Ey, ey Moreno. Frena un poco.
La periferia casi hay volado por los aires, de hecho no tengo claro que quede algo de ella ahora mismo.
Ivet, o los demás, estamos justo al lado de Vandalheim, digo yo que habrá algún centro médico o similar. No sería mas fácil ir allí a que lo curen.
Por otro lado en carromato este de metal no saldrá de aquí a menos que los arrastremos. No sé si entre todos somos capaces de hacerlo, pero podemos intentarlo.
Cuando dice esto vuelve a centrar su atención en los dos morenos y también en el tío de la cresta. Sin duda mover aquel trasto y desenterrarlo puede ser algo titánico, y duda de que puedan, pero no pierden nada por intentarlo.
Así que se arremanga y se pone a disposición del Moreno.
Escribo esto porque:
A. Entiendo que una buena parte de la periferia volo por los aires.
B. Porque segun entendi, estamos a poca distancia de Vandalheim.
C. Segun observe, el vehículo semi enterrado es el de Sonner.
Uren se dirige al tipo de la cresta.
- Yo también tengo cuentas pendientes con ellos. Dices que el primate de Vandelheim sabe de ellos, quisiera hablar con él -dice el muchacho confundiendo el título, ya que no estaba familiarizado con la palabra. Quedaría en deuda contigo por cualquier información que me pudieses dar sobre esos esclavistas, si necesitan ayuda con ese carro o cualquier otra cosa, estoy dispuesto a ayudar, necesito dar con esos hombres cuanto antes.
No he visto a nadie con esa descripción, pero si tienen que ver con esto los encontraremos - responde Ivet al hombre que apareció llamado Uren.
Sonner, el señor Drake tiene razón, a la periferia no podemos ir, hay que buscar otro lugar más seguro.
La idea de mover entre todos el vehículo de Sonner era buena, seguro que así no tardaban demasiado y podían llevar rápidamente a Bronx a un hospital.
Yo también me remango si hace falta para mover el furgón. - La voz de Ivet en verdad sonaba muy decidida, aunque no sabía si las ganas de mover el furgón concordaban con su fuerza bruta.
De momento seguía ayudando a la otra mujer a parar la hemorragia de Bronx.
No es el coche de Sonner el que está bloqueado, sino el camión de Bronx. En total hay 3 vehículos, el de Ivet, el de Sonner (apoyo a Bronx) y el de Bronx (el vehicula atacado en primera estancia).
Barry conversa con Uren, con una sonrisa en la boca corrige al cazador del pueblo de las sombras…
Es primator… pri… ma … tor. El jefe de Vandalheim.
Puckerface, el primator, me prometió que tendría algo de información cuando volviera a Vandalheim.
Gira la cabeza y pregunta a Sonner
Me cae bien el tipo este Sonner, ¿puede venir con nosotros?
Con cara de enfado espeta a Barry
Céntrate tío, Nos llevamos a Bronx. Ivet síguenos en tu coche vamos a Vandalheim.
¡Ehh! Tu chica salvaje…
Con una mirada feroz maya responde…
Mi nombre es Maya Sabbat… aprende a respetar niñato… le estoy salvando la vida a tu amigo.
Susurra
Lo que sea…
Se dirige a ella y le pide a Uren ayuda
Cazador, si nos ayudas a transportarlo te llevamos a Vandalheim…
El camión se queda aquí… llamare a otro grupo de recuperación para llevarlo de vuelta.
- Prima-tor -repite Uren para si mismo. Que curioso -agrega. Le llamaré Jefe de Vandelheim -dice al hombre de la cresta. ¿Y como debo llamarte a ti? -le pregunta. Y por cierto, gracias, querría averiguar lo mismo que tú, quedaré en deuda contigo si me conduces a él.
Luego se dirige al otro.
- Ayudaré en todo lo necesario, dime que tengo que hacer.
El plan parecía sencillo, usar los vehículos que si funcionaban y largarse de allí a Vandalheim, que era el lugar más cercano.
Drake toco el hombre de Ivet y se la llevo hasta su coche, los otros cargaban rápidamente a Bronx en el coche del tipo de las rastas.
Una vez montados en los coches, la cuestión era sencilla. Correr rápido para dejar el herido en un centro médico, y luego averiguar qué estaba pasando.
Porque si bien aquel mundo era un lugar peligroso, desde aquella misma mañana, Drake había visto una escalada de violencia que parecía no querer culminar en ningún momento.
Soy Barry, mercenario de vocación guardia de caravana por necesidad. ¿Y tú?, cual es tu nombre…
A Barry le resultaba increíble que el destino le uniera a aquel extraño, los eventos que se sucedían hacia que pareciera que la “hemandad de la serpiente” se mostrara directamente involucrada.
Subitamente al escuchar el comentario de Drake, el mercenario silencio y girando su cabeza con energía presto interés a sus palabras. Sin escusarse ante el extraño extraño con el que había entablado conversación
¡¿Perdon…?!, “La Periferia” ha volado por los aires…
Dice atonito…
No hay tiempo que perder, hablaremos del tema en Vandalheim, al primator le interesará conocer los detalles.
El mulato se dirije a su vehiculo y al montarse toca el claxon para hacer saber a los presentes lo acuciante de la situación.
¡Arriba!, Maya y Barry acomodad a Bronx. Ivet, lleva al cazador y a tu amigo contigo… nos vemos en Vandalheim.
El mercenario sigue las ordenes, su rostro se ensombrece y tan solo tiene un segundo para hacer un amago de saludo a Uren, un gesto que promete una conversación en un momento mas adecuado.
Maya y Barry llevan cuidadosamente al malherido a la furgoneta de Sonner. Lo terminan de colocar y Maya procura atender adecuadamente a Bronx.
Luego de responder con su nombre y el saludo del mercenario, Uren se une al tipo de la gabardina y a la chica, siguiendo las indicaciones del muchacho de las rastas.
¡Vamos! Está todo listo para partir?
Ivet ya estaba al volante, pensando en Bronx y que los cambios y el transporte inadecuado lo le venían muy bien pero era lo que había y aquella chica parecía saber lo que hace. Esperaba a que sus acompañantes entraran al coche.
Sonner, te seguimos - piensa que es preferible que el coche que transporte a Bronx vaya delante para que pueda coger velocidad al gusto y que Bronx esté lo antes posible bajo protección médica.