Partida Rol por web

Coges tu BMW de segunda mano y te diriges hacia el instituto. El aparcamiento de este esta totalmente desierto, aparcas enfrente. Delante de ti, se alza el edificio de dos plantas de ladrillo desnudo. Todas las persianas están bajadas y solo se ve una luz en el porche del edificio. Abres la puerta, avanzando por el largo pasillo vacío. La sensación de soledad se magnifica, siempre lo has visto abarrotado de gente. Subes las escaleras hasta el departamento de química, solo se oye el ruido de los frigoríficos que no paran de zumbar como abejorros.

Buscas tu bata y enciendes todas las luces del laboratorio, los frascos e instrumental brillan con la luz de la bombilla. Pones en marcha las centrifugas, el HPLC y el microscopio, con el fin de realizar un examen rutinario de muestras.

Terri se cortó el dedo y exprimió una gota de sangre sobre una placa de cristal y comenzó a examinarla, buscando similitudes con las demás muestras de sangre.

Analizas todas las muestras de “agua”, y revisa los datos en el ordenador de tu despacho. Esto es muy raro. Las muestras de “agua” presentan un grupo de proteínas extrañas, por el resto la muestra parece suero sanguíneo normal (sangre sin células).  Después de una búsqueda exhaustiva, llegas a la conclusión de que dichas proteínas nunca se han descrito. Cada vial contiene un grupo de proteínas, pero con ciertas variantes en su estructura dependiendo del vial.

Cuando comienzas a examinar los viales de sangre, te sorprendes de que la sangre no se haya deteriorado. Después de tanto tiempo fuera de un frigorífico y con este traqueteo, la muestra debería de estar destruida. En el vial tampoco hay muestras de anticoagulante ¿Cómo puede no haberse coagulado?

Empiezas a analizar las muestras de sangre.  Contienen las mismas proteínas que las muestras de “agua”, y además cada muestra de sangre tiene exactamente el mismo conjunto de proteínas, con las mismas variaciones estructurales, que un vial de “agua”.

Cuando llevas analizadas solo dos muestras de sangre, oyes un ruido y te acercas a la puerta del laboratorio. El guardia de seguridad te saluda con una amplia sonrisa, desde el final del pasillo. He visto la luz y me he acercado a ver que pasaba siento molestarla, señorita Harper. Siga trabajando. Cuando vuelves hacia la poyata para seguir trabajando, contemplas con horro como las otras muestras de sangre se han caído. Debí de golpearlas al girarme.

Compruebas que tu sangre contienen las proteínas detectadas, y que estas también se parecen a las muestras de uno de los viales. Pero no se parece a ninguna de las dos muestras de sangre analizadas.

No me lo puedo creer, debe de ser alguna droga... Pensó Terri. Vaya, ahora drogadicta, pero que diría mi papi...

Tomo apuntes de todo lo que había sacado en claro y se fue del instituto, no sin antes limpiar toda la sangre derramada y despedirse del guardia de seguridad disculpándose por no avisarle de que estaba allí.