Día 1

Un amanecer con un grito de dolor, potente y masculino, seguido de un grito desesperado suave y femenino, algo que os hace temeros lo peor, abrís los ojos y buscáis alrededor, intentando averiguar qué sucede, no obstante... Nada, aunque faltan dos de vosotros, que parecen haber sido tragados por la más absoluta nada: Dork, el enano, y Eladrín, la elfa.

Aún sobrecogidos por ello, mientras vuestros ojos aún pugnan por encontrarlos, el paraje resulta realmente extraño, en primer lugar el sonido de una cascada que parece no tener límites, una montaña, un bosque... Y vosotros en mitad de esa isla suspendida a kilómetros y kilómetros de altura, entre unas corrientes ilimitadas que aparentan ser una confluencia de todos los océanos y mares de la existencia, siendo vuestra isla la única zona terrestre.

Mientras permanecéis maravillados, asombrados, o incluso hastiados, un grito femenino vuelve a invadiros, a la par que el destello del faro os ciega momentánamente. Sin dudarlo, una gran mayoría corréis hacia el lugar, temiendo otra desaparición, una muerte...

No obstante, no es muerte lo que hayáis, si no...

Unos metros más abajo, sobre el vacío,  en un pequeño árbol muerto y seco, una mano que se sostiene con todas sus fuerzas, es la desaparecida Eladrín quien clama por vuestra ayuda, y quien a su vez es la fina cuerda que separa la vida de la muerte de Dork, quien magullado y cegado, está sostenido por la pura voluntad de la elfa, aunque poco durará así si no la ayudáis.

Por fortuna, entre algunos de vosotros terminaís subiéndolos a ambos, ella mira con una ligera sonrisa al enano cegado, él la mira, confuso... Y como por arte de magia, éste parece recobrar la vista para observar el rostro de su rescatadora y un ligero rubor hace mella en el rostro de ambos.

Definitvamente, esta noche Rakadus había errado su intento de ataque, pues entre que la luz le impulsó a actuar rápido, y que Eladrín fué lo suficientemente rápida para tomar al enano antes de que cayese hacia el vacío con vanas esperanzas de volar, no había que lamentar ninguna muerte.

Nuevamente, el destino queda en vuestras manos...

A persar de estar mariada por lo que sea que nos pasó, corro ante los gritos de los que estan en el árbol, no lo puedo creer, ciertamente Eladrin y Dork, estan vivos, pero el segundo parece haber quedado ciego.

¿Sentaos y descanzar, alguien tiene agua o vinagre para limpiar las heridas de ellos dos?

Me fijo si la seguera de Dork es por  arena o algo más...

El olor a sangre se extiende... ¿vieron quienes les hicieron esto?, ¿observaron algo de importancia?

¿Agua?¿Vinagre? Pregunta confuso y malhumorado Dork. Dame cerveza y verás que pronto se me pasa el susto.

Se gira hacia su rescatadora y mirando hacia el suelo en tono avergonzado dice: Esto…gracias…señorita. Eh…no sé cómo agradecerle esto…yo…la mano del enano se rasca la cabeza. ¡Maldita sea, de todo el mundo presente me ha tenido que salvar la elfa ciega. Una mujer… elfa…ciega. ¿Hay algo peor? De pronto mira al elfo delicado y vuelve a desviar la mirada. Si, lo hay. ¡Madre mía, creo que ya he visto todo lo que la vida me depara!

…verá…no estoy acostumbrado a estas cosas. Que me ayude un hombre…digo…un compañero…pues vale…que no digo yo que no seáis tan importante como un compañero de batalla, pues habéis demostrado que sois alguien en quién poder confiar. Bueno…que gracias y esas cosas.

Tras el mal trago de tener que agradecer a un elfo su ayuda prestada busca su hacha y monta en cólera. ¡MALDITOS HIJOS DE PERRA! ¡ME HABÉIS INTENTADO TIRAR AL VACÍO! El enano manosea su hacha con nerviosismo, agarrándola fuertemente y mirando con odio a todos los presentes. ¡ME HABÉIS CEGADO PARA QUE NO PUDIESE VEROS!¡PERO COMETISTÉIS UN ERROR!¡MALDITOS COBARDES!¡DAD LA CARA QUE OS DARÉ VUESTRO MERECIDO!...OHHHH…¡POR REORX QUE OS DARÉ VUESTRO MERECIDO!¡DEJAD DE ESCONDEROS SABANDIJAS! MI HACHA ESTÁ PREPARADA PARA ACABAR CON VOSOTROS. ¡OS HARÉ PAPILLA!¡SÉ QUE HABÉIS INTENTADO DESPEÑARME Y ME HABÉIS LLEVADO EN VOLANDAS! Su mirada se dirige hacia la mantícora y el dragón de cristal. ¡A ALGUNO YA OS TENGO GANAS! OHHHH….SIIIIIII.MUUUUUUCHAS GANAS. Y SÓLO MORADÍN SABE QUE HABÉIS DESPERTADO A LA BESTIA.

Eladrín recupera comienza a recuperar el aleinto, gracias a la diosa había podido salvar al rudo enano.

- Serene su temperamento...- vuelve a respirar para recuperarse, había estado a punto de caer al vacío con el enano, no sabía que aquel hombrecillo pudiera pesar tanto- Maese Dork tranquilicese... esto no ha sido más que la prueba evidente de que el asesino de Cell se encuentra entre nosotros- se levanto y los miró a todos con sus ojos ciegos- debemos actuar raudos y utilizar el sentido común, he podido salvar a maese Dork, pero puede que la próxima víctima no tenga tanta suerte. Hora es ya para que actuemos con sensatez o moriremos todos. Me niego a pensar que el honorable Cell haya dado su vida en vano.

Viendo el estado del enano, para evitar llevarme un hachazo por su parte me mantengo a cierta distancia de el, sin embargo, me acerco algo a Eladrin, con rostro de preocupación

estas bien? Que os ha pasado?

- Estoy bien, muchas gracias noble Phi, sentí algo muy extraño en el aire... y después como maese Dork era arrastrado por una fuerza infame, no pensé nada más, tenía que salvarlo... como hubiera echo con cualquier alma pura. Doy gracias a la diosa por haberme iluminado el camino. Al menos a quedado demostrado que el maese Dork y yo no somos asesinos.

-O que os lo habéis montado para que nadie os pueda culpar de asesinos - Comento de forma despreocupada - Si los asesinos han estado a punto de mataros, sería demasiado evidente que vosotros no sois los malos, a si que nadie volvería a miraros con ojos acusadores, una buena estrategia, pero ya me la conozco, mi amigo Ganímedes cuando llenó la escuela de magia de sapos llenó también la casa de los profesores y la suya propia, a si que todo el mundo creyó que yo había sido el artífice de esa broma, y, aunque me hubiese gustado, yo conseguí desenmascarar a Ganímedes por una pista que no tuvo en cuenta: Se dejó sus sandalias en la escena del crímen.

Me acerco corriendo a donde están Dork y Eladrim para ver si puedo ayudarles y al llegar y ver que Phi también está alli me pongo lo más cerca de el posible ^^

No creo que hiciesen ellos eso, corrían el riesgo de que no los oyéramos o de que se rompiera el árbol, si fueran los asesinos no se arriesgarían tanto... Además no sabíamos que había asesinos hasta ahora, así que tampoco tenían que disimular que lo eran. No crees Phi??? Digo mirándolo a el, aunque no a la cara ^^, más bien miro bastante más abajo...

¿Sabes Phi?, estuve pensando y como tu has viajado mucho seguro que me puedes enseñar muchas cositas... Si quieres puedes empezar de noche cuando no nos moleste nadie ^^

Con un rostro totalmente inexpresivo, sin mostrar ningún tipo de emoción, ni alegría, ni ira, absolutamente sereno, digo con voz seria

no creo que sea el mejor momento para esto, Taire, han intentado matar a un compañero por la noche, y tu solo piensas en tus juegos? Debería darte vergüenza

Miro a Dork aun blandiendo su hacha como si cortara el aire

mejor no acercarse aun si no quiero que mi cabeza vuele

propondría hacer guardias, pero, viendo como anoche, casi todos caemos inconscientes, parece que va a ser difícil ese tema, así que simplemente, propongo que aquellos que no caigan inconscientes se queden haciendo guardia, o intenten despertar a los demás para que no pase de nuevo algo como esto

Tras ser una de los que ayudasen a izar a la pareja suspendida en el vacío, aún con todo el cuidado que le requería no quemar a nadie con su elemento, Sorya se había quedado en el mismo tocón que les salvara la vida momentos antes, cautivada por el sobrecogedor espectáculo. Inmensas e infinitas cascadas llegaban desde un paisaje inmenso, derramándose con el estruendo lejano de la tormenta más feroz. El agua la fascinaba tanto como la aterraba. Si callese ahí, incluso ella podría hacer más bien poco  para salvar la vida. 

Sin apartar del todo la atención del magestuoso paisaje, aún temerosa y con ganas de sobrevolarlo más de cerca, va al encuentro de la pareja de rescatados y los olfatea. El enano parecía demasiado molesto como para acercarse, pero no así la elfa, tan calmada como siempre. 

- Déjame ver tus manos... - Mientras la examina, habla dirigiéndose a Taire y a Tolen - Yo tampoco creo que ellos hayan intentado suicidarse. Seria un poco tonto. 

Tras ver las rozaduras y magulladuras se dirige a Lady Sybarnia - Y lo del vinagre quizás sea excesivo... - Podría lamer sus heridas y calmar el dolor y evitar que se infecten, pero lo que es bueno para mi no tiene porque serlo para otras razas y no quiero causarle más dolor a esta Heroína >^_^<

- ¡Pero tu idea es buena, Phi! bueno... o lo sería si no cayésemos dormidos jeje

Me encojo de hombros.

-Bueno, vosotros sabréis qué creéis, yo tengo claro que solo me fío de los árboles, son los únicos seres vivos fiables porque además de ser muy altos, nunca te engañan... A excepción de las almejas, ellas tampoco suelen... - Me llevo la mano a la boca mostrando mi confusión - creo.

¡La única sandalia que vas a ver es la que te voy a meter por el culo de una patada como no dejes de decir estupideces, criajo de mierda!

Se gira hacia la elfa: ¡qué dice que me he cegado y me he tirado por el barranco yo solito! ¿Te lo puedes creer?

Girándose de nuevo hacia el chaval dice: ¿Y tú dices que has estudiado?¡Te voy a estudiar yo a tí la cabeza! Y para empezar a estudiarte te la voy a abrir a hachazos, ¡desgraciado! Si tu madre no te ha enseñado educación te la enseñaré yo.

Cuando el elfo sale en defensa de la elfa y el enano se tranquiliza. ¡Menos mal que hay alguien que piensa aquí! Mirando de reojo al niño dice: parece que los elfos no son tan roñosos y asquerosos como cuentan. Raros…si…pero mejor gente de lo que imaginaba.

Finalmente se da cuenta que su salvadora le ha pedido tranquilidad y sosiego. Dos palabras que no se encontraban bajo ningún concepto en el diccionario del enano, pero por respeto a la misma intenta calmarse.

Está bien… respira una vez, dos veces e incluso tres de forma profunda y pausada. Permitiendo que el aire entre en sus pulmones, recorra su cuerpo y relaje sus tensiones… está claro que alguno de vosotros acabó con Cell y ha intentado acabar conmigo. Pido a todos los presentes e inocentes que nos ayuden a desenmascararlo. Cell merece que ese desgraciado termine con sus huesos bajo tierra.

Habría sido mejor para vosotros no cabrear a un enano, ¿verdad compadre? Dice mirando al otro enano. Ahora sabréis lo que es tener a dos enanos cabreados. Dice aproximándose a Trahorn y cogiéndole por encima del hombro. Ohhh…siiiii…vosotros lo habéis querido. Venga, Trahorn, hagamos esto por Cell… y girando la cabeza hacia los presentes dice…¡SUS VAIS A CAGAR!

El enano ya estaba sereno. El susto fue enorme pero lo mejor era tranquilizarse y ver las cosas con otra perspectiva.

Eso es... mataos entre vosotros y ahorrarle el trabajo al Asesino del paladín..... Porque no podría estar en mi barco, contando mis tesoros... Le da un lingotazo a su botella de ron. -No necesitamos lideres, no necesitamos peleas y no necesitamos demás sandeces. Lo único que necesitamos es encontrar al asesino para acabar con el,

Al tratarme así el enano adopto un gesto triste con la cara y poco a poco mis ojos brillan, tengo que aspirar los mocos para evitar que se me caigan, en definitiva, comienzo a hacer pucheros previos al llanto. No me gusta que me traten como ha hecho el enano, es mala persona.

- Gracias Sorya- comenta Eladrín al sentir el consuelo de aquel ser fascinante, en verdad no se había dado cuenta del dolor de sus manos hasta que Sorya la tocó.

Luego sintió la congoja del niño mago y quiso consolarlo.

- Little Tolen no te aflijas por lo que dice maese Dork, tiene mal temperamento pero no te hará nada malo.Haces bien en no confiar en nadie y dices muchas cosas fascinantes de tu escuela de magia, seguro que serás un gran mago- le sonrió con amabilidad.

Otra vez encerrados... Aunque esta vez sea en una maldita isla flotante....  -Este caos es demasiado para mi- Digo mientras añoro el fuego y las chispas de mi fragua.

Pero... pero... ¿Que ocurre aquí? - era la primera vez que la gnoma se pronunciaba y andaba bastante desconcertada frente a la situación.

Phi... creo... creo que te has equivocado, yo quería que me hablases de tus viajes y me enseñases a manejar el arco.

Abrazo a Phi y unas lagrimas se me escapan.

Oh Phi tengo tanto miedo, tienes que protegerme, yo soy inocente y débil, y tu eres tan fuerte y valiente además de guapo que seguro que eres un enviado de Corellon Larethian enviado para defenderme. Bueno... y a ellas también creo... digo señalando a las elfas.

Después me dirijo a los demás.

Aquí hay asesinos y cualquiera puede serlo, cualquiera menos Dork, Eladrim, Ananistra y yo..., bueno, y Phifito, un elfito tan guapo no puede ser malo ^^. Digo mientras le guiño un ojo.

- Maese Phi tiene razón- dije mirando a los presentes con gesto inexpresivo- deberíamos cuidarnos y hacer guardias, asi quién quiera que haya intentando acabar con la vida de estos compañeros lo tendrá más difícil y tarde o temprano lo descubriremos- mientras hablaba, miraba evaluando a cada uno de los presentes- Propongo que podíamos realizar algún tipo de sorteo tanto para el turno de guardia como para los componentes de cada partida ¿Qué os parece? - dije-

Seguidamente me dirigí a la elfa y al enano:

- Me alegro que estéis bien y que los traidores hayan errado, nos ha servido como toque de atención, hay que estar más pendientes y andarnos con cuidado.

Cuando Taire va a abrazarme, se da cuenta de que no abraza a nada, pues ya no estoy, aunque en el lugar en el que estaba hay unas huellas de escarcha que se dirigen hacia un árbol, y phi se encuentra sentado en una de las ramas mas altas del mismo habiendo subido de un único salto, mientras vuelve a preparar flechas con algunas de las ramas recogidas el día anterior y desde arriba dice

jamas vuelvas a actuar así

a y Litel tolen, yo he visto arboles en los bosques de yamir que si que engañan creando ilusiones para que los incautos se pierdan en los bosques