Partida Rol por web

El taxi te lleva las calles mientras las luces de las farolas se reflejan en el cristal. El conductor va escuchando la radio  no dice nada, tu te pierdes en tus pensamientos.Te deja frente a tu piso, es un bloque de pisos normal de ladrillos. Por la calle hay poco traqueteo, solo algún trabajador madrugador que va a coger su coche. Ves pasar a una mujer con un perro, a tu mente vienen la imagen de tus compañeros abalanzándose sobre el jugoso cuello de esta. Vuelves a mirar con desconfianza para ver si es "esa" mujer. Pero ya no hay nada, va imaginaciones, piensas. Pero el olor dulce y almizclado de la sangre te embriagan de nuevo. No, no puedo pensar ni debo pensar en eso ahora.

Abres la puerta y te encuentra envuelto por la calidad negrura de las cuatro paredes, solo rompe esta paz algún rayo de luz perdido que atraviesa las persianas, seguramente de las farolas. Hogar, dulce hogar.

No sabes si te has dormido la oscuridad lo invade todo. Solo ves imagines sueltas que atraviesan tu mente, acompañadas de sensaciones intensas. Vuelves a revivir una y otra vez la escena con la mujer y el perro. Notas como su sangre te llena, quemándote por dentro con su intenso sabor y su aroma almizclado,Eso no puede ser te repites una y otra vez yo no soy un monstruo, y menos aun he probado el sabor de la sangre. 

Pero también hay imágenes que te causan tremendo pavor. El sol saliendo por el horizonte, quemándote, ardes como una antorcha sin ningún sitio donde resguardarte. Corres atreves de una gran llanura desierta. El dolor es intenso y recorre cada uno de tus miembros. Incluso el olor, el olor a carne quemada inunda todo.

Despiertas sobresaltado, desorientado, te lleva un rato situarte. La sed ha vuelto pero, hoy es menos intenso. Algo te dice que el sol se está poniendo, que ya no hay peligro.

Flash salió a la calle con una expresión siniestra en su mirada, de pronto creyó entenderlo todo, al fin y al cabo el ser humano es un animal y, aunque racional, debe guiarse por su instinto para sobrevivir y ¡LA SUPERVIVENCIA COMIENZA POR LA PROPIA ALIMENTACIÓN!

Antes de salir de casa revisas tu móvil, hay 2 llamadas de dos números de teléfono desconocido; y 5 llamadas de Sofy. ¡Oh!, no me acordaba había quedado para ir a comer con ella, se me ha pasado. ¡Va!, pensara que he tenido un largo día de curro. Y solo se enfadara durante 10 min. Eso te recuerda que mañana había quedado con el grupo para irnos de copas.

Te pierdes en el hilo de tus pensamientos mientras vas andando por la calle, hace buen tiempo y la gente no ha dudado en ir a dar una vuelta, pero a medida que te alejas de la calle principal y te metes por callejones este bullicio desaparece casi totalmente. Ah, que tiempos aquellos cuando ya correteaba por estas calles escapando de la policía.

Mientras paseas por uno de estos estrechos callejones pateando una lata, un hombre se levanta del suelo. Esta envuelto en cartones, y no hubieras reparazo en el, sino llega a levantase. Tu, blanquito. Deja de hacer ruido con la lata. Su aliento es pútrido y nauseabundo, pero un olor se superpone a este. Es dulce y almizclado. Ya no ves al mendigo como tal, ahora solo es una victima, una victima necesaria para tu supervivencia.

Sin esfuerzo levantas al mendigo del suelo y lo sujetas contra la pared, este no para de patear ni de insultarte. Con un movimiento rápido y preciso, propio de un felino cazando. Te abalanzas sobre su cuello, sabes lo que tienes que hacer, es como si llevaras toda la vida haciéndolo, puro instinto.

La cálida sangre empieza a brotar a borbotones hacia tu garganta, quemándote con su fuerte sabor, mejor que cualquier bourbon añejo. El mendigo deja de patalear y con un leve suspiro se retuerce de placer, por el rabillo del ojo ves su cara de profunda felicidad.

Es un minuto que te parece una hora, notas que la sangre pierde fuerza, se esta secando. O paro ahora, o lo matare. Con un esfuerzo sobre humano apartar tu boca de la herida. Entonces notas como las manos, casi inertes del mendigo, te empujan  hacia su cuello. ¡Este loco quiere morir!. De un golpe lo apartas, cae con sobre los cartones. Oyes su respiración, entrecortada pero fuerte. Esta vivo, y si muere no habrá sido por mi. Tu ropa ahora esta llena de motitas de sangre seca, y el olor a ella te sigue embriagando. Sales del callejón lo antes posibles, sabes que si te quedas hay, te volverás a lanzar al jugoso cuello del mendigo.

Flash cogió el teléfono y empezó a marcar, la tensión se palpaba en el ambiente Hola, cariño... ejem... ¿qué tal?... Ah si, te estarás preguntando por qué no acudí a nuestra cita... eeehhhh  verás, tiene una fácil explicación...

Sofy, con un grito dice. Una fácil explicación pues ya estas empezando a hablar. Si huviera pasado alguien cerca lo hubiera oído

Pues, ya sabes... el trabajo me tiene absorbido y me he olvidado de ti... eh mierda, no quería decir eso, verás yo, tengo que trabajar, lo siento... Flash cuelga el teléfono con una expresión triste en su mirada, se prepara rapidamente intentando olvidar el mal trago y sale a la calle.