Partida Rol por web

Ambos recibieron el beso con gusto junto con las caricias en sus piernas. Fue tras el comentario que el mercader rio.  “No te preocupes yo no contare nada mas de lo vos quieras…” comento el mercader acercandose al rostro de ella. “lo demas ya lo mostraras vos sola.”

Fue por la mano de ella y se la acerco hacia su miembro endurecido como prueba de que se encontraba listo. “Me imagino que se nos ocurre la misma cosa, que es saborear tu lindo y salvaje cuerpo. Ademas de hacerle mas cosas.” Comento en un susurro privado a ella pero ademas iba dirigido a Chloe tambien.

“Si necesitas musica buscare algún juglar, sino síguenos que ire a buscar una habitación para que la compartamos y de paso puedes poner en practica esas ideas que tenias para tratar de convencerme antes.” Comento Nathan recibiendo la aprobación de la campesina que no solo tiraba de barbara sino que levantaba un tarro de cerveza para llevar.

En cuanto vio que no necesitaban más estimulación la Discípula respondió. -El juglar será para otro momento, parece que no va a ser necesario mostrarte que mi baile puede encantar serpientes.- La mujer de la estepa río ante tan mal chiste que acababa de hacer. -Creo que llego el momento de hacernos escasos de esta taberna. Busquemos un buen lugar en donde podamos pasar la noche.- La Discípula concluyo. -No soy muy exigente, pero asegurence de que tengamos algo de privacidad.- Ella les ofreció sus manos en señal de que la condujeran, espero a que tomaran y la condujeran a lo que sería una experiencia memorable.

En un principio parecio que seguirían en esa taberna y alquilarían una habitación o al menos asi lo penso Nathan hasta que los tres se enteraron que no tenian habitaciones en ese lugar. Pero antes que se rompiera el encanto que tenían los tres en ese momento, Chloe se adelanto invitando a ambos a su casa. La discipula ya conocia la dirección asi que no tuvo problema en seguirla y Nathan no parecia tener queja alguna del nuevo sitio.

Llegaron para ser recibidos por un par de cosas el olor a comida segui ahí con un par de trajes de la Discipula. Aunque ella no tuvo tanto tiempo para revisarlos porque recibio un nuevo rapido beso calido de Chloe que ni bien entraron se le planto a ella. Nathan no quedo detrás besandola en el cuello mientras sus manos danzaban por la cadera de ella.

Pronto hubo un acercamiento entre ambos compañeros de la barbara cuando noto a la campesina rebuscando en los pantalones del mercader hasta sacar el miembro que comenzo a masturbar. El miembro era tal como lo recordaba la discípula con sus proporciones algo mas grande de las habituales, de cualquier modo eso no atemorizo a la campesina que incluso atrajo ese trozo de carne para que estuvieran en medio de ellas.

En cuanto la Discípula supo que se iban a dirigir a la casa de su nueva “amiga”. Ella sonrió mientras caminaba tomada de ambas manos. Esto le dio tiempo de recordar una situación similar que le habían sucedido hace un par de meses.

Acompañando a una caravana por las montañas, ella actuaba estaba en calidad de seguridad, no era la única, el príncipe mercader era un hombre sumamente acaudalado que era cuñado de una de sus hermanas. Cuando fueron presentados no se imagino que ella sería parte del destacamento que defendería sus mercancías.

El Príncipe se había hecho la idea de que lidiaría con una cortesana o con entretenimiento exótico. El líder de la caravana rio ante la sugerencia pero accedió. La Discípula comenzó como la cuidadora de los carros con la compañía del Príncipe. Su deber era sencillo, proteger a las concubinas de las amenazas y del resto del personal. La Discípula se sintió ofendida por el puesto, pero la paga y el hecho de que lo había conseguía gracias a su hermana la ahora autodenominada “Reina de sal” ella hizo su trabajo lo mejor que pudo.

Una de sus protegidas noto su falta de satisfacción con su puesto y pronto entablo una relación con ella. Nunca se dijeron sus nombres, no hacia falta. Una era la Discípula y la otra era lo que dejaba adivinar la ventana: la doncella del velo amarillo.

La doncella del velo y la Discípula compartieron muchas historias en el viaje. Muchas de las artes y secretos en el amor los habían aprendido de ella. Habían entablado una relación de cooperación y su apoyo permito que la Doncella hubiera conquistado a muchos de los guardias de la caravana.  Ella cerró los ojos y visualizó como ella le había contado como derroto a regimiento con solo su sonrisa y un trozo de seda y de la vez que fue el entretenimiento de las damas de sociedad del Catillo de la Caña del Lobo.

La Discípula recordó una perla de sabiduría que le dijo una vez. Para los hombres su espada es una persona más y cuando la clavan establecen un vínculo profundo con su conquista. No te olvides de nadie cuando haya más de dos en el campo de batalla que es tu lecho. -No lo olvidaré amiga- Se dijo para sí.

Ella se sintió atacada de una dulce manera por ambos. Ella se dejo guiar por sus caricias y besos y se hizo con la atención de Chloe para darle un suave abrazo mientras presenta el cuello al mercader. Las manos del hombre alcanzaron sus glúteos y los comenzaron a acariciar. Ella se sintió aun más en contacto con el mercader cuando hacia esos movimientos. Ella se sentía explorada y algo la atraía de eso. Igual había sucedido hace un par de horas volvía ha ser el centro de un contacto que rápidamente se aproximaba a lo intimo.

En cuanto tuvo tiempo para respirar ella comento sobre su situación. -¿Y yo pensé que no habría baile esta noche? Me alegra mucho estar equivocada.- A continuación compartió un par de besos más con sus compañeros. Eran besos apasionados pero cortos que invitaban a algo más.

Ella le pidió a Chloe que se sentará en la cama y la acompañara. A Nathan le pidió permanecer de pie  con su arma desenvainada. Luego cuando estuvieron las dos sentadas continuaron con su sesión de caricias orales y fueron integrando el falo del mercader al acto.

-¿Crees que nuestras dulces bocas pueden hacerlo crecer aún más?- Le Pregunto a Chloe con una sonrisa conspiratoria.

La manos de Nathan se movian con dulzura por los gluteos de ella, disfrutando del toque lujurioso en el firme trasero de ella sin dejar un centímetro sin tocar. Cuando la sintio mas cerca prosigio con sus toque elevando en parte su vestido para que la piel de ambos tuvieran contacto y ella disfrutara de ese calor.

“Ya veo como atrajiste a esa loba…” dijo en un susurro el hombre mientras seguia besando el cuello de ella.

Mientras Chloe dejaba escapar un tierna risita, no por el comentario del mercader si no por lo que decia la discipula. “Esta noche bailaremos ambas…o mejor dicho los tres.” Comentaba ella dando un guiño al mercader antes de acercarse para un nuevo beso a ella.

Pronto ambas se sentaron en la cama, que aun se sentia algo caliente por su encuentro anterior. A ellas se les agrego Nathan con su espada dispuesta a la accion mientras observaba los besos de ella, aunque no tardo en meterlo en medio del rostro de ambas dejandoles una vista muy cercana a su tótem de carne.

Chloe volvio a reir mientras se hacia la timida ante tal falo, pero si mirada a la discipula era todo menos inocente conspirando con ella como si fueran amigas desde hace años. “Yo creo que podemos, solo debemos esforzarnos en hacerlo sentir como nunca sintio en su vida.” Respondia antes de empezar a lamer su costado del falo dejando el otro costado para la barbara. Sus lamidas subian y bajaban en la gran dimensión del falo. “Seguro que sabras hacerlo, yo te sigo.” Comento tras una corta pausa.

Al mismo tiempo las manos del mercader descansaban en la cabeza de cada una acariciándolas con cariño como si buscara premiarlas por su trabajo mientras disfrutaba de sus atenciones. Suspirando con anticipacion.

Ella respondió al comentario de Nathan. - Ella cometió un grave error al asumir que ella era el depredador. -

La Discípula recorrió con la mirada la tiesa verga del hombre y se concentro en planear como iba a devorar al pobre y a la vez afortunado mercader. Al igual que la cama, su miembro revelaba que había sido usado hace poco tiempo. Sin duda el combate de hace rato había sido algo tan intenso como memorable; tanto así que su glande seguía rojo de la acción anterior. Era evidente que iba a necesitar un poco de aceite para facilitar su uso en la batalla que seguía.

La Discípula le dio un gran beso a su amiga y con la mano derecha agarro el miembro de Nathan. Cuando se separo de los labios de Chloe le mostró su técnica a la campesina. La mujer de la estepa, mantuvo el agarre y agito un par de veces hasta que el miembro se mostrar más sensible a las caricias más sutiles que iba a recibir. Ella se detuvo y empezó a jugar con su pulgar sobre su glande.

-Acompañame, Chloe.- La barbara soltó el pene y sus labios y legua tomaron el lugar de su mano. Con su lengua recorrió su longitud, besándolo en el camino y ocasionalmente succionado las venas y piel del duro pedazo de carne. Ella espero a que la campesina se uniera para que empezaran las maniobras conjuntas. En sintonía, ambas estimularon el turgente falo en toda su extensión hasta que terminaron en un beso a su glande y después entre ellas.

-Parece que estas muy sensible déjame ayudarte.- La Discípula se levanto y fue a buscar del aceite de habían usado en su sesión anterior con la campesina. Ella espero para ver la reacción de ambos.

Luego se sentó y vertió el contenido de el frasco de aceite en las manos de Chloe y las suyas.

-Vas a ver que todo fluye mejor con un poco de esto.- Ambas mujeres cubrieron la totalidad del miembro de Nathan con los movimientos de sus manos. La Discípula le indico a Chloe que los testículos del mercader también merecían atención. Dejo que Chloe los liberara con cuidado y les diera un poco de su atención. Las caricias continuaron. Pronto el miembro y los testículos del mercader probaron las bocas de las mujeres. Las bocas actuaron como dulces regalos húmedos que presagiaban el contacto con otras aberturas femeninas. Las caricias eran vigorosas y cuando la Discípula sintió que el mercader iba a fallar y precipitarse al climax, agarro el tallo de Nathan y le dijo Chloe que se detuviera.

-Tu ya estas listo, ahora le toca a ella.- La Discípula levanto a Chloe y la arrojo con más cuidado al interior de la cama. La empezó a desvestir hasta que ella entendió el mensaje y la dejo continuar sola. Mientras ella se libero su ropa y la arrojo, con cuidado; fuera del camino. Cuando estuvieron desnudas se monto sobre ella. Imitando los movimientos de un hombre que embestía con pasión contra una mujer ella se movió con su feminidad húmeda y su gran clítoris haciendo contacto con la campesina.

Ella se puso encima de la campesina y le canto su cuarto trasero y le grito al mercader. -A ver como te va a ti con tu boca y el aceite, nuestra amiga necesita aún más motivación.-

Chloe siguió a la barbara como esta le pidio, imitando sus movimientos en el falo de Nathan. Lo recorria junto a ella observando no solo las acciones de ella sino sus movimientos para estar casi coordinada con ella de nuevo pareciendo como si ambas chicas llevaran años juntan en este caso dando placer a hombres. Aunque claro la parte que mas termino entusiasmando a Chloe fue el beso con ella sintiendo el calor de ese miembro cerca de ellas.

Cuando esta se retiro a buscar el aceite los sorprendió a ambos, que se quedaron detenidos esperando que volviera como si fuera el centro de ese baile aunque en verdad asi era. Ambos sorieron con picardia al notar el aceite, la campesina incluso dio una mirada al cuerpo de la Discipula seguramente recordando lo que habian hecho antes.

Nathan era nuevo en la sensación del aceite en tan sensible punto, pero no por eso mostro desagrado al alguno sino todo lo contrario. El aceite no solo volvia mas brillante aquel falo sino que lo volvia aun mas grande. Nathan de cualquier forma no lo veia sino que lo sentia junto a los dulces besos de ambas que lo hacia suspirar y acariciar con mas ansias las cabezas de ambas. “Sigan asi…Ufff” tantas cosas queria decirles el mercader en ese momento pero las sensaciones que recibia y mas ahora que sus bolas eran succionadas sin el asco que tendrian otras mujer, le era imposible articular mucho.

Aunque rapidamente pego un suspiro y abrio los ojos al ver como la Discipula le detenia su climas tomando con fuerza su miembro. Eso lo hizo reaccionar y aguantar un poco para ver el plan de ella. Sin embargo al verlas desnudas frente a él y con la discípula pareciendo montarlo le dio una sensación que pronto estaria viniendo al ver la cara roja de la campesina y sus timidos gemidos por los movimientos de la bárbara.

Cuando llego la orden de la barbara en esa posición, el mercader no dudo y tomo el aceite. “Que delicias tengo frente a mi.”  Empezo a verter en sus manos pero tambien el sexo de la campesina sin importarle que una parte terminaba moviendose al de la Discipula. Sin gastarlo todo lo dejo a un costado y se empezo a abrir paso con su mano apartando apenas el sexo de la Discipula, mientras su lengua empezaba su labor de explorar dentro de la campesina.

La discipula tuvo una buena vista de las sensaciones de la Chloe, que su rostro rojo se estiraba dejandose caer a la cama mientras dejaba escapar suspiros y gemidos de gusto. Estos ultimos volviendose mas fuerte. Abajo no solo la lengua de plata del mercader estaba siendo usada tambien sus dedos que separaban los labios para que pudiera ir mas adentro. Pero a pesar de la orden este no pudo resistirse a cambiar el orificio donde iba su lengua moviendose un par de veces a la Discipula succionando su gran y atrayente clítoris.

La Discípula contemplo el talento de Chloe al acariciar el miembro de Nathan aunque también se percato de la persona en la que se concentraban la mayor parte de sus atenciones. El aceite había logrado su cometido y hecho que el falo se estirar compartiendo con el mercader las cimas de una excitación que quizás nunca antes hubiera experimentado.

-Diosa mía, haz que disfruten no solo de estos momentos sino de las cosas pequeñas de la vida y de cada instante. Como es fácil sufrir muchos creen que la vida es solo sufrimiento.- La Díscipula susurro esta plegaría para sí.

Ver la historia que contaba el rostro de la campesina era tan sorprendente como reconfortante. -Chloe, este es el placer es el que debería sentir toda mujer que puede abrir su corazón a otros.- Le dijo a su amante, seguidamente regalarle besos en su boca, cuello e incluso en sus pequeñas orejas pareció lo más adecuado. Esta sesión de afecto no duraría mucho, se detuvo de pronto con un grito de la barbara.

-¡Maldito! Bastardo. Ahh, Ahh...- Dijo la Discípula con sorpresa y un poco de furia. Nathan sabia que realmente no estaba enojada, La campesina se dio cuenta cunado observo a la barbara y miro su sus ojos entreabiertos llenos de placer. La Discípula cerro los ojos y volvió ha hablar. -¿Te crees muy listo? Te mereces una tunda. Vas a pagar por tu atrevimiento.- La mujer sujeto al mercader y acerco su sexo a su rostro y lo sujeto con firmeza pero sin lastimarlo. -Si terminas lo que estabas haciendo considerare soltarte.- Termino de decir, entregandose completamente a la sensación.

Chloe se dejaba llevar por parte de las caricias y lametones de parte del mercader, algo que quedaba en claro al ver su rostro con los ojos cerrados y la parte inferior de su cuerpo buscando mas. Correspondio los besos de la Discípula cuando los sintio cerca de sus labios mientras solo sae dedico a disfrutar los demas al tiempo que se abrazaba mas de la barbara hasta que los pechos de ambas se encontraron en contacto con cada besos de ella.

Aunque ese sentimiento quedaba atrás del de la barbara que como siempre era algo menos sutil y rápidamente cambio la dinámica que tenían tras un grito de ella. La campesina la miro sorprendida sin saber que habia causado esa reaccion, pero tras unos segundos entendio mas o menos la situación suspirando mas tranquila y sonriendo con complicidad a ella sin hacer intento alguno de ayudar al mercader.

El mercader no se escapo de la sorpresa, primero con el grito y luego cuando fue tomado del cuello para ser obligado a dar placer oral. Sin embargo él fue mas rapido que la campesina en notar que no habia genuino enojo en el rostro exitado de la Discipula.

“Como quiera mi princesa.” Dijo burlandose un poco de la situación antes de volver a usar su lengua para algo mas placentero. El hombre sabia lo que hacia rodeando toda la vagina de ella con su calida lengua, haciendose sentir alrededor de ella y en los pelos de abajo. Pero comprendiendo que no era lo mejor tentarla demasiado empezo a apartar las paredes del sexo de ella y metio su lengua dentro de ella. La exploracion de la lengua de se metia en una buena profundidad gracias a la cercania que tenia su rostro al sexo de ella, aunque de vez en cuendo salia para rozarse con el gran clítoris de ella. Una, dos y varias veces lo hacia aunque se empezaba a quedar mas tiempo en este, hasta que por fin para las ansias de la barbara comenzo a succionarlo mientras su lengua lo rodeaba.

En medio de ese placer oral que recibia la barbara, Chloe no se quedo quieta yendo por un tesoro no menos deseables que el sexo de ella.  Tomo con sus manos ambos pechos de ella, masajeándolos en un principio y frutando con su pulgar la punta de sus pezones antes de ir con su boca sobre estos ultimos. Los besos calurosos y su succion se hacia con tal cariño que contrastaba un poco con la impulsividad que tenia abajo el mercader pero no por ello era menos agradable.

La barbara suspiro y sollozo con las caricias y las atenciones de las múltiples parejas. -Ahh, ahh.- Dijo empezando a temblar. No había ninguna duda de que su sexo estaba preparado para recibir el bestial pero anhelado asalto de un hombre. La estimulación de su pequeño apéndice femenino solo acrecentaba la necesidad de comenzar con el acto.

-Suficiente.-Dijo soltando al mercader. -Penetrame. Por mi Diosa; follame duro, muy duro.- El cuarto inferior se agitaba la espera de lo que iba a recibir. La Discípula apretó su rostro al lado del de Chloe y grito contra la cama. Un grito sordo animal pero que mostraba que se quemaba en su lujuria.

El mercader retrocedió al ser dejado libre, limpiándose la boca húmeda por los liquidos de la barbara con su antebrazo. Nathan se lo notaba muy contento de escuchar aquellas palabras de la bárbara, a lo que correspondio con prisa tomando su gran miembro con una mano y sin muchas palabras se metio dentro de el sexo de ella impactando con todo menos delicadeza. El miembro entro con cierta facilidad gracias a la humedad de ella y con la fuerza en que se impulso Nathan para ingresar en ella, dejando escapar suspiros ante la agradable sensacion.

Mientras Clhoe la miraba con algo de envidia aunque tambien con complicidad besandola en el costado del rostro mientras la dejaba gritar de placer al tiempo era penetrada de esa manera salvaje como ella habia pedido. "Tu diosa debe estar feliz..." comento ella en un susurro a la barbara. "Aunque no creo que el hombre aguante mucho antes de terminar en ti, tras nuestra maniobra anterior." siguio comentando refiriendose al doble oral que le hicieron antes. Tras eso siguio besandola devolviendole los besos que antes habia hecho en ella ella y succionando sus orejas mientras una de sus manos volvia a sus pechos.

La barbara había estado con muchos hombres y podía pasar mucho tiempo recibiendo sus atenciones. Aceptarlos no era un gran problema, era un desafío que le gustaba afrontar. Pero el día de hoy había recibido algo diferente. Un miembro bulboso de algo no humano. Una loba que combinaba las características de macho y hembra. Pero contrario a lo que se pensaría, su miembro era de un orden mayor que el común de los hombres. De alguna manera la loba seguía dentro de la Discípula aún después de haberse ido .

Ella iba acabar y aún antes que el mercader. La Discípula levanto la cara y se acerco al rostro de Chloe.

-Nathan, ¿ya escuchaste? Ella cree que no puedes más ven a mostrarle de que esta hecho.- Le dijo al hombre que la bombeaba invitándolo a cambiar de objetivo.

La Discípula beso a Chloe otra vez cuando estas fue penetrada por el mercader y no dejo de besarla. En su cerebro se formo una idea curiosa. La Discípula se imagino que era como la loba y que el apéndice de Nathan era suyo. Se figuro a si misma siendo un hombre para Chloe y pensó en las posibilidades. ¿Se hubiera lanzado a conquistar a la bailarina mestiza que había visto en sus viajes. Bailarina en la que pensaba todavía cuando se tocaba. Seria como sus hermanos que conquistaban a cuanta mujer encontraban. Ella vislumbro que sería lo que haría en estos momentos si tuviera este apéndice masculino. La barbara rió completamente perdida en su fantasía casi ignorando al mundo. Lo único que la despertó del topor fue el mercader apunto de estallar. La mujer de la estepa lo iba a acompañar con un gran orgasmo, estaba completamente agotada por las actividades del día que dormir entre los brazos de alguien y sentir su calor. Solo esperaba a ver como iban a llegar los orgasmos de sus compañeros y si iba a tener que hacerlos brotar o seguirlos en el placer.

“Ah si? Ya vera…” dijo Nathan siguiendo el juego de la Discipula y tras su consentimiento sacando su miembro del interior de ella para ir al agujero mas proximo que era el sexo de Chloe.

Chloe no tuvo mucho tiempo para prepararse para esa ataque y eso quedo demostrado por el grito de sorpresa cuando ese pene se introdujo en ella con la poca sensibilidad que se habia metido en la barbara. Pero claro que el grito no era de dolor o no lo era completamente ya que se escuchaban gemidos cada vez mas comunes mientras este entraba y salia, siendo escuchados solo por la discipula que los sentia en la boca.

La barbara mientras tanto tenia una facilidad para imaginar su fantasía con ella arriba y pudiendo ver de nuevo a las expresiones de placer de Chloe, junto a los pechos de ella que no solo estaba duros sino que botaban al ritmo de las embestidas. Llevada por su imaginación se imaginaba sintiendo ese gran placer de penetrarla y sin que tuviera que decirle nada a Nathan que aunque suspiraba de placer, esto era tapado con los gemidos cada vez mas fuertes de la chica.

Al final la viste convulsionar un poco a la campesina que cerraba los ojos con una leve sonrisa mientras se dejaba caer en la cama agotada luego de un orgasmo. Mientras abajo hasta la Discipula sentia como el semn de Nathan se escapaba del interior de ella mientras las acompañaba a ambas con su propio venida. Tras unos lentos lentos movimientos para acomodarse los tres terminaron en aquella cama acostados muy cerca él uno del otro. Pronto la noche habia caido en esa aldea dejandoles un tiempo para un buen descanso a ellos tres que por tanto habian pasado hace pocas horas.

La Discípula estaba agotada, así que lo único que hizo fue buscar los brazos de ambos y acostarse a dormir acompañada.