Partida Rol por web

La hora se acerca y no parece haber ni asomo de dudas entre los contendientes. Sólo hay dos rostros que permanecen en las sombras y sin emitir voto, absortos en sus propios pensamientos y con la atención perdida.

Pero nadie repara en ellos. Todo el mundo está pendiente en el pequeño francés y su mascota. Y a pesar de todas las miradas amenazantes, no parece asustado. Más bien parece crecerse y disfrutar como un actor exuberante que recibe toda la atención. ¡El foco es tuyo, ámalo! parece gritarle el corazón cuando se levanta de un golpe, y con una sonrisa enorme.

-¡Voy a prepararme!

Entre su "público" hay varias miradas de escepticismo y sorpresa ¿Realmente es capaz de tomarse todo esto de una forma tan ligera? los cambios de humor del chiquillo desconciertan, pero hay algo, quizás un asomo de piedad hacia la criatura frágil que es (o aparenta) al compararse con algunos de los más fieros guerreros, crueles torturadores y brujas salvajes que hay a su alrededor.

Y es entonces cuando regresa. Y lo que ven quita el aliento a la mitad, provoca verguenza ajena a otra parte y unos pocos van a necesitar varios minutos para decidir cómo tomárselo.

El chaval reaparece disfrazado de hurón, con algo que parece una pata de conejo en el cuello.

- ¡Buuu! ¡Temedme! ¡Ahora soy invencible!

- ¡Ninguno es rival para mí!

Edward encabezaba la acusación, y da un par de pasos adelante poniendo la mano sobre la empuñadura de su arma. Sin embargo, algo lo detiene. Ha mirado de reojo a su hermana, quien ha llegado de la enfermería justo a tiempo para ver lo que va a pasar, y la mano le tiembla. Al final desiste, dándose la espalda con expresión de hastío. - Sólo es un niño. Que lo haga otro.

- ¡Jajá! - Se ríe el pequeño, saltando sobre un tronco y señalando al que se retira - Mi valentía es mayor que la tuya, y por eso has perdido!

El aludido no responde, momento en el que aprovecha el terrorista, quien no tiene nada parecido a remordimiento de conciencia - ¡Pues me encargaré yo mismo! - Con gran behemencia, se equipa con lanzallamas y mechero y apunta al chiquillo. Todos menos el terrorista pueden ver claramente que en la punta de su arma hay un inmenso tapón que bloquea la salida del gas. Su compañero, al darse cuenta, trata de correr en su dirección - ¡Nº2! ¡Aguarda! - pero si lo ha escuchado, lo ignora completamente. Algo va mal cuando presiona. No parece que pase nada por un largo segundo... y estallan los dos, siendo catapultados fuera de la escena.

- ¡Jajá! - Insiste el muchacho, burlón - Mis cosas son mejores que las tuyas, por eso te he ganado.

Es entonces cuando un.... Espera ¿¿Un maniquí!? Sí, un maniquí se acerca al muchacho y alza la mano, pero se resbala con algo que hay derramado en el suelo le hace dar un traspié y se rompe él solo la cabeza contra una piedra. El Maniquí queda inerte, y el niño pasa por encima, pisándolo sin darse ni cuenta de que el muñeco estaba allí.

Entonces, con un resoplido de fastidio, Raksha coge su arco, Por su expresión se diría que está buscando acabar rápido con todo aquello, y apunta a su corazón con la habilidad de un profesional. Sin embargo, cuando se quiere dar cuenta, la cuerda de su propio arco se rompe, dándole un latigazo en la cara que le hace emitir un gruñido de protesta.

- ¡jajá! - ríe una vez más el niño hacia Raksha - ¡Soy tan rápido que no puedes ni apuntarme!

Unko estaba a punto de hacer algo... pero ha empezado a reírse de forma tan fuerte y convulsiva que se olvida de lo que quería hacer.

- ¡ Que me meooo ! Por favor, parad jajajaja

Y el francés aprovecha la oportunidad y, cogiendo una de las teteras en la sala, deja que el ambarino líquido chorree hasta el sueño, creando aún más apuro por sugestión sobre Unko - ¡Jajá! ¡Mi vejiga es mejor que la tuya!

- Hayyyyy - Y Unko se va corriendo, con una mano en la entrepierna, sin poder parar de reír.

Entonces Guips es quien salta desde una sombra, y con un gesto rudo alcanza a tapar boca y nariz del niño. Comienza a apretar con fuerza. Parece que quiera darle alguna clase de muerte piadosa. Acabar con todo esto de la forma más limpia y directa posible, pero en ese momento una mancha blanca salta desde atrás del hombre fornido y se cuela por una ranura de su ropa. Hay un "click" en su expresión cuando esa sabandija le muerde con fuerza en alguna zona oculta y sensible. Lo suficiente como para conseguir que suelte al niño por el espasmo, quien da un brinco de alegría. Mientras, el lobo de Guips gruñe, dando vueltas en torno a su dueño, intentando encontrar al atacante para dar una buena ración de sus propias mandíbulas.

- ¡Jajá! ¡Soy más fuerte que tú! No puedes atraparme.

Entonces es Lianne quien se acerca, decidida a acabar con tantas burlas. De alguna parte en su albornot saca una pistola y apunta a la cabeza del renacuajo, quien exausto se la queda mirando... la mira con unos ojos tan limpios, tan transparentes, que ya no la misericordia, sino el instinto de prudencia de la dama hace que se ponga alerta. Al fin y al cabo, todos han fallado antes que ella ¿Será capaz de acabar lo que los demás han empezado? El niño se confía y sonríe, dándole la espalda como si aquello solucionase todo el problema

- ¡Lo dije! ¡Lo dije! ¡Soy mejor!

Lianne aprieta el gatillo. No pasa nada. Mira su arma. Se ha encasquillado. ¿pero cuando...? El niño no se ha dado ni cuenta y sigue pavoneándose.

- Te voy a enseñar lo que es un arma - Se relame Ana, apartando a la rubia y sacando un... ¿palo? - ¡¿Qué!? ¿Dónde está mi desert eagle? - Mira en todas direcciones, sin alcanzar a ver a dos roedores que están corriendo, alejándose de la escena con el arma a cuestas. Frustrada, da un pisotón y le lanza el palo al chaval, pero rebota en su disfraz sin causarle el mejor daño.

En su carrera, se topa de frente con dos figuras tenebrosas, cuyos ojos brillan con un ansia de sangre inhumana. A los transilvanos les basta un ápice de su poder real para capturar el alma y hechizar al chaval.  Vlad sonríe con malicia cuando el niño queda embobado, balanceándose ligeramente de un lado a otro - Perfecto. Ahora podré darme un banquete con su sangre.

- Eso sería desperdiciarlo - interviene su mujer - Yo tomaré su sangre para bañarme y rejuvenecerme ¿Sabes lo difícil que es hoy día conseguir verdadera sangre de virgen? sólo lo encuentras en frascos pequeños como este.

- Querida... - empieza él con esa clase de tono de "vamos a discutir, pero no quiero discutir, pero tu y yo sabemos que vamos a discutir" - La semana pasada ya te diste un baño, y bien que nos costó una pequeña fortuna pagar a los matones que nos trajesen a las bellas rehenes. Es mi turno de saciar mi sed

- Eso fue la semana pasada ¿Qué pasa con mi dosis de esta semana? Una no conserva 200 años de hermosura dejando pasar oportunidades como esta...

Y mientras la pareja discute, hace rato que que el niño disfrazado de hurón se ha sacudido el encantamiento, y se ha ido dando saltitos que pretenden ser sigilosos.

- Jiji. Tengo más voluntad que ellos también - Susurra esta vez, más bajito, mientras se aleja.

Buscando a su siguiente contendiente, pasa al lado de un arbusto que se agita furiosamente, pero no parece encontrar a nadie

- Soy más... algo que... quien sea

No se ha dado cuenta de que la Sota se encuentra enzarzada en una batalla cuerpo a cuerpo con un centenar de ovillos de lana que incontables roedores han enlazado por todo su cuerpo, dejándolo cada vez más inmovilizado. Alguien está echando de menos a su compañera de Espadas en este momento...

Entonces es Alesteir se alza como una sombra sobre el insignificante niño. Su presencia no es más que la de un insecto que es demasiado inconsciente como para saber lo cerca de una muerte segura que se encuentra. Mientras Alesteir llama su atención, sin embargo, un peligro aún peor se acerca por su espalda, pues Jack el destripador ha decidido que le apetece hacer honor a su nombre...

- ¡Narizotas! - Los dos hombres se detienen.

- ¿Qué? - Aquello acababa de romperles toda la atmósfera.

- ¿Nunca te lo habían dicho? Eres un narizotas y un feo ¿A que no sabes responder a eso?.

El silencio de Alesteir se alarga durante unos instantes antes de que añada - Pues no...

- ¡Entonces te he ganado! ¡Soy más astuto que tú! - Y sin mostrar el más mínimo temor, sale de la burbuja de atmósfera cuasi-tenebrosa y va a buscar a otro contendiente. Dentro, Jack ofrece una petada a su maestro, quien acepta dar un buen trago antes de devolverla.

Aquello no estaba saliendo como esperaban.

Pero es el turno para alguien más. La hechicera susurra unas palabras a su hija - Ahora, como hemos practicado... usa el Maleficio contra él  - Sonríe sádica mientras instruye a su hija, quien asiente un poco temerosa

- Es muy difícil... pero... sé que puedo hacerlo. - Alza su varita, desde la que puede verse un ligero fulgor verde, mientras concentra su poder. Y empieza - Cru... ci... - Pero algo más allá del niño llama su atención. Hay tres criaturitas peludas sosteniendo un cartel en el que pueden leerse en grande las letras [CUTE] escritas en él, y la atención de la aprendiz de maga se desvía, terminando mal el conjuro -  ¿Cute?

En lugar de lo que tenía que hacer su maldición, el rayo sale disparado contra los roedores, y éstos se transforman en rana. La mirada de Bellatrix ante la decepción prometen a su hija más de un día de arrepentiemiento por este error...

- ¡Tengo más magia que cualquiera de ustedes! No pueden afectarme - Continúa su retaíla el muchacho

Está tan ausente que no se da cuenta de que va a pasar por un círculo de piedras rojas  y blancas que alguien ha colocado cuidadosamente en el lugar indicado, calculando la inclinación de los últimos rayos de sol, mas el recorrido probable del niño, la velocidad del viento... Todo un esfuerzo de algoritmos mágicos para que al pasar la presa... El niño acababa de entrar y salir del círculo sin que le pase nada. Rave abre mucho los ojos, sin dar crédito. ¿Qué pudo estar mal en sus cálculos?

Corre hasta allí, repitiendo mentalmente cada paso y entra al círculo. Necesita examinarlo de cerca.

Es entonces cuando cierto hurón devuelve a su lugar una de las piedrecitas, reactivando el encantamiento... y es Rave quien recibe una descarga eléctrica sacada de algún infierno, y cae al suelo, consciente, pero apenas con fuerzas ni para hablar por unos segundos.

Cerca, los transilvanos seguían discutiendo.

_{- No metas a mi madre en esto. Ya la trajimos del inframundo una vez ¿Es que no te acuerdas?...}

Y finalmente sólo queda uno. Un contendiente capaz de hacerle frente. Una persona de las que observan más que hablan. El desagradable orco ha observado toda la escena sin sonreír ni una sola vez. A su lado, el Druida al que trajo en su día desde más allá de la muerte lo observa también, apoyado en su bastón.

- Así que... has llegado vivo hasta aquí.

- Si

- Y pretenderás "vencerme" a mí también de la misma manera.

- ¡Sí!

- ¿Y cómo pretendes hacerlo?

- Ya lo he hecho

- ¿Cómo? - El niño señala la hora. Era cierto. El tiempo "tradicional" para el ajusticiamiento había pasado y él aún estaba vivo. Atmuk resopla - No sé ni para qué me molesto. - Y con un gesto de la mano, desecha cualquier otro intento y se sienta.

- ¡Si! Les he ganado. He ganado a todos. Sin ninguna ayuda ¡Lo dije! ¡Dije que podría hacerlo! - El pequeño Hurón, Bruno, se acerca a su amo con pasos lentos. - ¡Bruno! ¿Pero dónde has estado? ¡Te has perdido TODO lo que yo he hecho! ¿A que es genial?

Bruno lo mira con sus ojitos negros y asiente despacio, Parece que sólo quiera hacerse una bola y dormir. - Mira que eres holgazán... No importa - Sonríe triunfal - Te he protegido, y eso es lo que importa.

Si los hurones pudiesen hablar...

Y como no, el Maligno ya estaba allí tomando notas sin parar.

Para cuando la escena termina, suelta un resoplido de disgusto.

-¡¿Y ya está? ¿Nada de sangre? ¿Y para esto gasto tanta tinta? Habrase visto... qué falta de cortesía. En mis tiempos, y a alguien lo votaban 13 personas ¡Se moría!

Votaciones finales, Día 2

Alfhird (1) Alfhid
Atmug (1) Gabriel
Gabriel (13) Edward, Maniquí, Alesteir, Ana, Lianne, Unko, Raksha, Guips, Rave, Vlad, Bellatrix, Sota, Atmug
Rhoda (1) Rhoda

Gabriel empezó a quitarse el disfraz que quedó hechos unos harapos.

- Mirad como se ha quedado... no creo que lo pueda volver a usar... qué fastidio.

Miró uno por uno a todos los que le habían apuntado.

- Igual va siendo hora de qe dejéis de escuchar a las voces de los muertos. Me da a mi que se equivocan, o los lobos tienen el poder de desviar atenciones... o yo qué se. El caso es que os dije que aquí estaría y aquí estoy.

Los miró con fastidio... le molestaba que no le hubieran creído y haber perdido su poder que podría haber sido útil más adelante.

- Y ahora me voy a dormir.

Salio entre el humo, pero sin un solo rasguño, su modelado no estaba preparado para reflejar daños.

-Uyy.... que raro. No se. Bien es sabido que a veces los lobos tienen mas dotes ademas del don de despellejar... Igual nos la quiere dar con queso. -Se atuso la barba o lo haría de poder o tenerla.

-Bah, que mas da. Ya pensaremos en eso mañana, en fin. Aquí se da de cenar o que. -Agito a uno de los maniquís a modo de protesta, necesitaba sus raciones rancias de comida o comida de verdad si el maligno proveía.

La cena que sirven los maniquíes en la mesa del bufet es tan espectacular como de costumbre.

Y... Aparentemente han repuesto la fuente de chocolate.

Oh, y un platito lleno de mecheros y cepillos del pelo.

Las arañas parece que han ido desapareciendo y sólo quedan algunas rezagadas en varias telas recién creadas.

La tarde caía, y las palabras de Gabriel se hacían realidad. Lo miré con ganas de adivinar si me decía la verdad y dije.- Has cumplido tu palabra, de no caer esta noche... pero ahora te pregunto... ¿sabes quien te unió a esos hilos de ilusión que te manejaban?... ¿cumpliras tu venganza...?

Tenía las manos cruzadas, y prestaba atención a todos los detalles.

Gabriel ya no sabía qué hacer para demostrar su inocencia, pero tenía claro que iba a responder a todos los que le preguntaran algo para intentar dejar el tema zanjado. 

- Como os dije Ed. Ese no era yo... No sé cómo se apoderó de mi... lo que sí sé es que la yaya además de haber mentido sobre mi se hizo poseedora de mi voluntad y mi palabra por un espacio de tiempo. Quizá tenga intereses ocultos en mi muerte. Quizá pueda apoderarse de mi poder y resucitar... qué sé yo. Por aquí pasan cosas muy raras. 

Asiento a lo que dice el pequeño mientras masco unas hojas de menta y dijo.- Tras tus últimas palabras hacía mí los brillos de la tarde me dejaron ver esos hilos que te manejaban aunque quizás demasiado tarde... sé que dices la verdad cuando comentas que no eras tú... Pero aún no has repondido a todas la preguntas.

Lo mejor era guardar la calma y discernis todo con cautela como un plan de rateo y abordaje o una ruta a explorar.

- Faltaría responder sobre una venganza de la que yo no hablé de manera consciente. No me hago responsable de esas palabras, ni de esa actitud... no tenía ninguna manía especial sobre la chica ni tengo interés de bailar en ninguna tumba ni nada por el estilo. 

-¡ Mierda! con lo aburrido que es volver a encordar este trasto- digo mirando con fastidio mi arco, cambiando a otro tema...-  Gabriel parece que al final te debemos una disculpa, mis condolencias por tu ahora inservible kigurumi de Hurón.

Tras librarse de todos los ataques que le hicieron todos los presentes miró al chico con una mezcla de admiración, desconfianza y compasión. 

- Ha sido un alarde de capacidades chico, ¿o deberíamos darle el mérito a tu pequeño acompañante?

Llegados a este punto no sabía qué decir. Miró a todos los otros votantes del chico entre el que destacaba un voto raro. 

- Hemos elegido votar en grupo creyendo las palabras de Yaya. Busco alguna explicación sobre el posible interés de Yaya de engañarnos y no la encuentro. Pero mis ojos han visto lo que han visto. - Volvió a mirar al chico en la conversación que tuvo con Pick... demasiados quizás. - Quizás como dices Yaya tenga intereses ocultos. Quizá los lobos consigan desviar atenciones. Quizá tengas más poderes ocultos. Quizás nos sigas mintiendo... quizás quizás quizás. En cualquier caso de momento hago como dije, elimino las dudas que tenía sobre ti. De momento. 

¿Alguien es capaz de explicar por qué un maniquí ha votado hoy? 

La leche!!!, el puto crío tiene el don de transmitir el gafe a quién se le acerque!!! decía mientras pensaba cual sería el próximo movimiento del enemigo...
Voy a deciros algo que os cambiará la vida... pausa dramática...Esta noche,... Voy a coger un pedo de leyenda! ¿Alguien se apunta?

Puto hurón...

El condenado niño había podido con todos, había logrado evitar todos los ataques y trampas. Rave aún se estaba preguntando que había salido mal mientras sufría en silencio el daño de la descarga eléctrica que poco a poco empezaba a desaparecer.

- Condenado crio, no hemos podido con él.

La llegada de la noche suponía la presencia de esa amenaza nocturna de la que todos eramos conscientes. Alguien de entre nosotros seguramente no volvería a despertarse mañana. Y no había nada que pudiéramos hacer para evitarlo.

Completamente enfurruñada, me acomodo en el sofá más cercano mirando con cierto grado de molestia a Gabriel,no es que el niño me desagrade,pero debo aceptar que errar en un disparo siendo que he cazado desde que soy una cría en las tierras de mi padre no me hace precisamente feliz.

Un arma encasquillada.

Esta claro que debo cuidar mejor mis armas de ahora en adelante,extiendo mis brazos al suelo y encuentro a Catrina cerca mió,le acaricio detrás de las orejas y miro en derredor escuchando las sospechas de todos.

-Siempre puede ser que la hermosa Naive no haya cruzado al mundo de los muertos ...sino este escondida bajo la forma de un maniquí- me encojo de hombros,cosas peores hemos visto.

Y tal como había prometido, el niño no había muerto, había sobrevivido a todos nuestros ataques, o mejor dicho, habíamos fallado de una manera absurda. Quizás su don era hacernos parecer al resto idiotas.

Por qué narices mentiría la muerta??  Y a que venía el voto de ese maniquí, era realmente un maniquí? Alguien lo controló? Cada día que pasaba tenía más dudas y estaba más confusa, no tenía ni idea de quién podía ser el verdadero culpable, ya hasta Guips me parecía inocente.

Lo prometido es deuda, niño. Le dije a Gabriel. Te dije que si hoy sobrevivías me disculparía, y ahí voy, soy una mujer de palabra. Te pido disculpas. No me gustaba nada disculparme, pero tampoco quería quedar como una mentirosa.

Guips, yo me apunto al peo de leyenda. Estaba cansada de este estúpido juego, y si iba a morir en este lugar, que al menos fuera con un peo de leyenda.

Unko llegó con las manos en la entrepierna, respirando todavía con dificultad mientras soltaba alguna que otra risilla esporádica. -Aii... Gabriel eres la monda. ¡No sabía que aguantabas tanto! Casi me hago pipí encima...- volvió a reírse apenas sin ruerzas al recordarse en esa situación.
-Pero tienen razón. En este juego no se sabe si eres inocente o no hasta que te matan. Eres buen jugador con un hurón muy gracioso, pero no te hemos vencido- esperó unos segundos mientras su cabeza comenzaba a juntar las piezas hasta que su atención se centró en otra cosa -¡HAN RESUCITADO A MI FUENTE DE COCHOLATE!- se lanzó hacia el chocolate como un mosquito hacia la luz.

Tras finalizar todo el espectáculo, miré a Jacky.

Recuérdame que no vuelva a participar en una pérdida de tiempo así. Maligno está cabreado y con razón. Mucha razón. Mucha mucha razón de cojones.

Jack asiente con la cabeza silenciosamente.

La noche se precipita a su final con pocas voces. El resultado de ajusticiamiento frustrado ha dejado a muchos participantes mudos, a pesar de la suma abismal que se congregó uniendo su voto en un comienzo.

Ahora, sólo queda descansar... aunque lo hacen con pocas esperanzas de que la batalla haya terminado. Esta noche, pocos dormirán tranquilos.