Partida Rol por web

No podía creerse lo que le estaba pasando. A pesar de sus ataques Malkar se daba cuenta de que solo uno de ellos consiguió herir a la extraña criatura a la que se  enfrentaba

El experto luchador con dagas, apuñalaba a la invisible y maligna criatura de oscuridad una y otra vez. La sustancia frente a él parecía completamente impenetrable, y aunque gracias a la magia que había brindado a sus armas gemelas, podía ahora atravesar a la criatura, ésta resultaba prácticamente imposible de herir.
En un momento, quizás más por un milagro que por alguna superioridad del mago hacia la malévola criatura, un golpe particularmente fuerte y bien dirigido, logró atravesar algo más a la dura sustancia. El monstruo se sacudió con una fuerza sobrenatural, y poco faltó para que pintara la pared de la vieja torre con los sesos del osado dagaconjuros.

Al ver que nada se podía hacer, Malkar tiró con fuerza, y logró extraer las dos dagas de la horrible bestia. La diestra, chorreaba una sustancia negra, como si su propia sombra se extendiera más aun de los limites físicos que podía justificar su afilada forma.

El erudito, sudando bajo su mascara, susurró unas rápidas palabras. Su agotado cuerpo, se vio abrumado por una velocidad sobrenatural, como si el tiempo y el espacio se estiraran amoldándose a su cuerpo.
En un instante de tiempo ínfimo, el mago retrocedió escapando de la venganza de la oscuridad, que sin duda seria devastadora.
Volando al ras del puente, con las manos estiradas hacia el frente, y con el rostro retorcido y el pecho agitándose por el terrible desgaste, poco faltó para que cayera en brazos de Askritt, quien ya se abalanzaba a toda velocidad dispuesto a golpear con su brutal fuerza al peligroso enemigo.

Uffff,,,,,uhhhhhffff.....jadeó el mago a punto de perder la consciencia por el terrible esfuerzo realizado. Su cuerpo, vibraba en convulsiones a raíz del conjuro al que se había sometido por voluntad propia.

Ufff....con un ultimo aliento, casi desfalleciendo y sin ser capaz de dar un paso más, murmurró...ayudaaddddmeee...

El explorador esperó impaciente mientras Yal realizaba una rápida revisión del lugar. El mediano se movía con una celeridad que asombraba a Cedric, pero aún así sabía que disponían de muy poco tiempo para moverse.
Escuchó las palabras de Alasa y el desánimo aumentó en el interior del joven. ¿Invulnerable? ¿Un ser al que no se le podía vencer?

Mis vestimentas son custodias de muerte, - respondió rapidamente - pero no creo que eso sirva de mucho contra algo así.

Debían retroceder. Buscar amparo en el interior de la torre custodiada por la estatua de las serpientes. Pero eso significaba un riesgo, pues no sabían qué podía albergar en su interior.
Avanzó un paso para atravesar la entrada, pero se volvió en seguida al llegar a sus oídos un sonido sobradamente conocido. El combate había comenzado.
Al girarse se encontró con la figura de Malkar apuñalando el aire que se encontraba frente a él, como si hubiese perdido la cordura, pues la sombra no parecía estar allí. ¡No parecía estar en ningún sitio!

Sin embargo sabía que, nuevamente, su sentido de la vista estaba siendo engañado. La forma de frenarse las dagas de Malkar indicaba que se estaban hundiendo en algo, por lo que era de suponer que el enemigo se había vuelto invisible.

Yal, - decidió finalmente - lleva a todos adentro. Y hazlo rápido.

Cedric ya se encontraba en movimiento, aunque en dirección contraria a la que había elegido en un primer momento. Necesitaban tiempo para ponerse a salvo y Malkar no parecía estar en condiciones de continuar.
Corrió rápidamente y se colocó entre el cuerpo del mago y la criatura invisible que lo acechaba, cubriéndole ante cualquier ataque que pudiera sobrevenir sobre él.
Como ya había hecho con anterioridad, Cedric cerró los ojos para permitir que el resto de sus sentidos se amplificara. Ya que no podía utilizar la vista, confiaría en el oído y el olfato para luchar.

- Demonios, ¿Cómo no me he dado cuenta? Puede que el ser sea resistente a conjuros y por eso mi conjuro falló. Si es eso, y no acaba con nosotros a la primera, tengo algo que quizás funcione.

Al ver como el mago golpea el aire, y aparentemente acierta a la criatura, Askritt aletea levemente y se acerca con cuidado, buscando descargar su arma, con ambas manos, sobre el sitio donde cree que está la sombra que permanece invisible.

- Mielikki, ayuda a tu servidor - exclama convencido mientras descarga el filo de su arma y espera que el golpe haga el efecto deseado - No me abandones ahora. Debo defender a mis compañeros - insiste mientars espera que el resto se pueda refugiar en la torre

La enorme cimitarra que empuña el lenauro se mueve con precisión, cortando el aire y encontrando cierta resistencia que le hace suponer que ha acertado

Askritt se abalanzó contra su enemigo arma en mano. Acortó la distancia que  le separaba de su  compañero y de ese ser. Aquellos que le observaban pudieron observar como askritt se había quedado detenido a poca distancia de Malkar.  El poderoso brazo de Askritt hizo descender su arma hendiendo el aire, golpe tras golpe su arma parecía encontrar algún tipo de resistencia como si la misma se quedara pegada a algún tipo de sustancia.

En un momento dado Askritt tuvo la sensación de que salía de la realidad, observo a su alrededor, pero solo durante una fracción de segundo, lo justo para ver el entorno que le rodeaba. Se quedo sorprendido al comprobar por un instante como si la realidad fuera ligeramente distinta; No supo si dudar de lo que le había parecido observar. Se obligó a centrar su atención en el blanco y descargo su arma, cuando lo hizo se encontró con resistencia, y a pesar de golpear una y otra vez, no se veía capaz de atravesarla

- Pero como... - el lenauro, sorprendido, exclamó en voz alta, intentando alertar a sus compañeros - Cuidado, no se lo puede golpear!. Es muy... duro - terminó sorprendido que su enorme fuerza no fuera suficiente como para atravesar, aunque fuera minimamente la "piel" ó lo que fuera que cubría a la sombra invisible.

Askrit era consciente que el golpe había sido bien dirigido, pero de alguna manera el ser había aguantado el embate sin problemas

Aunque la sorpresa ya no era un factor a tener en cuenta en un lugar como ese, Alessëa se había visto sorprendida por todo lo que estaba ocurriendo. Aún sin reaccionar se contuvo, asintiendo a las órdenes de Cedric, pero preguntándose si sus flechas tendrían algún efecto sobre ese ser inmemorial. Probablemente no, pero, ¿no debería intentarlo...?