La ciudad está destruida. Desconoces el nombre de la ciudad, aunque vagamente reconocer algunas partes. Crees que puede tratarse de Tristan, aunque no estás segura. Los edificios están en llamas, y el suelo está cubierto de cuerpos de cientos, quizá miles de personas. La sangre de esos cuerpos mancha tus botas, mientras caminas hacia un sitio indeterminado.
De pronto lo ves, una mujer está combatiendo denodadamente contra un ser. Parece un hombre, pero unos cuernos oscuros y sus ojos rojos te hacen ver claramente que no es así. La mujer pelea con una maestría con la espada, pero él simplemente se rie e invoca escudo tras escudo de sombras que desvían los cortes y estocadas de ella.
De pronto, el demonio mueve una mano. De la nada, surgen unas enredaderas que aferran a la mujer. La mujer debería ser capaz de soltarse fácilmente. Pero las enredaderas parecen extrañas, como si no fueran reales, sino sombras. La mujer emplea su espada para tratar de liberarse, pero no consigue soltarse. Se debate, se revela, pero nada.
El demonio avanza hacia ella. Según camina, su ropa se va haciendo traslúcida, hasta quedar completamente desnudo. La mujer grita de terror, pero él se abalanza sobre ella, destrozándole la ropa antes de penetrarla de golpe, sin preparación previa. Las lágrimas de dolor cubren la cara de la mujer. El demonio la embiste fuerte, muy fuerte. La mujer pone los ojos en blanco, y empieza a gemir. Primero, quédamente. Luego más fuerte.
Su cuerpo empieza a cambiar. Sus pechos crecen, y en su espalda surgen unas alas negras. Sus dientes, sus colmillos, crecen hasta alcanzar un tamaño de varias decenas de centrímetros, mientras sus gemidos y gritos de placer se escuchan ahora claramente, sobreponiéndose a los gritos de dolor y agonía de los heridos. De pronto, la mujer-demonio suelta un grito y empieza a convulsionar, presa de un furibundo orgasmo. Una vez acaba, sus ojos quedan en blanco.
El demonio sigue penetrándola hasta que, con un gruñido, se corre. Luego suelta el cuerpo de la recién convertida demonio. Se gira hacia tí y se rie.
“Tú eres la próxima” ruge, y se lanza hacia ti. Intentas moverte, pero no lo consigues. El demonio cada vez se hace más grande, cubre más y más espacio de tu campo de visión. Hasta que por fin, su figura hace que no veas nada, sólo negrura.
En ese momento te despiertas empapada en sudor. Estás en la habitacion de la posada donde decidiste parar a descanzar pero todo es tan real, ha parecido tan real... tu pecho se mueve agitadamente, arriba y abajo.
Ahora despierta empiezas a escuchar ruido del salon de abajo una mirada hacia afuera por la ventana te hace notar que se esta metiendo una gran cantidad de gente en la posada donde estas. Al parecer hay una reunion que no te han avisado.
Despierto con el pecho agitado y sudorosa...esa destrucción...esa criatura y lo que ha hecho...y yo no puede hacer más que mirar ...no tiene sentido alguno...espero que no empiece ahora con estas pesadillas absurdas... me levanto de la cama y me seco el sudor, posteriormente me visto y al oir tanto ruído abajo decido bajar para ver de que se trata tanto alboroto.
Al bajar te encuentras con una reunion de gente muy diversa con distintas expresiones en sus rostros aunque ninguna buena. Miedo, tristeza y enojo son las expresiones de aquellas personas ahí rodeadas.
Tras internarte en el grupo empiezas a escuchar y curiosear acerca de lo que pasa, descubriendo para tu sorpresa que habia llegado un mensajero a caballo que informaba a la gente la caida de la ciudad de Tristan.
Imágenes del sueño empiezan volar por tu mente, mientras te comentan que la ciudad supuestamente habia sido destruida en una noche. Muchas mujeres lloran aquello pensando en sus hijos, esposos y amantes que tenian en la ciudad capital del reino.
De la nada un hombre sugiere que deberian ir a echar un vistazo, el hombre se nota que posee dinero. Con los años de experiencia Lyara puede adivinar que se trata de un mercader. Pero aun con el dinero que empezo a ofrecer para que alguien le acompañe muchos veian a otro lado antes de responderle.
Me aproximo hacia el hombre de dinero, veo como todos han rechazado o bien dado la respuesta por callada por lo cual lo llevaba dificil...- Yo estoy dispuesta ha hacerlo...no obstante además del pago que ofrece, también quiero que incluya los gastos varios que surjan en el camino, es decir, el aprovisionamiento y demás...si tiene que realizar un viaje para cumplir un objetivo no debe tener tiempo que perder.... con un gesto de cabeza les hago referencia a los demás ...y esos tipos no parecen estar dispuestos, puede tardar días hasta que aparezca otra persona que le eche valor...usted verá.
El hombre que mas bien tiraba a joven por su aspecto, se la quedo mirando de arriba abajo mientras escuchaba su contra oferta. “Al final tendrás razon y esos cobardes no queran arriesgarse aunque les ofrezca mucho dinero.” Comento mirando con molestia a los que lo ignoraron. “Tus condiciones me parecen adecuadas, recibirás lo tengo ahora. Cuando lleguemos recibiras una paga igual si llego sano y salvo.” Le agrego a la oferta de ella, extendiendo su mano para cerrar el trato.
“Me llamo James y soy un mercader conocido en el este. Aunque no soy ignorante de las costumbres del Reino.” Se presento sonriendo cordialmente y dejando ver que habia hecho negocios con los barbaros del este, algo que se volvia mas usual con los años a pesar que no fuera algo que entusiasmara mucho a los nobles del Reino. “Me gustaria partir esta noche.”
- Lyara... fue lo único que le dije mientras tomaba asiento para escuchar los detalles, para agradecimiento por mi parte me ahorraba una explicación larga y farragosa ...¿viaja solo o lleva alguien más con usted?... no era por ser entrometida, pero era un factor ...el asunto de costumbres y demás no tiene nada que ver conmigo, soy de ir a lo mio; no debe etiquetarme con la zona, no se lo recomiendo... ¿esta noche? ...usted paga, así que salimos esta noche por supuesto.
Como se solventaría por aqui el tema equipo?.
“Lyara…” repitió volviéndola a mirar entera. “Bonito nombre.” exclamo sin verguenza de halagarla y sonreirla como tantos hombres antes.
“Ignorando a los dos caballos que tiran de mi carro, me encuentro solo y la verdad esperaba encontrar guardias a la mañana pero ahora no hay tiempo.” Comento con cierta reserva por lo bajo para que solo ella lo escuchara. “Bien no me lo tienes que decir así, yo solo comentaba que acá hay cada ignorante.” Decía con una media sonrisa y bastante soberbia.
“Tienes razón que yo pago. A la mañana podremos descansar un poco pero quiero adelantarme antes que corten las rutas.” Comento dando sus razones para el apuro. “Voy a buscar mis cosas a mi cuarto, supongo que harás lo mismo. Nos encontramos en los establos.” Dijo antes de retirarse hacia las escaleras.
De nuevo quedaba sola, observando como alrededor la gente seguía detenida en el tiempo por la noticia, aunque también habían otras figuras que como el mercader parecían rápidos en largarse de la posada. Habia una posibilidad que se los encontrara en el camino si iban al mismo lado aunque solo el dios de Luz sabria bien que pasaria cuando eso pasara.
Bien justo te lo iba a decir ahora. Elegi cual sera tu equipo para la aventura, yo te dire el puntaje del arma y armadura que uses. Si hay algo que siento que no corresponde te lo dire, pero mientras tanto tenes via libre :)
Una espada bastarda acompaña por una armadura de gabasón (acolchada por tratamiento de tela para endurecerla), es decir, cosas simples y prácticas, lo demás me tiraría por suministros de agua y comida acompañados por un zurrón o bolsa.
Perfecto, ya lo tenes agregado.
Nos pasamos a esta escena: https://www.comunidadumbria.com/partida/espada-sag...