La capucha se torna hacia los recién llegados mientras llameantes sus ojos brillan con más intensidad si cabe. De entre todo, sólo algo ha llamado su atención, de modo que extiende una mano hacia donde se encuentra Fatuo.
Ven.
Resuena con una voz que es más un lamento que una súplica desde el interior del Espectro. Habla sin cesar en su caminar.
Al parecer todos se reunian con sus parejas, podria aprovechar a reunirse él tambien con la suya. Sin demora despego con un salto que alargo con sus poderes hasta llegar junto a Rumiko. Dirigiéndose por su espada casi rodeándola completamente con su cuerpo y colas, se coloco a su izquierda cerca de la espada que tenia envainada.
Hola hermana... o deberia decirte prima? pregunto con una sonrisa divertida.
Fatuo se desliza sobre el aire como revoloteando sin alas, y se queda junto a la cabeza del Espectro, dándo algunas volteretas antes de quedarse flotando a unos treinta centímetros de la coronilla de la criatura que lo había llamado.
Inclinó la cabeza hacia un lado, como cuando un cachorrito se muestra curioso.
Bu.
El Garoé conocía algunas cosas del mundo. No mucho sobre las cosas sobre las que no tenía influencia, que eran las cosas que no tenían importancia al fin y al cabo, pero sí sabía algunas cosas sobre aquello que le importaba.
Al Garoé le importaba el agua, y eso le llevó a pasear la mirada con lentitud sobre unos y otros.
Extraña elección de defensores.
¿Pero qué sabría un árbol de las tierras donde nunca llueve sobre afinidad con el agua?
Viendo que la bella dama no me respondia me fui acercando despacio al espectro y al fuego fatuo con curiosidad, me centre mas en el fuego fatuo y le dirigí una sonrisa recordando mi elemento de nacimiento pro me di cuenta que su fuego era ligeramente distinto y lo examiné con detenimiento pero a cierta distancia
Fatuo se giró hacia el hombre de fuego.
¿Ru?
-Yo soy Kilina - habla la cecaelia con entonación firme - Bruja de los mares - se desplaza en su columna de agua hacia Garoé - me alegra verte, pero me disgusta tu presencia en una guerra, si es lo que va a ser esto.
Al ver todo el alboroto de seres que se estaba reuniendo alli abajo decido bajar volando, un majestuoso aterrizaje y posterior reverencia a todos los alli presentes...
Saludos, soy Pegaso...
El Garoé observó a la bruja de los mares con curiosidad. Entreabrió la boca, con un sonido que recordaba al frotar de las ramas entre sí cuando son mecidas por el viento. Algunas hojas ya se habían extendido hacia las alturas, dispuestas a alimentarse de la luz del sol.
Sus ojos brillaban como gotas de rocío y el aire adquiría los tonos propios de la laurisilva.
Hueles a sal... - logró articular por fin con el silbar de las ramas desde su garganta. - Allí de donde vengo, el viento me trae ese olor. Los seres que beben de mis brazos temen y veneran esas aguas. Allí me llaman Garoé.
¿Porqué habría de disgustarte que yo acuda a esta llamada?
Bargas fue convocado sin su permiso, algo que no le importaba pero estaba confundido. Por suerte el paisaje era precioso y eso le encantaba, aunque ese templo al final de su vista, le evocada un extraño recuerdo a pesar de no estar seguro de que alguna vez lo hubiera visto en persona.
Al fondo no muy lejos de él una guardiana, al pie del rio parecía triste y cabizbaja, al guardián le conmovió y quiso consolarla, pero como hacerlo. No quería ahondar en su mente sin su permiso.
-Ya se aquí hay muchas flores.-Sonriente y optimista se sentó en el jardín y se rodeo de flores, le haría una bonita corona de distintas flores y vivos colores y con esa ofrenda se atrevería a preguntar cual era su pesar y su esperanza.
Kilina río sin emitir ningún ruido ante la palabra del espíritu árbol.
- Eres un ser muy apreciado de donde vengo, no te deseo ningún mal - aclaró.
Uno de sus tentáculos señalo la zona de fuego - ¿sus salamandras pueden herirte? - no estaba muy segura si había hecho la entonación adecuada para que sonara como una pregunta, y desconociendo la respuesta temió que se lo hubiese tomado como una afirmación.
Zashiki-warashi echó un vistazo alrededor, inquieta y sin saber muy bien qué hacer hasta que su mirada se detuvo en un pequeño ser azulado que flotaba y jugueteaba cerca de otros.
Abrió la boca sorprendida. ¿Qué era? Comenzó a caminar hacia él y cuando llegó junto a Fatuo extendió una mano, sonriente, con la esperanza de que el ser se posara en esta.
Nuevamente, el silbido entre las hojas.
Podrían - afirma sin más - ¿Acaso no dañarían también a cualquier otro de los guan*?
Sorullo** sería el yruene*** si dejase sueltas a sus salamandras.
* hombres, criaturas presentes.
** Tonto, imprudente
*** Demonio, criatura de fuego.
¡Malditos truhanes relucientes! Parecía que decenas de extrañas criaturas, a la mayoría de las cuales no había visto nunca, habían salido de la nada para intentar llevarse mi parte del botín. ¡Ja! No debían saber lo desconfiados que somos los goblins. Jamás me aliaría con ellos. Repugnantes seres de luz. ¡Ese botín llevaba el nombre de Snadm!
El problema es que para empezar a espachurrar, golpear y robar hace falta un buen grupo de goblins, o un goblin bien sigiloso. Odiaba a los goblins nocturnos, pero ahora no me vendría nada mal una de sus oscuras capas. En cualquier caso, era difícil pasar desapercibido, así que saqué una de mis setas de la pequeña bolsa que llevaba en el cinturón (tuve cuidado de elegir bien la bolsa de la comida y no la bolsita de la pólvora que colgaba a su lado, si es lo que te estás preguntando) y empecé a masticarla mientras esperaba a ver cómo se desarrollaban los acontecimientos, buscando tanto una explicación de mi presencia (y la suya) aquí, como un pequeño despiste general para echarme al saco todo lo que pudiera.
oooh jooojoooo, que alegria y que alboroto es este, que a mi alrededor se ha formado, habra que entonar una sonata para alegrar aun mas a los presentes, las buenas mozas andan alegres, y las ninfas revolotean alrededor de las tililantes luces....
Me podeis llamaaaar...... Dhämeron y soy un Fauno para vuestra informacion.....
pero si os es mas facil llamarme Fauno, pues no me imcrepa al ser lo que soy y orgulloso de serlo estoy......
pero vailemos y bebamos todos, el ciclo de la vida se hace presente a cada paso que damos..... laa laalaa lala laalalalal laala
Al ver que el creeper hablaba decidí acercarme a él para establecer conversación. Nunca había tenido la oportunidad de ver uno tan cerca y estaba ansioso por comprobar lo que podía hacer. -Tal vez incluso lo puedo ver explotar y agarrar algo de sus restos.- Pensé mientras caminaba hacia él. Al menos ya no había agua para molestarme. Bajo mis pies el piso se congelaba con cada paso que daba para volver a descongelarse cuando me alejaba.
-Parece que estás confundido.- Le dije al ser verdoso. -No es de extrañar. No estás acostumbrado a ver otras especies, ¿cierto?
Incliné la cabeza mientras giraba mis manos para dejar las palmas hacia arriba para luego volver a mi posición natural.
- Un placer - me despedí de Garoé
Cuando me alegaba hice un cuenco con las manos y soplé; se formo una brisa que suspendía diminutas gotas de agua y la liberé en dirección al espíritu árbol.
Seguí mi camino hacía el Pegaso cruzándome con el Fauno -Silencio! - le ordené sin detenerme; despreciaba los ruidos, y esas criaturas eran de las más ruidosas existentes, bajo el agua la mayoría deja de escuchar lo que ocurre en el exterior; pero para las cecaelias todo se amplificaba.*
Ah los pegasos, ellos si son seres silenciosos y elegantes Se quedó observándolo a distancia prudente quizás podría darle branquias y llevármelo a casa
* si escuchaban con atención, que podían no hacerlo pero ese era un detalle que no entraba a ponderación.
La Guardíana aún parecía espectante a la entrada de los demás llamados, esperando el momento clave para dar su bienvenida, mientras varios de vosotros paseabaís vuestra mirada por su piel sin que ella dejase su regia forma.
Una mirada firme, y la templanza de un guerrero parecían ser las armas que esgrímia la perlada Guardiana.
Voy a esperar un pelin a ver si postean, un personaje o dos más y para esta tarde la Guardiana alzará su voz por primera vez.
Saludos Dama Kilina...
Una revenrencia tipica de caballos de alta elegancia y educacion acompaño el saludo del magnifico ser alado