Partida Rol por web

¡ASKRITT, RETROCEDE! - gritó el explorador desde su posición algo retrasada. Se encontraba con los pies bien plantado en medio de la pasarela, cubriendo con su cuerpo el paso y permitiendo así al resto el poder retroceder hacia el interior de la torre que quedaba a sus espaldas.
Se encontraba demasiado lejos para poder ayudar al lenauro. Ni siquiera con su rapidez tenía posibilidades de acercarse al enemigo antes de que este pudiera actuar.

Meditó un instante las palabras procedentes de su osado compañero, el cual hablaba por la experiencia reciente.
Si unía sus palabras a las dichas anteriormente por Alasa....lo tenían bastante complicado. Parecía que la criatura fuese invulnerable a cualquier ataque que ellos pudieran realizar, aunque si les seguía, al interior de la otra torre, no les quedaría más remedio que hacerle frente con todas sus fuerzas, independientemente del final que les esperase.

Marco aun estaba preparándose para lanzar su conjuro mientras sus compañeros ya habían reaccionado la mayoría.

La tensión podía olerse en el aire. Todos estaban atentos mirando en todas direcciones listos para enfrentarse a lo que fuera que esa cosa. Solo la pequeña Joanna miró hacia arriba y grito una palabra .-¡ Cuidado!.- pero fue demasiado tarde

Poco a poco todos pudieron observar como los movimientos de Drysiel y de marco se iban enlenteciendo, pero no era como si se movieran despacio era como si el tiempo para ellas funcionara de forma distinta, como a cámara lenta, y cada vez fue a más hasta que en un momento dado se quedaron inertes, como si el tiempo se hubieran sido captados en una instantánea, su aspecto era tan saludable como siempre.

Todos dejaron de mirarles cuando de repente Askritt gritó al ver como su cuerpo empezaba a envejecer, su piel se arrugaba, su pelo se encanecía y sus músculos se volvían flácidos, pero en ese momento una imagen le rodeó por completo, la imagen estaba compuesta de pequeños símbolos arcanos que chisporrotearon

Y en ese momento el envejecimiento de Askritt se detuvo, su piel volvió a tener la tersura de la juventud; de su pelo desaparecieron las canas ,y sus músculos volvieron a tener la fuerza de siempre

Alasa corrió a esconderse en la neuva torre, donde lanzó sobre sí misma un conjuro extraño. Cuando terminó, levantó la vista, y en su mirada se veía furia. No le gustaba tener qeu esconderse, pero era necesario en ese momento.

La niña, siempre tras Marco, agarró la tela del pantalón de éste para marcharse hacia la otra torre. Aquel ser la asustaba y quería resguardarse junto a su protector.

- Vamos Marco -tiró del pantalón- Vamos...

Echó a correr, tanto como sus cortas piernas podían, pensando que algún día "correría como el viento".

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Más preocupado de lo que el mismo quería reconocer, sobre todo al ver como dos de sus compañeros aparentaban estar paralizados, el lenauro mantuvo su escudo frente a su torso y se preparó para castigar, como pudiera, a la sombra que los amenazaba. Mientras se mantenía firme en su posición atinó a exclamar - Yo lo mantengo ocupado - Seguramente era más una expresión de deseos que una posibilidad real, pero Askritt no pensaba reconocerselo a si mismo - Acaben con el - pidió, esperando que sus compañeros realmente pudieran hacerlo

Askritt parecía dispuesto a hacer lo que fuera necesario para que sus compañeros pudieran acabar con esa cosa que no debría haberse despertado, miró hacia donde miraban Joanna y drysiel en un intento para tener localizada a la criatura

El explorador se mantenía en una postura tan estática que parecía haber sido alcanzado por lo que fuera que había paralizado a sus dos compañeros.
No veía al enemigo, pero este sin duda se encontraba allí, atacándoles desde la protección que le brindaba la invisibilidad.
¿Había forma de luchar contra lo que no se ve? Cedric lo dudaba, pero lo que sí sabía seguro es que la mejor forma de defensa era no encontrarse en un lugar cuando el ataque era dirigido en esa dirección, lo cual le daba una pequeña posibilidad.

Las hojas de sus cimitarras comenzaron a balancearse de un lado a otro, abatiendo el aire que tenía ante sí.
Al mismo tiempo sus pies comenzaron un baile que sus compañeros habían visto con anterioridad. Sólo tenía que preocuparse de permanecer sobre la pasarela y esperar algún tipo de resistencia en uno de sus golpes. Entonces sabría exáctamente dónde se encontraba su rival y podría dirigir sus ataques en esa dirección.
Estaba combatiendo contra la nada. Una nada que escondía un ser muy peligroso.