LA SALA DE AVATARES
Posteriormente luego de tanta espera dentro del cuarto blanco (si se le puede considerar tal cosa), junto con la aparición de Louise aclarando ciertas dudas con respecto al proyecto, como así también, dando la noticia de que sería un avatar más dentro de Estado Alfa, una puerta aparece en el medio de la nada con un cartel brillante a modo de indicación que dice “Salida” y unas flechas luminosas que cruzan la habitación y terminan en la puerta.
-Pueden acompañarme Avatares, ha llegado el momento- Afirma Louise con delicadeza mientras se dirige hacia " la salida" tomando la iniciativa.
Del otro lado del umbral los recibe un grupo de operarios (que saludan amablemente a Louise con respeto), se acercan a los avatares dándole a cada uno una pulsera y una píldora verde para tomar. Quienes pregunten les dirán que es un relajante muscular y que ayuda a conciliar el sueño, que no es un sedante ni nada parecido, no hay de qué preocuparse.
Luego son escoltados a través de una amplia sala de monitoreo de dos niveles en la cual mucha gente trabaja en pseudo escritorios aparentemente monitoreando signos vitales vaya a saber de quienes o que…
No muy lejos de allí toman un estrecho pasillo poco iluminado diferente a la anterior sala hasta desembocar en un sitio pobremente iluminado por luces de emergencia y grandes monitores informáticos, una niebla ligera cubre el suelo donde oculta un cableado desordenado y húmedo. Caminar por allí es difícil sin un poco de cuidado.
El lugar presenta varios tubos similares a cámaras de hibernación usadas en los primeros viajes a los bordes del sistema solar cien años atrás. Solo que estos tubos poseen agregados de tecnología actual y otras cosas desconocidas para los visitantes y futuros candidatos que son Uds.
El entorno es un poco frio, húmedo y oscuro, inmediatamente pueden percibir un sonido de alta tensión.
Louise se dirige hacia los avatares:
-Como verán ambas salas están controladas por el personal adecuado, mis operarios han recibido una capacitación exhaustiva que los ha preparado para todo tipo de inconvenientes. El trabajo de estas personas (los señala) nos permitirá que este proyecto funcione de maravillas, he chequeado minuciosamente cada detalle teniendo en cuenta los posibles errores del sistema, nada peligroso o grave ocurrirá porque he considerado un abanico de soluciones disponibles en todo momento. Debo confesarles que soy muy obsesiva con mis creaciones. Todo es controlado por una IA (Inteligencia Artificial) diseñada por mi difunto padre, un pionero en el campo de la ingeniería informática, inclusive alguno de sus proyectos son de conocimiento público, por ejemplo : la actual navegación automática de los transportes públicos que muchos de uds han utilizado ha sido parte de su creación.-el tono de sus palabras la convierte en una mujer atractivamente creible, lo cual puede ser muy peligroso.
Evans hizo oídos sordos ante los comentarios de aquel susodicho mientras se concentraba de nuevo en la mujer rubia que sería la última integrante de Estado Alfa y la que cerraba el grupo. La verdad es que las ansias por empezar estaban haciendo de las suyas y el joven ladrón ya empezaba a acariciarse el pelo, símbolo típico de Evans cuando está impaciente. Con una flamante sonrisa, se dirige a la rubia mientras observa con cierto asombro, las luces y la señal de salida.
Así que todo aquello estaba a punto de comenzar. Con gesto serio y totalmente concentrado en todo lo que su mente estaba analizando y asimilando, Evans empezó a seguir a la mujer en busca de la salida, perfectamente reflejada con señales y carteles luminosos. El milagro de la tecnología. "Já".
La sala siguiente era todo lo que Evans se había esperado. Un recinto blanco lleno de operarios y seguro que interesantísimos aparatos del mismo color en funcionamiento. La verdad era que el joven ladrón estaba fascinado y no tenía otra cosa que escuchar las palabras de cada uno de ellos. Cuando recibió la píldora verde a punto estuvo de soltar una burrada. No le gustaba estar dormido en sitios que no fueran su hogar, pero tampoco se había dejado media vida para formar parte de aquel proyecto y negarse a quedarse dormido.
La siguiente sala fue de algún modo... Espeluznante. Aquellos tubos... Todo se había vuelto de repente más oscuro.
-Vaya, esto parece una película de alienígenas.
Sin pronunciar palabra alguna se dirige hacia la sala de avatares, sólo que mientras caminaba junto con el equipo se le ocurrió algo muy gracioso. Se acerca a Evan B. (Al empresario guapo y arrogante) lo retrasa tomándole del brazo. Finalmente cuando quedan detrás solos en el pasillo lo empuja contra la pared apoyando todo su cuerpo sobre él, se acerca a tal punto de "casi" besarlo y le dice:
-La próxima vez que me mires con cierto aire de hombre sensual no tendré reparos en darte lo que pides. Me agrada divertirme con tipos como tú. Hay muchos escenarios y no tengo deseos de aburrirme... -le da un beso en la mejilla y se va hacia la sala de avatares.
- Tranquila. - Le digo a Kara mientras me pongo en pie. - No me has ofendido.
Tras esto, llega la "creadora" y nos empezamos a mover. Por fin...
[...]
En este lugar, la realidad supera a la ficción. Todo es completamente diferente en persona que desde el sofá de casa. Tengo todos mis sentidos puestos en lo que está ocurriendo cuando la señora habla de las pastillas verdes... ¿En serio?
Aunque, como siempre, me mantengo en segundo plano mientras observo qué hace el resto.
Evan sonrió a la oriental cuando se le acercó de aquella manera, de hecho se permitió la licencia de acariciarla el costado un poco, cuando hablaba. Sonriendo y mirándola sin miedo a los ojos, la escuchó.
Estiró la sonrisa, una sonrisa un tanto viciosa cuando le besó en la mejilla, y entonces respondió:
Le tomo la palabra, señorita. No estamos aquí para aburrirnos, ¿Verdad? Y le guiñó el ojo. La miró marcharse mientras, de forma casi instintiva, se "arreglaba el traje". Por supuesto, con el neopreno no era necesario, fue más un acto instintivo.
Evan sonrió a la oriental cuando se le acercó de aquella manera, de hecho se permitió la licencia de acariciarla el costado un poco, cuando hablaba. Sonriendo y mirándola sin miedo a los ojos, la escuchó.
Sí que promete esto, si....
Estiró la sonrisa, una sonrisa un tanto viciosa cuando le besó en la mejilla, y entonces respondió:
Le tomo la palabra, señorita. No estamos aquí para aburrirnos, ¿Verdad? Y le guiñó el ojo.
¿Le doy una palmada el ese culito mientras se marcha...? No, vamos más despacio... Que después de lanzárseme aún es capaz de ofenderse si le agarro el trasero, la maníaca ésta...
La miró marcharse mientras, de forma casi instintiva, se "arreglaba el traje". Por supuesto, con el neopreno no era necesario, fue más un acto instintivo.
Al ver salir de la sala a la mujer dude por unos instantes,me quede pensativa (o como dirían muchos en los mundos de yupi) y tras ver que varios de los componentes del grupo la seguían me dispuse a hacer lo mismo.Inmediatamente me arrepentí,lo primero que hicieron fue darnos una pastilla,me quede mirándola con cara de asco,siempre me había costado tragarlas por lo que tenia que machacarlas y mezclar el polvo con agua para poder tomarlas y aun así había veces que acababa vomitándolas.
Me quede mirando la pastilla unos segundos y tras poner cara de resignación me la metí rápidamente en la boca y la mastique,la verdad no se que cara pondría en ese momento pero seguramente era digna de pena (o risa) me la termine de tragar como pude y seguí a los demás.
Al entrar en la sala mire a mi alrededor,a primera vista todo parecía desordenado e incluso un poco descuidado pero si te fijabas bien te dabas cuenta que era un desorden ordenado,como cuando sobre tu escritorio tienes mil cosas esturreadas pero lo encuentras todo,un orden que alguien de fuera no entendería.Tétrico y desordenado,para mi algo perfecto.
La cantidad de gente en la sala era enorme, eso era algo tremendamente positivo penso para sus adentros. Dax no se habia molestado en saber cuanto les iba a pagarr, ni en el resto de charla tecnica que habian hecho el resto, sus motivaciones eran mas personales. Sabia que su madre quizas estuviese por alli, sin duda este ere el acontecimiento tecnológico del año, o del siglo , y quizás pudiese ver a su madre...solo quizas.
Bien una pastilla , en fin vayamos rápido con todo esto, sin mas titubeos metió la pastilla en la boca y la trago mientras observa al resto de la gente. Ho vamos chiquilla solo es una pastilla, si, cuesta tragarla sin un trago pero no es para que pongas esa cara, no querrás asustar a todos esos médicos digo sonriendo con cara afable dirigiéndome a Jules
Y llegó el momento.
Se adentraron en las entrañas de Möbius aceptando lo que iba a venir, incluso la pastilla verde. Dayna estaba muy seria, y en su mente los pensamientos se mezclaban con las sensaciones que llegaban a borbotones. No pudo dejar de darse cuenta de la paradoja que suponía esa tecnología limpia y casi milagrosa de la sala de blanco cuyas puertas aparecían o desaparecían por arte de magia, en contraste con la penumbra húmeda de la de los Avatares, con el cableado serpenteando por el suelo.
Y los tubos, las cámaras que sin duda iban a ser sus habitáculos en breve. Louise seguía aparentando una seguridad aplastante en sí misma y en su organización. Y habló de su padre, quien había fundado la empresa, y había, realmente, revolucionado la sociedad con sus avances. Pero ella era la hija, no el padre...
Sacudió la cabeza, y su cabellera ahora suelta, sin la gorra que la había contenido, se balanceó como un cortina de seda oscura. Tenía que apartar esas ideas, ella había llegado tan lejos por propia voluntad, nadie la había obligado a participar en este experimento, al contrario, habían intentado disuadirla. Ahora debía apechugar con su decisión, le gustara poco o nada lo que estuviera viendo...
Por fin salimos de la habitación.
Una persona me da una pulsera y una pastilla, en un movimiento mecánico, casi intuitivo y repetitivo.
Extiendo mi mano y cojo lo que me da, mientras, mantengo la mirada en su rostro, para poder saludarlo.
La persona ni tan siquiera me mira.
Resoplo, GRACIAS. Mientras niego con la cabeza.
No soy muy amigo de las pastillas.
Experimento y pastillas.... bueno, no es algo demasiado tentador para mi.
Seguro que muestro una cara de recelo mientras miro la pastilla, y alguien dice , que es solo un relajante muscular y ayuda a conciliar el sueño. No tengo problema para conciliar el sueño, dudo por un instante en tragarla o no.
Seguimos caminando por una gran sala con gente trabajando. Bueno trabajando, o haciendo que lo hacen.
De pronto pasamos por un pasillo con menos "Glamour" que la sala anterior, hasta que vamos a dar a un lugar todavía mas lúgubre, iluminado por luces de emergencias y monitores que le da al sitio un tono azul plástico, muy ficticio.
Pise algo que casi me hizo tropezar. El suelo estaba cubierto de una especie de neblina, que cubría hasta la altura de los gemelos de los que allí estábamos.
Camino arrastrando los pies por el suelo, pues no quiero volver a tropezar, avanzar de esa forma, seguro que les resultara extraño para el resto de mis compañeros, pero no quiero volver a tropezar y caerme, sobre un suelo que no se ve que es lo que pueda haber.
El entorno es frió, oscuro y húmedo. No tiene pinta de un lugar optimo y controlado para realizar ninguna clase de experimentos, a mi no me parece el lugar por lo menos.
Mientras Louise nos daba otra charla, yo me encuentro deambulando por la zona y echando un vistazo general, el lugar no me parece el mas adecuado y la cabeza se me llena de dudas.
Pero me mantengo tranquilo y no digo nada de lo que opino
Mientras deambulo por la sala, intento buscar alguna clase de desperfecto.
Cables pelados, malas conexiones eléctricas, manchas de grasa o aceite que puedan indicar fugas de fluidos, cosas así.
Debo hacer alguna tirada para ello?
Como la hago?
Kara siguió al resto meditando sobre si tomar o no aquella pastilla. Definitivamente no quería aceptar nada que le ofrecieran en ese lugar tan tétrico. Le provocaría efectos adversos? Y que tal si no la tomaba? Su línea de pensamientos se vio interrumpida por la pequeña escena entre aquel empresario y la mujer asiática. Aunque el resto del grupo pareció no darle importancia, no pudo evitar observarlos y sentir algo de pudor ajeno de solo mirarlos. A su derecha, otra de las participantes por algún motivo desconocido opto por masticar las pastillas… Y parecía estárselo pasando bastante mal.
Kara observo la pastilla detenidamente y luego que otros participantes estaban tomando las suyas. Suspiro, se coloco la pulsera y luego la tomo.
Ya dentro de la sala de avatares Kara sintió una mezcla de fascinación y temor de aquella impactante sala que la hizo temblar un poco, aunque ella prefería creer que solo era el frío que hacía en aquel lugar. No había novela de ciencia ficción entre las que ella tanto amaba leer que la hubiera preparado para aquella imagen. Intento recobrar rápido la compostura optando por la postura de apariencia estoica que solía caracterizarla.
Al fin ha llegado la hora, pensó Fenx, cuando empezaron a avanzar hacia la sala. Al parecer la mujer asiática, Iori, se había centrado en uno de los que aparentaba ser un hombre de negocios, con el pelo bien arreglado y algunos movimientos instintivos que delataban que sus trajes formaban prácticamente parte de sus cuerpo. No me acaba de dar buena espina, musitó, en un tono inaudible, refiriéndose a la actitud de su compañera asiática.
El grupo siguió avanzando y casi sin darse cuenta había aceptado una pulsera y una pastilla. Observó detenidamente ambas cosas y decidió ponerse la pulsera en su muñeca derecha. Con respecto a la pastilla, y tras observar el comportamiento de los demás, optó por guardarla en su puño y esperar primero a ver las reacciones que producía en quienes ya la habían ingerido. También esperaba ver como Lousie se tomaba la píldora verde. No confiaba en aquella mujer y menos en su institución, aunque hiciera lo posible por no demostrarlo abiertamente. Crecer en las calles de una ciudad como aquella le había enseñado a cuidar lo que hacía y sobretodo a observar con detenimiento. Además, aunque el hacer público aquél acontecimiento le quitaba peligrosidad a cualquier inconveniente, Fenx hacía demasiado tiempo que no confiaba en la buena voluntad de las corporaciones.
Tras traspasar una sala llena de empleados que debían velar por la salud de las "cobayas" llegaron a otra estancia que parecía ser el lugar dónde estarían durmiendo mientras duraba el experimento. No se podía decir que aquél lugar fuera un sitio cálido, dónde a uno le dieran ganas de pegarse una "siestecita". Hubiese esperado encontrar un lugar más amable, quizás una pequeña estancia para cada uno, con una cama, o algo parecido. Sin embargo, intentó no mostrar desconcierto ni decepción. Tampoco era el peor lugar dónde había dormido, desde luego.
A otro de los participantes del experimento, a quién tenía a escasa distancia, se le escapó una frase que a Fenx le hizo gracia. Era verdad que todo aquello parecía sacado de una película de ciencia ficción. -Sí, y parece que todos sabemos quienes serán los aliens... -comentó, aun sonriendo por las palabras del otro tipo.
Camino con las manos tomadas atrás siguiendo al grupo.mientras recorro la sala de avatares, me doy cuenta la increible cantidad de dinero que se han gastado en todo esto y que realmente este experimento debe ser asombroso, como también que debe haber mucho peligro; al menos esa fue la sensación que me quedó después de volver a escuchar a la dueña de Mobius.
Caminando llegue justo en el momento en que se comentaba sobre Aliens.
- Al menos sería bueno que en caso que hubiera aliens, nos dieran buenos lanzallamas...- hice mi intervención, mientras recordaba la clásica película de Ridley Scott
Mientras deambulo por la sala, intento buscar alguna clase de desperfecto.
Cables pelados, malas conexiones eléctricas, manchas de grasa o aceite que puedan indicar fugas de fluidos, cosas así.
Realmente no sabrías por donde comenzar entre tanto cable, maquinas y desorden. Por ejemplo al tocar el suelo con tus manos descubres que contiene una fina capa de líquido refrigerante (o eso parece) y por allí hay algunos tubos que terminan en la mitad de la sala sin sentido alguno ni conexión. Para peor encuentras algunas zonas donde hay fuertes campos de estática y otras en sectores del suelo donde hay rejillas metálicas, la brisa del aire es muy frio, quizás por debajo de los treinta grados centígrados bajo cero. Es difícil pensar que las instalaciones funcionen adecuadamente.
No es necesario que hagas una tirada. Para ello necesitarías conocimientos en electrónica y afines.
Después de deambular por la sala, tengo mis dudas de que todo funcione correctamente.
No tengo los conocimientos adecuados para estar seguro, es mas una intuición que una certeza.
Aun así me preparo para formar parte del experimento.
Me introduzco en el interior de la capsula, respiro profundamente, escucho el sonido seco y violento que se produce al cerrar la puerta.
Y expulso el aire de mis pulmones.
Haya vamos!!!!
Quico caminaba por el pasillo fascinado, intentando atisbar algo de lo que pasaba en esos monitores. La curiosidad lo estaba matando.
El pasillo dio lugar a otra muy diferente a aquella fría e inquietante sala donde los habían recibido. Aquello sí era prometedor. Todas aquellas máquinas, las cabinas de sueño profundo,...todo parecía sacada de una película de ciencia ficción. Se preguntó cuánto podía costar todo ese equipo. No le costó imaginarse a Lawrence Fishburn con su guardapolvos de cuerdo negro y sus gafas oscuras con las manos extendidas ofreciéndole una cápsula azul y otra roja.
Luego miró su propia mano donde estaba aquella píldora verde y se sonrió por la coincidencia. "Al menos Morfeo te dejaba elegir sabor".
Se metió la cápsula en la boca y la dejó debajo de la lengua percibiendo su sabor amargo. Y finalmente, se la tragó.
Un instante después de que todos entraran a la sala de avatares se abrió nuevamente la puerta de la sala y por ella entro una pequeña chica con el traje de neopreno puesto, su esbelta figura se marcaba delicadamente en el ajustado traje, llevaba el cabello castaño claro pulcramente atado en un pequeño chongo, no aparentaba más de 15 años de edad. En cuanto entro sus ojos miraron todo el lugar, de palmo a palmo.
-Un experimento dentro de otro experimento- pensó Rian - ¿A dónde la llevaría esto? ¿A un sueño? ¿Podría dejar de ser lo que era ahí?-
Tenía tantas dudas, pero no se permitía hacer preguntas, había llegado tarde, intencionalmente, pero tarde. Ella ya había tomado la pastilla y había visto los videos, también había sido descontaminada.
Se acercó al grupo para esperar instrucciones y a los que la miraron solo les pudo sonreír a modo de disculpa mientras en sus ojos se notaba su incomodidad y vergüenza por su retraso.
Ahora tendrás tu escena personal como el resto.