Partida Rol por web

El espíritu de Charles Maxwell se movía entre los invitados escuchando las conversaciones y observando lo que hacían. Hasta que en un momento oportuno se apropio de algo que no era suyo. ¿Qué habría robado y a quien?

La forma fantasmal de la anciana aparece. Entre sus manos flota una lengua muerta, probablemente arrancada a mano (y apta para todos los públicos).

Mira con odio a su descendiente... asiente y se retira a un segundo plano.

Sin ser consciente de que me han robado un par de conchas que tenía guardadas en la túnica*, continúo las conversaciones, atendiendo a lo que dicen... y a lo que callan.

Maldita sea, Guips... si vas a tener cerebro y todo. ¿Sabes? Casi me has convencido... casi. Mañana terminaré de meditar sobre ello.

Pero cuando cruzo miradas con Lianne le dedico media sonrisa de comprensión. Luego reparo en la Sota de Bastos.

Sucede que nadie pone bocaarriba sus cartas, lo cual ayuda a los traidores.

Me encojo de hombros, con cierta indiferencia, yo ya estaba poniendo las mías y no iba a detenerme ahora.

Parece que el asesinato ha terminado por dar hambre y sed a algunos de los presentes, pero hoy no me siento con mucha gana, así que les dejo hacer.

Mis ojos se detienen en Rhoda cuando se queja y pide comida.

Es bueno ver que te recuperas rápido de escuchar barbaridades...

Voy a continuar hablando, pero es entonces cuando la Yaya Yido aparece y una sonrisa socarrona se dibuja en mi rostro.

Comprendo... ¡Te cacé! -hago el ademán de disparar hacia la anciana con el dedo mientras guiño un ojo, con aire divertido- Bueno, bueno... al menos los muertos no están ciegos, sordos, y mudos... Aunque no sé bien hasta qué punto esto es cierto -mi mirada baila de presente en presente-. Puedes contar con mi apoyo -comento, prácticamente al aire-, intermediario entre este mundo y el siguiente.

Cerebro,¿eh?... Sin rencores Naivé! digo mientras miro mi vaso de vino casi vacío! Pero os voy a dar un consejo... Tened cuidado, tu, Lianne i Ana. Habeis votado en mi contra, y el enemigo lo sabe y aprovechará para que todo apunte hacia mi! dice mientras mira sin complejos a Raksha! Yo de vosotras buscaría protección esta noche!!! justo en este momento llamo a Willy, y susurrándole a la oreja le ordeno velar por la seguridad de una de las tres damas.
Espero equivocarme chicas...

Finalmente caen rendidos por el cansancio, buscando cada uno lo que pudiesen considerar el rincón más seguro posible para descansar.

¿Qué deparará el nuevo día?