Partida Rol por web

   Ululantes brisas anuncian cosas

Mar lastimado espera respuestas

 Mas agua que arroz siempre al cocinar

   Farfullaría una de las tantas personas que se encontraba por el sitio, siendo una mujer que aunque su teñida y apariencias llamase a ciertos opiniones... se le notaba que no estaba acostumbrada a llevarles por gusto.

Que van a ser la mejor opción, la mejor opción sería investigar, en vez de hacer que nos mataran sin pruebas. ¿Que se supone que vamos a hacer? Ni siquiera nos conocemos entre nosotros como para saber quién puede ser uno de sus piratas lobos si es que existen. Y mantengo lo dicho ¿como sabemos que no sois vosotros esos lobos?

Kei soltó un gran suspiro mientras se cruzaba de brazos, no era suficiente con los piratas-lobo que los estaban cazando que ahora venían una muchachita y un reno a imponerles sus propias normas. Y para colmo se iban a disfrutar de lo que fueran a comer tranquilamente dejando todo el marrón a los demás - me pregunto si a la chica y al reno también se les podrá votar - bromeó más para sí mismo que para los demás.

Las quejas iban surgiendo no sin falta de razón, pero fue una joven la que llamó más su atención, una dama de alta cuna al parecer, que mostraba su descontento enérgicamente. Tras su discurso, Kei sonrió divertido y se acercó a Isabella - sus palabras son inspiradoras, milady, podéis contar con mi ayuda - con un elegante gesto tomó la mano de la joven dama y depositó en ella un suave beso - Kei Murakami a su servicio.

La situación ciertamente parecía crítica, aún con todo ello, Starr Cassidy parecía estar demasiado confianda en sus habilidades como para que nada de esto pudiera afectarla en lo más mínimo; sacando su revolver esta hizo una leve pirueta, haciéndolo girar sobre su propia mano antes de apuntar a uno de los presentes al azar.

-Al parecer la "niña demonio" quiere hacer el trabajo de un Cazarrecompensas. ¿Eso no os da cierta pena?. -Indicó con una sonrisa de satisfacción mientras cambiaba de objetivo, de uno a otro de los presentes- Si de verdad sois cazarrecompensas, echadle un par de huevos y haced el trabajo vosotros mismos. ¿O acaso en los "Wanteds" no pone "Dead or Alive"?. Por mi parte, si veo que alguno de vosotros es de los Piratas lobo, no temblaré en disparar.

Guardando el arma, puesto que no quería reventarle los seso -AÚN NO- a nadie, esta muchacha lanzaria una mirada de desprecio hacia los presentes mientras buscaba cualquier atisbo de miedo tras sus palabras, si por allí habian Piratas Lobos ciertamente habrían escuchado de Starr Cassidy y como no le temblaba el pulso a la hora de cobrar alguna recompensa.

-Cuando el sol se ponga será el inicio donde Starr Cassidy irá de caza... -Comentó mientras se recostaba, a la espera de que esas votaciones dieran su fin para poder dar inicio a la parte que "le interesaba"- Hell, Yeah...

Valerie quien guiada por el azar, había llegado a aquella isla en busca de alguna aventura con la que pasarlo bien, no esperaba acabar en un juego mortal, involucrada tanto con los Mugiwaras, los piratas Maelstrom ¡e incluso gente de la Marina!

El azar nos ha juntado a todos aquí para un cometido importante al parecer, porque al menos yo no esperaba juntarme con gente de tanto renombre. Como ya han comentado algunos, votar no es lo más correcto ahora mismo, pues no nos conocemos ni lo más mínimo, ni sabemos quienes pueden ser unos bestias cambiaformas.

No pudo evitar sonreir alegre ante el entusiasmo de algunos de los presentes y ella no iba a ser menos.

Mi nombre es Valerie Dingo y en mi familia siempre se ha dicho que tenemos una buena estrella que nos da suerte.

Mostró su amuleto, en el cual se podían leer las palabras "Lucky" y "Unlucky".

A veces lo hago girar, para ver como de suertuda me siento con suerte. Pero como no nos dan más opciones que participar en la votación, usaré mi voto para probar mi suerte. ¡El azar nos ha juntado y el azar decidirá nuestros destinos el día de hoy! ¡Hora de jugar!

Incrédula, escucho las palabras del renito y la mujer, quienes tienen la voz cantante aquí.

Y pretendéis que nos votemos entre nosotros... ¿basándonos en qué, exactamente? ¿Intuición? ¿Ropa desaliñada?

Mirando a los demás, trato de pensar en lo bueno que puedo sacar de esta situación. No hay nada.

No sé si vosotros tendréis muchas ocupaciones en vuestras vidas de mar, pero yo tengo un objetivo desde pequeñita, y no puedo renunciar a él. Si debemos hacer esto, al menos hagámoslo lo más rápido posible.

Mire a Nico Robin de nuevo y a su compañero ciervo o lo que fuera.

Veis, nadie va a entrar a semejante estupidez, ni siquiera sabemos si es verdad. No sería la primera vez que la marina juega sucio para ahorrarse trabajo. Seguro que quieren que nos matemos para ellos quedar como los héroes pues no. Conmigo que no cuenten, no pienso ayudar a esto.

Todo aquello era muy raro y... repentino. ¿Como que teníamos que elegir uno de nosotros? Pero ellos que salían corriendo ¿No? Yo también tuve el impulso de salir de allí corriendo, pero tenia miedo de que pensaran que fuera culpable, ademas cuando mi querer salir corriendo era por un razón bien distinta.

-¿Pero lo habéis visto? ¡Era como un peluche! -Mis ojos rojos brillaron ligeramente al reflejo del sol. -¿Soy el único que quiere abrazarlo para comprobar su esponjosidad? -Pregunte totalmente entusiasmado, pero pronto las miradas de reproche se clavaron en mi y sentí de nuevo esa incomodidad de cuando la señora del sombrero hablaba.

-Bueno, yo no conozco a nadie y... supongo que lo primero seria presentarse, Johnny Jones, JJ para los amigos. -Quede callado por un largo segundo y mirando al resto. -Aunque no veo ningún amigo o conocido.

Cuando llegó su turno para hablar, todos los rostros se volvieron hacia ella, expectantes. La presión era palpable, y Annie tragó saliva. Dio un paso adelante, abrazando a Muffin con más fuerza, como si el peluche pudiera protegerla del peso de las miradas acusatorias. No podía revelar mucho; en esta isla llena de lobos hambrientos, cualquier detalle mal compartido podría ser peligroso.

-Y-Yo… me llamo Annie-, murmuró, su voz temblando. Se aferró a su oso y bajó la mirada, como si no quisiera que nadie notara su presencia más de lo necesario. -Sólo… estoy esperando a que vengan a buscarme. No… no soy importante, de verdad- Su voz casi se apagó al final, pero era suficiente para que todos la escucharan.

No quería arriesgarse a que los lobos la vieran como una presa fácil. Después de todo, aunque era tímida y asustadiza, Charlotte Annie entendía que, en una isla llena de monstruos disfrazados de hombres, lo mejor era seguir pareciendo insignificante… por ahora.

Me llamo Sakura y he venido a vivir aventuras en el mar. No me interesa nada de esto pero espero poder aprender cosas nuevas de todos vosotros mientras sigamos juntos. No era lo mejor que se podia decir pero teniendo en cuenta la situación en la que se encontraban no había logrado encontrar mejores palabras. No se muy bien que esta pasando pero si nos hacemos amigos seguro que podemos solucionarlo.

Sairen... Tampoco me interesa nada de esto, venía por aquí de paso.

¿Así que unos tendrán que cazar una banda de peligrosos piratas que pueden transformarse en lobos y están entre nosotros?
Y los lobos se supone que cazarán como conejos a los que no lo sean ¿no?

¡Bravo! Menudo plan aquí todos juntitos ¡En fin!... ¡Habrá que ingeniárselas para sobrevivir a unos y a otros!

La sorpresa de algunos contrastaba con las ansias de aventuras de otros. Yo también era así en mi juventud, pero hacía ya mucho que mis viajes se habían convertido en un modo de vida en los que había aprendido a dejar de lado el romanticismo y centrarme en cuestiones más prosaicas.

Cualquiera podía ser como aquel Hanji Watanaro, si se era más joven y aun no se había padecido gran cosa en la vida. Las pérdidas creaban una visión de la realidad que nada tenía que ver con un libro de aventuras al más puro estilo “Isla del Tesoro”.

En esos momentos lo que primaba era examinar al resto de personas que me rodeaba, porque al fin y al cabo, entre nosotros había piratas lobo y otros que no lo eran, pero ¿cómo saberlo? Seguramente tendríamos que basarnos en cuestiones intuitivas porque no nos conocíamos entre nosotros.

Aquella tal Isabella se indignó por tener que votar, como si formar parte de ello supusiera que ella podía ser considerada como no le gustaba. No soportaba a la gente que se creía superior al resto.

-Pues mira, chica –le dije –, si no quieres votar no lo hagas. Además, puedes ser tan pirata lobo como cualquiera de nosotros así que no te las des de elegante porque lo eres tanto como el resto.

Dudaba de su ojo agudo tanto como de sugerir de forma “casual” que ella no era una lobo. En esos momentos me di cuenta de lo complicado de la situación para todos. Otro tanto hizo aquel Aldric. ¿Cómo saber si estaba acusando a otros de ser Piratas Lobo cuando él podía serlo también?

Suberfugios sin descanso.

-Puede que haya que investigar, pero quizás a mí no me convenga que se haga así, o a lo mejor sí, dependiendo de lo que sea, porque al fin y al cabo, ¿cómo podríamos confiar en lo que decimos si buscamos nuestra propia supervivencia? No, no conseguiremos nada hablando –indiqué.

Tenía muy claro que la mejor opción era… esperar., porque alguien acabaría por equivocarse y ese sería el principio de todo.

Un repentino Shuwisp golpeo el suelo haciendo notar la presencia de Ren Hanzo quien tenia una sonrisa de oreja a oreja

No puedo creerlo, tantas bellezas juntas en un solo lugar, es una pena saber que detrás de esas caras bonitas hay un animal salvaje que quiere acabar con todos, admito que es emocionante ya quiero ver quien será el primer sentenciado, será emocionante ver el castigo que se merecen

Soltó emocionado mientras enrollaba aquel látigo alrededor del codo con el hombro para poder colocarlo en su cintura