Estas siendo demasiado testarudo, no olvides que yo ya había dicho que ella era inocente antes de que fuera asesinada esta información la se desde antes, de igual forma no puedes decir que todo es falso cuando las coincidencias han surgido mas de una vez, lo mejor será que guardes un poco de silencio, por que incluso Aoi Umi ha decidido confiar en las palabras de Starr Cassidy esperemos al final de las votaciones, entonces puedes seguir discutiendo, se un prometido ejemplar, debes comportarte
Ren Hanzo Reprendía a su prometido aunque trataba de comprenderlo sujetaba su mano con fuerza sacando a relucir su enorme sonrisa aferrando sus manos a las de Samuel Von Pendragon intentando desviar su atención
No creo que nadie quiera cambiar su voto justo ahora, lo mejor será esperar, ¿Por que no tratamos de ser un matrimonio feliz?, no debemos dejar que la Zorra nos separe
-Como desees. - Me callé simplemente mirandole esperando pues a que la votación llegara a su fin, pero simplemente seguía negandome a creer nada de el ya que no existen casualidades y menos que no se sostienen salvo con las palabras sin fundamentos de unos y otros.
Homura observaba en silencio mientras el grupo discutía con vehemencia, su atención dividida entre las voces alzadas y algo que comenzaba a inquietarlo. Un cambio sutil, pero innegable, se había apoderado de Starr. Al principio, había acusado a Aoi, pero ahora sus sospechas se dirigían repentinamente hacia Dingo. Esta volubilidad no era característica de ella, y Homura lo notaba. Algo no encajaba.
Con pasos decididos, se acercó a Starr, la duda pesando en su mente como una sombra. Había algo en su tono, en la manera en que sus palabras cargaban con una extraña insistencia, algo que Homura no podía ignorar.
—Starr... —dijo, su voz baja pero firme, mientras sus ojos la estudiaban con una mezcla de preocupación y cautela—. Dime una cosa... ¿estás siendo manipulada por alguien?
El silencio que siguió fue casi tangible. Homura hizo una pausa, dejando que el peso de su pregunta flotara en el aire, esperando cualquier indicio de reacción. Pero más allá de la respuesta inmediata, lo que realmente le perturbaba era el cambio en Starr, algo en su manera de hablar, en su forma de actuar.
—Te escuchas... diferente. —añadió, su mirada clavada en ella como si buscara penetrar cualquier fachada—. Y me sorprende tu insistencia... Es como si ya no fueras tú.
-No voy a usar una excusa tan absurda como que estoy siendo manipulada, descuida. -Respondió a Homura Shinku- Yo soy yo y seguiré siendo yo. La única diferencia que hubo de mi yo de ahora y mi yo de antes, es que ahora sé quienes son un par de lobos y antes... bueno, estaba dispuesto a sacrificar a alguien para conseguir esa información.
-Me creas ahora o no me creas, eso ya lo veremos luego de la votación. -Explicó nuevamente, tratando de conseguir el voto del hombre- Pero ahora necesitamos eliminar a Valerie. Porque como ganen esta votación ellos, no vamos a conseguir remontar porque en la noche habrá otra masacre.
-Hola. Yo no se porque dice la señorita Star que soy lobo. Por cierto soy chico no señora. Y no se si uno miente o no miente porque no tengo esa capacidad. Por ahora solo puedo creer en lo que dijo la Señorita Nico Robin y ella dijo que la arma oxidada sólo mató a la capitana que se suicido por la perdida de su hija, no fue la que mató al otro. O no se si el padre tenia otra oxidada tambien y fue esa la que dio al tipo de rebote. Solo queria decirlo porque me parecio curioso ese detalle.
El caos se había desatado en la plaza. Starr Cassidy, sin el más mínimo remordimiento, había admitido que había mentido sobre Aoi Umi. Lo había dicho como si nada, con la misma indiferencia con la que ahora señalaba a otra persona, alegando que el espíritu de la primera ejecutada le revelaba quiénes eran los lobos. Sus palabras parecían alimentar aún más el fuego de la paranoia que ya ardía entre los presentes.
El músico Sam, se acercó a Annie, ofreciendo su protección tras haber desenmascarado a Starr como una mentirosa. Preguntándo a la pequeña Charlotte si podía saber quién miente.
Annie respiró hondo. Miró a Sam y, con una voz más débil de lo que hubiera querido, respondió: -Sí… puedo. Pero solo una vez al día-.
El tumulto de palabras, los debates interminables sobre quién era el próximo lobo, quién mentía, quién se escondía detrás de una máscara de inocencia… todo comenzaba a abrumarla. Apretó más fuerte a Muffin, buscando un momento de tranquilidad en medio del desorden. Los adultos seguían discutiendo, sin darse cuenta de lo agotador que resultaba todo para alguien tan joven.
-¿Cómo puedes estar segura de todo eso, Starr?-, murmuró Annie para sí misma, sus ojos cansados observando la escena. Levantando su mirada hacia Cassidy y levantando un poco la voz, agregó - Dices que entre los muertos de esta mañana había un lobo, ahora también dices que Valerie Dingo es otro de los lobos y todavía aseguras que aún quedan tres más. ¿Cómo puedes saber todo eso?…. Ya veo lo natural que se te da mentir. Para mí eres muy sospechosa-
Finalmente miró a Aoi Umi mientras acariciaba la cabeza de Muffin, luego volvió la vista hacia Sam. -Dices que puedes proteger a los demás. ¿Verdad? - sus ojos le miraban con la inocencia que la caracterizaba -He visto la muerte más veces de las que una niña como yo debería haber vivido. No me afecta. Pero no puedo permitir que sacrifiquen a inocentes… Yo también puedo proteger. Muffin puede. Lo confirmarás cuando veas que protegerá a Aoi Umi, a pesar de que sea la más votada. Cuando eso pase los lobos se fijarán en mi… no quería eso, no quiero que me coma un lobo- Su voz empezó a entrecortarse y su pequeño cuerpo temblaba un poco pensando en ese trágico final -Porfavor señor Sam, protégeme de esos lobos-
Ren Hanzo apretaba el entrecejo apretando los dientes mientras se interpone entre Samuel Von Pendragon y Charlotte Annie sujetando el brazo de su prometido de forma sobreprotectora
¿Y entonces quieres que el se vuelva el objetivo de los lobos?,¿Has enloquecido?, no seas egoísta, si pones en peligro a mi prometido te las verás conmigo mocosa
Ren Hanzo claramente no estaba conforme con las exigencias de la mocosa que trataba de arrebatarle a su marido estaba enfadado aquella sonrisa que siempre mantenía habia desaparecido marcando un mueca de ira
En todo aquello había demasiados intereses contrapuestos, la mayoría de ellos, buscando enfrentarnos unos con otros sin tener en cuenta la lógica. Quien decía no ser lobo y tener miedo de ellos, podía en realidad estar mintiendo, y quien no decía nada, tampoco demostraba gran cosa.
Al final, lo único importante era que durante un instante todos se habían dejado llevar por las palabras de Starr y ahora cambiaban de opinión, lo que sin duda incrementaba mis posibilidades de supervivencia, pero no por ello me hacía olvidar todo lo que había sucedido.
También de repente ahora sabía quienes eran algunos de los lobos y alejaba las sospechas de mí.
-Así que ahora, de pronto, sabes quiénes son los lobos, pero desconocerlo no te impidió acusarme. Lo único que puedo decir es que hay mucha manipulación y que muchos de vosotros os dejasteis convencer por ello. Deberíais medir mejor a quién seguís y a quién no. Recordadlo, por si no sobrevivo y no estoy para hacerlo. Desde luego, yo voté por ella porque me acusó, pero ahora tengo claro que debo escoger un bando y antes que yo, mejor que otro ocupe mi lugar en cuanto a los condenados.
Miré entonces a Charlotte
-Ignoro si podrás protegerme, pero te estoy agradecida al menos por intentarlo.
Cuando vi que Hanzo amenazaba a la niña le moví para volver a ponerlo delante mía y que Charlotte estuviera detrás - Ni se te ocurra hacerle nada a la pequeña ¿Entendido? Ella no se merece estar en medio de todo esto. Así que mantengámosla al margen tanto de las votaciones, como de los dones que poseamos. Es de ser una persona cruel y vil y sin corazón, ser capaz de hacerle algo a una niña tan joven y pequeña como ella. Así que más os vale no hacerle nada. Eso también va por Lady Amaris y por Lady Cassidy.
Finalmente miré a la pequeña y le dediqué una sonrisa tranquilizadora - No os preocupes Joven Charlotte. Yo os protegeré de lo que pueda haceros daño.
La insistencia de Samuel Von Pendragon de querer parecer alguien que no era, era casi risible si no fuera por el hecho de que a Starr Cassidy aquello le importaba más bien poco, por no decir nada. A fin de cuentas, la situación seguía siendo la misma para ellos: Primero Valerie Dingo, luego... ya se vería...
-Si es un lobo... ¿Que va a proteger este?... -Comentó negando con la cabeza ante aquella situación tan extraña- Aunque me alegra saber que este enamorado de Ren Hanzo. Eso puede ser muy interesante... ¿Sabíais que en caso de amor el corazón SIEMPRE se antepone a la obligación de sus compañeros de barco?.
Aquello esbozó una sonrisa retorcida mientras giraba su cabeza hacia el resto de los lobos, o al menos hacia quien ella creía que eran los lobos que aún seguían entre ellos. Su mirada se posó sobre el siguiente de quien desconfiaba, Hanji Watanaro. Una cosa tenía claro... aquel enamoramiento podría ser una mella entre ellos.
-¿Que váis a hacer con el lobo traidor?. -Inquirió la muchacha, aunque no esperaba obtener respuesta por parte de aquel grupo- Supongo que ahora que he descubierto a Valerie y que la vamos a linchar, y que Johnny muriera por el balazo oxidado... el hecho de caer a solo 3 lobos... y que ahora uno de ellos sea un traidor que vaya a priorizar su amor sobre vosotros... no os dejaría bien a los dos que seguís fieles... ¡Pero acepto una tregua si lo matáis durante la noche!.
-El trato es el siguiente: Si matáis a Samuel, no serás el siguiente votado hasta que encontremos a todos de los tuyos. -Alargando su mano hacia Hanji, esta ofreció aquel pacto- ¿Hay trato?.