Una vez la puerta se abre, aguardo indeciso, las manos me tiemblan, pues aunque deseo volver, temo mi regreso, verme de nuevo impedido, sentir la lástima de mis semejantes.
Los demás comienzan a avanzar, no sin cierta desconfianza, pero decididos, quizás ellos tengan una vida ideal ahí afuera.
Cuando pasan todos mis compañeros comienzo a avanzar hacia la salida, siento entonces nauseas y un mareo repentino antes de atravesarla. Joder, ahora no. La ansiedad que siento me está jugando una mala pasada, me giro entonces y agachandome vomito. Vuelvo a ponerme derecho y con el dorso de la mano, limpio mi boca.
Ahora si, vamos allá, y tomando aire, avanzo dispuesto a seguir a mis compañeros.
Aguardo a que crucen los demás, quiero pasar el último
Dedroc y Vâlgarður son los últimos en permanecer del otro lado.
Comenté que pasaria en 4° lugar, tras algunos de los compañeros
Dedroc cruza el umbral en cuarto lugar y Valgardur lo hace al final.