Partida Rol por web

Abel mira a Evan mientras éste habla, aún de espaldas a los demás por haber estado mirando el abismo hace unos instantes. 

Pega un bufido, como dándose cuenta de que, en el fondo, Evan tiene razón. Observa cómo Louise se lanza al vacío.

-Si la malfollada lo hace, no hay duda. Ésta es la manera. Aunque, quizás hubiera seguido igualmente a esa chica, Rain... Por lo visto ésta unida con ésta mierda. Al igual que Eve. Bueno, vamos allá. 

Se abrocha completamente el abrigo, coge aire y salta al vacío. Con decisión, alejándose del borde por si acaso, y esperando encontrarse con algo abajo. De un momento a otro. ¿Agua tal vez? ¿Simplemente despertar como en esos sueños en los caes y al final despiertas? 

Ya apenas quedaban cinco personas allí. Ibo había observado, con fascinación, como uno tras otro se iban arrojando a aquel abismo. Miró de reojo por si alguno iba a hacer lo mismo mientras deambulaba por la habitación.

Sabía que todo era un juego y que no moriría al tirarse pero dos cosas le frenaban. La primera era el innato instinto de conservación que todo ser humano tiene en su interior. Era muy fácil decir que la salida era aquella y otra mirar hacia abajo y que no te temblasen las piernas. El segundo era que, una vez fuera de aquel escenario, no volvería a él. Era como aquella fase de un videojuego que estás a punto de pasar y que sabes que no volverás a ver.

Se resistía a abandonar.

Sus pies le llevaron hasta el puente que cruzaba el abismo. Lentamente fue recorriéndolo con intención de llegar hasta el tubo de hipersueño.

El joven novio de Louise, Sebastián Svante no duda en saltar detrás de su amada sin dedicar una mirada de odio hacia sus archienemigos. Luego desaparece en la negrura del abismo.

Jules en cambio permanece junto al borde del precipicio y el puente y ve pasar  a Ibo en dirección al tubo de hipersueño.

Ibo valientemente  cruza el maltrecho puente metálico y avanza varios metros hasta el antiguo tubo de hipersueño.

Él se detiene frente a la maquina a examinar detenidamente todo.

La cubierta de la capsula se encuentra congelada y con escarcha por lo tanto Ibo rasca un poco del hielo a fin de limpiar la cubierta de duraplex y observar al ocupante.

Lo que descubre dentro lo deja paralizado por la terrible visión que pese a su creencia sobre Estado Alfa en esta ocasión todo aquello desaparece sin más.

Dentro de la capsula Ibo encuentra lo que alguna vez fue un hombre.

Ahora aquello es un amasijo de cables e implantes tecnológicos sobre carne y hueso.

Maquinas primitivas mantienen con vida al sujeto en suspensión mediante un débil equilibrio entre la existencia y el más allá.

Algunos aparatos han dejado de funcionar hace mucho tiempo atrás y otros todavía parpadean. 

Ibo valientemente  cruza el maltrecho puente metálico y avanza varios metros hasta el antiguo tubo de hipersueño. El resto lo observa desde lejos.

Ibo examinó el interior de la máquina con una mezcla de curiosidad y fascinación. Tenía mucho interés en ver el rostro de la persona, si se la puede llamar así, que había dentro.

Ibo examinó el interior de la máquina con una mezcla de curiosidad y fascinación. Tenía mucho interés en ver el rostro de la persona, si se la puede llamar así, que había dentro.

 El sujeto dentro del tubo es el mismo que apareció en las pantallas bajo el nombre de Ashouse Devan. No es fácil de identificar pero su imagen previa en los monitores ayuda a la tarea.

Voy gestando un debate mental entre saltar o seguir al chiquillo aventurero. Como siempre gana mi lado no maternal ni protector dando un salto al vacío como el resto porque si Louise saltaba ella también ya que su objetivo se encontraba en otro lugar y no podía perderlo de vista. - Evan vamos que haces, así dudo que puedas matar a la vieja.  ¡Sayonara!- grito cerrando mis ojos sintiendo una adrenalina que solo me generaba el ser una asesina.

 Quien sabe, quizas en el próximo escenario le toca. 

¿Un Estado Alfa dentro de Estado Alfa? Que idea más curiosa.

Una vez que hubo visto todo lo que quiso ver se giró hacia el resto de personas que aún quedaban sin saltar y se encogió de hombros.

- Game over supongo - dijo con una sonrisa asomándose al abismo.

Y se dejó caer.

Tu mensaje salió en blanco. 0_o
Error de la Matrix?

Evan se quedó mirando el abismo y se frotó un poco el mentón mirando alrededor. 

Si la banda Mayers nos sigue, le voy a dejar un regalo, para que se acuerde de la madre que me parió...

Sonrió y se acercó a la puerta. Le hubiera encantado que al abrir la puerta explotase todo, de forma que si entra, boom. Por desgracia no tenía suficientes granadas, pero sí quizá para dañar algo. Cerró la puerta, y anudó la argolla de una granada al pomo, de forma que al girarlo y abrirla, se soltase. Por los alrededores dejó el resto de explosivos que disponían. 

Si eso no dañaba el lugar, quizá derrumbase el resto de la casa. Con un poco de suerte, uno de los matones de Mayers lo hacía saltar todo, y la mayoría quedaban jodidos arriba.

Silbando con una sonrisilla, terminó de preparar la trampa, y entonces miró al vacío. Estaba muy tentado de pegarle unos disparos al tipo de la cápsula, por aquello de saber demasiado, pero quizá eso le dejaría en ese escenario. En cualquier caso, ya les había avisado que iban a otra dimensión, no la la realidad, y por tanto... posiblemente nada de todo eso se iría con él.

Listo. Dijo acercándose al vacío. No era la primera ni la cuadragésima vez que se tiraba al vacío haciendo puenting, paracaidismo o con ala delta, pero esto era algo diferente. Tomó aire y se lanzó con energía sin mirar atrás.

Jules en cambio permanece junto al borde del precipicio y el puente y ve pasar  a Ibo en dirección al tubo de hipersueño.

Finalmente Jules al ser el ultimo decide saltar hacia aquello que podría esperar en el más allá.