Homura se quedó inmóvil, su mente dando vueltas en busca de sentido ante lo que acababa de ocurrir. Ese escalofrío familiar que le recorría la espalda, esa sensación que tantas veces lo había mantenido con vida en los mares más peligrosos, ahora lo confundía. Siempre había confiado en sus instintos, pero esta vez algo era distinto, como si la certeza que solía guiarlo ahora lo empujara hacia una bruma de duda.

Observó a su alrededor, esperando que alguien más dijera lo que todos pensaban en silencio. solo unas pocas y tyimidad palabras se escucharon. El aire pesaba como una amenaza no pronunciada, y Homura sintió que, si quería respuestas, tendría que arrancarlas por sí mismo.

Con el semblante endurecido y los ojos entrecerrados, avanzó hacia Charllote, la única que se mantenía demasiado tranquila en medio del caos. Cada paso que daba hacia ella resonaba con una mezcla de sospecha y determinación, como un juez acercándose a dictar sentencia.

—Hey, tú… niña,—murmuró con frialdad, sus ojos oscuros clavándose en los de ella, buscando cualquier destello de culpa—. ¿Eres uno de los asesinos?

La pregunta no era una simple curiosidad. Fue lanzada como una daga, directa y sin rodeos, cargada con la desconfianza que había comenzado a enraizarse en su interior. El tono de su voz no admitía excusas ni evasivas, como si ya hubiera decidido que las palabras que Charllote escogiera en ese momento definirían su destino.

Homura no era de los que daban segundas oportunidades. No ahora, no cuando la sombra de la traición parecía cernirse sobre ellos. Estaba listo para cualquier respuesta... o para cualquier silencio.

Charlotte Annie se giró al escuchar las palabras de Homura.

-No, señor... No soy una asesina, mucho menos una loba... Alguien quiere deshacerse de mi. Debe ser esa mujer- Dijo señalando a Violet.

Luego miró a Hanzo cuando se dió cuenta de que votaba por ella. -¿Porque votas por mi?... Tu mismo dijiste que te confirmaron mi inocencia, yo no quiero quitarte a Sam, no me sacrifiques si sabes que soy inocente-

Con la expresión sombría bajé el rostro y me alejé - Al final, somos todos una panda de asesinos. Lobos o no. Sea por votación o sea porque tengamos algún tipo de poder especial para deshacernos de alguien, todos tenemos las manos manchadas de sangre. Y ahora... Vais a votar por una niña pequeña. En parte me alegro de no poder votar a otro que no sea Aldric. Aunque tampoco podría votar a nadie hoy....

Me apoyé contra un muro viendo como todos podrían ser el asesino... Había que acabar con esto ya. - Y lo peor, es que para defender tanto a vuestra amiga Cassidy, mirad a lo que os han llevado sus afirmaciones. Ahora nadie cree que Charlotte sea inocente como decía ella. Ni siquiera como decía Hanzo. ¿No decías que la información de tu informante era cierta? ¿Eso no dejaría a Cassidy como mentirosa y por tanto culpable de todo lo que está pasando? 

-Las balas vuelan, y las monedas se dan la vuelta, revelando sus caras. - Dije finalmente como poesía antes de mirar a Charlotte. Culpable o no, era una niña. Y me daba pena lo que le iba a pasar. Los niños no deberían sufrir de esta manera. Me acerqué de nuevo a ella - Pase lo que te pase, seas culpable o no, tranquila. No moriras sola. - quise consolarla, pero realmente Robin la asesinaría a sangre fría... O eso creía.

Charlotte Annie no podía creer lo que sucedía a medida que emitían sus votos, incluso Aoi Umi, a quien tanto había defendido de las acusaciones de Starr Cassidy, había votado por ella. Sus ojos la miraron con incredulidad. -¿Crees que soy culpable después de que te defendí de las acusaciones falsas que te hacían?... Incluso Starr admitió que te inculpaba luego de que descubrí sus mentiras. Si estas viva ahora es por mi... No puedo creer que me hagas esto- Su voz quebrada pero llena de decepción ante los acontecimientos.

Luego se giró hacia Sam y le sonrió con sinceridad. -Gracias Sam... Espero no morir hoy, tengo a Muffin conmigo, él me protegerá- 

-¿cual es tu habilidad Charlotte, si es que no eres una de esas bestias?

Me sente y me acicale el pelo. Todo lo que estaba pasando era demasiado extraño, muchos muertos por la noche y ahora ibamos a matar a alguien mas y no sabiamos muy bien de a quien. Me parece todo muy raro, pero confio en la pirata vaquera. Si estoy equivocada pues yo sere la primera en saberlo. Pero mi voto ahora es por Samuel. Todo lo relacionado con Charlotte me parece raro.

Demasiado raro, diría yo. Que todos hayamos sentido esta especie de corazonada contra ella, creo que no hace más que librarla de culpa. Todo parece apuntar a que alguien está tratando de incriminarla.

Annie miró a Homura, quizás era hora de revelar su habilidad. De todas formas, ya estaba siendo el objetivo de alguien que quería incriminarla.

- Yo… Puedo saber cuando alguien miente, solo una vez al día mis ojos pueden ver las mentiras… Además- Dijo levantando a Muffin para que todos lo vieran -Muffin puede proteger a alguien que yo le diga, pero una vez lo haga… debe descansar para volver a hacerlo- Apretó a Muffin contra su cuerpo una vez más.

-También puedo escoger a uno de ustedes para que no haga nada durante las noches… Como ya soy el objetivo de alguien, quisiera que me ayudaran a escoger a quien hacer objetivo de mi habilidad durante las noches. Si sobrevivo a este día, claro está- Había revelado todas sus cartas, estaba hecho.

-He revelado lo que puedo hacer… Ya soy el objetivo de los lobos, puedo morir en cualquier momento…- Su voz se quebraba por la posibilidad de su muerte -Espero que atrapemos a esos lobos, pase lo que pase… Sio sobrevivo hoy, porfavor, protéjanme- Dice casi al borde de las lágrimas.

Homura dio un paso al frente, su mirada fija en Violet, escrutando cada uno de sus gestos con la precisión de un cazador. El ambiente era denso, cargado de sospechas, y las palabras se convertían en armas afiladas, listas para cortar alianzas. Su voz, baja pero firme, se deslizó como una advertencia contenida.

—Violet… —comenzó, con un tono gélido que parecía atravesar el silencio—. Estás siendo acusada de mentir. Y si eso es cierto…

Hizo una breve pausa, dejando que sus palabras penetraran en la mente de todos, como una serpiente enroscándose en el corazón de la conversación.

—Quien busca inculpar a los demás… eres tú.

Homura entrecerró los ojos, su voz endureciéndose con cada palabra.

—Y si realmente es así, entonces solo hay una explicación…

El peso de la acusación cayó con la fuerza de un martillo.

—Serías tú uno de los lobos.

Sus últimas palabras fueron como un filo cortante, dirigidas a Violet con precisión mortal, sin concesiones. No había espacio para excusas ni para juegos de palabras. El aire se llenó de una tensión casi palpable, y Homura se quedó inmóvil, esperando la reacción que delataría la verdad.

—claro a menos que sea una mentira de Charlotte, su habilidad.

FIN DE LA NOCHE