el garaje tapiado. Allí había muebles de mimbre sucios y maceteros con plantas mustias. Con una cuerda atada a un canasto pudieron subir a Bronce con ellos, y el canasto también haría de cama para el perro. Unas puertas y paredes acristaladas separaban el mirador de una salita del té. El resto de habitaciones de la planta eran dormitorios.

El último rincón para explorar era una escalera que llevaba al desván. Se trataba de un lugar frío y húmedo lleno de viejos objetos rotos, polvo y telarañas. Anren levantó las pinzas con entusiasmo.

¡Nido de Anren! ¡Anren quedar con esta habitación!

Ya habría tiempo de limpiar mañana. Por ahora las camas les evitaban tener que pagar por una posada o tener que aceptar la invitación de Terryl Robles. Recogieron la escalera de mano y se quitaron las armaduras para dejarse caer sobre las camas. Había sido un día muy largo, pero aún faltaba reclutar aventureros para completar la lista de diez miembros fundadores.

Bargoth accedió alegremente a cederle al trácnido el desván. La verdad sea dicha, había pensado en ejecutarlo después de conseguir las babas pero sospechaba que a Jeri no le haría gracia. Había que reconocer que el bicho tenía un cierto... encanto.

Antes de acostarse, Bargoth decidió dar una última vuelta por sus nuevos "dominios" en medio de la completa oscuridad. Lo habían conseguido, Jerinor y él lo habían logrado. Aquella noche dormiría feliz. Si no fuera por el recuerdo del rostro de Nersine al verlo con Jeri...

Maldita hembra! Por qué conseguía alterarlo así?

Con esos pensamientos se fue a acostar.